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Amenazado en Francia el Partido de los Indígenas de la República
20 mai 2010
La portavoz de los indígenas de la república en Francia, Houria Bouteldja, militante descolonial anti-raicista y anti-imperialista, ha sido falsamente acusada ante los tribunales de racismo contra los blancos.
El Partido de los Indígenas de la República, amenazado por la extrema derecha
Traduccion : Leire Payo Peña (Grupo de Traductores Descoloniales)
Email: redaction ARROBA indigenes-republique.fr
La fundadora y portavoz del Partido de los Indígenas de la República (PIR, del francés Parti des indigènes de la république), Houria Bouteldja, fue convocada ante el fiscal el pasado 6 de mayo de 2010 y deberá comparecer ante los tribunales—la fecha está todavía por determinar—tras la denuncia interpuesta por una asociación de extrema derecha que la acusa de profesar racismo contra los blancos.

Los hechos que se le imputan se remontan a junio de 2007. Hace tres años, en un programa de televisión (1), Houria Bouteldja acuñó un neologismo que daría mucho de qué hablar: «souchiens» (2). La desafortunada expresión salió a colación de esos franceses que alardean de ser «de souche» (o lo que en español sería “de pura cepa”, “de raza”), de acuerdo con la expresión habitual francesa, y a la cual, Houria Bouteldja agregó: «Nosotros los llamamos “souchiens” («linajudos» [3]). En el plató, ninguno de los invitados—ni siquiera sus oponentes—hizo comentario alguno. A los ojos de todos, se trataba, sin lugar a dudas, de un inocente neologismo.

Pero no contábamos con la siempre polémica habilidad del filósofo francés Alain Finkielkraut, que destaca por ser especialmente reaccionario a pesar de gozar de la reputación de ser un hombre de izquierdas… En efecto, varias semanas más tarde, cuando ya el palabro había sido olvidado, Alain Finkielkraut decidió arremeter contra Houria Bouteldja en un programa de radio (4), acusándola de haber tratado a los blancos de «sous-chiens» (5) (“infra-perros”). De sobra es conocida la tendencia de algunos policías sin escrúpulos a inventarse las pruebas del delito; a veces incluso, a deslizar una piedra de costo en el bolsillo de un pobre diablo al que se quiere inculpar. Pues eso es lo que, a grandes rasgos, hizo el intelectual francés: dejó caer, como si nada, un minúsculo guion entre dos sílabas, de modo que la palabra «souchiens» (“linajudos”, “de pura raza” o “purasangres”) se transformó en «sous-chiens» (“infra-perros”, “chuchos” o “jamelgo”, por continuar con la analogía de los caballos) y lo que en un principio fue un inocente intento de creatividad lingüística, se transformó en un insulto de tintes racistas. Otros intelectuales, periodistas y personalidades del ámbito político no dudaron en echarse encima de los Indígenas de la República y, en particular, de su portavoz.

Un año después de estos hechos y a raíz de las contundentes protestas de la extrema derecha ante la manifestación organizada por esta formación política con motivo de las conmemoraciones de las masacres coloniales de Setif y Guelma (Argelia) [6], el Sr. Brice Hortefeux, actual ministro del Interior de Francia, que en aquel entonces poseía la cartera de Inmigración e Identidad Nacional, retomó las acusaciones. Con el respaldo de los altos cargos de su partido—el UMP—, el ministro anunció diligencias penales contra Houria Bouteldja, pero no le dio continuidad, ya que, como era evidente, sabía perfectamente que se trataba de una acusación difícil de defender ante los tribunales.

Cuando el asunto parecía haber perdido fuerza, la «Alliance Générale contre le Racisme et pour le respect de l’Identité Française et chrétienne» (AGRIF en sus siglas en francés) manifestó su intención de denunciar el incidente ante los tribunales. Esta asociación, que lucha contra el racismo y por el respeto de la identidad francesa y cristiana, constituye uno de los satélites de la constelación de la derecha católica y tradicionalista, ultranacionalista y racista, una corriente influyente muy amplia en la que confluyen notorios antisemitas, antiguos colaboradores del régimen de Vichy, fervientes partidarios de la colonización, antiguos miembros y simpatizantes de la agrupación terrorista de corte ultraderechista OAS (del francés, Organisation de l'Armée Secrète), cristianos integristas y demás nostálgicos de las cruzadas. Y todos ellos, como es natural, igualmente comprometidos en las campañas contra la inmigración y la población procedente de las antiguas colonias; todos ellos igualmente movilizados frente a la “invasión musulmana” de Francia y partidarios a ultranza de la “guerra de civilizaciones para salvar” la civilización blanca, cristiana y occidental. Esta corriente, no hay que olvidarlo, tiene numerosas conexiones con el Frente Nacional, partido de extrema derecha y especialmente poderoso: su líder, Jean Marie Le Pen, llegó a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en 2002 y, a pesar de sufrir un batacazo electoral en 2007, su partido experimentó un nuevo auge en las últimas elecciones regionales, donde obtuvo más del 11% de los votos en la primera vuelta.

El procedimiento judicial al que se ha intentado someter al PIR puede parecer anecdótico, teniendo en cuenta la inanidad de las acusaciones proferidas contra su portavoz. Sin embargo, resultaría peligroso subestimar su significado en un contexto político marcado por la agudización de los conflictos. Mientras el racismo se manifiesta de formas cada vez más descaradas, sobre todo en su versión islamófoba—y en esta apreciación incluimos a los partidos de izquierdas—, al mismo tiempo que el equipo del presidente Sarkozy, confrontado a una grave crisis socioeconómica, no ceja en su empeño de dar concesiones al electorado de extrema derecha en vista a las elecciones presidenciales de 2012, los movimientos de resistencia entre la población de la inmigración colonial y, en particular, de la juventud negra y árabe de los barrios del extrarradio urbano, crecen en igual proporción.

El PIR constituye una de sus expresiones más prometedoras. Esta formación fundada apenas hace unas cuantas semanas, a finales de febrero de 2010, es hija del Movimiento de Indígenas de la República (MIR), que se configuró como asociación en 2005 para denunciar las jerarquías racistas y las relaciones de poder heredadas del colonialismo y de las políticas imperialistas de las grandes potencias. El PIR, que se autodenomina “partido descolonial”, se erige como el marco que permitirá que los movimientos de resistencia de los barrios del extrarradio urbano se organicen y adquieran fuerza y amplitud, invadiendo directamente el campo político. De hecho, el PIR no oculta su voluntad de participar en la próxima cita con las urnas para dar voz a los habitantes de los barrios y de las poblaciones “indigenizadas”. La aparición del MIR hace cinco años, ya había incomodado considerablemente a la clase política francesa (en todas sus tendencias). Su actual transformación en partido político, haciendo alarde de una capacidad de movilización nada despreciable, no deja de inquietar e incitar a su ruptura no solo a la extrema derecha, sino también a las autoridades políticas oficiales. Este procedimiento judicial abierto contra Houria Bouteldja podría significar, desde este punto de vista, un primer paso previo a la adopción de medidas más duras contra el PIR.

Notas

(1) El programa “Ce soir ou jamais” es un espacio presentado por el periodista Frédéric Taddeï, que se emite en la cadena francesa FR3.

(2) En francés “souchien” constituye un neologismo que resulta de aplicar al sustantivo “souche” (linaje, casta, alcurnia o estirpe) el sufijo correspondiente en francés “-ien”, que indica pertenencia a un grupo determinado. En el caso que nos ocupa, esta combinación no está estandarizada en este idioma. La frase « Français de souche » podría ser traducido como « francés de linaje » y alude a los franceses blancos en oposición a los franceses no-blancos hijos de las migraciones coloniales (Nota de la traductora.)

(3) En francés “souchien” constituye un neologismo que resulta de aplicar al sustantivo “souche” (linaje, casta, alcurnia o estirpe) el sufijo correspondiente en francés “-ien”, que indica pertenencia a un grupo determinado. En el caso que nos ocupa, esta combinación no está estandarizada en este idioma. (Nota de la traductora.)

(4) Programa de radio France-culture.

(5) En francés significa literalmente “infra-perros” (o “chuchos”), del prefijo “sous” (“sub-“, “infra-“) y «chien» («perro»).

(6) El 8 mayo de 1945, las tropas del ejército colonial francés masacraron a miles de argelinos que se manifestaban pacíficamente en las localidades del noreste argelino Setif, Guelma y Jerrata.
Mira també:
http://www.indigenes-republique.fr

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Comentaris

Re: Amenazado en Francia el Partido de los Indígenas de la República
20 mai 2010
Els argelins el que haurieu de fer, es marxar d'Europa, tornar al vostre pais (ple de riquesa natural) fotre fora els militars i arreglar el pais, possiblement del mes corrupte que jo hagi vist mai, sudamerica apart. Deixar de plorar que si la col-lonitzacio, que fa 50 anys que els gavatxos varen marxar, moltes infraestructures son encara d'aquella epoca, canonades, llum etc...Tan orgullosos que son, i han de ser els xinesos els qui els construeixen l'autopista algiers-oran crec que es(sense acabar)Si viatgeu pel pais, que no crec, ho veureu al llarg de tot el tracat banderes argelines i xineses, aixo si al pais gavatxo son molt moros, pero a l'hora de cobrar el xec de l'estat nomes els hi falta cantar la marsellesa. En conclusio torneu al vostre pais i espavileu. I no es racisme, es ser practic, europeus a europa i moros a l'africa, senzill.
Re: Amenazado en Francia el Partido de los Indígenas de la República
20 mai 2010
I pallassos nazionanistes com tu al circ de les gambes de canto.
Sindicato Sindicat