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Notícies :: antifeixisme |
Acerca de la deriva reformista de Batasuna
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per Gorka Saenz |
19 nov 2009
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El pasado 14 de Noviembre, miembros significados de la Izquierda Abertzale han presentado un documento con el que se pretende dar “un primer paso para el proceso democrático”. Sabemos que la situación en la que se encuentra el Movimiento de Liberación Nacional Vasco es preocupante. |
Plantear una alternativa a la represión y las ilegalizaciones en este momento tan delicado supone una valentia sin igual. Sobre todo si los impulsores de la propuesta están encarcelados. Tras 50 años ininterrumpidos de lucha nuestro bagaje es el de un sector dinámico y combativo que jamás ha agachado la cabeza. Estos años, en los que se ha pasado por diferentes etapas, están llenos de altibajos y recorren varios ciclos políticos. A pesar de esta trayectoria, con experiencias interesantisimas, parece que hay gente que se apunta a la máxima: “hay dos días a la semana que no me preocupan, uno es ayer y el otro mañana”.
Hay que reconocer que hacer política supone plantear alternativas a los problemas concretos que surgen en cada momento. Esto es una verdad. Pero también es cierto que para acertar con la respuesta correcta es necesario un trabajo de análisis con un método adecuado. Nosotros, los comunistas, disponemos de una herramienta, que es el marxismo. Con ella analizamos la realidad que nos rodea y damos respuesta a los problemas que se nos presentan.
Hablar de que nuestra respuesta al escenario político que se presenta ante nosotros es una táctica brillante es no llamar a las cosas por su nombre. El planteamiento que se está haciendo de este proceso como un impasse en el que acumularemos fuerzas mientras desarrollamos el aspecto nacional de la lucha podría ser adecuado si no chocase frontalmente con los pasos que se están dando. Algunos pensamos que estamos dejando el mejor movimiento político conocido en manos de una linea reformista que busca aceptar el orden social actual para poder volver a las instituciones. Y los hechos avalan esta sospecha. En la declaración hecha en Altsasu se pone en manos de las instituciones del Imperialismo las garantías del proceso. En su tercer punto se dice textualmente:
“ Los acuerdos a alcanzar en el desarrollo del proceso democrático deberán respetar y regular los derechos reconocidos tanto en la Declaración Universal de los Derechos Humanos como en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, así como demás normativa internacional concerniente a los Derechos Humanos, sean estos individuales o colectivos, entre ellos la Carta de Derechos de las Mujeres.”
Estos pactos, basados según sus propios autores en los principios de la Revolución Francesa, reconocen formalmente el derecho a la libre determinación de los pueblos. Pero desde la óptica del Capitalismo. Nunca se insistirá lo suficiente en que para conseguir la independencia de Euskal Herria hemos de ser independientes no solo de los Estados que nos oprimen, sino también del Capitalismo. Si dejamos que este proceso lo tutelen las Naciones Unidas, estamos justificando una organización internacional del imperialismo en el que varios paises tienen derecho a veto. Un orden social injusto en el que sus estructuras trabajan para que siga siendo así. Con esos compañeros de viaje la próxima estación está clara. No podemos reivindicar para nuestro Pueblo derechos basados en la filosofía del capitalismo. Los derechos que le corresponden a Euskal Herria bajo una óptica revolucionaria son otros. Así si que conseguiremos la independencia. No caminando de la mano de los que ordenan este mundo a su antojo, invadiendo países e imponiendo mercados. Supongo que el siguiente paso será formalizar relaciones con el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. Disculpenme pero no creo que eso sea ser independiente. Eso es ser más dependiente aún, a merced de las potencias de turno que nos impondrán sus intereses. Seguirán las ETTs y condenaremos a las siguientes generaciones a salarios de miseria, al paro. En el mejor de los casos al mileurismo. Y eso no es libertad. Aunque se pague en Euskos.
Este es el espíritu que ha creado la estrategia de acumular fuerzas. Las acumularemos para ser más nacionalistas. Más capitalistas. Para intentar crear un nuevo país pero en el mismo mundo. Y todo esto bajo una crisis galopante en la que las opciones políticas de lucha son innumerables. Ahora nuestro objetivo es hablar. O como dice el punto 5 de la declaración:
“el diálogo entre las fuerzas políticas debe tener como objetivo un Acuerdo Político resolutorio, a refrendar por la ciudadanía”
No vamos a luchar. Vamos a negociar una salida honrosa. El ejemplo para los firmantes de esta declaración son, por ejemplo, Sudáfrica e Irlanda. Paises revolucionarios por todos conocidos. Por si queda alguna duda, afirman:
“Dicho proceso, entendemos debe regirse por los principios del senador Mitchell.”
Es decir, acatamos los principios dictados para otros conflictos. El conflicto político que vivimos en Euskal Herria no va a tener un desarrollo propio. Vamos a asumir los dictados de un senador Estadounidense, especialista en intermediación. Estadounidense. Es asombroso.
La Izquierda Abertzale ha de acometer urgentemente un profundo debate para que el mejor movimiento político de Euskal Herria ocupe el lugar que le corresponde. Un debate en el que se ponga de manifiesto de donde venimos y aclaremos a donde queremos ir. Un debate cuyo objetivo sea adecuar las formas de lucha al momento actual. Pero no desde los deseos de un senador yanqui, sino desde las necesidades del Pueblo Trabajador Vasco.
Kimetz
http://www.kimetz.org/main/gestion_news_show.php?id_noticia=1681 |
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