Envia per correu-e aquest* Article
|
Notícies :: ecologia |
Tercera parte: Coordinación de los GAKS con otros proyectos. Debates políticos (1996-2006)
|
|
per Área de Agroecología y Consumo Responsable Correu-e: lacestabasica ARROBA nodo50.org (no verificat!) |
29 mai 2010
|
Las relaciones con otr@s productor@s agroecológic@s y cooperativas han sido de diverso tipo. A partir de 2000 y con el surgimiento del BAH tuvimos una relación de apoyo a dicho proyecto en el que nos involucramos 5 de los 7 grupos de los GAKs en ese momento y pusimos a disposición, como se ha señalado antes, la infraestructura y experiencia en la distribución interna. |
UNA DECADA DE AGROECOLOGÍA Y CONSUMO RESPONSABLE. EXPERIENCIAS. PROBLEMAS. ALTERNATIVAS. (1996-2006)
TERCERA PARTE: COORDINACIÓN DE LOS GAKs CON OTROS PROYECTOS. DEBATES POLÍTICOS (1996-2006)
17º ENTREGA DE LA CAMPAÑA CONTRA LA PRESIDENCIA ESPAÑOLA DE LA UE
Las relaciones con otr@s productor@s agroecológic@s y cooperativas han sido de diverso tipo. A partir de 2000 y con el surgimiento del BAH tuvimos una relación de apoyo a dicho proyecto en el que nos involucramos 5 de los 7 grupos de los GAKs en ese momento y pusimos a disposición, como se ha señalado antes, la infraestructura y experiencia en la distribución interna. Pero la cooperación entre ambos proyectos fue difícil, tanto en el terreno de la participación en los movimientos sociales, como en la cooperación para que no hubiera competencia entre el consumo de los productos del BAH y los compromisos adquiridos con los productores asociados con la Red de GAKs. Estas diferencias, con el enorme solapamiento de grupos en ambos proyectos, en lugar de facilitar el diálogo y el conocimiento de los grupos de consumo del BAH de la verdadera dinámica de la Red de GAKs y de las posibilidades de apoyo mutuo, acabó afectando a los GAKs. En febrero de 2002 se materializó con una ruptura de la distribución interna, tras el intento del BAH de absorber la distribución interna que hasta entonces había sido primero cedida y luego compartida. El resultado fue que la mayoría de los grupos que aún siendo GAKs también eran BAH y algún otro más, acabó en la distribución interna del BAH. La coordinación entre los GAKs se hizo cada vez más conflictiva hasta desaparecer el proyecto común, que acabó reducido a una red de coordinación de grupos BAH, la Red Autogestionada de Consumo, para compras a otros productores a través de la Coordinadora.
Coordinadora de Grupos de Consumo Agroecológico de Madrid
La Coordinadora de Grupos de Consumo Agroecológico de Madrid la fundamos diversos grupos en diciembre de 2001 –los GAKs, las cooperativas de consumo ecológico de Ecosol, El Cantueso y Redes y la tienda Asalto de Mata- para promover la cooperación de diversos proyectos en la compra y distribución conjunta de alimentos ecológicos producidos por pequeños productores y cooperativas del Estado Español y en la difusión de esta actividad. Hasta mayo de 2005 formaban parte de la Coordinadora, Asalto de Mata, Ecosol, El Cantueso, La Dragona, los GAK de Hortaleza y de CAES, la Karakola, Redes, Red Autogestionada de Consumo (RAC) y Subiendo al Sur. Somos proyectos de consumo agroecológico diversos, pero compartimos preocupaciones y necesidades cotidianas. También somos conscientes de las diferencias, en el punto de partida o en el acento (más social, más ecológico), organizativas (cooperativas, asociaciones, grupos autogestionados, grupos en red, tienda asociativa), de vinculación de las personas consumidoras (reuniones más o menos periódicas, liberación de tareas pagadas), de implicación como grupos en los movimientos sociales, etc. A pesar de la diversidad, compartimos los mismos problemas: ser pocas personas y menos las más implicadas, cómo llegar a la gente normal, cómo mantener el consumo, el transporte a Madrid y la distribución aquí, cómo construimos en lo real el concepto de agroecológico, la tensión entre variedad de productos y proximidad, etc.
Los grupos que formamos la Coordinadora acordamos una serie de criterios mínimos y comunes que orientan nuestra compra y que luego cada uno desarrolla con mayor o menor detalle. En primer lugar, buscamos la mayor variedad posible de frutas y verduras de la temporada, recurriendo a sus zonas tradicionales de cultivo (cítricos en Valencia, plátanos en Canarias, peras en Navarra y manzanas en Aragón y Navarra) y a pequeños productores y cooperativas, no multinacionales de la distribución que ya están empujando en el sector de alimentos ecológicos. También buscamos la proximidad, dando prioridad a los productores más cercanos. En el GAK del CAES, por proximidad-cercanía, no sólo consideramos la distancia sino la afinidad y el tiempo que llevamos juntos. Por ejemplo, si el CAC no tiene ahora acelgas, recurriríamos a los productores de Valencia, Ecomediterrània, no sólo por mayor cercanía geográfica, sino porque les conocemos de hace tiempo y apoyamos sus esfuerzos por mantener una cooperativa de productores directos. Ellos nos ponen un precio especial y nos lo mantienen todo el año, cosa que no hacen habitualmente otros y que no pueden mantener cuando nos suministran alimentos de otros productores. Este es otro criterio, comprar directamente. En la medida de lo posible, no compramos alimentos que el proveedor simplemente distribuye.
Otra necesidad de esta cooperación es la estabilidad en el pedido y unas cantidades mínimas para, por un lado, no trasladar estas oscilaciones a los costes de transporte que repercuten a los demás grupos y por otro, no perjudicar a los proveedores en sus previsiones. Por ejemplo, este año hemos decidido apoyar a un pequeño productor aragonés comprándole directamente su cosecha de manzana. Pero, simultáneamente, hemos procurado compensar, en el periodo de solape (de febrero a abril), con la compra de otros productos a Gumendi, que nos suministraba la manzana anteriormente.
Por último, en algunas épocas del año, cuando falta la verdura de los productores con los que cada grupo de la Coordinadora mantiene una relación prioritaria, hacemos compras conjuntas de verdura a otros territorios que prolongan más sus condiciones de cultivo (Galicia), pero con los que no tenemos una relación habitual, por la distancia. En estos casos, procuramos cooperar todos los grupos para llegar a unas cantidades razonables que no hagan excesivo el coste del transporte, comprando incluso otros productos (miel, avellanas, castañas) cuyo coste puede compensar.
Las dimensiones y objetivos de este libro no permiten ilustrar con toda su amplitud, la complejidad de planos de relación que se incluyen en la Coordinadora y que, tras dos años de funcionamiento, plasmamos en el documento “Coordinación, criterios de participación y entrada de nuevos grupos” fechado el 27 de febrero de 2004, última asamblea en la que se cerró dicho texto. En dicho texto se desplegaban dimensiones como: a) ¿qué entendemos por agroecología, b) organización,participación y autogestión, c) el transporte, otra parte más, d) criterios compartidos en la selección de productos y productor@s y e) nuevos grupos, nuevos horizontes.1
El contexto político de la actividad de la Coordinadora de Grupos de Consumo Agroecológico de Madrid
La llegada del PSOE al gobierno del estado en marzo de 2004 produce un giro en sus posiciones respecto a los transgénicos. Hasta esa fecha el PSOE, desde dentro del llamado “sector agroecológico”, había sostenido la exigencia de una moratoria a los cultivos transgénicos frente al gobierno del PP, estableciéndose, en torno a esta reivindicación, la unidad de la totalidad del sector, dentro del cual nos incluimos las redes de consumo agroecológico como la Coordinadora de Madrid. Este cambio supuso, no solamente el abandono de la moratoria para entrar en la negociación de una ley que establezca las condiciones de coexistencia entre los cultivos transgénicos -una vez aceptada su reanudación- y los no transgénicos. También originó una ruptura de la unidad del sector agroecológico, en la que los colectivos y organizaciones que no compartimos dicho cambio estábamos en franca minoría. Esta situación abrió una dinámica en la Coordinadora de Madrid que acabó produciendo una crisis.
La resolución de esta crisis se produjo en base a la expulsión de los colectivos disidentes. Este hecho inédito en los movimientos sociales, merece ser analizado en profundidad, tanto en su contexto como en su proceso.
La crisis de la Coordinadora de Grupos de Consumo Agroecológico de Madrid
1.El punto de partida
A petición de diversas organizaciones del sector de alimentación ecológica2, las organizaciones ecologistas y Los Verdes, el PSOE ha impulsado un proceso de diálogo entre éstos y el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA). Este diálogo ha comenzado en torno a los conflictos entre cultivos transgénicos3 y ecológicos. Por parte del sector de la agricultura y la alimentación ecológicas, el punto de partida era el rechazo al borrador de real decreto de coexistencia de los cultivos transgénicos con los no transgénicos. Sin embargo, un nuevo documento elaborado en respuesta a dicho borrador, acabó aceptando un mínimo de contaminación “inevitable” y la “coexistencia” entre ambos tipos de cultivo. La moratoria europea de transgénicos4 frenaba el despliegue de los transgénicos, cuestionando su necesidad, los riesgos ecológicos y las amenazas que suponen para la salud, pero también su contribución a la presión competitiva que padece la agricultura convencional, presidida por la lógica de globalización, máxima productividad y ahorro de costes. El fin de la moratoria incorpora una norma más restrictiva para la evaluación y autorización de los nuevos transgénicos, pero a cambio, clausura el cuestionamiento global de los transgénicos y de la lógica competitiva que aportan a la agricultura convencional. A partir de aquí, la única crítica posible consiste en la evaluación de los daños, valorables caso por caso. Se convierte en normal la coexistencia de cultivos transgénicos con los no transgénicos y la regulación de dicha coexistencia es la única forma posible de “protección” del cultivo no transgénico5. En este asunto, como en tantos otros, la política del PSOE da continuidad en lo esencial a la del PP. Aunque los problemas de contaminación, inseguridad e invasión de cultivos y alimentos transgénicos son los mismos, algunas organizaciones muy influyentes en el sector de alimentación ecológica han cambiado de opinión. Ante la nueva interlocución del MAPA, ahora en manos del PSOE, la posición de las ONGs ecologistas, alguna de ellas cercana a los movimientos sociales, está produciendo importantes divergencias en el interior del sector de la alimentación ecológica6.
2.El diálogo sobre una estrategia para la alimentación ecológica
A lo largo de la discusión sobre transgénicos, el MAPA manifestó su intención de elaborar una estrategia para fomentar la agricultura y la alimentación ecológicas teniendo en cuenta la opinión de las organizaciones implicadas en ella. Con esta finalidad, el 26 y 27 de mayo de 2005 realizó unas jornadas que contaron con 3 grupos de trabajo: “análisis de la producción”, “consumo interno” y “marco institucional”. Asistieron cerca de 90 personas por invitación expresa del ministerio o de las CCAA. El MAPA controló la totalidad del proceso consistente en que cada grupo inició su trabajo con una o varias ponencias, un debate posterior y la elaboración de un documento de conclusiones. No consideró relevante la participación del consumo ecológico. Por parte de los colectivos organizados para el consumo ecológico en todo el Estado asistió, únicamente, una persona en representación de la Coordinadora estatal de consumidores ecológicos. En el grupo dedicado al consumo, no había una ponencia de las asociaciones de consumo ecológico, pero sí de la gran distribución y en concreto de la marca blanca7 de productos ecológicos de Carrefour. Por el contrario, el sector de alimentación ecológica, hemos abordado el debate sobre la estrategia de agricultura y alimentación ecológica ampliando lo más posible la participación en la redacción de un documento que sirviera como base de las propuestas para el Ministerio.
Respondiendo a la invitación de la representante de la Coordinadora estatal para que algunos grupos estuviéramos presentes, el 22 de abril asistimos como GAK8 de CAES a una primera reunión del sector de alimentación ecológica celebrada en COAG9. El 12 de mayo, recibimos el borrador de documento que hizo la Comisión redactora, elegida en la reunión precedente, compuesta por una persona de cada uno de las siguientes organizaciones: sector ecológico de COAG, SEAE10, Dirección General de Agricultura Ecológica de la Junta de Andalucía e INTERECO11. Junto a dicho borrador, al día siguiente, difundimos en las listas de grupos de consumo estatal y de Madrid, una propuesta de trabajo para la elaboración del documento conjunto que sería discutido en una única reunión, el 19 de mayo, anterior a las Jornadas del MAPA. Nuestra propuesta12 iba dirigida a todos los grupos del estado pero, expresamente, a la Coordinadora de Grupos de Consumo Agroecológico de Madrid, con la intención de que participásemos como Coordinadora, o en su defecto, a través de los grupos que así lo quisiéramos.
2.Las distintas estrategias para la agricultura y la alimentación ecológicas
En la propuesta que defendimos en la reunión del sector señalábamos los problemas potenciales de una estrategia de alimentación ecológica que: a) no cuestiona la agricultura química y de gran escala para la exportación; b) potencia la agricultura y la alimentación ecológica en base a la gran distribución que comparte, salvo el uso de sustancias químicas, todos los problemas de la agricultura convencional; c) acepta la imposible coexistencia de cultivos transgénicos y ecológicos y vulnera el principio de precaución,13 al obviar la ausencia de estudios de evaluación sobre los riesgos de los alimentos transgénicos en la salud humana; d) reduce los problemas de la agricultura a la producción y los métodos del cultivo, cuando el proceso consiste también en la distribución, el consumo y otros factores no reducibles a “comercialización”14; e) aborda la transformación de la agricultura y la alimentación sólo desde las cuestiones de calidad ecológica, desconociendo la relación social productores-consumidores y el poder expansivo de la agricultura industrial y de la competitividad sobre cualquier otra forma de producción de alimentos y sobre la producción de deseos irracionales en los consumidores.
También señalábamos la necesidad de organizar desde los grupos y organizaciones de consumidor@s la sensibilización social, especialmente en la escuela y en la población infantil y adolescente, en torno a los malos hábitos alimentarios y sus enfermedades asociadas (obesidad, diabetes, comida basura, refrescos edulcorados). Señalamos el peligro de reducir nuestra comunicación a las clásicas campañas institucionales de promoción de un consumo ecológico abstracto, alejado de las condiciones reales de la alimentación diaria de la gente y de los intereses que crean dichas condiciones15.
Tan importante como participar en la redacción del documento del sector de agricultura y alimentación ecológicas es cómo lo hacemos, es decir, cómo contribuimos a construir el modelo de consumo agroecológico que defendemos, no sólo en el interior de nuestro propio proyecto, sino hacia fuera y, especialmente, en una coyuntura como la actual, que puede sentar las bases para el tipo de agricultura ecológica que se va a potenciar en el futuro desde las instituciones. Hubiéramos preferido una mayor presencia y aportación de grupos de consumo. No obstante, creemos que nuestra participación ha tenido consecuencias en los debates que allí se produjeron y en diversas secciones del documento, entre otras en el apartado de transgénicos, evitando junto con l@s productor@s ecológic@s presentes, que el portavoz de las ONGs ecologistas16 redujera los contenidos propuestos por él mismo, hasta los mínimos que podía aceptar el PSOE.
Las conclusiones de las Jornadas del Ministerio de Agricultura de 26 y 27 de mayo de 2005, no recogen las aportaciones de la representante de la Coordinadora estatal en defensa de un modelo agroecológico, local, asociativo y de relación directa entre productores y consumidores. Dichas conclusiones sólo recogen las aportaciones que valen para cualquier estrategia de agricultura y alimentación ecológica. No ponen en cuestión las políticas del gobierno en agricultura química, transgénicos, competitividad, abaratamiento de costes mediante la concentración y verticalización del sector agrario y comercio mundial de alimentos. En definitiva, muestran que la agricultura ecológica que quiere potenciar el PSOE no cuestiona la producción y distribución global de alimentos, causantes del hambre, la pobreza, la inseguridad alimentaria y la destrucción ecológica.
3.La realidad plural de la Agroecología y el Consumo responsable
Aunque contienen tendencias inevitables de mercantilización y clientelismo, las estructuras empresariales en la producción y el consumo ecológico y la interlocución institucional son necesarias para llegar a sectores amplios de la sociedad. El problema es que dichas estructuras sean las únicas que acaben representando al sector de alimentación ecológica y que el apoyo de las instituciones se convierta en el factor dominante de todo el sector de alimentación ecológica.
Hay colectivos y grupos que estamos en la agroecología y el consumo responsable sin apostar por una estructura empresarial ni por la interlocución institucional. Desarrollamos nuestra actividad desde los movimientos sociales, con autonomía de las instituciones, partidos, sindicatos y grandes ONGs, buscando nuestra fuerza en el vínculo entre los productores agroecológicos y las redes de consumidores, en base al diálogo, el apoyo mutuo y la conciencia antiglobalización. Defendemos el diálogo entre productores y consumidores como método para la resolución de los problemas, el respeto recíproco a las identidades y necesidades de ambos y la formación de los precios. Promovemos un modelo de construcción desde abajo, basado en la alianza entre el campo y la ciudad frente a la expulsión de los pequeños productores y consumidores e impulsamos, en la práctica, la alimentación saludable y suficiente como una necesidad social y no como un nuevo nicho de mercado para empresarios agrícolas y una ocupación de ratos libres para consumidores saludables. Desde esta alianza social, intentamos transformar los hábitos de consumo y enseñamos a disfrutar haciéndolo. Organizamos actividades de comunicación a favor de un consumo responsable que integre dimensiones políticas, sociales y éticas, no sólo ecológicas y económicas. Si conseguimos ampliar el número de personas comprometidas en un consumo agroecológico de apoyo mutuo campo-ciudad, podremos apoyar más y mejor a proyectos agroecológicos de defensa del medio rural. Más allá de nuestras intenciones, el modelo de explotación ecológica que podrá prevalecer depende de cómo crezca el número de consumidores ecológicos y de su participación social.
4.La estrategia del PSOE: coexistencia de transgénicos y agricultura ecológica
El MAPA acaba de hacer público, el 19/7/05, esta vez con el apoyo del Ministerio de Medio Ambiente, un nuevo borrador para regular la coexistencia de cultivos transgénicos y no transgénicos. El texto es casi idéntico al que fue retirado el 29 de marzo, tras la reunión de la Ministra de Agricultura, Elena Espinosa, con la representación de las organizaciones agrarias, ecologistas, sindicales, de consumidores y del sector de agricultura y alimentación ecológicas firmantes del acuerdo de mínimos de coexistencia, titulado “Consideraciones básicas a incluir en las normas españolas sobre coexistencia entre cultivos modificados genéticamente, cultivos convencionales y ecológicos”. La ministra, al retirar el borrador, anunciaba el compromiso de escuchar sus propuestas y dialogar con estas organizaciones. Dicha retirada fue acogida como una victoria por parte de estas organizaciones, en particular las ecologistas, que consideraban un mal menor haber aceptado la contaminación como inevitable en aras de la interlocución institucional17. Sin embargo, 4 meses después, las únicas modificaciones de cierta relevancia que se observan en el borrador son: 1) el aumento de 25 a 50 metros de distancia mínima entre cultivos transgénicos con los no transgénicos, 2) la posibilidad de que las CCAA incluyan entre las medidas a aplicar por los agricultores que siembren transgénicos, el establecimiento de zonas refugio para retrasar la aparición de resistencias de las plagas y 3) informar al Ministerio de Medio Ambiente de los datos facilitados por los agricultores que siembren transgénicos para que pueda ser integrada en el registro central sobre transgénicos (lo que no significa necesariamente su transparencia pública). No hay ningún rastro de las propuestas del documento de mínimos. El nuevo borrador se presenta casi en agosto, con el anuncio de ser debatido con los Consejeros de Medio Ambiente de las CCAA en octubre y con la intención de que sea de aplicación en la próxima campaña agrícola de siembra de maíz a primeros de 2006. Este calendario junto con las exiguas modificaciones que no alteran la estructura fundamental de la propuesta del PP, secundada después por el PSOE, muestran la verdadera intención de éste de continuar avanzando en el desarrollo de los transgénicos.
El Ministerio quiere una interlocución basada en asociaciones legales, para promocionar el consumo de productos ecológicos que coexistan con los transgénicos en el campo y, debidamente etiquetados, en los anaqueles de las grandes superficies. Su discurso reduce el nuestro a la relación comercial y la interlocución institucional. Intenta reconducir 20 años de actividad de agroecología y consumo responsable a la creación de estructuras fuertes, federadas y legalizadas, que excluyan a los colectivos y los discursos que no adopten la forma adecuada. De paso, a lo mejor financia alguna actividad de consumo ecológico, debidamente acomodada al formato general. El consumo ecológico que propone el MAPA se acomoda a cualquier estructura comercial, a cualquier distancia, en cualquier temporada, justificando un “sobre precio” por comer sano. La estrategia de agricultura y alimentación ecológica del Gobierno del PSOE no tiene ningún problema en coexistir pacíficamente no sólo con los transgénicos, sino también con el hambre, la pobreza, la explotación de los trabajadores del campo y la ruina de los pequeños productores, los movimientos migratorios masivos, el uso de plaguicidas en los cultivos y de hormonas y antibióticos en la cría de ganado, la obesidad infantil, las enfermedades cardiovasculares, el incremento de cánceres, trastornos hormonales, alergias y problemas de fertilidad en la población. Lo peor es que consiga que nosotros tampoco tengamos ningún problema.
1.La necesidad de unir todo lo que pueda ser unido frente a las multinacionales y las políticas que globalizan la alimentación
Si la aportación de los grupos de la Coordinadora estatal a este proceso de debate del sector de alimentación ecológica se reduce a reclamar una relación con las administraciones y aceptamos la propuesta del Ministerio de financiar un encuentro cuya condición es la legalización de una estructura estatal para la interlocución con los consumidores ecológicos, estamos abonando el camino para: a) que sólo trabajemos conjuntamente en esa labor de interlocución y no en la de articulación del consumo en lo social; b) marginar la apuesta por el modelo de consumo agroecológico que decimos defender, arrinconando el “Decálogo” de la Coordinadora como un documento para la galería y abriendo una brecha, clásica de la política en su peor acepción, entre nuestros discursos y nuestros actos.
Quienes apostamos por una agricultura ecológica y un consumo responsable, necesitamos cooperar entre nosotros. Para defender lo mejor de sí mismas, las organizaciones más grandes y con vocación de interlocución institucional, sometidas a fuertes presiones económicas y de cooptación desde las instituciones, necesitan cooperar con los colectivos y redes cuya actividad y discurso está fuera de esas lógicas. Negar las dinámicas perversas que les atraviesan, es un acto de represión interior, que se hace externo, mediante la represión de quienes nos mantenemos en las posiciones declaradas, ahora convertidas para algunos en un obstáculo para crecer. A su vez, los grupos de consumo agroecológico autogestionados, necesitamos de las organizaciones grandes para hacer llegar la cultura de la agroecología y el consumo responsable a capas sociales más amplias. También las necesitamos, para superar las pulsiones sectarias y narcisistas que, tras la máscara de una militancia de ratos libres y del derecho a la pereza, convierten nuestra actuación en gueto voluntario y a veces una tortura para quienes, en el campo, se la juegan produciendo alimentos ecológicos. Para que esta pluralidad sea productiva, tenemos que reconocernos en nuestra diversidad, fomentando además, la alianza con las organizaciones de productores ecológicos que defienden esta relación directa y de apoyo mutuo. Nosotros aceptamos dicha pluralidad. Sin embargo, en algunas de las organizaciones más grandes y en las burocracias que controlan la representación de las ONGs ecologistas, ávidas de atajos para salir de la “marginalidad”, se practica la exclusión de quien discrepa de las políticas de “unidad de la izquierda” que se están imponiendo en el conjunto de los movimientos sociales.
La Coordinadora estatal tiene ahora la oportunidad de plantearse el reto de promover la pluralidad que nos constituye a los grupos que nos movemos en el Estado mediante acciones como:
1.- participar en el documento del sector incorporando los contenidos acordados y reflejados en el Decálogo.
2.- promover un encuentro, sin financiación del MAPA, de los grupos miembros de la Coordinadora para debatir, tanto sobre la estrategia de alimentación ecológica que queremos, más allá de la que promueva la Administración, como sobre lo que podemos hacer para activar y articular el consumo agroecológico desde lo social.
3.- abrir la convocatoria de este encuentro a grupos que, surgidos en los últimos años, no pertenecen a la Coordinadora, con la intención de incorporar a todos los que lo deseen a ese debate.
5.La exclusión del GAK de CAES
Las contradicciones políticas expresadas hasta aquí venían manifestándose bajo diversas formas en el interior de la Coordinadora del Grupos de Consumo Agroecológico de Madrid, de forma especialmente intensa en el último año. En una reunión extraordinaria de la Coordinadora de Grupos de Consumo Agroecológico de Madrid, convocada expresamente para abordar los conflictos internos18, no hubo posibilidad de discutir nuestra propuesta de intervención en el mencionado debate sobre la estrategia de agricultura ecológica. Cinco grupos (Ecosol, Cantueso, Asaltodemata, la RAC y Redes) que representan el 80% del volumen de consumo de la Coordinadora, se habían reunido al margen del resto y nos comunicaron su salida de la Coordinadora. El resultado de esta acción acabó produciendo el aislamiento y expulsión del GAK del CAES de la Coordinadora de Madrid, reconstruida posteriormente.
En esos días, el GAK del CAES nos encontramos con diversos “apagones”19 en nuestro acceso a la lista de grupos de consumo ecológicos estatal y de Madrid. Entre otras cosas, no recibimos los correos acerca de la propuesta de la representante de la Coordinadora estatal de asistir a las Jornadas del Ministerio, acompañada de una iniciativa de financiación del viaje por parte de distintos grupos. Nuestra propuesta para participar en la elaboración del documento del sector de alimentación ecológica tras el primer borrador y posteriormente, el comunicado en el que anunciábamos nuestra exclusión de la Coordinadora de Madrid, fueron rechazados al primer intento de envío o sufrieron censura de varias horas en la lista estatal. A pesar de las dificultades internas en Madrid, el GAK del CAES decidimos participar en la segunda reunión del sector de alimentación ecológica en la sede de COAG, el 19 de mayo.
6.Los daños colaterales de la unidad de la izquierda20
En Madrid estamos asistiendo a una dinámica de exclusión de los colectivos que, con una experiencia de muchos años en la construcción de los movimientos sociales desde abajo, no aceptan la unidad en torno a contenidos dictados por el bloque socialdemócrata que está colonizando los movimientos sociales. En una maniobra sin precedentes en los movimientos sociales, el GAK del CAES ha sido expulsado de la Coordinadora de Grupos de Consumo Agroecológico de Madrid. No estamos en contra de la relación con las instituciones ni de la unidad de la izquierda, a condición de no perdernos a nosotros mismos y acabar trabajando para dichas instituciones y para la izquierda que ahora es el PSOE en el Gobierno. Se nos ha expulsado de la Coordinadora de Grupos de Consumo Agroecológico de Madrid por: a) defender una relación con los productores basada en el diálogo sobre los problemas y el respeto escrupuloso a sus necesidades, desde una equivalencia y reciprocidad; b) luchar porque la Coordinadora mantuviera su trayectoria de libre participación en los movimientos sociales. Quienes pretenden convertirla en una correa de transmisión de las burocracias ecologistas comprometidas con la izquierda institucional, han dado un golpe de mano, impidiendo el debate transparente sobre el cambio de rumbo de la Coordinadora; c) apostar por la participación de los miembros de los grupos en los debates que estos problemas han generado y por la transparencia de lo tratado en las reuniones de la Coordinadora. Nuestra expulsión jamás se habría producido si el conjunto de los miembros de los grupos hubieran tenido información de nuestras verdaderas posiciones en los debates producidos desde mayo del 2004. El secuestro de nuestras opiniones de cara al conjunto de las familias consumidoras ha facilitado la calumnia y la manipulación sobre nuestras propuestas. Se ha producido una unidad sin principios contra el GAK del CAES. La inviabilidad de los grupos pequeños para mover los productos con un coste de transporte asumible, junto a la defensa de intereses particulares y la pusilanimidad y el descompromiso de algunas personas, explica el cierre que se ha producido contra nosotros.
Los representantes de algunos grupos han evitado que se conocieran y discutieran nuestros textos, han vertido todo tipo de calumnias sobre nosotros y han boicoteado con argucias técnicas desde la administración de la lista, nuestra comunicación con el resto. Cuando, cansados de los ataques preparados de antemano contra nosotros entre las cuatro paredes de las reuniones, decidimos hacer públicas en internet nuestras propuestas y algunos de los textos descalificadores que hemos recibido, nos han echado, bajo el formato de disolver la actual coordinadora para crear otra sin el GAK del CAES, y acusándonos de haberles hecho lo que durante meses nos han hecho ellos a nosotros.
Excluir de la Coordinadora de Madrid a un colectivo pionero de la agroecología y el consumo responsable es un hecho muy grave que nos ha producido una gran consternación. Estamos elaborando colectivamente el duelo por este golpe. Hasta el momento sólo podemos entenderlo, desde el control que se está produciendo en los movimientos sociales de Madrid para neutralizar, por las buenas o por las malas, a las iniciativas que apuestan por un movimiento social, plural, antiglobalización e independiente de las instituciones. Invitamos a todos a reflexionar sobre algunas cuestiones.
¿Cuál es el significado para el desarrollo de la agricultura ecológica y consumo responsable, de la exclusión de colectivos que, como el GAK del CAES, cuentan con una prolongada trayectoria? ¿Qué repercusiones puede tener este hecho en momentos de “llamada institucional”, precisamente cuando la participación de los grupos de consumo ecológico en las estructuras de coordinación estatal tiene muchas dificultades y acaban participando sólo los más grandes. ¿Qué legitimidad tienen los discursos democráticos y participativos, cuando realmente sostienen prácticas de linchamiento y exclusión de la discrepancia y construyen una unidad basada en la subordinación al Gobierno del PSOE que defiende todas y cada una de las propuestas del capitalismo global?
Fuente: “Agroecología y Consumo Responsable. Teoría y práctica” VVAA. Ed. Kehaceres. Madrid, 2006. Páginas 139-154. Puedes encontrarlo en la Librería Asociativa CAES. C/Atocha, 91 2º 28012-Madrid.
Para ver la totalidad de documentos producidos por el Area de Agroecología y Consumo Responsable del Movimiento contra la Europa del Capital, la Globalización y la Guerra durante la III Presidencia Española de la UE http://www.nodo50.org/caes/todos.php?cat=37
Para ver la campaña actual durante la IV Presidencia http://www.nodo50.org/lagarbancitaecologica/garbancita/index.php?option=
COLECTIVOS FIRMANTES:
Grupos Autogestionados de Konsumo de Madrid (GAKs)
Grupo de Estudios Agroecológicos (GEA)
Cooperativa La Garbancita Ecológica (Madrid)
Asociación de Comerciu Xustu y Consumu Responsable Picu Rabicu (Asturias)
Colectivo Cambalache (Asturias)
ECOPORTAL.NET (Argentina)
Asociación Cultural y Ecológica CEFARES (Extremadura)
Asociación Lobo Cerval (Extremadura)
Asociación Ecologistas en Acción de Granadilla.
Colectivo Feminista Las Garbancitas. (Madrid)
Asociación de Cultura Popular ESTRELLA ROJA (Madrid)
CAES (Madrid)
ECOMEDITERRANIA (Productores agroecológicos de Valencia)
UJC-Madrid (Unión de Jóvenes Comunistas- Madrid)
Asociación Cultural CANDELA (Madrid)
Club de Amigos de la UNESCO de Madrid (CAUM)
Labranza Toledana (Productor@s de aceite ecológico-Los Navalmorales)
Grupo de Reflexión Rural (GRR) de Argentina.
RAP-AL en Chile (Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas para América Latina). Asociación Galega de Horticultura Urbana (AGHU).
PARA ADHERIRSE A LA CAMPAÑA, ESCRIBIR A
gaksmadrid ARROBA nodo50.org
lagarbancitaecologica ARROBA nodo50.org |
This work is in the public domain |
Ja no es poden afegir comentaris en aquest article. Ya no se pueden añadir comentarios a este artículo. Comments can not be added to this article any more
|