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Notícies :: amèrica llatina |
Uribe frente a la Minga indÃgena y popular
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per desde la Minga |
05 nov 2008
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Crónica de cómo aconteció el debate el pasado domingo y perspectiva de la Minga |
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Antecedentes
La Minga IndÃgena camina desde el 12 de Octubre, y de una u otra forma desde hace más de 500 años cuando la conquista española rompió su autonomÃa como pueblos. A continuación tenéis varios enlaces para consultar y remontaros hasta el inicio de este encuentro en movimiento por la dignidad indÃgena, y ahora también de otros colectivos en lucha como los corteros de caña en huelga, los trabajadores de la panela, o estudiantes.
Durante estas dos semanas el movimiento indÃgena ha demostrado su fortaleza manteniendose fuerte y organizado a pesar del desgaste al que lo ha sometido Uribe. La represión sufrida durante el corte de la Panamericana, el saqueo y quema de casa en la comunidad de la MarÃa, la cita frustrada para un debate en Cali, y finalmente un debate estéril el pasado domingo. Pero cada dÃa que ha pasado el movimiento indÃgena se ha fortalecido y en Colombia se empieza a valorar su entereza.
Primeros dias de la Minga. Desde la toma de la Panamericana hasta Cali (30min)
http://www.youtube.com/watch?v=Wxm8XKHnf8I&feature=related
Asociación de cabildos indigenas del Norte del Cauca
http://www.nasaacin.org/
Consejo Regional Indigena del Cauca
http://www.cric.org
Organizacion Nacional indigena de Colombia
http://onic.org.co
Intervención de Aida Quilcue Consejera Mayor del CRIC en debate público con Uribe Vélez en la MarÃa Piendamó
http://www.nasaacin.org/audios/noviembre_08/02aydainicio.mp3
Preparativos y expectativas
Aunque la llegada del presidente y su equipo estaba anunciada para el mediodÃa del domingo, miles de indÃgenas llegaron el dÃa anterior a la comunidad de La Maria. Por razones de seguridad se cerró la entrada al pueblo al anochecer, a eso de las 6 de la tarde. En la entrada de la carretera no habÃa controles militares, aunque inevitablemente andaban por allÃ. Los que custodiaban La Maria eran los propios indÃgenas con su guardia.
Todas las personas que llegábamos éramos requisadas por miembros de la guardia indÃgenas, armados tan solo con bastones de mando. No se querÃa que entrara nadie con armas. Ellos y ellas fueron los que defendieron a sus compañeros de la policÃa y militares en el corte de la Panamericana o los que frenaron a la ESMAD el pasado jueves cuando saquearon y quemaron casas en La Maria. Es su manera de decir que la policÃa y el ejército no les defienden, y una manera de apostar por el antimilitarismo de forma activa, pero sin dejar que les lluevan los palos.
Serian las 5 de la tarde cuando llegue en una chiva, autobús combinado de carga y pasajeros con colores tradicional del paÃs, con una comunidad de la zona. Muchas comunidades estaban instaladas alrededor del camino, se apañaban con cuatro plásticos para armar ¨un cambuche¨ y cocinaban algo para la cena. La gente se mostraba animada, y no era para menos, al dÃa siguiente tendrÃan la oportunidad de decirle cara a cara todas sus reivindicaciones a Alvaro Uribe, el que se recuerda como uno de los presidentes más dictatorial de Colombia.
Amanece en La Maria
Los que mas madrugaron en La Maria fue la guardia indÃgena, que desde antes que amaneciera esperaban a las ultimas comunidades y representantes por llegar. Algo mas tarde llego la prensa internacional y los medios de comunicación de masas. Multitud de indÃgenas ya hacÃan cola para poder entrar al recinto acordonado por la guardia indÃgena para celebrar el evento. El presidente no aceptaba venir sino habÃa unos mÃnimos de seguridad, asà que de nuevo pasamos por el registro de la guardia indÃgena, y posteriormente por el ejército colombiano. La militarización de muchos pueblos indÃgenas es tan grande que la mayorÃa de los indÃgenas no se mostraban sorprendidos. Eso si, aceptaban la autoridad del arma porque no les quedaba otra, pero chocaba ver a la gente charlar amigablemente con la guardia indÃgena y el respeto que se les tiene. Pues al fin y al cabo, mucha gente acaba pasando por la guardia indÃgena y hasta los chavales colaboran en puestos donde no corren peligro.
La gente fue cogiendo lugar en los centenares de sillas frente a un escenario y carpas montadas en el territorio de paz y convivencia de la MarÃa. Pasaban las horas, los cabildos y otros representantes de las comunidades que posteriormente oirÃamos se situaron en primera fila, la prensa aprovechaba para hacer algunas entrevistas antes de que llegara la hora, los cámaras de Señal Institucional montaban su equipo,… Delante del escenario, podÃan verse varias cajas de cartón negras con nombres y fechas simulando ataúdes. Son los cinco muertos de la minga a los que nadie olvida.
Hacia las 11:45 tendrÃamos una avanzadilla de la actitud del presidente Uribe. El primero en aparecer fue el senador DarÃo Salazar, el mismo que repetidamente ha desprestigiado al movimiento indÃgena tachándoles de terroristas y de tener vÃnculos con las FARC. Fue totalmente abucheado por la gente a gritos de "fuera, fuera, fuera", "nazi", o similares. El tipo estaba tenso, llegó solo porque nadie habÃa ido a buscarle al aeropuerto. La guardia indÃgena lo calmó y por megafonÃa le pidieron que se comportara y que tuviera respeto por los pueblos indÃgenas. También se pide a la gente que se calme y que "no se ponga al nivel de esa gente soberbia que solo tiene odio en sus corazones", "es un momento histórico" se oye por los altavoces y las caras de la gente muestran resignación pero también comprensión. Es el precio del encuentro. Momentos como este se repitieron durante el debate y la actitud de los miles de indÃgenas allà concentrados me sorprendió. Se oye un helicóptero, todas las cabezas miran al cielo, algunos ministros ya han llegado, son las doce y media pasadas y la gente ya está impaciente.
El debate
Desde el rincón reservado para la prensa, que comparto con compañeros indÃgenas de radios comunitarias, del CRIC(Consejo Regional IndÃgena del Cauca) y con periodistas de los mass media, miro hacia atrás. En el auditorio improvisado no cabe un alfiler. Anuncian que el debate se va a retransmitir para todo el paÃs por el canal televisivo Señal Institucional. Más tarde sabrÃa que no se retransmitió completo, y que más que un debate lo que pasaron fue un collage de los momentos de Uribe. Todo era muy oficial. Se inicio con el himno de Colombia, el himno de hijos del Cauca y el himno de la Guardia IndÃgena.
El himno de hijos del Cauca es tan solo de la región donde nos encontrábamos, de donde surgió la minga, pero muchos indÃgenas se identifican con el espÃritu de la canción. La gente lo cantaba, pero el que mas emociono a la gente fue el himno de la guardia indÃgena tocado en directo por el grupo indÃgena Totoro Cuatromastres. Algunos guardias levantaron sus bastones de mando y gente desde su asiento daba palmas al ritmo y se levantaban como si de un concierto se tratase. Alguien gritó "viva el movimiento indÃgena popular" que fue respondido con un viva unitario.
Uribe inicio su intervención criticando que se habÃan oÃdo con mucho respeto los dos himnos indÃgenas y en cambio con parcial respeto el nacional. También dijo que querÃa buscar soluciones con respeto, un dialogo franco y que la reunión fuera constructiva. Se veÃan caras de escepticismo.
Verdades a la cara
Inauguró el debate Aida Pisque, consejera mayor del CRIC, quien habló con contundencia. Le respondió su apunte sobre los himnos, ¿cómo se atrevÃa a condenar eso cuando les cortaron las astas de la bandera colombiana y del CRIC hacia tan solo unos dÃas en ese mismo lugar? Aida no dijo nada sobre la letra del himno, que habla de hombres liberados que para nada se corresponde a su realidad, pero seguro que más de un indÃgena presente, o los corteros de caña o cualquiera que haya sufrido la represión de este gobierno, pensó en ello al no levantarse.
Cuatro años esperando- exclamó AÃda- muertos, heridos…¿Cuál es su seguridad democrática?, le apeló. Recordó cómo se habÃan matado civiles, que la minga tenÃa heridos de bala. Pidió respeto al proceso de dignidad, y dijo que cuando se exigen sus derechos propios son señalados, estigmatizados y asesinados. Aida le preguntó también a Ã?lvaro Uribe porque el ESMAD(Escuadrón Móvil Antidisturbios) se habÃa tomado la comunidad de la MarÃa y quemado y saqueado algunas casa. Para empezar con el debate, la consejera mayor, siguió con otro punto primordial en el debate. La madre naturaleza está en riesgo, se les está entregando a las multinacionales el territorio y eso provoca desplazamientos, sentenció. Otra punto de la agenda del debate era que Uribe explicara porque no firmaba la declaración de los derechos de los pueblos indÃgenas de la ONU, y exigir la inconstitucionalidad en puntos como salud y territorialidad, en la que además habÃa acuerdos incumplidos.
Uribe escuchaba a este pequeña, pero gran mujer, tomando notas y desviando la mirada. Le siguió Luis Evelis Andrade, consejero mayor de la ONIC, quien cito a los trabajadores corteros de caña en paro para decir que rechazaban toda forma de esclavitud humana y también a la madre tierra. Preguntó al presidente si su seguridad democrática era dar seguridad jurÃdica a las multinacionales y dijo que no se les podÃa recriminar tomarse la vida en serio y tomar la responsabilidad polÃtica que les toca. Exigió soluciones reales al conflicto del paÃs, puntualizó que la paz debÃa ser con justicia social, y que debÃa finalizar tanta destrucción y genocidio hacia los pueblos indÃgenas.
Intervino también Guillermo Alberto González, gobernador del Cauca. Su discurso resultó lejano y poco claro, se centró en asuntos económicos para no implicarse demasiado. A continuación habló el gobernador del resguardo de La MarÃa, quien se mostró indignado y volvió a denunciar que la ESMAD destruyera casas y oficinas la semana anterior, y recordó que estaban en un espacio de diálogo. Denunció que el 80% del parlamento Colombiano estaba manchado por vÃnculos con el paramilitarismo y que se quiere esconder la realidad del paÃs. El tiempo se le acababa y le interrumpÃa un sonido extraño. "Tres minutos serán suficientes para los intelectuales, pero no para los indÃgenas" dijo sin dejar que le cortaran. No mas propuestas de guerra. Declaró que La MarÃa será el cordón umbilical de la Minga, y que son dueños del territorio, que no hubiera mas invasiones. "Somos milenarios, somos nativos". No querÃan mas leyes que despedazaran el territorio. Si tan solo era un problema indÃgena y ellos eran un 2%, preguntó, ¿este ataque era para terminar con ese 2%?
Tras esa fuerza transmitida por los representantes indÃgenas que fue aplaudÃa por la gente, habló el alcalde de Piendamó que dijo datos y cifras y terminó con un "Dios todo poderoso y la virgen nos ilumine". Quedaba abierto el debate, desde mi pequeño rincón, miraba para el escenario y también para los lados para ver a los indÃgenas emocionarse cuando les gustaban las palabras que escuchaban. Por un momento pensé que el encuentro con el presidente podÃa rebajar el discurso, me avergoncé de haber pensado en ello tras escuchar a Aida, a Luis Evelis i al gobernador de la MarÃa.
Cuando lo obvio ya no se puede negar: represión a la Minga
El primer punto del debate fue la represión sufrida durante la Minga y los destrozos en la Maria. Cuando los indÃgenas denunciaron semanas atrás los muertos y heridos por la policÃa, Uribe negó que sus hombres hubieran disparado armas de fuego o que se usaran "papa bombas"(artefactos llenos de metralla y clavos que al estallar salen hacia todas partes). Pero gente desde dentro de la movilización grabo un video que muestra pruebas claves. Se habÃa pedido a la presidencia que facilitara una pantalla, pero evidentemente no la consiguieron. Asà que fue una lastima que este video clave se proyectara ante el presidente pero al ser sobre una tela blanca apenas se apreciaran los detalles. Aun asÃ, se le dicen todas las evidencias, incluso que el policÃa herido podrÃa ser uno que como se ve en el video le estalla una papa bomba en su mano. Se ven civiles encapuchados con la policÃa, y que usan machetes. Y se recuerda que hay varios heridos de machete.
Después de todas estas intervenciones, una piensa, que Uribe deberÃa por lo menos medir sus palabras, pero como buen polÃtico juega con ellas para hablar mucho y no decir nada. Repite una y otra vez su palabra mágica, la que le saca de los apuros, Seguridad democrática. Apela al pasado y al haber acabado con el dominio de la guerrilla y los paramilitares en este territorio .Y se mantiene firme diciendo "Mientras yo sea presidente no hay un solo sitio excluido del dominio de la fuerza publica".
Gran sorpresa entre alguna gente cuando al primero al que llama a intervenir es al Comandante Naranjo que justifica las cargas policiales. Que se taponara la vÃa panamericana hizo realmente daño, pues es un eje principal para el transporte comercial en el paÃs. La policÃa debÃa abrir la circulación entre Cali y Popayán, y ante eso parecÃa que quedaba todo justificado. Claro que el señor Naranjo se apresuro a decir que aunque hubo disparos, el muerto del dÃa 16 de Octubre fue por esquirlas de granadas de fabricación casera. También dice que no desconoce las denuncias de los heridos y en especial la de un guardia indÃgena herido con machete.
Fue un fallo que no salieran en ese momento los heridos, pues mucha gente les habÃa visto pasar, en especial llamaba la atención un chico en silla de ruedas. Pero en la confusión del debate quizás consiguieran tener una mÃnima credibilidad por televisión, desde luego en la Maria la gente estaba que echaba chispas. Aunque como ocurrió con la llegada del Senador la gente se contuvo, hubo gritos y abucheos, también caras de indignación al ver como Uribe tenia la poca vergüenza de traer al responsable de la muerte de los compañeros. AÃda sentencia que la Minga Continua y que van a ir a la Corte Penal Internacional.
Los derechos pisoteados
Feliciano Valencia, consejero de Derechos Humanos y Relaciones Internacionales, habla de una minga de toda Colombia. Saluda a los secuestrados en las selvas, pero también a los hermanos secuestrados por el estado en las cárceles. Hecho que a Uribe, le sentarÃa muy mal y aprovecharÃa para atacarle. Feliciano dice que la Minga, no termina y que se extenderá por todo el paÃs. "Sufrimos una enfermedad, el modelo de desarrollo liberal. Se entrega pueblos y tierras al mas terrorista: EUA"
El consejero explico como apoyado con los recursos del Plan Colombia y la polÃtica de seguridad democrática, el gobierno de Uribe paga recompensas por lideres de las comunidades indÃgenas, realiza múltiples masacres, desplazamientos forzados. También recordó a los desplazados por los cultivos de palma africana y paramilitares. Destaco una reedición del racismo en boca de sus ministros que construyen tópicos como que todo indio es guerrillero, tienen mucha tierra y no la trabajan.
Le dice al presidente que por ética y por moral no debe salir al mundo diciendo que las cosas en Colombia están cambiando. Y que mientras exista un solo pueblo con dignidad la resistencia pacifica continua. Entre las exigencias en materia de derechos humanos que transmitió Feliciano se encuentran que el gobierno firme la declaración de los derechos de los pueblos indÃgenas de la ONU, que se promueva un TLCA entre los pueblos latinoamericanos, que se investiguen los crÃmenes, que se retracte públicamente de haber llamado terrorista al movimiento indÃgena, que se escuchen las reivindicaciones de los corteros de caña, que los pueblos indÃgenas tengan autonomÃa, entre otras.
"La Minga continua hasta que no veamos una tierra libre de los opresores, de multinacionales, de paramilitares"
A continuación una representante de la red por la vida y contra los desplazamientos del Cauca hizo públicos los datos recogidos por la ONIC desde 2002 hasta el primer semestre de 2008 sobre violaciones a los derechos humanos de los pueblos indÃgenas de Colombia. Por omisión o por acción estas cifras son responsabilidad del estado, dijo.
- 1.244 indÃgenas asesinados, 126 mujeres
- 68 casos de violencia sexual
- 23 masacres con resultado de 147 muertos.
- 609 muertos por falta asistencia médica.
- 18 pueblos con menos de 200 miembros en peligro de extinción.
- 71.149 desplazados, 13.000 de ellos del Cauca
- 108.000 indÃgenas confinados y cuya falta de libertad para moverse libremente está principalmente causada por el Estado.
Denuncio también el reclutamiento forzado de jóvenes indÃgenas y la militarización de las comunidades indÃgenas, las detenciones arbitrarias, los crÃmenes de estado tanto a indÃgenas como a afros y campesinos. "Los policÃas y militares de la patria son los que nos están asesinando". Y cito algunos casos concretos como los tres asesinados en la comunidad Silvia o el montaje policial a 4 indÃgenas de la emisora comunitaria de Caldono.
Uribe evita contestar a tantas cifras que evidencian su polÃtica y regresa a su seguridad democrática y se achaca meritos por su lucha contra el paramilitarismo y la guerrilla. Llamo a intervenir al defensor del pueblo y al ministro de Agricultura. El primero dijo que los desplazados por la palma africana ha disminuido y el segundo que el TLC respeta la soberanÃa de los recursos de Colombia.
La defensa de la madre tierra como identidad
Ya eran las 5 de la tarde cuando se dio pie a las replicas de Ã?lvaro Mejia, abogado del CRIC, Feliciano Valencia, Aidia Pisque. Con un tiempo muy limitado contestaron a algunas de las excusas fáciles de Uribe y volvieron a recalcar los puntos fuertes. El tema del territorio lo inauguro Berito Cobaria, lÃder del pueblo U'wa, que mantienen desde hace años una lucha constante para impedir que las petroleras se adueñen de sus tierras. Berito Conaria fue breve y adivirtió a Uribe que la lucha de los pueblos originarios legÃtimos seguirÃa adelante. Le siguió Luis Evelis Andrade, presidente de la ONIC, que con datos y cifras se encargo de desmontar el discurso de Uribe.
Existe la falsa impresión entre algunos campesinos de Colombia de que los indÃgenas tienen muchas tierras. Ha sido una manera fácil de dividir indÃgenas y campesinos durante muchos años, cuando el drama colombiano son los grandes terratenientes. Luis Evelis cargó duro contra este falso mito que Uribe utilizó posteriormente para decir que los indÃgenas reclamaban tierras donde actualmente estaban comunidades afrocolombianas. Dijo también que un porcentaje muy bajo de las tierras que tenÃan servÃan para la agricultura, y muchas veces coincidia el resgusrdo indÃgena con un parque natural y con esa excusa se pisaba su autonomÃa. El presidente de la ONIC también se mostró muy preocupado por los 15 pueblos indÃgenas no reconocidos y por lo tanto negados completamente sus derechos.
El gobierno se limito a dar datos de tierras que tenÃa previsto comprar para resguardos indÃgenas y sentenció que nunca se comprarÃan tierras que hubieran sido invadidas. VÃas de hecho que utilizan los indÃgenas para conseguir las tierras que ellos consideran legÃtimas, ocupando tierras de territorio ancestral y tomándolas como suyas. Por otro lado el gobierno negó haber dicho que no comprarÃan más tierras a los indÃgenas y les emplazó a continuar el debate en una mesa de diálogo. Ante lo que Aida Pilque llamó a continuar la Minga y a marchar a Bogotá. Los indÃgenas de todas las comunidades allà presentes en La MarÃa aplaudieron y agradecieron la contundencia de sus representantes.
Y la lluvia no nos unió: Conclusiones finales
Ya estaba oscureciendo y la lluvia habÃa hecho agrupar a todo el mundo bajo las carpas. Uribe intentó manejar al auditorio con bromas sin mucha gracia que no tuvieron el eco que él esperaba. "La lluvia nos unió" exclamó buscando complicidad cuando el agua empezaba a encharcar el suelo. Hubo quien le grito algo, otros que simplemente le miraban con cinismo. La guarda indÃgena se puso impermeables y otros se tapaban con cajas. Uribe dijo que debÃan agradecer que tenÃan un gobierno sincero, que no era hipócrita. "¿Que tal que yo para salir del paso les prometiera algo y que después no cumpliera?", dijo. La gente desde sus sillas se reÃa de sus declaraciones o silbaba. Si por algo se ha caracterizado el gobierno de Uribe es como le habÃa dicho Feliciano es por esconder la realidad del paÃs, las declaraciones de Uribe sonaban totalmente fuera de lugar, sino fuera por el público televisivo que sólo tuvo una visión sesgada del debate.
Finalmente el debate fue una oportunidad para poder pasarle cuentas al gobierno y al presidente Uribe Vélez de su gestión del gobierno, una manera de amplificar las reivindicaciones indÃgenas y unirlas a las de otros sectores sociales, y una demostración de fuerza del movimiento indÃgena y popular. A pesar de los intentos de Uribe, varios dÃas después del debate las encuestas indican que su popularidad ha bajado.
Al terminar el debate la prensa buscaba a los lÃderes indÃgenas más visibles para tomar declaraciones y la gente empezó a retirarse para sus cambuches y otros para sus comunidades o pueblos respectivos. Los indÃgenas guambianos, anfitriones en la MarÃa, cocinaban arroz con papas. Y por los caminos hacia los cambuches, algunas familias aprovechaban para sacar algunos pesos vendiendo tamales. El ejército empezó a retirarse y el ambiente era más relajado. Cuando preguntabas a alguien que le habÃa parecido el debate, te contestaban que "más o menos" y sonreÃan. A la gente le habÃa gustado mucho intervenciones como la de Aida o Feliciano. Y aunque ese era el tema de conversación no se obcecaban en los fallos que hubo. Comenzó a correr el rumor que la banda que habÃa interpretado el himno de la guardia iba a tocar por la noche. En varios sitios se servÃa chicha, la bebida fermentada de maÃz habitual de los indÃgenas . La gente estaba alegre, y con ánimos para verse de nuevo en la marcha a Bogotá.
La Minga sigue, lunes 10 de Noviembre para Bogotá
El lunes por la mañana La MarÃa parecÃa otro lugar, las sillas donde se habÃan sentado miles de indÃgenas quedaban vacÃas y la gente se afanaba en la recogida. Los cabildos, los representantes de las comunidades, se reunieron en asamblea. En la cocina, mujeres guambianas, con sombreros negros y faldas o capas de colores azules muy vivos, servÃan arroz con huevo, café o agua de panela.
El ambiente de la MarÃa habÃa sido más cercano a una acampada reivindicativa que a un gran evento. Por la cercanÃa de la gente y la facilidad para hacer las cosas. Sin embargo, lo habÃa sido, el dÃa anterior habÃan sentado allà mismo a un cabeza de estado. Los indÃgenas del Cauca siempre han sido reconocidos por su buena organización y su firmeza. La Minga indÃgena surgió de esta región, aunque ahora se extienda por todo el paÃs y ya sea imparable.
Mientras escribÃa esta crónica, algo atrasada para las velocidades habituales de los medios de comunicación que buscan la inmediatez, habÃa varias asambleas para decir cómo iba a ser la marcha. Llaman la atención los nombres de algunos representantes indÃgenas, se les puede llamar caciques, capitanes, y otros nombres que derivan claramente de la conquista española. Pero a pesar de eso, su forma de organizarse es bastante asamblearia, los y las lÃderes son gente sencilla, lejos de lo que entendemos nosotros como un dirigente. Una vez un amigo me decÃa que la solución en las asambleas no era que no hubiera jefes, sino que todas lo fuéramos. Asà es como he vivido este breve contacto con el movimiento indÃgena colombiano. |
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Comentaris
Re: Uribe frente a la Minga indÃgena y popular
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per impressionant |
05 nov 2008
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fa algun temps que vaig llegir com la rebel·lia donava la volta als revolucionaris de sempre, un escrit dels zapatistes...
...l'esperit assembleari, comunalista, pacific que no tou, d'aquesta lluita i aquesta gent és com a minim sorprenent ... i crec que es una esperança per un pais castigat per diverses guerres -narcos-guerrilles revolucionaries-Estat- base militar de l'imperialisme a la regió |
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