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Entre trajes y disfraces
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per María José Sánchez Hernández Correu-e: info ARROBA ciudaddemujeres.com (no verificat!) Adreça: info@ciudaddemujeres.com |
07 set 2009
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Cuando leo o escucho que la clase política del PP critica a sus oponentes utilizando los términos “machismo” y “sexismo” con tal generosidad, como últimamente ha sucedido con el tema del debate de la Región en Castilla-La Mancha y la boda de la secretaria general de su partido me pregunto si al feminismo de la igualdad y al feminismo de la diferencia no habrá que añadirle una nueva corriente... |
Cuando leo o escucho que la clase política del PP critica a sus oponentes utilizando los términos “machismo” y “sexismo” con tal generosidad, como últimamente ha sucedido con el tema del debate de la Región en Castilla-La Mancha y la boda de la secretaria general de su partido me pregunto si al feminismo de la igualdad y al feminismo de la diferencia no habrá que añadirle una nueva corriente, en la que no dejaremos el término feminismo sin entrecomillar, y que se podría denominar, el “feminismo” oral o el “llenarse la boca” de términos por los que las feministas han luchado desde mucho tiempo atrás y que, cuando los pronuncia el PP chirrían y suenan a populismo, demagogia y oportunismo dada la trayectoria de este partido por frenar y torpedear constantemente todo intento de avanzar en el reconocimiento de los derechos de las mujeres, derechos que les han posibilitado a las mujeres del PP, disfrutar de libertades en pie de igualdad jurídica junto a los varones.
Se banaliza la igualdad, en la misma línea que se banalizan logros de la democracia en esa carrera electoralista para la que todo les vale.
Cuando hablan de machismo y sexismo cómo olvidar, por poner un demérito de los muchos que tienen en su currículum, la manifestación de apoyo y desagravio a iniciativa del PP a Ismael Álvarez, edil de dicho partido en Ponferrada, condenado por acosar sexualmente a Nevenka Fernández, concejala de hacienda también del PP y por si no fuera suficiente con esa demostración, tras la condena, llegaron hasta proponer que un centro cívico de Ponferrada llevara su nombre… ¿el de Nevenka?, ¡qué va!... el del condenado Ismael Álvarez sin que ninguna compañera del PP mostrara el más mínimo frente rubor a tal desfachatez.
Dónde quedó la credibilidad en términos de igualdad del PP que recurrió dicha Ley, recurso que el Tribunal Constitucional desestimó por mayoría avalando la obligación de los partidos de presentar listas paritarias a las elecciones.
Aún nos quedan secuelas del bochorno padecido a personas de la comunidad de CLM cuando la sra de Cospedal no impidió que en las listas de su partido se incluyera al ultramontano homófobo y machista Dimas Cuevas, amigo personal suyo, quien tenía a gala de referirse a la ley de paridad como una “parida” y que en respuesta a la polémica suscitada se pronunciara con aquello de que esas cosas no empañaban “su magnífica trayectoria”.
Con motivo del nombramiento de Elena Salgado como ministra de Economía, debió traicionarle el subconsciente cuando aseguró en la COPE que los sectores económicos y productivos esperaban un ministro con la fuerza suficiente.
De la misma manera le pareció “humillante para todas las mujeres” que la Ministra Bibiana Aído hablara del proyecto de abrir en Madrid una biblioteca de mujeres, un centro de documentación que reuniera toda la recopilación de obras especializadas en feminismo e igualdad.
También una senadora del PP de Castilla-La Mancha ha pedido la supresión del Ministerio de igualdad.
En esa línea de poca credibilidad, una de las últimas broncas que también se ha saldado con las acusaciones de “machismo” y “sexismo” y como “un insulto a la inteligencia de las mujeres”, ha venido originada por la sugerencia a la sra de Cospedal para que intentara que su ya marido cambiara de opinion en la cuestión sobre el trasvase de agua Tajo-Segura en la que defendía “agua para todos” por el de “agua para todos sí, para todo no”, que es la que mantiene el gobierno castellano-manchego y sin embargo ahí teníamos al PP sin pudor alguno, recusando a la presidenta del TC, María Emilia Casas, al dar por hecho que su marido ejercía influencia en sus criterios profesionales, un argumento que muestra lo que realmente opinan de la inteligencia de las mujeres.
Constituye una falta de respeto hacia las mujeres que con tanto esfuerzo han conseguido el que disfrutemos de un estatus como sujetos y de unos derechos como ciudadanas que hasta no hace mucho eran impensables y de los que también las conservadoras hacen uso sin haberlos peleado o habiéndolos peleado en su contra, el que las reivindicaciones de igualdad se acoten a la defensa de tal o cual postura política por el simple hecho de que sea una mujer quien la sostenga y si no, a modo de ejemplo ahí están una Margaret Thatcher o Condoleezza Rice para mostrar que eso es indefendible.
Tengo la sensación de que el PP se mueve entre trajes y disfraces. |
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