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Notícies :: laboral
[el Periódico] Hereu pide una ley que prohíba la prostitución en la calle para frenarla
09 set 2009
• La Conselleria d’Interior mantendrá el refuerzo de seguridad en el entorno de la Rambla hasta otoño
• El alcalde afirma que eliminará el sexo de pago de la vía pública en BCN con ayuda de la policía
«Cuando empecé como alcalde logramos acabar con la red de prostitución rumana en Sant Antoni», argumentó ayer Jordi Hereu, en alusión a la crisis que ya se vivió en el 2006 por el mercado del sexo en Barcelona, para dar fuerza a su nueva declaración de intenciones: «Sacaremos la prostitución de la calle». El alcalde apeló al trabajo combinado de la Guardia Urbana y las policías autonómica y nacional para llevar a cabo su difícil objetivo, pero fue contundente al reclamar una regulación que permita «prohibir» el sexo de pago en la calle, es decir, tener armas penales contra esta actividad.
En la actualidad, la ordenanza municipal castiga la práctica callejera, pero no puede ir más allá de las multas administrativas.
El jefe del gobierno municipal hizo su primera aparición oficial tras las vacaciones ante un pequeño grupo de periodistas y afrontó, por fin, el tema que lleva varios días centrando la actualidad municipal. Al contrario que la concejala de Seguridad, Assumpta Escarp, evitó cargar contra el Ministerio del Interior por no ejecutar las expulsiones de las prostitutas sin papeles que en numerosas ocasiones han sido identificadas en el entorno de la Rambla. Interior replicó el jueves que la labor del ayuntamiento había sido poco «intensa» para vigilar las calles. Sin embargo, el alcalde apeló ayer a la conociliación para enfrentarse a un problema «muy complejo». «Solo juntos lo resolveremos», dijo.

INVESTIGACIÓN / Al igual que en la limpieza del 2006 en el barrio de Sant Antoni, cuando la policía llegó al origen de la red rumana que traficaba con prostitutas, el alcalde confía en que la investigación que ahora se lleva a cabo con las redes nigerianas –más difícil, dijo– concluya con la desarticulación de estas y elimine definitivamente el problema. También destacó que es esencial que se superen «las dificultades para que las que están en situación irregular se expulsen del país».
Tras repartir responsabilidades, Hereu admitió que es tarea del ayuntamiento tratar de contener, en la medida de lo posible, el fenómeno a base de vigilancia. «Aunque no sea efectivo del todo, no hay que dejar de hacerlo», terció.
Después del eco mediático provocado esta semana por la publicación de fotografías de prostitutas manteniendo relaciones junto a la Boqueria, Hereu señala que la solución no pasa por llevarse la actividad «a un descampado» e insistió en que el ayuntamiento trabaja –por vía de una junta de seguridad específica de Ciutat Vella, desde este verano– por afrontar los problemas del espacio público desde todos los frentes.
Cualquier ofensiva, no obstante, queda huérfana hasta que no se produzca una regulación del sector, opinó. «La ausencia de normas no es una buena solución, como alcalde me iría bien que hubiese una ley que dijese que en el espacio público no se puede ejercer», apuntó y exigió una ley al respecto. Esto permitiría a los mossos y la Guardia Urbana tener «cobertura legal». Hasta ahora, la ordenanza municipal solo permite sancionar al cliente o la profesional con una multa económica por la mera utilización de la vía pública.
El edil socialista aprovechó la ocasión para defender a capa y espada la ordenanza cívica. «No me quiero ni imaginar la ausencia de ordenanza», terció, ya que les sirve para intentar frenar la actividad.
En este sentido, y aunque el despliegue de fuerzas de seguridad de los últimos días ha limpiado la Rambla de sexo de pago y lo ha dispersado por otras zonas, el alcalde insiste en que no hay un problema de falta de agentes. Pero lo cierto es que en el último año apenas se ha sancionado la actividad sexual porque se ha puesto más énfasis en problemas como los hurtos y la venta ambulante, admitió.
Al margen de su opinión, la zona ha recuperado unos días la calma por la presión policial. Y el propio secretario de Seguretat de la Conselleria d’Interior afirmó que el refuerzo de patrullas en la zona se mantendrá hasta otoño.
Mira també:
http://www.elperiodico.com/default.asp?idpublicacio_PK=46&idioma=CAS&idnoticia_PK=642468&idseccio_PK=1022
http://www.elperiodico.com/buscar.asp?buscarEn=internet&q=prostituci%F3n&sa.x=0&sa.y=0&sa=Enviar&cx=partner-pub-275571195813329

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Comentaris


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Re: [el Periódico] Hereu pide una ley que prohíba la prostitución en la calle para frenarla
10 set 2009
el tema no es nuevo. no porque ahora el grupo Prisa y entre otros periódicos,el País saquen un reportaje con fotografias muy explícitas de clientes manteniendo relaciones en la calle, frivolizando sobre el tema de la prostitución y la inmigración se nos va a iluminar la bombilla. hace tiempo que se sabe que hay gente que se limpia el sable o se da un paseo a lo yanqui, por las callejuelas del centro. solo hay que pasar por la rambla a eso de las 3 y qualquiera lo puede ver desde hace años. ahora que la progresia no haga como quién se escandaliza, pq seguro muchos de los que hablan son los primeros de moral distraída y chuloputas los hay a montones. la gente se aburre con el capitalismo. la tv degrada y los programas de mierda rosa son unos calenturientos. ellos lo fomentan, que no nos vengan ahora a soplar gaitas. q creen empleo y la gente no se tendrá q prostituir. q no hay empleo, coño y tienen q emplear el coño. es broma. k conste k no me gusta el paternalismo en exceso. pero menos me gusta el libre mercado. socialismo el único camino!

algunos artículos y más:

Isabel Holgado Fernández. Las nuevas retóricas de la inmigración femenina: la prostitución en las calles de Barcelona. 2001

http://www.ub.es/geocrit/sn-94-100.htm


Lourdes Muñoz (bloc) sobre la regularización de la prostitución como un oficio mas:
http://lourdesmunozsantamaria.blogspot.com/2007/08/por-qu-no-regular-la-


Bagdad club [ahí debe ir la progresía política_ menos sucio que en la calle, bastante mas caro, pero igual de degradante; aunque, no nos vaiamos por las ramas; por el tema que nos atañe, que ahora es otro, lo que se debate es la seguridad laboral, sanitaria y social de las mujeres u hombres (¿?) q ejercen en la calle.

http://www.metacafe.com/watch/122450/the_bagdad_sex_club/

http://barcelona.senorstag.com/indexb/702/barcelona_stag_weekends/bagdad



CGT_ Sobre la prostitució
http://barcelona.indymedia.org/newswire/display/380190/index.php

Manifest Scum
http://en.wikipedia.org/wiki/SCUM_Manifesto
http://www.nodo50.org/herstory/

scum2
http://barcelona.indymedia.org/newswire/display/377824/index.php

Manet picture
http://3.bp.blogspot.com/_NJz4byrxxzg/SC8gVLcVnvI/AAAAAAAAC0U/dJrYxQx4lr





barrios rojos
http://3.bp.blogspot.com/_qj9jcARLmQU/SnO4yuCDbtI/AAAAAAAAAAM/rhvFYMbf0r

Aileen Wuornos
http://www.youtube.com/user/AileenWuornos

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Re: [el Periódico] Hereu pide una ley que prohíba la prostitución en la calle para frenarla
10 set 2009
la prostitució és l'ofici més antic, després del de pastor. fa temps que a moltes ciutats, grups de meretrius esperen els homes àvids de sexe. a l'antiguetat, bé ho devien fer al carrer. tot i que està clar que no són maneres i que és molt degradant. penso q alguna manera de garantir la seva seguretat s'hauria de trobar. regulació? segurament que si.

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Re: [el Periódico] Hereu pide una ley que prohíba la prostitución en la calle para frenarla
10 set 2009
Regular,regular...
Puestos a regular, regulemos los Grandes Negocios
que se hacen en la Ciudad.Puestos a desmantelar, desmantelemos las tramas que unen a políticos e intereses económicos. Que no nos sigan "vendiendo" el culebrón del verano.

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Re: [el Periódico] Hereu pide una ley que prohíba la prostitución en la calle para frenarla
10 set 2009
la prostitució no es el ofici mes antic, aixó es una gran mentira. abans de haber porstitutes havia al menys caçadors y recolectors i gairebé s'anava al dia i no hi havia excedents. Amb aquest panorama em sembla complicat que hi pugués existir la prostitució en que una dona tingui sexe amb algú que no li agrada pero mobtenir beneficis. Mes aviat crec que cada cual aportava el que podia a la tribu... els homes proporcionaven el menjar i les dones els fills i seu cuidat(no crec que el home es desentengués del seu fill, simplement no sabia que era seu com tampoc ho saben altres animals o perque noexistian les relaciones de parelles monogomes com en l'actualitat, peró aixó seria un altre debat)

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Re: [el Periódico] Hereu pide una ley que prohíba la prostitución en la calle para frenarla
10 set 2009
és cert. la prostitució va venir amb la societat planificada i és expressió de denigració. però ara per ara és més fàcil que treballin en condicions -a curt termini- que no pas abolir-la (com també passa amb el treball assalariat i el sindicalisme). temps al temps... dic jo

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Re: [el Periódico] Hereu pide una ley que prohíba la prostitución en la calle para frenarla
12 set 2009
Un argumento que discute la antigüedad de la práctica más allá de los registros históricos conocidos, desde el punto de vista socioeconómico, afirma que el intercambio de favores sexuales a cambio de bienes materiales requiere de un cierto tipo de acumulación capitalista o asimetría en el acceso a ciertos recursos, o bien una diferenciación social, que probablemente no se dieron entre los primeros grupos humanos hasta que la tecnología no rebasó cierto umbral.

Sin embargo, desde un punto de vista puramente biológico, en las últimas décadas la investigación científica ha descubierto ejemplos de actitudes en animales que pueden equipararse a la prostitución en los seres humanos: algunas especies de pingüinos intercambian sexo por piedras adecuadas para la construcción de nidos, y entre los chimpancés enanos existe un sistema social bien establecido en el que, entre otras interacciones, las hembras ofrecen sexo a cambio de comida, y como mecanismo de resolución de conflictos. Así, teniendo en cuenta que casi hasta la Revolución Industrial la economía mundial era básicamente agraria, y que la mayor parte de los bienes se consiguen por intercambio, la expresión sobre la antigüedad de la prostitución resulta bastante defendible.

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abolició
12 set 2009
La señora PRESIDENTA DE LA ASOCIACIÓN DE MUJERES DE NOCHE BUSCANDO EL DÍA (AMUNOD) (de Lucas Bedia): Bueno, yo he visto lo bien que ha hablado aquí mi compañera de la derecha, yo es que soy muy poco amiga de los papeles. Quiero decir que me encanta, pero que yo no tengo mucha experiencia en esto.

Primero darles las gracias a todos y a todas por haberme invitado a esta Comisión de investigación, y espero que mi comparecencia aquí dé alguna luz a la situación de realidad de la prostitución.

Yo creo que lo mismo en España y las españolas, que las de fuera, que las de Tailandia, la situación es la misma en todas partes. Entonces empiezo diciendo que vamos a ver la asociación a la cual yo represento. La fundé yo apoyada por un grupo de amigas que estaban siendo o que habían sido víctimas de la prostitución. En el año 1996 empezamos –no voy a leer nada– a reivindicar la necesidad de apoyo para un grupo de mujeres que se resistían a continuar en el mundo de la prostitución. Las mujeres no sabían lo que querían, sabían lo que no querían. Lo que no querían era continuar en el mundo de la prostitución. ¿Cómo dejar de ser prostitutas, si no sabían cómo hacerlo? Sabían lo que no querían, pero no sabían cómo vivir sin prostituirse.

¿Por qué? Porque, vamos a ver, la primera persona que a mí me empieza a dar toda esta información es una chica que había sido producto de una violación de su madre adolescente con un tío abuelo. Quiero decir que a su madre la encierran en una habituación (estamos hablando de los años cincuenta), la encerraron en una habituación, la madre murió de pena con dieciséis, diecisiete años y ella fue siempre la niña marcada del pueblo, “hija de la puta y del viejo”, que no se sabe muy bien quién... pero, en fin, ella era la culpable, la responsable, porque era la hija que no tenía padre. Entonces era una niña superacomplejada y con muchos problemas. Con quince años se dejó querer por alguien que no la rechazaba, y la historia se repitió: se quedó embarazada, se escapó de casa, fue a parar a aquí a Madrid, y de aquí el que ha hizo la niña, cuando la niña nació la dejó tirada, la cogió un macarra, y ya a partir de ese momentos, esta chica con más o menos dieciséis años ya fue prostituida por el proxeneta. Quiero decir que esa sería la historia en el 90 por cien de las mujeres que a mí me han venido a pedir ayuda: niñas producto de marginación social desde la infancia, niñas producto de violaciones de las madres, y niñas prostituidas, en muchos casos, desde los..., la más joven nos vino a los once años, que había sido prostituida desde los once años. Estoy hablando de mujeres españolas, porque en el año 1996, cuando nosotras empezamos, el 90 por cien eran españolas y un 10 por cien quizás eran inmigrantes.

En aquella época yo ya hablaba de que en España se calculaba que había medio millón de mujeres prostituidas, en 1996; ya se calculaba que había medio millón de mujeres prostituidas, de las cuales el 90 por cien o el 95 por cien eran españolas. Estamos hablando nada más que de diez años. De las cuales, muchas de las niñas tenían 13, 14, 12, 15 años. Hoy tienen 22, 23, 24, 25 años.
¿Qué ha ocurrido con estas niñas españolas diez años después? Pues les diré que han tenido hijos producto de accidentes laborales, de un polvo pagado. ¿Quién pagaría ese accidente laboral de sus hijos, que han nacido producto de un accidente laboral? Han sido vendidas... Estamos hablando de españolas, que no cambia.

Vamos a ver, a mí cuando me hablan de tráfico de personas, toda la vida, la droga, el crimen organizado y la prostitución han estado en manos de traficantes, de proxenetas y de traficantes. Me da lo mismo hace cincuenta años que hoy. Y para mí, traficada lo mismo es la mujer que la trafican a 15 kilómetros que la que trafican a 500.000 kilómetros. Me da lo mismo. Porque ahora están aquí de moda las rubias con ojos azules y mañana se van a poner de moda las chinas. Y ya las mujeres me están hablando de que los hombres están cansados de inmigrantes, que ya quieren españolas. Entonces, en cualquier momento se pondrá de moda otra vez la española y empezarán a caer otra vez las españolas. Esto es lo que quiero que quede dicho.

Entonces a mí lo que me interesa es decirles la experiencia que nosotros tenemos. Estamos tratando casi, casi a 500 mujeres ya en los 9 años que llevamos abiertos. Todas vienen pidiendo lo mismo: “no puedo seguir en el mundo de la prostitución. No soporto a un tío, no soporto que un tío me mire, no soporto que un tío me toque”. Todo esto, ¿cuándo ocurre? Cuando la mujer se ha desecho de su proxeneta. Tenemos mujeres que han tenido que pagar diez millones de pesetas para comprar su libertad. Mujeres españolas. Quiero decir, que lo mismo está ocurriendo con las extranjeras. Quiero decir que la situación de la prostitución, me da lo mismo de hace de hace diez años que de hoy mismo, o sea, yo no hago diferencias. Mujeres que han sido vendidas por coches de segunda mano, mujeres que han sido vendidas a macarras dos, tres, cuatro, cinco veces. Si una mujer no genera dinero, llega este y le dice: “mira, eres una buscarruinas, hija de puta –permitidme las expresiones, porque es el vocabulario que se utiliza aquí–, me vas a buscar la ruina, pues antes de que me busques la ruina, busco soluciones”. Te vende a otro que es peor, y con este sí que te voy a domesticar. Y esto pasa tres, cuatro, cinco veces. Y cuando la mujer ya es mayor, pues la venden por dos pesetas o la enganchan a la droga, pero droga de aquí, para que ya no pueda rehabilitarse. O sea, esta es la situación real de la mujer.

Entonces, vamos a ver, el decir “prostitución en libertad”, yo les puedo asegurar que no existe. Tenemos experiencias de mujeres que, a lo mejor por desconocimiento, se han metido en este mundo... hay una concretamente que yo siempre, cuando vienen mujeres a la asociación pregunto, vienen todas solas, por una a otra, de una a otra, de una a otra, pregunto: “Oye, mira, ¿tú conoces a alguien que le haya merecido la pena el mundo de la prostitución?”. Y siempre me dicen “Sí, una”. –“¿Quién es?”. –“Inés”. Bueno, viene otra y siempre le hago la misma pregunta: “Oye, ¿conoces a alguien que le haya merecido la pena estar en el mundo de la prostitución?” Siempre me dicen: “Sí, una. Inés”. Pasa el tiempo, y un día digo: “Quiero hablar con Inés”. Y hablo con Inés. Inés es una señora de 45 años que ha conseguido 4 pisos y 4 locales. Y le digo: “Bueno, Inés, todo el mundo te admira como si tú fueses el semidiós de la prostitución. Cuéntame cómo te sientes y cuéntame qué ha ocurrido en tu vida para que sea distinta a la de todas las demás”. Y entonces Inés me cuenta y me dice: “Mira, te voy a contar. Yo caí en el mundo de la prostitución porque me vine a pasar un verano con 17 años de Murcia y me quedé sin dinero para volver. Me quedé hospedada en casa de una señora que trabajaba en un club. Y me dijo, ‘bueno, va, si quieres por una noche, te van a dar 500 pelas –estamos hablando de hace veintitantos años– y con 500 pelas de sueldo, por lo menos mañana te vuelves’. Y dice, ‘ese día gané dinero y, bueno, me voy a quedar unos días más’. Y entonces ella dijo ‘mira, bonita, ven para acá, te voy a contar lo que es un club. Un club es, si tú entras ahí te va a pasar esto, esto, esto, o sea, todo, macarras, vas a caer aquí, aquí... Ahora, ¿tú quieres aprovechar la prostitución para hacer dinero?’, ‘sí.” ¡Tienes que ser mi sombra. Tú vas a trabajar y me vas a dar a mí todas las noches el dinero y yo me voy a encargar de administrártelo.” Entonces, esa chica se limitaba a ir todos los días a las cinco de la tarde al club, llegaba a las cuatro o a las cinco de la mañana, dejaba su dinero en el salón y esta señora iba y se lo ingresaba por la mañana. Digamos que era como su macarra, pero que a su vez no abusaba de ella, todo lo contrario, supo por su infancia, que es lo que ocurre con estas mujeres, y por su inexperiencia, ella no se malgastó el dinero, sino que supo dejarse guiar por la otra persona, para poder realmente invertir. Esta persona invertía por ella.

Entonces, pasa el tiempo, y esta señora veintialgo años después me dice “Mira, Paquita, te voy a decir una cosa, vale, tengo cuatro pisos y tengo cuatro locales. Mira, en uno de los locales intenté poner una cafetería. Tuve que cerrarla, porque todos los clientes, Alicante es pequeño y me conocen, y cuando me entraban, me decían ‘¿qué, pasamos a la trastienda y me haces una mamada?’. Cuando decía que no, me ponían verde en medio de la barra. Conclusión, que al final para no ser puta y estar que la gente se entere de mi vida, pues tuve que traspasar el bar y seguir de puta. Por lo menos ya estoy en el ambiente”. Y dice: “Cuando yo subo en el ascensor con mis vecinos, como sea un matrimonio, la mujer coge al marido así, lo abraza pensando que yo me lo voy a llevar y estoy hasta las narices de los hombres”. Y dice: “Yo ahora, veintitantos años después te puedo asegurar que, vista mi experiencia, si me volviese a ver en ese punto de partida, de verdad te puedo asegurar que preferiría que me pillase un tren, un coche y me cortara las dos piernas, para no caer en el mundo en que he caído, a pesar de que sea una persona de admirar, porque me siento la persona más desgraciada del mundo. Soy repudiada por mi familia, me doy cuenta de que he sido manipulada y utilizada por todo el mundo. No tengo nadie que me quiera, no tengo hijos... ¿de qué me sirve tener lo que tengo, si me siento la persona más desgraciada del mundo? Si yo para poder hablar con personas tengo que seguir yendo al club porque si no, me muero en mi casa. No tengo amigos, la gente me repudia, la gente me rechaza”. Eso es la prostitución.

Una vez que has estado ahí, salir es muy complicado, porque la gente no te acepta. Y tú misma, a ti misma, te repudias, y tienes mucho miedo de que la gente te identifique. Las mujeres tienen miedo a meterse a trabajar en un lugar y ser reconocidas, porque nosotras hemos mandado mujeres a cuidar niños y abrir la puerta un cliente, o el vecino de al lado que era cliente de ellas y llamar y decir al vecino: “Oye, ¿qué, has llamado a esta puta para que te haga un servicio con tu mujer dentro?”. Quiero decir, lo complicado que es el haber estado en este mundo de la prostitución. Esto pasa con todas.

Vamos a ver, los orígenes de las mujeres, os puedo asegurar, que por aquí tengo las estadísticas, que por el tiempo y tal, yo os lo dejo y lo leéis. Mirad, el 85-90 por cien de las mujeres que cayeron y que caen en el mundo de la prostitución en España, por eso digo, nosotras atendemos a la mayoría que nos vienen son españolas o mujeres que ya se han desecho de las redes de los proxenetas. Son mujeres de madres solteras, madres solteras ellas mismas, niñas de instituciones, generación en generación tenemos mujeres hasta de cuarta generación que han caído en la prostitución. Primero fue su abuela, que fue violada, en el caso de esta niña, luego ella, luego su madre, luego sus hijos y luego... son condenadas, son castas que están condenadas, que sin la ayuda de ustedes no podrán salir jamás de ahí.

Luego otra cosa que quería decir: ¿las mujeres son libres para entrar? Pues actualmente ni nunca lo han sido. Las mujeres, cuando se han metido en esto y han sido débiles, que no han estado guiadas como esta chica concretamente, Inés, han salido vendidas. Tenemos mujeres que han sido vendidas en una partida de bacarrá. O sea, meterse una chica en un club y tantearla el dueño y decir “qué bonita, ¿y tu marido?, no sé qué, no sé cuántos, el vocabulario que ellos utilizan”. –“No, no, yo no tengo marido”. –“¡Ah!, no tienes marido, ¡ah!, no sé qué”. Darle el chivatazo a los macarras, “oye, mira, que aquí hay una pájara que está suelta”. Partida de bacarrá: el que más ponga es el que se la lleva. Esto es lo habitual. O sea, ningún proxeneta permite..., o sea, ningún dueño de club permite que haya una mujer que vaya allí y que se gane dinero, primero porque él tiene que quedar bien con los macarras, y la ley que predomina en los locales es la ley de los macarras, no la ponen la ley los dueños, porque los dueños, no nos olvidemos de que hasta donde nuestros conocimientos llegan, antes de ser dueños de locales fueron proxenetas, ¿vale?, o sea, los dueños de los locales que nosotros conocemos, por lo menos en la zona de Levante, yo no puedo hablar..., me imagino que por el resto de los sitios será más o menos, antes de ser dueños de locales eran macarras de mujeres que se dedicaban a captar niñas jovencitas de situación de exclusión social, de instituciones sobre todo, y a utilizarlas y explotarlas. Un buen día decidieron, en vez de compartir parte de sus ganancias con otros locales, montar su propio local.

Entonces, vamos a ver, no sé el tiempo que me queda... Las mujeres que nos vienen están muy destrozadas, tienen una media de dos hijos y medio, de 450 mujeres estamos tratando más o menos a 1.000 niños, los hijos de las mujeres. Fueron mujeres con muchos problemas en sus infancias, sus hijos les están dando muchos problemas, porque fueron repudiadas por sus padres y están siendo repudiadas y maltratadas por sus propios hijos. O sea, son vidas en sufrimiento, vidas perdidas.

El daño físico y psicológico que las mujeres tienen es dependiendo de la edad en que hayan caído en el mundo de la prostitución. Si una chica cae en el mundo de la prostitución con 12 ó 13 años, evidentemente se ha quedado estancada mentalmente en la adolescencia, con un cuerpo de mujer pero con reacciones, con muchos miedos, saltan, inseguras, no han madurado para nada mentalmente. Tenemos mujeres con cuarenta, cincuenta años que fueron prostituidas con catorce y desde luego esas mujeres no son recuperables. Están tiradas en la calle, vendiendo su cuerpo para poder pagar una pensión, para no dormir en la calle, en un banco. Pensamos que es inhumano esto. ¿Queremos que esto les ocurra a las mujeres que están empezando ahora con 13, 14, 15 años?, porque el final de la prostitución es esta. No es verdad que la mujer entra y que sea libre, no lo es. Os puedo asegurar que no lo es.

Por otro lado, ninguna mujer se hace rica ahí, puede haber un caso especial porque esté protegida por una persona que conoce el mundo, un caso. Pero desde luego, siempre se arrepentirá, porque ella misma quería haber venido aquí a contar su propia experiencia, se siente la persona más desgraciada del mundo, a pesar de tener un patrimonio. O sea, no te hace feliz la prostitución. Y luego son personas que tienen que cubrir muchos vacíos. Estos hijos son hijos que fueron producto de la violencia, con lo cual existe una convivencia muy complicada, porque no fueron hijos deseados ni producto del amor ni de compartirlo con nadie. Fueron hijos producto de una gran violencia y de una gran inmadurez. Entonces te encuentras con 35 años e hijos de 20. Desde luego, es tremenda la situación, en muchos casos los propios hijos se convierten en los propios proxenetas de las madres, cuando ya han dejado a los proxenetas. Quiero decir que lo tenemos muy, muy complicado para rehabilitar a estas mujeres.

Tenemos un 50 por ciento que más o menos hemos conseguido esporádicamente poder ayudar a integrarlas socialmente, pero otro 50 por cien se nos queda en el camino por los gravísimos daños psicológicos que tienen, gravísimos daños psicológicos que tienen. Entonces, yo no sé hasta qué punto queremos legalizar una profesión que luego tendremos que rehabilitarlas. O sea, creamos hoy una.., primero te machacamos, te maltratamos y luego te rehabilitamos, y luego te volvemos a maltratar y luego te volvemos a rehabilitar. Entiendo que esto es muy duro. Las mujeres acaban muy mal, muy mal física y psicológicamente, ya digo, sobre todo por el tema de la edad en que han empezado.

En el tema de las extranjeras, ocurre un poco lo mismo que con las españolas: dependiendo de la edad a la cual en los orígenes, dependiendo de los orígenes, así está la mujer dañada o no lo está. Si esta niña es una niña de la calle de Brasil, por poner un ejemplo, de las niñas, meninas, estas de la calle, y está siendo prostituida desde los ocho años, desde luego tiene las mismas características que la mujer española que viene de una institución y que fue prostituida con doce, trece años. El origen es el mismo. O sea, su situación es la misma porque no tiene formación, no tiene familia, no tiene nada.

La mujer que nos viene de los países del Este, por ejemplo, incluso también están viniendo mujeres de Sudamérica, por ejemplo, que vinieron aquí y empezaron en la prostitución con 22, 23 años, esas mujeres tienen un pasado, han tenido una familia, han tenido una formación, tienen una fuerza, tienen... o sea, vale que tienen claro que van a utilizar la prostitución para pagar la deuda o pagar los gastos, pero automáticamente lo dejan, primero porque a lo mejor tienen dos o tres idiomas, saben que están muy capacitadas para hacer cosas. Pero desde luego el peligro, peligro, peligro está en las jóvenes, en la gente muy, muy joven. Luego, es muy fácil engancharlas a drogas y engancharlas con hijos para luego amenazarlas, y a la larga son mujeres destrozadas.

Yo no sé si me estoy pasando de tiempo, si debo continuar, de todas formas luego les dejaré, si queréis, una copia de lo que he traído escrito, que no tiene a lo mejor muchas veces nada que ver con lo que estoy diciendo y, entonces, quiero decirles una cosa, hay una cosa que echo mucho, mucho en falta, si se me permite, y es: cuando se hace una redada, que se dice “blanqueo de dinero, tráfico de armas y prostitución”, se deja caer ahí, “y droga”. Vamos a ver, ¿por qué no se investiga dónde llega ese tráfico de blanqueo de dinero y qué locales están implicados?, ¿por qué no se investiga realmente qué locales están implicados en ese blanqueo de dinero? Y otra cosa que echo en falta es, cuando se dice “en un local hemos rescatado a cuatro menores, de 15 años y llevan un año en España”, por poner un ejemplo; si las cambian cada veintiún días, ha pasado por doce locales. Si ha pasado por doce locales, hay doce locales que están implicados en tráfico de menores. ¿Sí o no? ¿Por qué esos locales siguen abiertos? ¿Por qué no se investiga al resto de las mujeres que están ahí? ¿Cuál es su situación? ¿Por qué no se investiga a esas mujeres que están ahí? Porque si hay una que está secuestrada, evidentemente, todas están en la misma situación. A mí no me cabe ninguna duda, todas están en la misma situación. Ese es otro punto que quería hacer.

Los locales, para nosotras son zulos de tortura, en muchísimos casos. Las mujeres nos cuentan cómo funciona un local, cómo funciona el otro, cómo funciona el otro... ¿Pero es que hay alguna mujer que ahí pueda estar libre? No, para nada en absoluto, detrás siempre tiene que haber “un marido”, “un marido” es un macarra, es un proxeneta.

De verdad les puedo asegurar que estamos en contra de legalizar la prostitución, y no es válido que digan que sería lo menos malo. No, no es verdad. Lo peor que se puede hacer es esto. La calle, ¿por qué está la mujer en la calle, prefieren la calle antes que los locales? Porque saben el peligro que hay en los locales. Prefieren el peligro de la calle antes que el peligro de los locales, y porque saben que en los locales lo que hay son adolescentes de 18 años, por no decir 15, 14... porque por ahí he traído un artículo que dice que últimamente las prefieren de 15, que es como han empezado la mayoría que tengo yo. De las casi 500 mujeres la mayoría empezaron antes de los 15 años. Y todas esas mujeres de 30, 35 años saben perfectamente que no pueden competir en un club de plaza, que es lo que los dueños de los clubles quieren legalizar, son locales de plaza que tú pagas 50 ó 100 euros, depende de las posibilidades de ganar dinero. Esas mujeres de 30 años saben que ya no pueden competir, que no pueden estar ahí. Entonces los dueños de los clubes dicen “sí, mándamela, a mí qué más me da, me da 100 euros, sé que no los vas a ganar y vas a estar hipotecada eternamente conmigo”. Este es el problema. Entonces, esto no me vale.

Supongamos que legalizamos la prostitución; una última cosa voy a decir: se legaliza y un señor que tiene un taller dice “bueno, voy a contratar a una secretaria, pero una secretaria que me hable inglés, me hable francés y que además me satisfaga sexualmente, a mí y a los 50 empleados. Todos los días, guapa, de ocho horas, cuatro te vas a dedicar –permítanme la expresión– a hacer mamadas a los empleados, porque así los voy a tener a los hombres contentos... y de vez en cuanto te meten bajo la mesa y también, y si viene algún cliente, después de comer también, porque son cuatro horas cada día”. Y hay anuncios en la prensa que dice “se necesita señora de la limpieza dos horas sexo y dos horas limpieza”. O sea, eso sería la legalización, claro, como sería legal, pues haríamos esto.

Entonces, cómo vamos a denunciar y decir “acoso. Me ha tocado, me ha mirado... Esto es acoso”. ¿Y lo otro no es acoso? ¡Pero qué contradicción! O sea, matar no es peligro, pero mirar sí. Quiero decir que, por favor, que pensemos muy mucho de lo que estamos hablando y que analicemos muy mucho. Y si necesitan más información, yo invito a traer, la gente que tenga dudas, las personas que aquí tengan duda del sufrimiento de las mujeres, yo les traigo mujeres que han sido prostituidas 20, 30 años, y que han tenido que comprar su propia libertad, españolas. Quiero decir que no hago distinciones. Han sido traficadas por toda Europa, igual que hoy las de fuera son traficadas en España, las de España han sido traficadas fuera.

Entonces, con esto quiero decir que, por favor, de aquí quiero que salga que ayuden a recuperar a las mujeres que entre todos hemos dañado. Hemos sido capaces de dañar y de abusar y de aprovecharnos de la inocencia de muchas chicas en situación de desigualdad, o sea, castas inferiores que hemos creado; pues yo entiendo que tenemos una deuda contraída con estas chicas, para ellas y para sus hijos, que por favor se les ayude a salir adelante, sin tener que prostituirse. Que cuando a mí una mujer me venga y me diga “sé lo que no quiero, no sé cómo conseguirlo, vivir sin hacer lo que no quiero”, que yo pueda darle una respuesta, que no se me caiga el alma a los pies y que no tenga que decir “tengo un bote de leche, un paquete de arroz y un paquete de Cruz Roja y poco más”. Y tener que irme a dar una vuelta y ponerme a llorar porque no tengo soluciones para ella. Solamente pido que desde aquí me den una solución cuando una mujer a mí me viene y me dice “no soporto más tener que ser prostituta, y ¿cómo lo hago?, tengo la nevera vacía, me van a tirar a la calle porque no tengo para pagar el alquiler”. Simplemente pido esto.
Muchas gracias,.

La señora COORDINADORA: Muchísimas gracias. Sin duda alguna aquí intentamos trabajar para encontrar, si al menos no las soluciones, por lo menos el poner los problemas de una manera sincera y veraz a los que, sin duda alguna, ustedes están contribuyendo.

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Regulacio
12 set 2009
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1. Feminismo y prostitución

Hablar de feminismo y prostitución es hablar de dos realidades conflictivas. No tanto porque el feminismo esté reñido con esta realidad, sino porque en general, las prostitutas se han visto poco acogidas por las feministas. Las prostitutas se sentían censuradas por las feministas y a la inversa, las feministas sentían que la sola existencia de la prostitución era un agravio para todas las mujeres.


En esta situación confluían múltiples elementos:


* Por nuestra parte desconocíamos la realidad de las prostitutas (así como muchas otras situaciones por las que pasaban las mujeres) y teníamos cierta tendencia a hablar de generalidades sin escuchar a quienes están viviendo esas situaciones


* La consideración de la sexualidad como algo “sagrado”, como algo que compromete más que cualquier otro tipo de actividad. Una opinión tan buena o mala como cualquier otra, pero en absoluto generalizable.


* La idea de las prostitutas como “víctimas” por excelencia


* El juicio de que esta actividad comporta indignidad: valoración moral de quiénes las ejercen


* Las prostis, por su parte, se sentían cuestionadas y juzgadas por nosotras, lo que les llevaba a “victimizarse” o bien a evitar el contacto con las feministas.


Cuando creamos Hetaira, nuestra finalidad no era tanto hacer actividades para las prostitutas sino crear junto con ellas una organización, un espacio de intercambio entre mujeres, donde pudiéramos cuestionar el estigma que pesa sobre ellas.


Posibilitar, cuidar y alimentar esta alianza entre mujeres nos parece lo fundamental de nuestro trabajo. Y nos lo parece así porque para nosotras luchar contra el estigma que tienen las putas es cuestionar uno de los pilares de la ideología patriarcal: la idea de que existen “buenas” y “malas” mujeres. Una idea que, pese a todos los cambios que se han producido en este terreno, nos divide y cataloga a las mujeres en función de nuestra sexualidad. Socialmente se espera de las mujeres que seamos las controladoras de nuestro deseo y del deseo sexual masculino, que seamos recatadas sexualmente, no promiscuas... En definitiva, que tengamos una sexualidad mucho menos explícita que la de los hombres. Si cumplimos con este mandato, en materia sexual, se nos considera “buenas”. Si, por el contrario, nos lo saltamos y exigimos el derecho a auto-determinarnos sexualmente, a hacer con nuestra sexualidad lo que nos plazca, sin someternos a lo que se espera de nosotras, somos “malas “. En el modelo sexual que se nos propone socialmente, las prostitutas aparecen y representan a las “otras”, las que no son buenas, las que condensan en sí todo lo prohibido, lo que no pueden hacer las mujeres “buenas”.


Pero ¿por qué se considera “malas mujeres” a las prostitutas? Porque: son “sexuales”, manifiestan la sexualidad abiertamente e incitan a los hombres; son independientes económicamente: cobran por lo que hacen y son ellas las que ponen el precio; pueden tener capacidad de negociar tanto el tipo de servicio como el precio; son transgresoras: rechazo de las normas.


¿Qué es lo que se castiga de las prostitutas? Se diría que más que por mantener relaciones sexuales lo que se castiga es que cobren por ello. Se supone que las mujeres están siempre dispuestas y “encantadas” cuando un hombre las reclama sexualmente (“hacer un favor”), con lo cual, en el disfrute está la recompensa. No se tolera que la recompensa sea abiertamente económica, más cuando esta recompensa económica no es como favor por parte de los hombres (diferencia con las amantes) sino algo fijado de antemano por la prostituta: “Si quieres una relación sexual, paga” (con lo que significa de poder para ellas ser las que deciden el precio).
La estigmatización de las putas es un elemento fundamental de la ideología patriarcal, es un instrumento de control para que las mujeres nos atengamos a los estrechos límites que aún hoy, encorsetan la sexualidad femenina. Las putas representan todo aquello que una mujer “decente” no debe hacer. Su criminalización sirve para escarmentar en cabeza ajena,


En el imaginario colectivo la puta representa lo prohibido. En el de las mujeres, parece que simboliza el límite que no podemos traspasar a riesgo de autoconsiderarnos indignas. Pero ¿cuántas de nosotras no ha fantaseado con ser una puta, con hacer, precisamente todo aquello que está prohibido? La transgresión de lo prohibido suele ser un acicate importante del deseo sexual.


Parece que podemos acercarnos a las putas si las imaginamos indefensas, pobres víctimas de la situación o de la maldad de los hombres pero ¿qué pasa cuando las vemos autoafirmadas y orgullosas de lo que hacen? ¿por qué nos ataca tanto la imagen de la puta sin complejos, que se autoafirma en ello?


Desde una perspectiva feminista, nos parece fundamental acabar con la etiqueta de “malas mujeres” ligada al comportamiento sexual. Y a pesar de que una de las consignas del movimiento feminista ha sido la de “somos malas, podemos ser peores” a estas alturas no tenemos claro si hemos sido conscientes de lo que significa y si realmente lo tenemos asumido. Uno de los objetivos fundamentales de nuestro trabajo en Hetaira es cuestionar y acabar con la etiqueta de “malas” y el estigma que esta etiqueta lleva aparejado, cuya expresión por excelencia son las prostitutas.


Pero tenemos que ser conscientes de que este estigma no afecta solo a las putas, sino que recae también sobre las lesbianas, las promiscuas, las transexuales, las que les gusta el sadomasoquismo consensuado... es decir, sobre todas aquéllas que se atreven a desafiar los mandatos sexuales que aún hoy, a pesar de todos los avances, siguen rigiendo para las mujeres, y algunos también para los hombres. Un estigma, además, que pende cual espada de Damocles sobre todas. No en vano aún es muy mayoritario llamar “puta”, de manera insultante, a aquellas mujeres que manifiestan comportamientos sexuales “incorrectos” desde el punto de vista de la moral dominante o que simplemente se atreven a desafiar la situación de subordinación en la que nos encontramos (de hecho, en los primeros momentos del movimiento feminista, había gente que consideraba que las feministas éramos todas unas putas)



2. Nuestros planteamientos teóricos



Los planteamientos que subyacen a nuestro trabajo feminista tienen que ver con las polémicas que se han dado sobre este tema dentro del feminismo.
Partimos de considerar la prostitución como un trabajo, una actividad que puede ejercerse de maneras muy diferentes. Pensamos que es importante diferenciar quienes lo hacen obligadas por terceros y quienes lo hacen por decisión individual aunque obviamente condicionada por las situaciones personales, como todo lo que hacemos en la vida. Para nosotras la existencia de la prostitución tiene que ver no sólo con la situación de desigualdad de las mujeres en relación a los hombres sino también con la pobreza, con las desigualdades norte/sur, con las sociedades mercantiles, etc. Concebimos a las prostitutas con toda su dignidad y con capacidad para decidir sobre sí mismas y sobre sus condiciones de vida, aunque a veces lo tengan difícil. Son trabajadoras a las que se les debería de reconocer los mismos derechos que tienen el resto de trabajadores. Consecuentemente nuestra alternativa pasa por “descriminalizar” la prostitución regulando las relaciones comerciales cuando implican a terceros y reconocerles sus derechos como trabajadoras. Siendo fundamental que cualquier política que se desarrolle en este terreno cuente con la voz de las propias prostitutas.



3. Prostitución e inmigración



Existe el tráfico internacional de personas, fundamentalmente mujeres, destinado a mantenerlas en situaciones asimilables a la esclavitud: personas que ni siquiera tienen la oportunidad de abandonar su lugar de trabajo o residencia, aunque sea para mendigar, para buscarse la vida en la calle, aún a riesgo de morir, pero en libertad. Este tráfico está dirigido a un mercado de trabajo clandestino que abarca todo tipo de actividades. Y no deje de ser preocupante que cuando se habla de ello sólo se piense en el que va dirigido a la prostitución.


Existen mafias que obligan a mujeres, niños y niñas a prostituirse, en régimen de esclavitud. Las fuerzan y obligan a trabajar bajo amenazas y chantajes, las mantienen encerradas, sacándolas sólo para prostituirse bajo una estrecha vigilancia, las maltratan si no hacen lo que se les ordena, no tienen libertad para moverse ni para escoger la clientela o los actos sexuales que venden... Su situación la podemos comparar con la de los esclavos. Y, no nos engañemos, en el mantenimiento de esta realidad tan dramática e injusta están implicados gobiernos, instituciones públicas y gente poderosa.


Esta realidad es intolerable y debe ser perseguida con muchos más medios y más ahínco de los que se emplean en la actualidad. Es fundamental desenmascarar a los verdaderos culpables, no basta con penalizar a clientes y proxenetas de poca monta. Si este tráfico de mujeres, niños y niñas se da y crece cada día es porque existen poderosos intereses económicos y políticos que lo permiten y facilitan.


También en los últimos años estamos asistiendo a un aumento considerable de la inmigración a nuestro país. Los inmigrantes en nuestro país se han convertido en mano de obra barata y sobreexplotada. Entre las posibilidades de trabajo que la gente inmigrante encuentra en nuestro país está, también, la prostitución. Las personas que vienen a trabajar en la industria del sexo son diversas y aunque fundamentalmente sean mujeres -transexuales algunas-, también vienen hombres y son personas de toda clase, de diferentes edades, niveles culturales, etnias, países, costumbres... La mayoría de ellas saben a lo que vienen aunque no tengan muy claras las condiciones en las que van a desarrollar su trabajo ni cómo van a vivir aquí. Pero sólo una minoría viene engañada.


Una pequeña parte de este flujo migratorio entra en nuestro país en condiciones de legalidad. Dadas las condiciones restrictivas que impone la Ley de Extranjería para regular la entrada y el acceso a la ciudadanía de las personas extranjeras (especialmente de aquellas que vienen de los países del llamado tercer mundo) la mayoría de inmigrantes entran en el país de manera ilegal, intentando burlar los obstáculos de todo tipo que ponen los gobiernos europeos, incluido el español, a la inmigración.


Ante esta situación parece evidente que, la mayoría de las veces, no van a conseguir entrar de manera individual sino que tienen que recurrir a otros para conseguirlo. En ocasiones son familiares que ya están aquí los que les facilitan el viaje; en otros casos, de manera excepcional, es gente solidaria que les ayuda desinteresadamente. Pero la mayoría de las veces recurren a gentes que lo hacen a cambio de dinero.


Es la ley de la oferta y de la demanda, sagrada en las sociedades capitalistas, la que posibilita que esto se dé. Con frecuencia las cantidades que pagan por entrar aquí son abusivas y les endeudan durante una larga temporada. Son muchos los que se aprovechan de esta situación. Pero, a no ser que consideremos mafiosos a banqueros, patronos, mercaderes y tanta gente que se aprovecha de las necesidades de las personas para acumular dinero, es conveniente distinguir entre lo que son las redes que posibilitan la entrada ilegal de emigrantes de lo que son las mafias. El término mafia se refiere a aquellas estructuras organizadas que extorsionan a las personas, mediante chantaje, coacción y violencia, para obligarles a hacer algo en contra de su voluntad. Y esto, aunque se da en algunos casos, no puede hacerse extensible a la forma como mayoritariamente entran los inmigrantes en nuestro país.



4. La prostitución no es sinónimo de esclavitud sexual


Cuando se habla de tráfico de mujeres, niños y niñas se habla fundamentalmente de aquellas mujeres que llegan aquí para ejercer la prostitución, sin diferenciar entre quien viene por decisión propia a ello y quién ha venido engañada y chantajeada. Asimismo, tampoco se especifica al tratar este tema las diferentes condiciones en las que se puede ejercer la prostitución o trabajar en la industria del sexo. De manera que la mayoría de las veces se habla indistintamente tanto de tráfico de mujeres como de la esclavitud sexual, presuponiendo que todas las inmigrantes han sido traídas aquí, de manera engañada, para trabajar como prostitutas en unas condiciones de esclavitud.


Por el contrario, la mayoría de mujeres inmigrantes que vemos ejerciendo la prostitución callejera o las que lo hacen en muchos locales que hay en las ciudades, presentan una realidad muy diferente. Han venido, en la mayoría de los casos, sabiendo a lo que venían, a través de redes que les han facilitado el viaje y la entrada, aunque hayan tenido que pagar cantidades desorbitadas por ello. Ejercen la prostitución como forma de supervivencia económica. Ellas lo consideran un trabajo, una actividad que les da un dinero para vivir aquí e incluso para enviar una parte a su país. En la mayoría de los casos, es un modo de vivir duro, que cuesta esfuerzo y supone, demasiadas veces, aguantar penalidades varias.


Pero, a pesar de estos sufrimientos, muchas prefieren seguir ejerciendo la prostitución a trabajar en otra actividad y no digamos ya a volver a su país. Entre otros motivos porque saben que, tal y como está la situación económica y el mercado laboral especialmente para las mujeres, las posibilidades de encontrar otro trabajo no son muchas. Incluso, al no tener muchas de ellas legalizada su situación aquí, no les parece que corran más riesgos en la prostitución (dada la alegalidad que la rodea) que en cualquier otro trabajo.


La mayoría decide dedicarse a la prostitución (o a la industria del sexo) porque ganan más y no tienen que estar aguantando a nadie que les diga lo que tienen que hacer. La prostitución les permite una independencia económica y una libertad de la que no gozarían con los otros trabajos a los que podrían acceder en su situación.


Obviamente, esta decisión está condicionada, como todas las decisiones que los seres humanos tomamos en la vida, por múltiples factores sociales, culturales y personales. No voy a entrar aquí en juzgar ni tan siquiera nombrar las múltiples motivaciones que pueden llevar a alguien a prostituirse. Creo que éstas son muy variadas y ciertamente las fundamentales son de orden económico, de supervivencia. Pero incluso creemos que dentro de las diferentes formas de trabajar en el comercio sexual (prostitución de calle o en lugares cerrados, sex-shops, saunas, industria pornográfica....) no es cierto que siempre las inmigrantes estén en el escalón más bajo. Por el contrario, se mueven a todos los niveles y el comercio sexual les ofrece distintas oportunidades que de otra forma no tendrían, ya que muchas de ellas gozan de un nivel cultural alto, como demuestran algunos estudios sobre la industria del sexo (Laura Agustin).


Por mucho que nos parezca un trabajo bastante duro, poco gratificante e incluso terrible para muchas personas, sobre todo mujeres, creemos que es necesario respetar la decisión de quien no desea abandonar la prostitución. Si dejamos de lado las valoraciones morales que cada cual tenga sobre la sexualidad y el sexo, nos podemos dar cuenta de que hay muchos trabajos míseros y que causan daños irreparables en la salud (minería, por ejemplo) sin que dejemos por ello de plantearnos la necesidad de que se realicen en las mejores condiciones posible, mientras no sea posible acabar con ellos. Y desde luego a nadie se le ocurre pensar en que se decrete su abolición y que las personas que trabajan en ellos deban ser reinsertadas socialmente.


Para nosotras no es conveniente hablar de prostitución como sinónimo de esclavitud sexual. Si no tenemos en cuenta las decisiones que toman las prostitutas, si las victimizamos pensando que siempre ejercen de manera obligada y forzada; si consideramos que son personas sin capacidad de decisión... todo ello implica no romper con la idea patriarcal de que las mujeres somos seres débiles e indefensos, necesitados de protección y tutelaje. Además, la experiencia demuestra que la puesta en práctica de políticas abolicionistas profundiza el abismo entre las prostitutas y el resto de la sociedad aumentando el estigma, la exclusión y la marginación social que muchas padecen.


Desde una perspectiva feminista creemos que no se trata tanto de discutir sobre porcentajes de prostitutas que ejercen de una u otra manera. De lo que se trata es de dotarnos de un marco teórico que nos permita hacer análisis que sirvan para el empoderamiento de las prostitutas, para que éstas se sientan cada vez más como sujetos de su propia vida y con derecho a mejorar las condiciones en las que se desarrolla su trabajo. ....

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Manifiesto por los derechos de las prostitutas
12 set 2009
http://www.colectivohetaira.org/web/documentos/2-documentos/103-manifies-
Sindicato Sindicat