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El caribe mexicano: paraíso para algunos, infierno para muchos...
19 nov 2008
Una aproximación a la situación de migrantes chiapanecos en la costa norte de Quintana Roo.
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"Los náufragos de la globalización peregrinan
inventando caminos, queriendo casa,
golpeando puertas:
las puertas que se abren, mágicamente,
al paso del dinero,
se cierran en sus narices.
Algunos consiguen colarse".
Eduardo Galeano, "Bocas del tiempo"


Sinopsis: Cada semana cientos de migrantes chiapanecos arriban a la costa norte de Quintana Roo para trabajar en la construcción de onerosos hoteles y centros vacacionales. Este boletín pretende denunciar lo que poco se dice acerca de este "paraíso vacacional": las condiciones inhumanas en las que trabajan y viven, y la problemática que atraviesan durante su estadía en el caribe mexicano.

Introducción

Al norte del estado de Quintana Roo, existe un "paraíso vacacional" al cual arriban más de tres millones de turistas cada año. Se cree que Cancún significa -en lengua maya- "nido de serpientes", aunque se dice también que Cancún deriva de la palabra "Ka’an Ku’un" que significa "serpiente amarilla", ya que durante el amanecer un suave color amarillo cubría el brazo de tierra bañado por la laguna y el mar, conocido como la isla de Cancún, que tiene forma de serpiente. Claro, antes de que existieran los hoteles...

Donde antes había selva, manglar y arena, hoy el paisaje lo conforman grandes cadenas hoteleras, avenidas atestadas, Mc Donalds, e inmensos centros comerciales. Se estima que Cancún genera más de 2 mil millones de dólares en divisas al año, y que, junto con Bahamas, ocupa el primer puesto en captación de turistas en el Caribe, a la vez que posee la más alta ocupación hotelera de México(1). El estado de Quintana Roo aporta cerca de un tercio del ingreso total del país en concepto de turismo.

Cada año, miles de trabajadores provenientes de Chiapas, Oaxaca, Campeche y Yucatán llegan a Quintana Roo en busca del sueño que no pueden cumplir en sus comunidades de origen. Los destinos más frecuentes son Cancún, Playa del Carmen, Isla Mujeres, Cozumel, los cuales están ubicados a lo largo de lo que se conoce como "Riviera Maya" o caribe mexicano. Se cree que cada año la población del estado se incrementa en más de 50 mil personas en promedio. La tasa de crecimiento poblacional de Cancún, por ejemplo, es del 7%, mientras que el promedio nacional es de 1.9%. A su vez, el municipio de Solidaridad, al cual pertenece Playa del Carmen, goza del primer puesto en crecimiento poblacional de todo el continente americano, con una tasa anual de crecimiento de más de 15.8%(2).

Se estima que en el año 2006 ingresaron al estado de Quintana Roo 10 millones de visitantes, los cuales gastaron 4 mil millones de dólares, según datos de la Secretaría de Turismo estatal(3). Pero existe una diferencia insalvable entre aquellos que llegan en búsqueda de placer y diversión, y aquellos que vienen tras unos pesos que les permitan salir adelante a ellos y a sus familias. Mientras unos arriban para disfrutar de ostentosas instalaciones y playas paradisíacas, otros llegan para construir la multimillonaria infraestructura de un sistema cuya esencia es la injusticia y la explotación. Es el contraste de dos Méxicos que coinciden en el mismo espacio: el del lujo y el de la miseria.

1. Maratón hacia el primer mundo: la acelerada construcción del "Paraíso Vacacional"

Corrían los años 60s y el entonces presidente Gustavo Díaz Ordaz se preguntaba cómo llevar el desarrollo y crecimiento económico a una de las zonas más rezagadas del país: el despoblado estado de Quintana Roo. Fue así como el INFRATUR - organismo que antecedió al Fondo Nacional para el Fomento al Turismo, FONATUR- formuló el Plan Maestro para convertir a Cancún en un gran polo de desarrollo turístico, valiéndose de objetivos como el de crear empleos en una zona carente de alternativas económicas(4) y captar divisas para el desarrollo industrial de la nación.

La construcción se inició rápidamente en 1970, y ya para 1975 se contaba con 15 hoteles y una totalidad de 1322 cuartos. El plan incluyó la construcción de un aeropuerto internacional y toda la infraestructura necesaria para convertir a Cancún en un destino turístico de "primer nivel". En los años 90s, la construcción de la carretera que desciende desde el norte del estado hacia el sur, uniendo Cancún con Tulum, impulsó el desarrollo acelerado de los demás centros turísticos de la "Riviera Maya", como es el caso de Playa del Carmen, al tiempo que incitó la instalación de numerosos hoteles a lo largo de toda la costa caribeña. Este desarrollo acelerado atrajo a miles de inmigrantes de estados como Chiapas, Oaxaca, Tabasco, Puebla, Veracruz y Yucatán.

2. "Chapitas" en Quintana Roo: la otra cara de la moneda

Los grandes proyectos turísticos forman parte del entramado neoliberal, ávido de inversiones y en búsqueda permanente de ese ejército de reserva que le garantice mano de obra barata y eficiente. "Para conformar ese ejército de reserva", según Mercedes Olivera y María Teresa Ramos, "el sistema construye la disposición individual y social de migrar... no sólo como práctica necesaria y con frecuencia última alternativa para que las personas tengan una sobrevivencia digna, sino como una forma de alcanzar una imaginada realización personal, de tener y consumir lo que otros tienen, de sentirse reconocidos y exitosos."(5)

En Chiapas, hombres y mujeres, en su mayoría jóvenes, procedentes de Ocosingo, Las Margaritas, Comitán, Chilón, Yajalón, Simojovel, San Cristóbal de las Casas, entre otros, cruzan la frontera interestatal en búsqueda de algún empleo en la construcción o en el servicio doméstico. Se cree que de los 90 mil trabajadores en el norte del estado, 40 mil pertenecen a Chiapas. Ellos y ellas son la otra cara de la moneda, la gran masa de excluidos y excluidas que paradójicamente se vuelven indispensables a la hora de construir los pilares de este multimillonario mundo al que nunca podrán acceder.

A partir de la crisis rural, el desplome del empleo y la agudización de la desigualdad social en el campo(6), sumado a la fuerte devastación de los huracanes Mitch y Stan, y los más recientes derrumbes al norte del estado, Chiapas escaló hasta el cuarto lugar como expulsor de mano de obra a nivel nacional.

Según un estudio que llevó adelante Cáritas San Cristóbal de las Casas junto a Redes Turismo, llamado "Problemática de los trabajadores migrantes pendulares provenientes de Chiapas a la zona norte del estado de Quintana Roo"(7), el 80% de los migrantes encuestados son hombres, y tres de cada cuatro oscilan entre los 15 y los 34 años de edad. Aunque en este proceso domina la tendencia a la migración temporal, con el pasar del tiempo se fueron dando muchos casos de asentamientos permanentes en colonias a orillas de las ciudades(8).

El carácter pendular de la migración se evidencia con el hecho de que más de la mitad de los migrantes ya han estado dos o más veces en el estado. La mayoría de ellos deja familiares directos en Chiapas y sólo un 20% trae a su familia consigo. En un 75% se trata de migrantes que son campesinos o jornaleros agrícolas en sus lugares de origen, siendo que sólo una pequeña porción de ellos se dedicaba a tareas de construcción en su estado.

3. La historia de un sueño vuelto pesadilla...

La travesía hacia el "primer mundo" comienza con el pollero, quien desde sus oficinas ubicadas en ciudades como San Cristóbal, ofrece al migrante el pasaje hacia tierras calientes donde seguramente al bajarse del bus ya tendrá un trabajo asegurado, lo cual muy pocas veces es cierto. Cuando los migrantes llegan a destino, suelen esperar en plazas o espacios públicos a que llegue el "cabo", que es el nexo entre el trabajador y el subcontratista de la obra. Esta persona será la encargada de trasladarlos hasta la obra de construcción donde trabajarán, por medio de acuerdos orales y sin ningún tipo de garantía de pago. La primera semana de salario le corresponde al cabo, lo cual es un acuerdo previo entre él y el subcontratista.(9) Estos contratos verbales por lo general abarcan sólo una semana, por lo que cada lunes el trabajador debe procurarse un nuevo contrato, lo cual genera una situación de extrema inseguridad laboral.

Aunque mejores que los ingresos que reciben en sus comunidades de origen como jornaleros agrícolas, los salarios que perciben en la construcción son bajos, en relación a la carga horario y la situación de vulnerabilidad a la que se enfrentan. Aunque a veces se logra juntar 3000 pesos mensuales, el promedio salarial es de 1500 pesos, que corresponde al gasto de una sola noche de hotel en algún todo incluido o la cena en algún lujoso restaurant de la "Quinta Avenida" en Playa del Carmen. La jornada laboral alcanza las 10 u 11 horas diarias en promedio, con el descanso dominical.

El hecho de que la migración sea pendular y los contratos tan temporales explica que predomine el trabajo informal, que no exista seguro social y que muchas veces ni siquiera haya un registro de los trabajadores. Todo ello achica los "costos de producción" para las empresas constructoras. Los accidentes en las construcciones son frecuentes, y cuando alguien muere muchas veces ni siquiera se sabe su nombre. Se estima que se hay entre 40 y 50 empleados heridos cada semana(10). En al año 2006 murieron 280 albañiles por accidentes de la construcción en el estado(11). Los accidentados deben procurar por si mismos los medios para curarse, al igual que aquellos que se enferman debido a los malos hábitos alimenticios y las pésimas condiciones de higiene. Frente a los recurrentes accidentes, ni el gobierno ni las empresas toman acción, de hecho en la mayoría de las obras los albañiles deben rentarle a la empresa el casco de protección, el cual es "obligatorio". También la normativa exige colocar redes de contención para posibles caídas, lo cual tampoco existe. Cuando mueren, los cuerpos son habitualmente abandonados a la orilla de la carretera o arrojados en fosas comunes. La familia difícilmente se entera del fallecimiento.

Para dormir, en algunos casos, las empresas constructoras instalan campamentos para que los albañiles pasen la noche, generalmente en hamacas o en cartones sobre el piso. Pagan menos que por la renta de un lugar, pero las condiciones son paupérrimas: no cuentan con agua ni drenaje, duermen casi a la intemperie con la amenaza constante de que les roben sus pocas pertenencias o su dinero. La revista Proceso(12) describe a uno de estos "campamentos" como "una barraca construida con láminas de cartón, polines y restos de madera, instalada junto a manglares putrefactos", donde pasan la noche cerca de 100 albañiles que trabajan en la construcción del "Hotel NH" del Grupo Martinón-Grumasa, de capital español, cuya inversión es de unos 240 millones de dólares para edificar 600 habitaciones premium. Cuando los trabajadores no cuentan con campamentos, deben rentar "cuarterías", pequeños cuartos o palapas en los que se acomodan hasta 10 personas en condiciones de total hacinamiento. La última opción es pasar la noche en los parques públicos, claro, hasta que la policía los corre porque "afean" la ciudad y "espantan" a los turistas.

Durante su larga jornada laboral, expuestos al calor y a la presión de los tiempos de entrega de la empresa, los trabajadores cuentan con un servicio de comida proporcionado por empresas subcontratadas por los responsables de obra(13), pero con un elevado precio que va de 30 a 35$ la ración. Generalmente, no les queda otra opción que pagar ese monto, debido a las grandes distancias que deberían recorrer para proveerse de alimento en otro sitio, de modo que se ven obligados a compartir la comida entre 2 ó 3. Muchas veces la comida habitual termina siendo un refresco y un paquete de Sabritas.(14)

4. Explotación y depredación: binomio ideal para el lucro empresarial

Se estima que en 24 años ha desaparecido alrededor del 75% del manglar, ecosistema característico de las costas quintanarroenses.(15) Los manglares están formados por arboles de enormes raíces que crecen a orillas de la playa. Además de ser hogar para numerosas especies, su función es la de filtrar agua, controlar la erosión, y fundamentalmente proteger a la población costera de huracanes y tormentas(16). Los manglares a su vez son estratégicos para la sobrevivencia del arrecife de coral mesoamericano, el cual es el segundo en tamaño y riqueza después del australiano.

Las organizaciones ambientalistas de la zona atribuyen esta depredación a las grandes obras de turismo, la construcción de carreteras y la tala clandestina. En el año 2004, Alberto Cárdenas, quien era en ese momento titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), modificó la normatividad sobre el ecosistema, habilitando la tala del manglar por un módico pago de 10 pesos por metro cuadrado. Con la complicidad del gobierno, las empresas se sirven plácidamente de las selvas y manglares, para erguir sobre ellas sus monstruosos hoteles, como es el caso de las compañías de inversionistas españoles.

De cada 4 hoteles en la riviera maya, se estima que 3 pertenecen a capitales españoles. Según datos de la Secretaría de Economía de México, entre 1999 y 2006 la inversión proveniente de España fue de 114 mil millones de dólares para el estado de Quintana Roo. De ese monto, el 70% fue destinado a la hotelería(17). Grupos ecologistas denuncian que las empresas españolas se enriquecen a costa de los recursos naturales mexicanos y de la explotación de la mano de obra, pasando por alto leyes ecológicas, de desarrollo urbano y laborales(18). Todo aquello que les fue prohibido en España, lo llevan a cabo sin ningún tipo de impedimento en México. En España, el Ministerio del Medio Ambiente denunció que los hoteles nacionales acabaron con la cuarta parte de los 2.000 kilómetros de playas españolas(19), como es el caso de Mallorca y Cádiz. Es que el modelo todo incluido que estos hoteles promueven es triplemente dañino, en cuanto deteriora al medio ambiente, no resulta en beneficios económicos para la región y explota impunemente a la mano de obra, pasando por alto sus derechos laborales.

La llegada masiva de cadenas españolas a las costas caribeñas se dio a mediados de los 90s, aprovechando las facilidades para la inversión y los bajísimos precios de los terrenos(20). Tal fue el caso del Grupo español Piñero, que opera el complejo Bahía Príncipe, el más grande de toda la Riviera Maya. Las 477 hectáreas por las que se explaya fueron adquiridas por sólo 28 pesos (2.24 dólares) por metro cuadrado(21).

Paradigmático es el caso de la cadena Sol-Meliá, la empresa hotelera más grande del mundo, también de capital español, y cuyo proyecto "Costa Turquesa" está siendo uno de los más destructivos del ecosistema. Ubicado en Playa del Carmen, donde termina la Quinta Avenida, el proyecto planea construir más de 2 mil cuartos de hotel. Aun cuando ni siquiera se contaba con la autorización federal, el empresario Rangel Castelazo ya había desmontado de forma ilegal cientos de hectáreas de manglar y selva para ir adelantando el trabajo. Aun así, y gracias al poder de cabildeo de la trasnacional(22), la Sermanat autorizó la ejecución del multimillonario proyecto, en detrimento de una zona de gran valor ecológico que sufrirá daños irreparables.

5. Dos mundos conviviendo en paralelo: los muros invisibles de la discriminación

Existe una jerarquización social fuertemente enraizada en los ámbitos de trabajo. Mercedes Olivera y María Teresa Ramos señalan un primer nivel de jerarquías, llamado "empresarial", el cual tiene una cabeza extranjera e invisible, que realiza las licitaciones dirigidas a constructoras también transnacionales, las cuales contratan a empresas mexicanas de menor tamaño para ejecutar de forma segmentada la parte específica que les corresponda. Existe un segundo nivel conformado por técnicos nacionales: profesionales como ingenieros, técnicos y arquitectos. Le sigue un tercer nivel de personal local y migrante: maestros de obra, plomeros, carpinteros, herreros, etc. Por ultimo, en cuarto lugar se encuentra la gran masa de inmigrantes pendulares que sostiene la gran pirámide laborando como albañiles. En su mayoría "chapitas", muchos sin hablar español, y generalmente urgidos de trabajo, ellos son objeto de las más diversas prácticas de explotación y discriminación. Pero hay un peldaño más abajo aún: el de las mujeres, que si no trabajan en el servicio doméstico de los hogares de los de "arriba", forman "brigadas de limpieza" en las obras de construcción, cuya tarea consiste básicamente en juntar los escombros y recoger la basura.

En Cancún, la zona hotelera contrasta fuertemente con las colonias populares donde viven las y los trabajadores. A través del bulevar Kukulcán se puede recorrer la exclusiva y lujosa zona hotelera, a lo largo de la isla de Cancún, donde las playas pertenecen casi exclusivamente a los hoteles y abundan restaurantes y centros comerciales de primer nivel. Lejos de la zona hotelera, los populosos barrios van formando anillos alrededor de la ciudad. Estos asentamientos no cuentan con pavimentación, menos con agua y servicios básicos. Son enclaves de pobreza en una de las zonas más suntuosas del país. Se cree que en Cancún más de 100 mil personas viven en condiciones de "alta marginación"(23), de los cuales 40,000 son indígenas. Aunque entran millones de dólares al municipio en concepto de divisas por el turismo, poco y nada se ha invertido en dotar de casas con agua y electricidad a los cientos de migrantes que llegan a vivir semana a semana.

Esta "jeraquización espacial"(24) también es claramente visible en Playa del Carmen. Allí, los "pobres" están abruptamente separados de la zona turística por la carretera y la avenida Colosio. De un lado, hoteles, bares y hasta barrios cerrados fueron desarrollándose a lo largo de la Quinta Avenida. Del otro lado de la carretera, "el ejido" hospeda a los miles de hombres y mujeres que hacen posible que ese mundo artificial funcione día a día.

6. La contracara de la diversión y el placer: el desarraigo y la soledad

El alcohol y las drogas son moneda corriente entre los trabajadores de la construcción. El hecho de que la mayoría sean adolescentes, lejos de sus familias, en un ámbito ajeno a su cultura, excluidos y explotados, los lleva a sumirse en cuadros de angustia y depresión, que derivan en alcoholismo y drogadicción. Además, sus carencias contrastan con el lujo y la ostentación de los hoteles que ellos mismos construyen, donde advierten un estilo de vida que ellos nunca podrán llevar. Se estima que la mitad de los trabajadores son menores de edad. Las constructoras los prefieren "chavitos" porque son más resistentes físicamente y se quejan menos.

Se dice que la tasa de suicidios en Cancún está por encima del promedio nacional(25). Cifras reportaron 86 casos de suicidio en 2005, y para 2006 el número se elevó a 120 casos en la entidad. Factores como la desintegración familiar, la doble discriminación por ser indígenas y migrantes, la situación de hacinamiento en la que viven, el contraste social y la alta marginación, hacen de "Cancún no sólo un destino turístico, sino también una ciudad del desarraigo y la soledad"(26). La frustración de ingresar al "primer mundo" para trabajar extensas jornadas y luego tener que regresar a sus precarias viviendas sin poder mejorar su calidad de vida, lleva a muchos a hundirse en el alcoholismo. Muchas veces los migrantes vuelven a sus hogares con el mismo dinero con el que se fueron. Los gastos en que incurren son muchos: el pasaje hasta el lugar de destino más el regreso, el alojamiento, los altos precios de la comida, la atención médica cuando la necesitan, el alcohol... También la recurrencia a la prostitución es frecuente, y siendo que los servicios son brindados en condiciones higiénicas deplorables, se estima que la mitad de los migrantes padecen enfermedades venéreas o están contagiados con el VIH(27).

La encuesta realizada por Redes Turismo señala que la problemática más importante que atraviesan los migrantes es el alcoholismo, por causantes como "la soledad, la falta de redes sociales y las pocas oportunidades de realizar actividades de ocio el fin de semana"(28). Durante su tiempo libre -medio sábado y los domingos- no cuentan con espacios de recreación y esparcimiento. Pueden ir a las playas -las pocas que aún son públicas- pero allí suelen ser mal vistos. Entonces optan por ir a centros comerciales, donde sienten que pasan desapercibidos, o acuden a cantinas y prostíbulos.

7. La esclavitud en pleno siglo XXI...

Existe una situación de despolitización total en donde las y los trabajadores desconocen sus derechos por completo. A aquellos que protestan, ya no se los contrata para la semana siguiente. Ello, sumando a las redes de corrupción y la gran oferta de mano de obra, "han convertido en ley los numeroso abusos cometidos a los migrantes"(29). Los sindicatos son cómplices y hasta se llevan su tajada: "...en una obra de 280 trabajadores, el sindicato se lleva a la semana entre 25 y 30 mil pesos, a cambio de poner una placa de que los albañiles están sindicalizados, pero no verifican si cuentan con las prestaciones laborales"(30). Los sindicalizados suelen ser sólo 4 ó 5, y generalmente se trata de los contratistas.

El "turismo sustentable" del cual presumen con orgullo funcionarios de gobierno y empresarios hoteleros no hace más que sustentar grandes islas de opulencia en medio de la miseria. Las y los trabajadores son quienes pagan el verdadero costo de tal circo de lujos y ostentaciones. Sin derechos laborales, sin prestaciones de salud, sin condiciones dignas de vivienda, y en un mundo totalmente ajeno al de sus tradiciones y costumbres, se convierten en victimas del abuso y la explotación de quienes se enriquecen a costa de ellos.

Es imperantemente necesario denunciar la grave situación a la que se enfrentan cientos de mexicanas y mexicanos que migran a estos centros turísticos en búsqueda de una mejor vida. Igualmente imperioso es desenmascarar proyectos de este tipo que se están promocionando con fervor en Chiapas como es el caso del "Centro Integralmente Planeado de Palenque-Cascadas de Agua Azul" (CIPP), el cual busca "construir un nuevo Cancún en el norte de Chiapas", como se manifiesta en la Declaración de Comitán, elaborada por Roberto Albores Guillén y su hijo. Cabe preguntarnos: ¿queremos este modelo devastador para Chiapas?

"Turismo en el Mundo Maya" es una página web que promociona el turismo en el caribe mexicano. Allí, en la sección de "historia de la época colonial" se narra que en aquellas épocas "...los españoles tomaron mando de las tierras, propiedades y controlaron todo el comercio..., los mayas trabajaron como esclavos que apoyaban a los barones de la tierra que se hicieron ricos...". Hoy en día, pareciera que la historia se repite. Los barones son los magnates hoteleros, los esclavos, hombres y mujeres del México del siglo XXI.


Nota: Se agradece el valioso aporte de Mercedes Olivera, de CESMECA, y la información brindada por el Padre José Javier Avilés.

Notas:

1. "Desarrollo del turismo en México: El caso Cancún Quintana Roo", Thibault Matthieu Dupont y Séverine Marie Thomas, Universidad de las Américas, Puebla.
2. "Playa del Carmen, ciudad que más crece", Regina Moctezuma, 4 de mayo de 2007, http://www.cnnexpansion.com .
3. "Turismo con esclavos incluidos", Carlos Amorin, Rel-UITA, 24 de enero de 2008.
4. "Desarrollo del turismo en México: El caso Cancún, Quintana Roo", Universidad de las Américas Puebla, Thibault Matthieu Dupont y Séverine Marie Thomas.
5. "Una mirada sistémica sobre la migración chiapaneca a Quintana Roo", Mercedes Olivera B. y María Teresa Ramos, Ponencia en la XII Reunión Internacional de Investigadores de la Frontera, La Paz, B.C., 26 al 29 de febrero de 2008.
6. "Crisis rural y migraciones en Chiapas", Daniel Villafuerte Solís y María del Carmen García Aguilar, en Migración y Desarrollo, primer semestre de 2006.
7. "Problemática de los trabajadores migrantes pendulares provenientes de Chiapas a la zona norte del estado de Quintana Roo", Cáritas Quintana Roo - San Cristóbal de las Casas, REDES Turismo, 2007.
8. "Migraciones en el sur de México y Centroamérica", Daniel Villafuerte Solís, María del Carmen García Aguilar, Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas, mayo de 2008.
9. "Una mirada sistémica sobre la migración chiapaneca a Quintana Roo", Mecedes Olivera B. y María Teresa Ramos, Ponencia en la XII Reunión Internacional de Investigadores de la Frontera, La Paz, B.C., 26 al 29 de febrero de 2008.
10. "Migrantes indígenas prueban lado amargo de caribe mexicano", José Cortázar Navarrete, El periódico de México, 9 de mayo de 2008.
11. "En 45 días, 14 albañiles muertos en Cancún", Hugo Martoccia, La Jornada, 16 de febrero de 2007.
12. "La nueva esclavitud maya", Gloria Leticia Díaz, Proceso, 23 de diciembre de 2007.
13. "Problemática de los trabajadores migrantes pendulares provenientes de Chiapas a la zona norte del estado de Quintana Roo", Cáritas Quintana Roo - San Cristóbal de las Casas, REDES Turismo, 2007.
14. Entrevista con Mercedes Olivera, CESMECA, martes 2 de septiembre de 2008.
15. "Sigue la depredación del manglar, en 24 años desapareció el 75% de ese ecosistema", La Jornada, lunes 12 de noviembre de 2007.
16. "Hoteles acaban con manglares en el Caribe mexicano", Economía Latinoamericana, 23 de mayo de 2007
17. "Turismo con esclavos incluidos", Carlos Amorin, Rel-UITA, 24 de enero de 2008.
18. "Depredación Criminal", Gloria Leticia Díaz, Proceso, 23 de noviembre de 2007.
19. Ã?dem.
20. "Éxito de la cadena hotelera Sol Meliá en detrimento del ecosistema mexicano ", Acción por un Turismo Responsable, 21 de julio de 2008, http://www.omal.info/www/article.php3?id_article=1612 .
21. "Remate del Paraíso", Vicente Carrera, Contralínea de Quintana Roo, 2 de mayo de 2007.
22. "Éxito de la cadena hotelera Sol Meliá en detrimento del ecosistema mexicano ", Acción por un Turismo Responsable, 21 de julio de 2008, http://www.omal.info/www/article.php3?id_article=1612 .
23. "Migrantes indígenas prueban lado amargo de caribe mexicano", José Cortázar Navarrete, El periódico de México, 9 de mayo de 2008.
24. "Una mirada sistémica sobre la migración chiapaneca a Quintana Roo", Mercedes Olivera B. y María Teresa Ramos, Ponencia en la XII Reunión Internacional de Investigadores de la Frontera, La Paz, B.C., 26 al 29 de febrero de 2008.
25. "Migrantes indígenas prueban lado amargo de caribe mexicano", José Cortázar Navarrete, El periódico de México, 9 de mayo de 2008.
26. "Cancún, la vida tras el oropel", La Jornada, Hugo Martoccia, 27 de diciembre de 2006.
27. "Turismo con esclavos incluidos", Carlos Amorin, Rel-UITA, 24 de enero de 2008.
28. "Problemática de los trabajadores migrantes pendulares provenientes de Chiapas a la zona norte del estado de Quintana Roo", Cáritas Quintana Roo - San Cristóbal de las Casas, REDES Turismo, 2007.
29. "Una mirada sistémica sobre la migración chiapaneca a Quintana Roo", Mercedes Olivera B. y María Teresa Ramos, Ponencia en la XII Reunión Internacional de Investigadores de la Frontera, La Paz, B.C., 26 al 29 de febrero de 2008.
30. "La nueva esclavitud maya", Gloria Leticia Díaz, Proceso, 23 de diciembre de 2007.
Mira també:
http://www.ciepac.org/boletines/chiapasaldia.php?id=567
http://www.ciepac.org
Sindicato Sindicat