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Un comentario inter/nauta y clase obrera.
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per K. Raveli Correu-e: 6864 ARROBA romandie.com (no verificat!) |
09 des 2008
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Creo que es importante desarrollar una netiqueta política muy abierta sobre determinadas cuestiones fundamentales, y por esto publico aquí, en vez de en Kaos, una rápida contestación a Iñaki Gil. El debate público es el ánima fundamental del trabajo político. |
Desconozco las razones que han llevado a una conocida página española de internet a cerrar los comentarios para un muy reciente artÃculo de un compañero (“Mujeres, sexualidades, fascismo e internacionalismo bajo la crisis capitalistaâ€?, http://www.kaosenlared.net/noticia/mujeres-sexualidades-fascismo- , de Iñaki Gil de San Vicente) pero esto ha pasado. Pues, como en el texto figura una somera crÃtica a propósito del tema clase obrera y trabajadora, al haber escrito una rápida contestación, me he encontrado con que los comentarios estaban cerrados, justamente.
Creo que es importante desarrollar una netiqueta polÃtica muy abierta sobre determinadas cuestiones fundamentales, y por esto publico aquÃ, en vez de en Kaos, tal rápida contestación prevista para Kaos. El debate público es el ánima fundamental del trabajo polÃtico.
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Esta es la inmediata y sucinta reacción a los párrafos en cuestión (Nota):
Sobre el tema de género, coincido en lÃneas generales con las reflexiones del abundante material de Iñaki, y también, en grandes lÃneas, sobre la cuestión del fascismo, pero me parece digamos discutible el uso excesivo del término acrÃtico de ‘clase’ trabajadora.
A pesar de ser efectivamente todavÃa dominante en “las izquierdasâ€? – y de aquà surge justamente el problema – este concepto incoherente y hasta erróneo de “claseâ€? trabajadora nos aleja de la comprensión de la realidad concreta del capitalismo.
Sobre todo, nos limita en el conocimiento de las contradicciones internas de la CLASE OBRERA, que son justamente las que la clase capitalista está desarrollando y utilizando.
Porqué los cuatro sectores o estatus más importantes de la clase, tienen sus distintas contradicciones centradas lógicamente en la cuestión del empleo y del trabajo, justamente:
Sector en formación (las escuelas, los centros de formación, etc), anillo imprescindible de la cadena reproducción-producción, con un gran potencial social, local y nacional;
Sector en desempleo y paro (inclusive o sobre todo a nivel global, mundial, interrelacionado por las migraciones, la movilidad temporal, las comunicaciones, deslocalizaciones, etc);
Sector subempleado (con todas las crecientes figuras de precariedad y hasta de nuevas formas de semi-esclavitud y, sobre todo, con la generación en aumento de figuras autónomas y/o parasubordinadas, casi siempre desligadas del salario digamos clásico);
Sector empleado, trabajador, en funciones y tareas más o menos fijas, con contratos más garantizados, estables y asalariados.
La categorÃa de ‘trabajador’, desgraciadamente, resulta en parte condicionada como concepto por la producción material de formas capitalistas prefordistas y fordistas e industriales. Por esto en las primeras fases del capitalismo moderno era materialmente dominante, también desde un punto de vista polÃtico. Pero ahora no podemos hacer coincidir la clase con los trabajadores. Si no es con una forzada operación ideológica, muy poco materialista.
La clase es otra cosa, además de los trabajadores. El parado migrante, el estudiante o becario, el autónomo diseñador, muy precario e intermitente, de lenguajes informáticos, mediáticos, etc., la empleada semiesclavizada en asistencia familiar, y a veces hasta la misma ‘dueña’ que la emplea, etc. son TODOS CLASE OBRERA, en cuanto para vivir estamos siempre obligados a someternos – hoy hasta en todos los aspectos de nuestra vida, no sólo trabajo y consumo!, la sexualidad por ejemplo! - a las leyes de producción y valorización capitalista, con su alienación, explotación, reificación y codificación mercificada (del tiempo, de los valores, de la materia, del entorno).
La condena general y divina del trabajo salariado, capitalista por supuesto, con todas sus derivadas rentistas seudo-autónomas (cada vez menos ‘colaterales’!).
El uso ‘abstracto y mecánico’ del pensamiento y lenguaje se manifiesta hablando de ‘clase’trabajadora, no lo contrario, CLASE OBRERA, mientras que la ‘impotencia práctica’ para desarrollar lucha de clases, sólo la demuestran aquellas organizaciones que no asumen la clase obrera en su totalidad, trabajando en los cuatro, con los cuatro y desde los cuatro sectores que la componen. Luchando con una estrategia de conjunto de clase. Hoy internacional, además! Y no necesariamente a partir del sector trabajador, empleado, más garantizado, sindicalizado, coto estatal por coto estatal, sector productivo por sector productivo, etc.
Únicamente en este sentido podemos hablar de PUEBLO TRABAJADOR que, de lo contrario, se revela una contradicción en términos, y hasta, con la crisis que nos están imponiendo, casi un oxÃmoron. A menos que nos conformemos con la concepción ideológica de pueblo y de trabajador pensando subsumir totalmente el componente de clase con el aspecto nacional. En los casos de pueblos como el nuestro que luchan también por su liberación de estados foráneos.
Luego, es verdad que hay cambios ‘internos’ muy importantes en el sector trabajador de la clase, pero no se pueden entender sin tener en consideración a toda la clase. DirÃa más: a toda la clase obrera mundial en cada una de sus miles de extensiones nacionales, la gran mayorÃa oprimidas por estados-nación. De otra forma, los cambios ‘internos’ no se pueden descifrar. Mientras que la clase capitalista los entiende, los dirige, los administra y hoy saca su riqueza y poder de ello. Se mantiene en el poder mundial y nacional gracias al dominios de ESTAS contradicciones internas a la clase, sobre todo. Más que por la violencia abierta o latente de sus ejércitos y policÃas, ultima ratio.
Luego, cita Iñaki varias veces al sindicato LAB, y aquà también estoy de acuerdo: parece que en un rayo de miles de kilómetros no exista otra organización nacional de clase importante que tienda hacia una estrategia realmente anticapitalista. Pero, como en los prolegómenos del ’68, o del foralismo mundial de hace poco, frente a nuevas oleadas de luchas que seguramente se pondrán en movimiento con nuevas formas y contenidos, ¿tendremos que apechugar con todo ese sindicalismo conservador que existe ahora, esencialmente de acompañamiento capitalista, como el que hizo reacción al obrero masas y estudiantil de los años 60 y 70 pasados? Es decir: una labor sucia para el capitalismo.
A organizar la clase y a luchar entonces, sÃ, adelante, pero sobre premisas materialistas, no laboristas e ideológicas! El capitalismo cognitivo nos está adelantando otra vez, con su crisis de crecimiento y de reorganización estratégica.
Más aún: las consecuencias mayores de las anteriores crisis, justamente, las ha pagado la clase obrera con nuevas descomposiciones internas, jugadas por el capital multinacional sobre los cuatro sectores. A lo que hay que estar preparados.
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(Nota: imagino que Iñaki Gil se refiera en concreto a unas tesis de mi último trabajo publicado poco antes en el mismo Kaos, sobre el fiasco general de las izquierdas: http://www.kaosenlared.net/noticia/fiasco-colosal-izquierdas-laboristas- ) |
Mira també:
http://www.kaosenlared.net/noticia/fiasco-colosal-izquierdas-laboristas-fin http://euskalherria.indymedia.org/eu/2008/11/55300.shtml |
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Comentaris
Re: Un comentario inter/nauta y clase obrera.
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per Pitilin larroza |
09 des 2008
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Los comentari se abrán zerrao en Kao, para ebitar provos, digo pío. |
Re: Un comentario inter/nauta y clase obrera.
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per Andreu |
10 des 2008
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Clase obrera? Que es esto hoy? Existe? |
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