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Notícies :: criminalització i repressió
El Genocidio de Putis
25 feb 2009
Quinto mandamiento: “ NO MATARAS”
Jesucristo 2000 Hace 2000 años
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GENOCIDIO SIN CASTIGO

Los pobladores de Putis ubicado en la Provincia de Huanta, Departamento de Ayacucho en el Perú, gente sencilla, de descendencia indígena, dedicados al pastoreo y al cultivo rústico de la tierra para sobrevivir. Acostumbrados a cargar sus sufrimientos, sus penas en lucha a muerte y tenaz contra la naturaleza áspera y difícil, enclavado en los andes, cargados de truenos, lluvias persistentes y heladas que cuartean los rostros hasta vuelven estériles los campos. Sobreviviendo en una naturaleza difícil áspera, venciendo a las inclemencias del tiempo, la furia de los rayos, las lluvias, el granizo y heladas. Todo un drama para las familias para ganarse la vida, recogiendo la papa y el trigo con el sudor de su frente y de manera honrada.

Resignados a su suerte, con el estigma en su precariedad material habían sido interrumpidos en los años 84, por gente foránea que habían llegado a su lugar y que amenazaban su derecho a vivir en paz, su la tranquilidad. Y habían huido a las alturas de Huanta de los ataques de Sendero Luminoso, el grupo terrorista que azotó la zona, durante los años 1983-1984.

En 1984, el ejército peruano instaló una base militar para combatir la subversión en Putis, los soldados invitaron a la población a bajarse de las montañas, donde permanecían ocultos, con la promesa de brindarles protección. Los pobladores entre niños mujeres, adultos y ancianos confiados en que se les darían protección como es obligación y deber de los agentes de seguridad del Estado retornaron a su pueblo, en la seguridad de que la base militar les iba proteger de los subversivos.

Más de cien personas volvieron y durmieron en Putis la noche del 12 de diciembre del 1984, y en la madrugada del día siguiente, los soldados encargados de cuidar la seguridad de estas personas, ordenaron que las mujeres menores de 13 años hasta los 20 años se agruparan y se retiraran a la escuela donde sistemáticamente fueron violadas. A los hombres los obligaron a cavar una fosa diciéndoles que supuestamente iba a construir una piscigranja pero que resultó siendo su propia tumba. A quemarropa los ametrallaron sin piedad ni misericordia a todos, al borde de la fosa que habían cavado –hombres, mujeres, niños de menos de diez años de edad y ancianos- y les enterraron, sin misericordia, sin dignidad.


“Allí había unas 100 personas, quienes durmieron allí esa noche... recuerda que los militares separaron a las chicas más jóvenes de alrededor de 15 años, las que fueron llegadas a la escuela. Algunas de ellas eran casadas... La declarante recuerda que en la madrugada siguientes las jóvenes contaron que las habían ‘abusado’, refiriéndose a que habían sido violadas sexualmente. A las 6 de la mañana llegaron los militares de la base de Putis entregaron palas y picos a los hombres ordenándoles que cavaran huecos para hacer sus casas. Los hombres, quienes también se enteraron de las violaciones, obedecieron porque los militares los apuntaban con sus armas... huyó con destino a San José. Después de caminar cinco minutos escuchó la balacera”. (1)

Los soldados y los mandos, después de la masacrarlos y enterrarlos, entre risas y carcajadas se dedicaron a saquear sus pertenencias: pequeñas radio, ahorros, frazadas, artefactos eléctricos, gallinas, cuyes, ovejas, vacas y caballos. Fueron repartidos como un botín de guerra. Y los mandos ganaron su ascenso.

Así terminaron los comuneros de Putis, todos modestos y gente sencilla se dedican pacíficamente a las labores de cultivo y a la crianza de ganado, en una tierra áspera sin medios tecnológicos, con esfuerzo sobrehumano protegidos en su choza precaria de las inclemencias del tiempo. Negándoseles su derecho a la vida, se los asesino cobardemente sin misericordia ni piedad

La prensa peruana cómplice de estos asesinatos pretende hacer creer que estos pobladores eran terroristas.

¿A quien podrían hacer creer que esos niños y niñas de 4, 5, 8, 12 años en total cerca 19 menores, masacrados brutalmente podrían ser terroristas? Y también toda esa gente indefensa, que no tenían ningún arma, que mansamente se entregaron confiando en que sen que se les iban brindar protección. Se les hacen cavar un foso, su propia tumba y los asesinan cobardemente. Muchos de estos pobladores, y sus familias, eran cristianos evangélicos pertenecientes a las Asambleas de Dios del Perú.

A pesar que han pasado más de 20 años de este genocidio cobarde en contra de modestos, pacíficos pobladores indígenas de Putis, a la fecha no hay responsables de estos hechos, pese a existir abundantes pruebas y testigos y de estar vigente la declaración universal de los derechos humanos.

http://www.youtube.com/watch?v=cKApsZ4t-5g&feature=related

Crimen contra la humanidad

Felizmente el mundo vive en una sociedad de conocimientos y el reinado de los Derechos Humanos. El mundo animal ya quedó atrás, un mundo sin normas ni leyes, las naciones ya se va alejando cada vez más del submundo de las bestias. Por eso la Declaración de los Derechos Humanos establece muy claro en sun artículo 3:

Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona.

Los crímenes cometidos como en este caso de Putis, son crímenes de lesa humanidad. Y los responsables de estos asesinatos masivos, que actuaran con fiereza, brutalidad, saña y sin misericordia ni piedad, tienen que ser sancionados como se merecen y juzgados en cualquier parte del planeta.

La vida de cualquier persona sea de cualquier condición de edad, sexo, rico o pobre es valiosa y se debe respetar su derecho a existir.

Los soldados y mandos masacradores de Putis como si fueran dueños de la vida de las personas, hacedores de vida, dioses escudados en un fusil que se dedicaron a masacrar, asesinar y hasta violar con cobardía extrema. Deben sentir que existen leyes que deben respetarse, ya que el mundo no es un mundo de animales, sino de seres humanos que reconocen leyes que imperan en la conducta de los seres humanos. Y todas las personas merecen respeto sea estos con fusil o sin fusil. Ya Jesucristo hace 2000 años dijo no mataras.

Por ello toda persona que se considera ser humano, debe repudiar, condenar estos crímenes contra gente indefensa, laboriosa y honesta como la de estos pobladores de Putis. Y pedir en los fueros internacionales que de una vez se sancionen a los responsables de este genocidio atroz contra seres humanos.

(1)     http://www.cverdad.org.pe/ifinal/pdf/TOMO%20VII/Casos%20Ilustrativos-UIE.

http://www.larepublica.com.pe/component/option,com_contentant/task,view//

http://es.wikipedia.org/wiki/Putis

http://www.elcomercio.com.pe/edicionimpresa/Html/2008-05-24/exhuman-rest

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Sindicat Terrassa