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Notícies :: sense clasificar |
Anarco-capitalismo y liberalismo libertario
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per Wikipedia |
09 ago 2009
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El anarcocapitalismo o anarquismo capitalista es una forma de anarquismo de mercado[2] [3] que promueve el derecho de propiedad privada y el mercado libre capitalista (en el sentido de libre de interferencia estatal) como la forma justa y efectiva de organizar todos los servicios en lo económico,[4] y en lo jurídico promueve los contratos voluntarios definidos por la ley policéntrica como un mecanismo universal para resolver los conflictos, mediante jurisdicciones de justicia y protección competitivas entre sí. |
El anarcocapitalismo o anarquismo capitalista es una forma de anarquismo de mercado[2] [3] que promueve el derecho de propiedad privada y el mercado libre capitalista (en el sentido de libre de interferencia estatal) como la forma justa y efectiva de organizar todos los servicios en lo económico,[4] y en lo jurídico promueve los contratos voluntarios definidos por la ley policéntrica como un mecanismo universal para resolver los conflictos, mediante jurisdicciones de justicia y protección competitivas entre sí.
La interacción social estaría basada en la idea de la soberanía individual y contrato libre, que tendrían como consecuencia lógica el derecho a la propiedad privada sobre uno mismo y sus bienes y la prohibición de la coacción o el fraude en contra de personas y sus propiedades.[5] [6] A partir de estas premisas, se deriva el rechazo al Estado (como institución que ejerce el monopolio del poder legitimado) y la adopción del capitalismo de libre empresa en contraposición al intervencionismo estatal, y donde agencias privadas competirían en un mercado de servicios (ley y seguridad incluidos) para los individuos.
Sigue en Wikipedia:
http://es.wikipedia.org/wiki/Anarcocapitalismo |
Mira també:
http://es.wikipedia.org/wiki/Anarcocapitalismo http://es.wikipedia.org/wiki/Liberalismo_libertario |
This work is in the public domain |
Comentaris
Re: Anarco-capitalismo y liberalismo libertario
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per anarco clavicordista |
09 ago 2009
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Bah! Eso es una patranya que se han sacado de la manga cuatro listillos para promocionar el neoliberalismo entre jovenes despistados.
El capitalismo ya prescinde del estado y solo lo utiliza cuando le conviene.
Wikipedia es una fuente confusa donde asuntos con diferente relevancia real aparentan ser iguales simplemente por el tiempo que le dediquen unos cuantos a subir informacion. |
Re: Anarco-capitalismo y liberalismo libertario
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per MIlton Friedman |
09 ago 2009
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Peña, el concepto de anarco-capitalismo lo inventó el hijo de Milton Friedman (padre del neo-liberalismo, el gran ídolo de Aznar), y consiste en hablar de esclavitud con palabras que suenan bien, como "anarco", que da sensación de libertad.
Creo que es importante especificar estas cosas, sinó podría parecer que estamos hablando de algo interesante. Nada más erróneo.
El concepto anarco-capitalismo significa: -capitalismo (en su modelo más neo-liberal), pero anárquico (o sea, sin estado)-
Es decir, el mercado regido solamente por leyes de mercado, sin importar la componente moral, ni la humana, ni la emocional, ni ... sólo las leyes de mercado.
Lo que pretende esta teoría es que el neoliberalismo sea "libre" (haciendo al ser humano cada vez más esclavo) y no tenga que regirse por las leyes de los estados. Así no habría cartas de derechos humanos, ni convenios laborales, ni ninguna otra traba que "entorpeciera" el fluir del mercado. Podrían cometerse todos los atropellos del mundo en pro de la economía.
Parecido a lo que vivimos actualmente pero más bestia.
Gente, ojo con lo que publicamos. Quien quiera que lo consulte en wikipedia. Allí está mucho mejor explicado. |
Re: Anarco-capitalismo y liberalismo libertario
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per anacardo |
09 ago 2009
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Esto lo ha publicado "el intoxicador habitual" de indymedia. Gente que, cuando llega el verano se aburre y "mata moscas con el ordenador", llenando de patrañas y confusión las redes de contrainformación y comunicación social.
Como ya ha dicho alguien más arriba, el anarco-capitalismo no tiene nada que ver con el anarquismo y mucho menos con la anarquía. |
Re: Anarco-capitalismo y liberalismo libertario
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per Sarsamarcuello |
09 ago 2009
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Vaya pero llegado este punto parece olvidarse que la finalidad del socialismo libertario eseliminar la opresión y la explotación. ¿Cuales serían los objetivos del anarquismo de mercado?
A tomar el pelo de esta manera a gringolandia, que tienen una cultura politica todavía más penosa que en el viejo continente y estas patrañas igual cuelan. |
Re: Anarco-capitalismo y liberalismo libertario
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per s |
10 ago 2009
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esto es una falsa teoría para irracionales y demagogos falsos libertarios de clase alta, que nunca gozó de aceptación y mas bién pudo ser mencionada en algun momento por gente totalmente de derechas. No perdamos ni un minuto de tiempo con esto |
Re: Anarco-capitalismo y liberalismo libertario
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per Por si acaso |
10 ago 2009
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Per si de cas es tracta d'un comunista reaccionari que vol desprestigiar l'anarquisme, si es així, tindríem que parlar també del comunisme que practiquen ells... el comunisme democràtic insertat dins del parlamentarisme d'un sistema capitalista. |
Re: Anarco-capitalismo y liberalismo libertario
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per como los anarconazis y demas escoria |
10 ago 2009
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iros a cagar bazofia , o anarquista o nazi, tu eliges |
Re: Anarco-capitalismo y liberalismo libertario
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per fefefe |
11 ago 2009
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la mitad ni saben que responden.
El anarcocapitalismo, existe, hay gente muy influyente a la que le mola, y no es para nada lo mismo que el capitalismo, si lo intentais tachar de lo mismo, a ver, pregunta, por que en Barcelona hay 2 CNT's y no se ponen de acuerdo? Ambas anarcosindicalistas. Y en cambio opinais a la ligera que el capitalismo y el anarcocapitalismo son lo mismo o llegando al paroxismo una especie de intoxicación de comunistas. La diferencia, no es en si hay diferencias entre esas ideologias, la diferencia reside en que ellos se ponen de acuerdo ràpido y en cambio por aquí todo el mundo está esperando a ver quien dice algo para lanzársele al cuello. Muy constrctivo. |
Re: Anarco-capitalismo y liberalismo libertario
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per fefefe |
11 ago 2009
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te paga la agencia EFE-FE-FE?
Ni cas als mossos i d'altra gent que no té res millor a fer que penjar coses com això que no te cap mena de sentit ni està recolzat per cap moviment social darrere. |
Re: Anarco-capitalismo y liberalismo libertario
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per fefefelación |
12 ago 2009
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pero que dices fefefe. estas loco? si en barcelona hay dos cnt es por otro tema y nada que ver con esta pseudoteoría que no la ha seguido nadie nunca. y hay buena relacion entre las organizaciones. MENOS INTOXICAR |
Re: Anarco-capitalismo y liberalismo libertario
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per Doctor Roig |
13 ago 2009
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Crec que massa vegades els individus que s'autoanomenen anarquistes mentres critiquen alguns errors, discutibles, del comunisme, són a la pràctica anarco-capitalistes ja que no tenen cap proposta definida de canvi. |
Re: Anarco-capitalismo y liberalismo libertario
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per Doctor Roig |
13 ago 2009
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Qui us diu que hi ha comunistes al parlament?
Al parlament hi ha mentiders. I a mi tampoc m'agraden aquests partits però crec que per guanyar i poder apostar per un nou projete just en el qual tots hi guanyem hem d'organitzar-nos.
I com algú va dir: "Quan dos anarquistes d'asseuen a una taula per decidir com fer una acció o per traçar una estratègia per guanyar, deixen de ser anarquistes"
Així que per guanyar ens hem d'organitzar, i per organitzar-nos no podem ser aanarquistes.
Si no ens organitzem serem simples individus productors-consumidors i col·laborarem amb el capitalisme. |
Re: Anarco-capitalismo y liberalismo libertario
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per Comunista llibertari |
13 ago 2009
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pq no us en aneu tots a cagar! i enlloc de llegir akestes merdes aprofiteu l'estiu x llegir llibres com El capital; el Apoyo mútuo; la sociedad del Espectáculo; Marx Reloaded o la Madre? menys diario de putricia y més Jorge Semprún! Així no feu cap bé x la revolució! |
Re: Anarco-capitalismo y liberalismo libertario
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per Gorkiano |
13 ago 2009
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xo k dius doctor roig? a catalunya hi ha una tradició anarcosindicalista k flipes!!!! la majoria d'obrers hi estaven afiliats i si les coses van acabar malament va ser x la puta guerra! k dius dorganització!! una cosa no treu laltre! k cal traçar nexes i camins de confluència i fer campanyes de pressió comunes i política anticapitalista, TOTALMENT D'ACORD. però a casa seva o am b la seva comuna o amb la seva casa okupa, cso, o individualisme... NO DIGUIS EL K HEM D FER I EL K HEM D DEIXAR D FER AM LES NOSTRES VIDES. ANTICAPITALISME O MORT! |
Re: Anarco-capitalismo y liberalismo libertario
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per Libertatis |
18 ago 2009
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La mayoría de críticas al anarcocapitalismo, uno de los anarquismo más coherentes doctrinamente y de mayor prestigio (y cada vez más popular entre la cada vez mayor masa de desertores del anarcoizquierdismo), generalmente es realizada por fanáticos de ultraizquierda (filocomunistas), por analfabetos políticos o por trasnochados de alguna forma de comunismo.
Anarquismo y mercado, la libertad de elegir del individuo, van de la mano. En cambio propiedad privada y estado son contradictorios. Con las consignas anti-liberales no logran nada, sólo quedan expuestos como marxista panfletarios, aun cuando algunos digan que van a reemplazar el Estado con el gobierno obligatorio de las asambleas de izquierdistas o los comités sindicales... y a esa patraña le quieren seguir llamando anarquismo.
Para muchos el anarcoizquierdismo es una forma de colar ideas marxistas trasnochadas entre jóvenes despistados. |
Re: Anarco-capitalismo y liberalismo libertario
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per ANARQUIA=SIN AUTORIDAD SIN JERARQUIA |
20 ago 2009
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El priemer autor en denominarse anarquista fue el socialista utopico Proudhon y dejo claro en su obra ¿que es la propiedad? QUE LA PROPIEDAD ES UN ROBO. Los padres del anarquismo son Proudhon, Bakunin y Kropotkin. La anarquia es LA ASUSENCIA DE AMO/AUTORIDAD. Y segun los ultra-capitalistas que aqui se autodenominan ``anarco´´capitalistas consideran que los propietarios tienen autoridad sobre su terreno-propiedad jajaja, y tambien defienden la figura de patron-asalariado pufff.El capitalismo es una forma de jerarquia por clases sociales y el anrquismo busca acabar con TODAS LAS JERARQUIAS, independientemente si la jerarquia es o no estatal estamos encontra de toda jerarquia, como si lo que quieres es crear jerarquia de tribus paleoliticas, el anrquismo esta encontra de la jerarquia, el Estado es una unidad institucional que ocupa un territorio donde monopoliza para si el uso de la violencia somentiendo a una jerarquia a los habitantes de ese territorio, el capitalismo se basa en la division jerarquica de clases, asi que el anrquismo esta encontra del estado pero tambien de las formas de jerarquia que no son estatales como puede ser vuestro supuesto capitalismo sin estado. Porque en lo que en verdad se basa vuestra puta teoria ultracapitalista es en pasar las funciones de estado a manos privadas pero en ningun momento se elimina. Y auqnue fuese verdad que es posible un capitalismo sin estado, seguira siendo una sociedad basada en un jerarquia por clases sociales. Y como dige a ver si os entra en la cabeza de una puta vez Anarquismo= SIN JERARQUIAS.
ANARQUIA=SIN JERARQUIA, SIN AUTORIDAD, contra todo el poder: contra el estado,contra el capitalismo,contra la iglesia,contra el patriarcado, contra el fascismo etc |
Re: Anarco-capitalismo y liberalismo libertario
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per que es en veradad el ``anarco´´capitalismo |
20 ago 2009
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Irónicamente, esta definición limitada del “anarquismo” garantiza que al “anarco”-capitalismo le sea inherente autorefutarse. Esto puede observarse en el líder “anarco”-capitalista Murray Rothbard. Él bramó contra la perniciosidad del Estado, arguyendo que “se arroga a sí mismo el monopolio de la fuerza, del poder de tomar decisiones en última instancia, sobre un área territorial dada.” Per se, esta definición es irrelevante. Que unas pocas personas (una elite de gobernantes) reclamen el derecho a regir sobre otros tiene que ser parte de cualquier definición sensata del Estado o del gobierno. Sin embargo, los problemas empiezan para Rothbard cuando indica que “[o]bviamente, en una sociedad libre, Smith tiene el poder de tomar decisiones en última instancia sobre su propiedad, Jones sobre la suya, etc.” [The Ethics of Liberty, p. 170 y p. 173] La contradicción lógica de esta posición debería resultar obvia, pero no para Rothbard. Muestra el poder de la ideología, la habilidad de las meras palabras (la expresión “propiedad privada”) para volver lo malo (“poder para tomar decisiones en última instancia sobre un área dada”) bueno (“poder para tomar decisiones en última instancia sobre un área dada”).
Ahora bien, esta contradicción sólo puede ser resuelta de una manera – los usuarios del “área dada” son también sus dueños. En otras palabras, un sistema de posesión (o de “ocupación y uso”), tal y como propugnan los anarquistas. No obstante, Rothbard es un capitalista y apoya la propiedad privada, los ingresos no derivados del propio trabajo, el trabajo asalariado, a los capitalistas y a los terratenientes. Esto significa que es partidario de una divergencia entre propiedad y uso, lo cual implica que este “poder para tomar decisiones en última instancia” se extiende sobre aquellos que usan, pero no poseen, dicha propiedad (esto es, inquilinos y trabajadores). La naturaleza estatista de la propiedad privada queda claramente indicada por las palabras de Rothbard – el dueño de la propiedad en una sociedad “anarco”-capitalista posee el “poder para tomar decisiones en última instancia” sobre un área dada, que es lo que el Estado hace actualmente. Rothbard ha demostrado, irónicamente, que el “anarco”-capitalismo no es anarquista.
Por supuesto, sería de mal gusto señalar que el nombre habitual para un sistema político en el cual el propietario de un territorio es también su regente es, de hecho, monarquía. Lo cual sugiere que mientras el “anarco”-capitalismo podría ser llamado “anarcoestatismo”, un término mucho mejor sería “anarcomonarquismo.” De hecho, algunos “anarco”-capitalistas han hecho patente esta implicación obvia del razonamiento de Rothbard. Hans-Hermann Hoppe es uno de ellos.
Hoppe prefiere la monarquía frente a la democracia, considerándola el sistema superior. Arguye que el monarca es el dueño privado del gobierno – toda la tierra y otros recursos son poseídos por él. Basándose en la economía austriaca (¿qué si no?) y en su noción de la preferencia del tiempo, concluye que el monarca trabajará, por lo tanto, para maximizar tanto los ingresos actuales como el valor capital total de su terreno. Asumiendo el propio interés, su horizonte planificativo tendrá miras lejanas y la explotación estará mucho más limitada. La democracia, por contra, es un gobierno de posesión pública, y los líderes electos disponen del uso de recursos por un corto periodo tan sólo y no de su valor capital. En otras palabras, no poseen el país, de modo que buscarán maximizar sus intereses a corto plazo (y los intereses de aquellos que piensen que los elegirán para el cargo). Al contrario, Bakunin insistió en que si el anarquismo rechaza la democracia, es “no tanto para revertirla sino para hacerla avanzar” particularmente para extenderla por la vía de “la gran revolución económica sin la cual cada derecho no es sino una frase vacía y una treta.” Él rechazó con todo su corazón “el campo de la... reacción aristocrática.” [The Basic Bakunin, p. 87]
Sin embargo, Hoppe no es un monárquico tradicional. Su sistema ideal es uno de monarquías en competencia, una sociedad liderada por una “elite 'natural' voluntariamente reconocida – una nobilitas naturalis” compuesta por “familias con largo abolengo de éxitos superiores, amplitud de miras y una conducta personal ejemplar.” Esto es así porque “unos pocos individuos rápidamente adquieren el estatus de elite” y sus cualidades consustanciales serán “probablemente transmitidas sólo en el ámbito de unas pocas – y nobles – familias.” El único “problema” de las monarquías tradicionales era “el del monopolio, no el de las elites o la nobleza”, en otras palabras, el Rey monopolizaba el papel de juez y sus asuntos no podían ser asumidos por otros miembros de la clase noble a cambio de servicios. [The Political Economy of Monarchy and Democracy and the Idea of a Natural Order, pp. 94-121, Journal of Libertarian Studies, vol. 11, no. 2, p. 118 y p. 119]
Esto simplemente confirma la crítica anarquista del “anarco”-capitalismo, en el sentido de que no es anarquista, lo cual se hace incluso más obvio cuando Hoppe se explaya, muy convenientemente, sobre la realidad del “anarco”-capitalismo:
En un pacto alcanzado entre el propietario y los inquilinos de la comunidad con el propósito de proteger su propiedad privada, no existe nada semejante a la libertad (ilimitada) de expresión, ni siquiera dentro de la propiedad alquilada de cada cual. Uno puede decir cosas innumerables y promover casi cualquier idea bajo el sol, pero naturalmente a nadie le está permitido evocar ideas contrarias al propio propósito del pacto de preservar la propiedad privada, como la democracia o el comunismo. No cabe la tolerancia hacia los demócratas y los comunistas en un orden social libertariano. Tendrán que ser separados físicamente y expulsados de la sociedad. Del mismo modo, en un pacto asumido con el propósito de proteger la familia y la descendencia, no puede haber tolerancia hacia quienes promuevan estilos de vida incompatibles con esta meta. Ellos – los partidarios de modos de vida alternativos, no centrados en la familia, como por ejemplo el hedonismo individual, el parasitismo, la adoración del entorno natural, la homosexualidad o el comunismo – tendrán que ser físicamente eliminados de la sociedad, también, si uno pretende mantener un orden libertariano.
Democracy: the God that Failed, p. 218
Por ende el propietario tiene poder/autoridad sobre sus inquilinos y puede decretar qué pueden y qué no pueden hacer, excluyendo a cualquiera a quien consideren subversivo (por el bien de los inquilinos, por supuesto). En otras palabras, los poderes autocráticos del jefe son extendidos a todos los aspectos de la sociedad – todos bajo la máscara evocadora de la libertad. Por desgracia, la preservación de los derechos de propiedad destruye la libertad de la mayoría (Hoppe establece claramente que para el “anarco”-capitalista el “resultado natural de transacciones voluntarias entre varios dueños de propiedades privadas decididamente no es igualitario, sino jerárquico y elitista.” [The Political Economy of Monarchy and Democracy and the Idea of a Natural Order, Op. Cit., p. 118]). No sorprende que Chomsky adujese que el “libertarianismo” de derechas “no tiene objeción alguna a la tiranía mientras sea una tiranía privada.” De hecho (al igual que otras ideologías contemporáneas) “se reduce a la defensa de una u otra forma de autoridad ilegítima, bastante a menudo tiranía real.” [Chomsky on Anarchism, p. 235 and p. 181] En consecuencia, se hace difícil no concluir que el “anarco”-capitalismo es poco más que un juego de palabras. No es anarquismo, sino un sustituto para el conservadurismo elitista y autocrático hábilmente diseñado y enunciado. Tampoco es demasiado difícil alcanzar la conclusión de que los auténticos anarquistas y libertarios (de todo tipo) no serían tolerados en este llamado “orden social libertariano”.
Algunos “anarco”-capitalistas sí que parecen ser vagamente conscientes de esta contradicción flagrante y obvia. Rothbard, por ejemplo, presenta un argumento que podría ser empleado para solucionarla, pero falla amargamente en su intento. Simplemente ignora el quid de la cuestión, a saber, que el capitalismo está basado en la jerarquía y, por lo tanto, no puede ser anarquista. Hace esto explicando que la jerarquía asociada al capitalismo no es problema mientras la propiedad privada que la produjo sea adquirida de una manera “justa”. Y aún al hacer esto concentra la atención sobre las estructuras autoritarias y las relaciones sociales idénticas del Estado y la propiedad. Tal como él lo pone:
Si puede decirse que el Estado propiamente posee su territorio, entonces le es propio establecer reglas para todo el mundo que viva en ese área. Puede tomar o controlar la propiedad privada legítimamente porque no hay ninguna propiedad privada en su área, porque en verdad posee toda la superficie del terreno. Siempre y cuando el Estado permita a sus súbditos abandonar su territorio, entonces, puede decirse que actúa como lo hace cualquier otro propietario que establece reglas para quienes vivan en su propiedad.
Op. Cit., p. 170
Como es obvio, Rothbard afirma que el Estado no posee “justamente” su territorio. Dice que “nuestra teoría hogareña” sobre la creación de la propiedad privada “es suficiente para demoler semejantes pretensiones del aparato estatal”, de modo que el problema con el Estado es que “reclama y ejerce un monopolio obligatorio de defensa y toma de decisiones en última instancia sobre un área mayor que la propiedad justamente adquirida por un individuo.” [Op. Cit., p. 171 y p. 173] Existen cuatro problemas fundamentales con este razonamiento. Primero, asume que su “teoría hogareña” es una teoría robusta y libertaria, pero no es el caso.Segundo, ignora la historia del capitalismo. Dado que la actual distribución de la propiedad es el resultado de la violencia y la coerción del Estado, su planteamiento tiene serios errores. Asciende a poco más que una “concepción inmaculada de la propiedad” desconectada de toda realidad. Tercero, incluso si omitimos estas cuestiones y asumimos que la propiedad privada podría haber sido obtenida legítimamente del modo que Rothbard establece, ello no justifica la jerarquía asociada con ésta, pues generaciones presente y futuras de la humanidad han sido, efectivamente, privadas de libertad por generaciones previas. Si, como Rothbard afirma, la propiedad es un derecho natural y es la base de la libertad, entonces ¿por qué debería la mayoría ser excluída de sus derechos de nacimiento por una minoría? Dicho de otra manera, Rothbard niega que la libertad debería ser universal. Elige la propiedad antes que la libertad mientras que los anarquistas eligen la libertad antes que la propiedad. En cuarto lugar, todo esto implica que el problema fundamental con el Estado no es, como los anarquistas han recalcado siempre, su naturaleza jerárquica y autoritaria, sino el hecho de que no posee de manera justa el territorio que pretende gobernar.
Lo que es aún peor, la posibilidad de que la propiedad privada puede resultar en más violaciones de la libertad individual (al menos para los no propietarios) que las que el Estado comete con sus ciudadanos, fue implícitamente reconocida por Rothbard. Él emplea como ejemplo hipotético un país cuyo Rey se ve amenazado por un creciente movimiento “libertariano”. El Rey responde “empleando una astuta estratagema”, a saber, “proclama la disolución de su gobierno, pero justo antes de hacerlo divide arbitrariamente todo su reino en parcelas de su propiedad o de la de sus parientes.” En lugar de impuestos, sus súbditos pagan ahora una renta, y él puede “regular las vidas de aquellos que pretendan vivir en su propiedad.” Llegados a este punto, Rothbard pregunta:
¿Cuál debería ser ahora la respuesta de los rebeldes libertarianos a este desafío? Si son utilitarios coherentes, deben plegarse a este subterfugio, y resignarse a vivir bajo un régimen no menos despótico que el que habían estado combatiendo durante tanto tiempo. Puede, tal vez, que incluso más despótico, puesto que ahora el rey y sus parientes pueden reclamar para sí el principio básico de los libertarianos del derecho absoluto a la propiedad privada, una absolutez que no hubieran osado reclamar anteriormente.
Op. Cit., p. 54
No debería ser necesario decir que Rothbard arguye que deberíamos rechazar esta “astuta estratagema”, puesto que la nueva distribución de la propiedad no sería resultado de unos medios “justos”. Sin embargo, no fue capaz de notar cómo su propio planteamiento mina su afirmación de que el capitalismo puede ser libertario. Como él mismo aduce, no sólo tiene el propietario el mismo monopolio del poder sobre un área dada que el Estado, sino que es aún más déspota que éste, ¡pues se apoya en el “derecho absoluto a la propiedad privada”! Y recordemos que Rothbard discute a favor del “anarco”-capitalismo (“una vez desatado el capitalismo, se tienen todos los tipos de autoridad: se tiene la autoridad extrema.” [Chomsky, Understanding Power, p. 200]). El problema fundamental es que la ideología de Rothbard le ciega ante lo obvio, esto es, que el Estado y la propiedad privada producen relaciones sociales idénticas (irónicamente, él opina que la teoría de que el Estado posee su territorio “convierte al Estado, al igual que al Rey en la Edad Media, en un señor feudal que, al menos en teoría, es dueño de toda la tierra que abarcan sus dominios” sin darse cuenta de que esto transforma al capitalista o al terrateniente en Rey o en señor feudal en el marco del “anarco”-capitalismo. [Op. Cit., p. 171]).
Un grupo de anarquistas chinos señaló lo obvio en 1914. Puesto que el anarquismo “hace de la oposición a la autoridad su principio esencial”, los anarquistas tratan de “eliminar todos los sistemas perniciosos de la sociedad presente que tienen una naturaleza autoritaria”, de modo que “nuestra sociedad ideal” sería una “sin terratenientes, capitalistas, líderes, oficiales, representantes ni cabezas de familia.” [citado por Arif Dirlik, Anarchism in the Chinese Revolution, p. 131] Sólo esto, la eliminación de toda forma de jerarquía (política, económica y social) llevaría al verdadero anarquismo, a una sociedad sin autoridad (an-arquía). En la práctica, la propiedad privada es una fuente importante de opresión y autoritarismo en el seno de la sociedad – hay muy poca o ninguna libertad sujeta a un terrateniente o al modo de producción capitalista (como apuntó Bakunin, “el trabajador vende su persona y su libertad durante un tiempo dado”). En crudo contraste con los anarquistas, los “anarco”-capitalistas no tienen ningún problema con los terratenientes ni con el fascismo de fábrica (esto es, el trabajo asalariado), posición ésta que se antoja altamente ilógica para una teoría que se dice libertaria. Si fuese auténticamente libertaria, se opondría a toda forma de dominación, no sólo al estatismo (“Aquellos que rechazan el autoritarismo no necesitarán el permiso de nadie para respirar. El libertario... no se siente agradecido por tener permiso para residir en cualquier parte de su propio planeta, y niega el derecho de cualquiera a tomar partes de éste para su propio uso y gobierno.” [Stuart Christie y Albert Meltzer, Floodgates of Anarchy, p. 31]).Lo irónico es que en los “anarco”-capitalistas está implícita ya la crítica anarquista de su propia ideología.
Desde luego, el “anarco”-capitalista tiene otras maneras de evitar lo obvio, a saber, la afirmación de que el mercado limitará los abusos de los propietarios. Si a los obreros no les gusta su jefe pueden buscarse otro. Por lo tanto la jerarquía capitalista está bien en la medida en que los trabajadores y los inquilinos la consienten. Mientras que la lógica es exactamente la misma, resulta dudoso que un “anarco”-capitalista apoyase al Estado sólo porque su súbditos pudieran irse con otro. En consecuencia, esto no apunta a la cuestión central – la naturaleza autoritaria de la propiedad capitalista. Más aún, este razonamiento falla porque ignora las circunstancias sociales del capitalismo, que limitan la capacidad de elegir de la mayoría.
Los anarquistas han dicho durante mucho tiempo que, como clase, los obreros tienen poca elección que hacer a la hora de “consentir” la jerarquía capitalista. La alternativa es bien la pobreza directa, o bien la inanición. Los “anarco”-capitalistas desestiman semejantes afirmaciones negando que exista tal poder económico. Antes bien, se trata simplemente de la libertad de contrato. Los anarqustas consideran estas proclamas una broma. Para mostrar por qué, sólo necesitamos citar (una vez más) a Rothbard hablando de la abolición de la esclavitud y la servidumbre en el siglo XIX. Arguye, correctamente, que los “cuerpos de los oprimidos fueron liberados, pero la propiedad que habían trabajado y merecido poseer, permaneció en manos de sus opresores anteriores. Con el poder económico permaneciendo por lo tanto en sus manos, los antiguos señores pronto se vieron amos virtuales una vez más de lo que ahora eran inquilinos libres o trabajadores de granja. Los siervos y los esclavos habían probado la libertad, pero se les había privado de sus frutos.” [Op. Cit., p. 74]
A decir verdad, los anarquistas no le ven ninguna lógica a esta posición. Contrástese esto con la típica afirmación “anarco”-capitalista de que si las fuerzas del mercado (“intercambios voluntarios”) resultan en la creación de “inquilinos o trabajadores de granja”, entonces son libres. Sin embargo, los trabajadores desposeídos por las fuerzas del mercado se encuentran exactamente en la misma situación social y económica que los antiguos esclavos y siervos. Si los últimos no obtienen los frutos de la libertad, tampoco lo hacen los primeros. Rothbard ve el “poder económico” obvio en el segundo caso, pero lo niega en el primero (irónicamente, Rothbard desestima el poder económico bajo el capitalismo en el mismo trabajo. [Op. Cit., pp. 221-2]). Es tan sólo la ideología de Rothbard la que evita que saque la conclusión evidente – condiciones económicas idénticas generan relaciones sociales idénticas y por lo tanto el capitalismo está caracterizado por el “poder económico” y los “amos virtuales.” La única solución para el “anarco”-capitalista es decir simplemente que los antiguos siervos y esclavos eran de hecho libres para elegir y, en consecuencia, Rothbard estaba equivocado. Puede que fuese inhumano, ¡pero al menos sería coherente!
El punto de vista de Rothbard es ajeno al anarquismo. Por ejemplo, como denotó el anarquista individualista William Bailie, bajo el capitalismo hay un sistema de clases marcado por “una clase industrial de obreros asalariados dependientes” y “una clase privilegiada de monopolizadores de la riqueza, cada una diferenciándose más de la otra conforme avanza el capitalismo.” Esto ha convertido a la propiedad en “un poder social, una fuerza económica destructora de derechos, un germen fértil de injusticia, un medio para esclavizar a los desposeídos.” Y concluye: “Bajo este sistema no puede obtenerse igual libertad.” Bailie afirma que el moderno “mundo industrial de condiciones capitalistas” se ha “levantado bajo el regimen de estatus” (y por lo tanto de “privilegios por ley”). No obstante, parece improbable que hubiera podido llegar a la conclusión de que semejante sistema de clases sería fantástico si se desarrollase naturalmente o si el Estado actual fuese abolido manteniendo la estructura de clases intacta. [The Individualist Anarchists, p. 121]
Los anarquistas individualistas como Tucker y Yarrows acabaron por reconocer que incluso la competencia más libre se torna impotente ante las enormes concentraciones de riqueza asociadas al capitalismo corporativo.
El anarcocapitalismo, en mi opinión, es un sistema doctrinal que, si alguna vez se implantase, llevaría a formas de tiranía y opresión sin apenas parangón en la historia de la humanidad. No existe la más mínima posibilidad de que sus (en mi opinión, horrendas) ideas sean implementadas, porque destruirían rápidamente cualquier sociedad que cometiese este error colosal. La idea del “contrato libre” entre el potentado y su súbdito hambriento es una broma de mal gusto, tal vez valedera de algún espacio en un seminario académico que explore las consecuencias de estas (desde mi punto de vista, absurdas) ideas, pero nada más.
Noam Chomsky on Anarchism, entrevista con Tom Lane, 23 de diciembre de 1996
Claramente entonces, y por sus propios razonamientos, el “anarco”-capitalismo no es anarquista. Esto no debería sorprender a los anarquistas. El anarquismo, como teoría política, nació cuando Proudhon escribió ¿Qué es la Propiedad? específicamente para refutar la noción de que los obreros son libres, cuando la propiedad capitalista los fuerza a buscar ser empleados por terratenientes y capitalistas. Él se dio buena cuenta de que en semejantes circunstancias, la propiedad “viola la igualdad mediante los derechos de exclusión y crecimiento, y la libertad a través del despotismo... [y tiene] perfecta identidad con el robo.” No sorprende que hable del “propietario, a quien [el obrero] ha vendido y rendido su libertad.” Para Proudhon la anarquía es “la ausencia de amos, de soberanos”, mientras que “propietario” es “sinónimo” de “soberano”, puesto que “impone su voluntad y su ley, y no sufre ni contravención ni control.” Esto significa que “la propiedad engendra el despotismo,” pues “cada propietario es amo soberano dentro del ámbito de su propiedad.” [¿Qué es la Propiedad?, p. 251, p. 130, p. 264 y pp. 266-7] Debe señalarse asimismo que la obra clásica de Proudhon constituye una extensa crítica del tipo de apología de la propiedad privada que Rothbard hace para salvar su ideología de sus contradicciones evidentes.
Así que, irónicamente, Rothbard repite el análisis de Proudhon pero extrae conclusiones opuestas ¡y aún espera ser considerado anarquista! Más aún, se antoja igualmente irónico que el “anarco”-capitalismo se diga “anarquista” estando basado en los planteamientos en oposición a los cuales nació el anarquismo. Como se ha demostrado, el “anarco”-capitalismo tiene más sentido como “anarcoestatismo” -- un oxímoron, una contradicción en los términos. La idea de que el “anarco”-capitalismo merece el calificativo de “anarquista” es sencillamente falaz. Sólo alguien ignorante de qué es el anarquismo podría mantener semejante afirmación. Mientras es propio esperar que la teoría anarquista evidencie esto, lo maravilloso es que el “anarco”-capitalismo per se hace lo mismo.
Poco sorprende que Bob Black diga que “demonizar el autoritarismo del Estado mientras se ignoran idénticas condiciones serviles solo que circunscritas a un contrato en las grandes corporaciones que controlan la economía mundial es fetichismo en su peor expresión.” [The Libertarian As Conservative, The Abolition of Work and Other Essays, pp. 142] El izquierdista liberal Stephen L. Newman apunta lo mismo:
El énfasis que los libertarianos ponen en la oposición entre libertad y poder político tiende a oscurecer el papel de la autoridad en su visión del mundo... la autoridad ejercida en las relaciones privadas, sin embargo – en la relación entre empleador y empleado, por ejemplo – no encuentra ninguna objeción... [Esto] revela una curiosa insensibilidad hacia el uso de la autoridad privada como medio de control social. Al comparar la autoridad pública y privada, bien podemos preguntar a los libertarianos: Cuando el precio de ejercer la propia libertad es terriblemente alto, ¿qué diferencia práctica hay entre los mandatos del Estado y aquellos que vienen del empleador de uno?... Si bien decididamente las circunstancias no son idénticas, decir a los empleados descontentos que siempre son libres de dejar su trabajo parece no diferir del hecho de decir a los disidentes políticos que son libres de emigrar.
Liberalism at Wit's End, pp. 45-46
Como Bob Black indicó, los libertarianos de derechas aducen que “'al menos uno puede cambiar de trabajo.' Pero no puedes evitar tener un trabajo – de igual modo que bajo el estatismo puede uno al menos cambiar de nacionalidad, pero no puede evitarse el sometimiento a una nación-Estado u otra. Pero la libertad significa más que el derecho a cambiar de amo.” [Op. Cit., p. 147] Las similitudes entre el capitalismo y el estatismo están claras – y por lo tanto por qué el “anarco”-capitalismo no puede ser anarquista. Rechazar la autoridad (“el poder de tomar decisiones en última instancia”) del Estado y abrazar la del propietario denota no sólo un estado altamente ilógico sino también una contradicción con los principios básicos del anarquismo. Este apoyo encarecido al trabajo asalariado y a los derechos de propiedad capitalista indica que los “anarco”-capitalistas no son anarquistas porque no rechazan toda forma de arquía. Evidentemente, son partidarios de la jerarquía entre patrón y obrero (trabajo asalariado), y entre terrateniente e inquilino. El anarquismo, por definición, está contra toda forma de arquía, incluyendo la jerarquía generada por la propiedad capitalista. Ignorar la arquía obvia asociada a la propiedad capitalista es altamente ilógico, e intentar legitimar una forma de dominación porque emana de una propiedad “justa” mientras se ataca la otra porque proviene de una propiedad “injusta” es no ver el bosque por culpa de los árboles.
Además, debemos señalar que semejantes desigualdades en poder y riqueza necesitarán “ ser defendidas” de aquellos subyugados a ellas (los “anarco”-capitalistas reconocen la necesidad de policías y juzgados privados para defender la propiedad del robo – y, añaden los anarquistas, ¡para defender el robo y el despotismo consustanciales a la propiedad!). Debido a este apoyo a la propiedad privada (y por lo tanto a la autoridad), el “anarco”-capitalismo acaba por mantener un Estado en su “anarquía”: esto es, un Estado privado cuya existencia intentan negar quienes lo proponen simplemente negándose a llamarlo Estado, como un avestruz que esconde su cabeza bajo la tierra. Como apuntó muy acertadamente un anarquista, los “anarco”-capitalistas “simplemente sustituyen al Estado por empresas de seguridad privada, y a duras penas pueden ser descritos como anarquistas en el sentido en que se entiende el término normalmente.” [Brian Morris, Global Anti-Capitalism, pp. 170-6, Anarchist Studies, vol. 14, número 2, p. 175] Como analizaremos en mayor profundidad en la sección F.6, es por esto que el “anarco”-capitalismo sería mejor descrito como capitalismo “de Estado privado”, pues habría un equivalente funcional del Estado y sería tan asimétrico en favor de la elite propietaria como el existente (si no más). Tal como lo pone Albert Meltzer:
El sentido común muestra que cualquier sociedad capitalista puede pasarse con un “Estado”... pero no podría pasarse sin un gobierno organizado, o una forma privatizada de éste, si hubiera gente amasando dinero y otros trabajando para que lo amasaran. La filosofía del “anarcocapitalismo” soñada por la Nueva Derecha libertariana, no tiene nada que ver con el Anarquismo tal como éste se concibe por el propio movimiento Anarquista. Es una falacia... El capitalismo claramente desenfrenado... necesita alguna fuerza a su disposición para mantener los privilegios de clase, bien del Estado mismo o de ejércitos privados. Lo que propugnan es de hecho un Estado limitado – esto es, uno en el que el Estado tenga una función; proteger a la clase dominante, no interfiera en la explotación, y salga tan barato como sea posible para dicha clase dominante. La idea también sirve a otro propósito... una justificación moral para conciencias burguesas que permita abolir los impuestos sin sentirse culpable.
Anarchism: Arguments For and Against, p. 50
Para los anarquistas, esta necesidad que tiene el capitalismo de alguna suerte de Estado no es sorprendente, puesto que “La anarquía sin socialismo nos parece igualmente imposible [que el socialismo sin anarquía], ya que en tal caso no podría haber otra cosa que el dominio del más fuerte, y por lo tanto pondría inmediatamente en marcha la organización y consolidación de esta dominación; es decir la constitución de un gobierno.” [Errico Malatesta, Errico Malatesta: His Life and Ideas, p. 148] Por este motivo, por el rechazo “anarco”-capitalista hacia la crítica anarquista del capitalismo y hacia nuestros posicionamientos acerca de la necesidad de la igualdad, no pueden ser considerados anarquistas o parte de la tradición anarquista. A los anarquistas se les hace raro que los “anarco”-capitalistas quieran deshacerse del Estado pero a la vez mantener el sistema que contribuyó a crear, y su función como defensor de la propiedad de la clase capitalista y sus derechos. En otras palabras, reducir al Estado a su mera función de (utilizando la acertada palabra de Malatesta) gendarme de la clase capitalista no es un objetivo anarquista.
Por lo tanto el anarquismo es mucho más que la típica definición de diccionario de “no gobierno” -- también implica estar en contra de toda forma de arquía, incluída aquella generada por la propiedad capitalista. Esto queda claro a partir de la raíz de la palabra “anarquía”.
la palabra anarquía significa “sin amos” o “contrario a la autoridad.” Como el propio Rothbard reconoce, el propietario es el gobernante de su propiedad y, en consecuencia, de quienes la utilizan. Por esta razón el “anarco”-capitalismo no puede ser considerado una forma de anarquismo – un auténtico anarquista debe oponerse, en buena lógica, a la autoridad del propietario así como a la del Estado. Dado que el “anarco”-capitalismo no propugna explícitamente (ni implícitamente) cambios económicos que acaben con el trabajo asalariado y la usura, no puede tomársele por anarquista ni por parte de la tradición anarquista. Mientras que los anarquistas siempre se han opuesto al capitalismo, los “anarco”-capitalistas lo defienden y debido a esta defensa su “anarquía” vendrá marcada por relaciones basadas en la subordinación y la jerarquía (por ejemplo el trabajo asalariado), y no en la libertad (poco sorprende que Proudhon afirmase que “la propiedad es el despotismo” -- engendra relaciones autoritarias y jerárquicas entre personas de un modo similar al estatismo). Su apoyo al capitalismo “de libre mercado” ignora el impacto de la riqueza y el poder sobre la naturaleza y el resultado de las decisiones individuales dentro del mercado.Más aún, semejante sistema de poder (económico y social) requerirá gran cantidad de fuerza para mantenerlo, y el sistema “anarco”-capitalista de competencia de “empresas de defensa” será sencillamente un nuevo Estado, reforzando el poder capitalista, los derechos de propiedad y la ley.
Por todo ello el “anarco”-capitalista y el anarquista tienen diferentes puntos de partida y finalidades contrarias en mente. Su autoproclamación de anarquistas es falsa simplemente porque rechazan gran parte de la tradición anarquista para poner lo poco que aceptan al servicio de una teoría y una práctica no anarquistas. No sorprende que Peter Marshall dijera que “pocos anarquistas aceptarían a los “anarcocapitalistas” en el campo anarquista puesto que no comparten su preocupación por la igualdad económica y la justicia social.” Como tales, los “anarco”-capitalistas, “incluso si rechazan el Estado, deben ser llamados más acertadamente libertarianos de derechas antes que anarquistas.” [Demanding the Impossible, p. 565] |
Re: Anarco-capitalismo y liberalismo libertario
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per anarquista individualista |
20 ago 2009
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Cuando a un territorio es de propiedad de un individuo y tiene toda la autoridad (monopolio de la violencia, administracion etc) sobre ese territorio, a eso se le llama MONARQUIA ABSOLUTA. A lo que llamais empresas privadas de seguridad que compiten por tener clientes se les llama de toda la vida MERCENARIOS. Ademas segun la teoria liberal libertaria los propitarios tienen derecho a decidir sobre su propiedad vamos tampoco es que haga falta los mercenarios si tienes a trabajadores libres entrenados y dedicados a la defensa y el ataque (A ESO SE LE LLAMABA EJERCITO).
A mi lo que me parece gracioso es que poneis un sistema de dominio desfasado y le cambias el nombre a todo y ya creis que teneis una superteoria nueva.
Pero lo mejor de todo vais de libertadores de la humanidad y me obligais a tragar que tengo que respetar vuestra propiedades y las normas que los propietarios decidan sobre su terreno JAJAJAJAJAJAJA que no cuela que me la sopla vuestras normas y vuestra propiedades, que os podeis disfrazar cuantas veces querais que a mi me la sopla. |
Re: Anarco-capitalismo y liberalismo libertario
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per Neoliberales iros a la mierda asriel3790@hotmail.es |
20 ago 2009
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Esta claro que el Neoliberalismo quiera matar las ideologias socialistas-revolucionarias (Marxismo y Anarquismo). Y de hay saca falacias como convertir el marxismo en capitalismo de estado y al anarquismo en capitalismo propietario. Si todo es capitalismo desaparece el peligro de una revolucion.
Ya hace decadas que empezo a convertir al marxismo y al anrquismo en un producto de consumo (camisteas del Che, complementos con una a circulada etc) y intentar vaciarlos ideologicament y tergiversarlos. Pero desde el 2007-2008 a empezado a ensañarse, y a promover economicamente movimientos como el ``anarco´´capitalismo (neoliberalismo disfrazado de anarquismo) o los nazional-bolcheviques (marxismo disfrazado de nazismo). |
Re: Anarco-capitalismo y liberalismo libertario
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per neoliberales iro a la mierda |
20 ago 2009
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Correccion:(nazismo disfrazado de marxismo) |
Re: Anarco-capitalismo y liberalismo libertario
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per Anarcocap mi_poder@hotmail.com |
04 set 2009
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El anarcocapitalismo es el anarquismo máscoherente: libertad para el individuo, comunidades voluntarias, economí de propiedad privada.
Que hay de malo con la anarquía... los anarcosocialistas le tienen miedo a la anarquía que necesitan controlar a los individuos, e igualar la mediocridad para que una dictadura de asambleas, sindicatos y los activistas más elocuentes se apoderen de todo e instauren su anarco-Inquisición.
Los anarcosocialistas deben estudiar la economía y estudiar la ética de libertad, así se darían cuenta que el anarcocapitalismo es la expresión más coherente del anarquismo. Suele ser que quien es anarco-izquierdista es o porque es ignorante, sectario o porque está confundfido (si eres de los confundidos, investiga más, y superando la cárcel mental izquierdista tomarás la vía de la libertad). Hay que evolucionar, y el anarquismo de propiedad privada es la vía correcta y es libre.
Hay que liberarse de las cadenas ideológicas del socialismo para poder combatir al enemigo el Estado y la agresión a la vida, libertad y propiedad de los individuos. |
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