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Notícies :: amèrica llatina |
Célebre Luchador por los DDHH bajo Amenaza
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per Luis Agüero Wagner Correu-e: ataquedigital ARROBA aventura.com.py (no verificat!) |
08 gen 2009
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Un célebre luchador por los derechos humanos en Paraguay, el doctor Joel Filártiga, fue amenazado por grupos vinculados a la prensa que apoyó la campaña del obispo Fernando Lugo. |
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Un célebre luchador por los derechos humanos en Paraguay, el doctor Joel Filártiga, fue amenazado por grupos vinculados a la prensa que apoyó la campaña del obispo Fernando Lugo, quienes buscan silenciar sus protestas por la contaminación ambiental transgénica y uso indiscriminado de agrotóxicos.
Joel Filártiga es un afamado médico rural y artista plástico que constantemente denuncia la contaminación ambiental y los daños a la salud ocasionados por el modelo agroexportador de Monsanto, que en Paraguay promueve el monocultivo de soja transgénica.
La amenaza fue realizada a un conductor de radio del interior del Pais, en Concepción, que constantemente abre su espacio a las denuncias por contaminación. El conductor, Henry Paniagua, llamó a realizar la denuncia a la radio Cáritas de la capital paraguaya.
Según la fuente, las amenazas de no permitir que se siga con las denuncias provienen de la Cámara de Anunciantes del Paraguay, un grupo vinculado a la embajada norteamericana y a la campaña que llevó al poder al obispo Fernando Lugo. Ver:
correosemanal.blogspot.com/2008/07/paraguay-una-operacin-encubierta-de-la.html
EL CASO FILÃ?RTIGA, LA VERDAD PROHIBIDA
En la madrugada del 30 de marzo de 1976, hace cerca de 32 años, se consumaba lo que la prensa paraguaya calificarÃa entonces como “un crimen pasional en Sajoniaâ€?. Detrás de los hechos habÃa otra historia que intentó ser relegada al olvido por quienes siguen sosteniendo la "tesis" del crimen pasional en privado, guardando en público un prolongado silencio de más de tres décadas. Ese impuesto letargo hubiera mantenido la verdadera historia oculta hasta hoy si ésta no fuera descubierta ante la opinión pública internacional desde el ámbito menos pensado: la comunidad artÃstica de Hollywood.
En 1991 HBO y AmnistÃa Internacional produjeron el film “La guerra de un solo hombreâ€?, con un elenco integrado por afamadas estrellas como Anthony Hopkins, Norma Aleandro y Rubén Blades. La pelÃcula estaba basada en la extraña muerte de Joelito Filártiga, hijo de 17 años del doctor Joel Filártiga, ocurrida el 30 de marzo de 1976 en el domicilio del comisario Inspector Américo Peña, en el barrio Sajonia de Asunción.
En los archivos del Terror existe abundante documentación que demuestra la estrecha vigilancia que mantenÃa la policÃa polÃtica sobre el doctor Joel Filártiga, a quien acusaba de ser un “peligroso comunistaâ€?, por lo cual no es difÃcil entender que existÃan sobradas razones para sospechar de motivaciones para el crimen que no correspondÃan precisamente a las sentimentales.
Según la policÃa, Joelito fue asesinado por el esposo de su supuesta amante al sorprenderlo en su propia cama matrimonial. La llamativa variedad de lesiones que presentaba el cadáver, los evidentes esfuerzos de la policÃa por entorpecer el juicio abierto a los culpables, las trabas a las investigaciones y la búsqueda de obtener diagnósticos médicos falsos, pusieron al descubierto que se trataba de algo mucho más grave que un simple crimen pasional.
LA VERDAD PROHIBIDA
Las conclusiones de los expertos dictaminando que las escoriaciones se debÃan a electricidad, las equimosis a golpes de cachiporras, que Joelito habÃa sido esposado y le habÃan hundido una mano de una patada antes de ultimarlo, jamás aparecieron en las edulcoradas crónicas de la prensa escrita ni fueron difundidas jamás por las emisoras de radio de los "paladines de la democracia".
El minucioso acto de carnicerÃa que la policÃa polÃtica perpetró con la humanidad de Joelito, y los inequÃvocos signos de tortura que delataban las heridas cortantes, contusas, penetrantes, lancinantes, los 18 grupos de equimosis lineales distribuidas por toda su piel y las quemaduras por electrocución, no conmovieron la ética de los guardianes de la libertad.
Las crónicas del diario ABC color (periódico que brindaba su respaldo incondicional a la dictadura de Stroessner) calificarÃan entonces al homicidio como "un crimen pasional en Sajonia", haciéndose eco de la versión oficial de la PolicÃa. Las lesiones de la vÃctima, Joelito Filartiga Speratti, delataban signos de torturas como quemaduras y electrocución, pero la prensa oficialista que dirigÃa el empresario del entorno estronista Aldo Zuccolillo, defendió a capa y espada los partes fraguados por los esbirros de la policÃa polÃtica, de la misma manera que en otros casos invariablemente brindaba su respaldo a la labor represiva de aquellos personajes. Era frecuente en ese tiempo que los perseguidos por la policÃa polÃtica de la dictadura aparezcan fotografiados en primera plana de ABC color como "buscados", al más puro estilo de la cacerÃa de criminales del lejano oeste.
El diario también reclamaba la "cooperación" de la ciudadanÃa, a la que hacÃa llamados a delatar a disidentes que no compartÃan su afinidad con el régimen. Y en sus editoriales, dedicaba panegÃricos al mismo Jorge Rafael Videla.
La etapa contestataria de ABC color, ciertamente, todavÃa habrÃa de esperar algunos años. El tiempo serÃa propicio para la lucha por la libertad cuando se produzca un giro en la polÃtica norteamericana con respecto a Paraguay durante la administración Carter. La tensión entre Zucolillo y Stroessner habrÃan de aumentar cuando el administrador de ABC color Angel Arias le informe a su pariente Alejandro Cáceres Almada de que el director del diario donde trabajaba, Aldo Zucolillo, pretendÃa lanzarse como candidato presidencial impulsado y asesorado por Fernando Levi Rufinelli.
LOS DUENDES DE LA JUSTICIA
Uno de los principales autores materiales del asesinato de Joelito, el comisario Américo Peña, decidió huir a Estados Unidos cuando el doctor Joel Filártiga lo llevó a estrados judiciales en medio de gran escándalo. Desarraigado y torturado por la propia conciencia, ingresó como turista por Miami y tomó rumbo hacia el norte, para perderse en la inmensidad de New York.
No tardó la nostalgia por el terruño en asediar a Peña, mientras lustraba muebles en la gran manzana, y empezó a escribirle a su familia que se habÃa quedado en Sajonia. Como obra de los duendes de la justicia, un cartero confundió las direcciones y las entregó equivocadamente en la misma cuadra de la familia del comisario, pero en la residencia del Dr. Filártiga. Un periodista habÃa publicado en la prensa escrita las fotos de ambas casas, con los epÃgrafes invertidos, facilitando la confusión del Correo.
Localizado y detenido en Brooklyn, Peña fue sometido a un juicio que acaparó la atención de la prensa mundial, y derivó en un legado permanente para la justicia. A partir de entonces, ningún torturador, como antiguamente los piratas, quedaba a salvo de la Ley por más alejado que se encuentre de la escena de sus crÃmenes.
Se habÃa roto el silencio en las mismas entrañas del monstruo. |
Mira també:
http://correosemanal.blogspot.com/2008/07/paraguay-una-operacin-encubierta-de-la.html |
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