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Anàlisi :: criminalització i repressió
La manos atadas
22 abr 2010
Las estrategias represivas se muestran de diferentes formas según el contexto en que vienen ejecutadas. Pero los objetivos siguen siendo siempre los mismos: aislar, callar y criminalizar
Las estrategias represivas se muestran de diferentes formas según el contexto en que vienen ejecutadas. Pero los objetivos siguen siendo siempre los mismos: aislar, callar y criminalizar. Cualquier persona en el mundo que luche contra un sistema injusto, por una información libre, por su propia independencia, es culpable. Todos lo que se contraponen a la ideología dominante tienen que enfrentarse a la represión. Una represión enfocada no sólo a parar la lucha, sino también a evitar que siga.
Por esto hoy hablamos de cárceles, de represión preventiva y también de la terrible historia de Jon Anza.
Porque todo nos parece formar parte de una estrategia europea de represión, y porque por muy dura que sea la pena aplicada por cualquier estado, dejar solos a los camaradas víctimas de la represión solo sirve para alimentar el diseño global, la única forma de meter en crisis a este sistema represivo es no callarse. Estar a lado de los camaradas de Jon para que se descubra su homicidio de estado o seguir solidarizándonos con Manolo y Costantino.
El 18 de Abril del 2009 en la estación de Bayona un militante independentista vasco, Jon Anza, sube a un tren directo a Toulouse, en Francia. En este momento no sabe que será el último viaje de su vida. Tres días más tarde sus familiares denuncian la desaparición, mientras ETA reconoce que Jon es un militante de la organización, encargado de llevar dinero a Toulouse.
Los periodistas no tardan en hablar de una huída de Jon con el dinero. El pueblo vasco, sin embargo, entiende que es la nueva operación de la “guerra sucia” llevada a cabo por el Estado Español contra los militantes independentistas.
Once meses de silencio. Es la historia de un desaparecido en el corazón de Europa. El mes pasado las autoridades españolas declaran que han encontrado el cadáver de Jon en el depósito de cadáveres de un hospital de Toulouse. Las autoridades declaran que Jon ha sido encontrado el 29 Abril 2009 por los bomberos en un parque de Toulouse, gravemente herido y con síntomas de infarto. Una vez en el hospital, muere 13 días después. Desde el 18 Abril hasta el 29 tenemos 11 días de silencio. 11 días que dan miedo.
Sube así el nivel de la “guerra sucia”. Hasta ahora no habían sido una novedad los secuestros de prisioneros políticos y las torturas del Antiterrorismo Español. El estado español, como otros países europeos, no ha tardado en crear sus instrumentos para combatir una guerra a cada nivel de intensidad contra todos los sospechosos de “peligrosidad social”.
El ejemplo más claro es el régimen FIES, un régimen especial para los prisioneros, parecido al 41-bis italiano. Este régimen tiene una duración a tiempo indeterminado, prevé un aislamiento casi total; las pequeñas áreas por la hora de libertad son cubiertas por unas redes metálicas; se efectúan cacheos integrales; exposiciones arbitrarias a rayos X; torturas físicas; tratamientos con medicamentos y camas de detención.
Los módulos han sido proyectados y divididos en cinco secciones. En cada sección están recluidos individuos catalogados en base a su peligrosidad social.
FIES I- recluye individuos protagonistas de revueltas, acciones contra el sistema y las autoridades, intentos de evasión. FIES II- recluye detenidos por drogas y reciclaje. FIES III- recluye miembros presuntos de organizaciones revolucionarias. FIES IV- agrupa miembros de las fuerzas de seguridad del Estado para proteger su integridad. FIES V- se colocan los anti-militaristas y quién provoque alarma social.
las categorías del FIES según el ministerio:
FIES-1 CD (CONTROL DIRECTO). Se incluyen internos especialmente conflictivos y peligrosos, protagonistas e inductores de alteraciones regimentales muy graves que hayan puesto en peligro la vida o integridad de los Funcionarios, Autoridades, otros internos o personal ajeno a la Institución, tanto dentro como fuera del Centro con ocasión de salidas para traslados, diligencias u otros motivos.
FIES-2 DO (DELINCUENCIA ORGANIZADA). Se incluyen todos aquellos internos ingresados en relación con delitos cometidos en el seno de grupos u organizaciones delictivas nacionales o extranjeras, cuya finalidad es la obtención de beneficios económicos y aquellos que colaboran o apoyan a estos grupos (narcotráfico, blanqueo de dinero, tráfico de personas u otras actividades relacionadas con la ilícita actividad de este tipo de criminalidad).
FIES-3 BA (BANDAS ARMADAS). Se incluyen todos aquellos internos ingresados por vinculación a bandas armadas o elementos terroristas, y aquéllos que, a través de informes de las Fuerzas de Seguridad, colaboran o apoyan a estos grupos.
FIES-4 FS (FUERZAS DE SEGURIDAD Y FUNCIONARIOS DE II.PP.). Se incluyen los internos que pertenecen o han pertenecido a estos colectivos profesionales, al exigirse durante su internamiento determinadas cautelas, conforme a lo previsto en el artículo 8 de la Ley Orgánica de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Colectivo FIES-5 CE (CARACTERISTICAS ESPECIALES). Se incluyen diversos grupos de internos que por sus características criminológicas o penitenciarias, precisan de un especial seguimiento. Estos son:
1.Internos con un historial penitenciario de alta conflictividad
2.Autores de delitos muy graves que hayan generado una gran alarma social.
3.Pertenecientes o vinculados a grupos violentos de carácter racista o xenófobo.
4.Internos que sin estar procesados o condenados por terrorismo islamista, destaquen por su fanatismo radical, por su afinidad al ideario terrorista y por liderar o integrar grupos de presión o captación en el Centro penitenciario.
5.Condenados por el Tribunal Penal Internacional
6.Colaboradores de la justicia contra bandas terroristas u otras organizaciones criminales
Hace años que vemos una intensa relación entre los cíngulos estados europeos y la UE. Cuando un estado adopta la política más eficaz y, a menudo, más feroz, entonces la UE formaliza la ley a nivel general, fijando un estándar. El ejemplo más claro es el último “Pacchetto di Sicurezza” de Italia, que ahora ha llegado a ser el modelo para el reforzamiento de los confines europeos contra la inmigración, después de las primeras polémicas.
A menudo la situación de las cárceles depende del ámbito local. En Francia los detenidos viven una condición de aislamiento total, sea respecto al exterior, que en el interior de las mismas. Es una perspectiva internacional la de aislar a los detenidos políticos de los comunes. En estos casos es muy difícil cualquier organización interna, y los camaradas se encuentran en frente a la aniquilación total causada por el propio aislamiento.
Disminuyen las revueltas pero suben los suicidios en las cárceles. El objetivo de la UE se ha conseguido. En Francia, como en los otros países, asistimos a un aumento exponencial de muertos cada año.
Trasladándonos un poco hacia el Este hay otro fenómeno interesante. Turquía adecua sus estándares represivos para conseguir entrar en la UE. La situación turca tan sangrienta llega hasta los medios de comunicación “oficiales”.
En las cárceles turcas casi el 80% de los detenidos pertenecen al pueblo curdo, la mayoría de estos tienen relaciones con el PKK. Las condiciones de vida en galera no superan el nivel de supervivencia. Como se hizo en Europa que hace unos años, en Turquía ha sido introducida una ley sobre la colaboración, que garantiza mejores condiciones a los detenidos que colaboren con el Estado.
Las condiciones en las cárceles han sido siempre un tema más de las campañas en toda Europa. Hasta un nivel en que es imposible hacer un elenco de todas. Nos gustaría sin embargo subrayar cómo en Italia se prefiere sostener campañas internacionales y silenciar los casos italianos
Volviendo a los casos italianos, la represión intenta moverse con fuerza a nivel preventivo, adoptando medidas cautelares de detención antes de que el crimen sea establecido. Pensemos en el caso de los antifascistas de Verona, Luca y Pasquale, que han sufrido la detención domiciliaria antes de que la sentencia estableciese una sanción de 8 meses con pena suspendida. La medida preventiva, de hecho, supera la pena definitiva.
Pensemos también en el crimen de asociación dado (270bis) a Manolo y Costantino, detenidos antes en la cárcel de Rebibbia y luego llevados a Siano Catanzaro, cárcel especial para detenidos políticos con la acusación de estar en las “Nuove Brigate Rosse”, antes de que se haya dictado el proceso. Se trata de una medida preventiva que supera no solo la presunción de inocencia, sino que lleva al completo aislamiento de los camaradas.
Solo a título cautelar no es posible entrar en contacto con el propio abogado, tener visitas familiares, pero sobre todo los camaradas han estado en aislamiento durante todo el primer mes de detención.
Todavía hoy están esperando la primera audiencia del proceso, y no es posible escribir a los camaradas, que sufren una censura total del correo. El tipo de pena genera un aislamiento también fuera de la cárcel, la mayoría del movimiento así prefiere el silencio en estos casos, porque se teme la represión. Esta respuesta determina la victoria de la estrategia.
En conclusión, este cuarto editorial quería evidenciar ante todo la relación entre represión y Europa, que se funda en una estrategia única aplicada y aplicable no sólo en los estados de la UE y los que intentan entrar (Turquía). Por otra parte la necesidad de mantener alto y activo un nivel de solidaridad para quien sufre la represión, no dejando que se cumpla el fin último de esta estrategia: el aislamiento de los camaradas.
Mira també:
http://www.antifaresistance.org/?cat=64

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