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Notícies :: amèrica llatina |
La Dictadura de las ONGs
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per Luis Agüero Wagner Correu-e: agenciainformativaf17@yahoo.com (no verificat!) |
06 oct 2008
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Ya lo escribió Shakespeare en Hamlet, pareciera ser el destino cambiar de tiranos sin remover la tiranía. |
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Mucha gente no pudo menos que alegrarse con la victoria en Paraguay del Obispo Fernando Lugo, convocado desde las carpas de la Iglesia Católica, que en un paÃs que por sus Ãndices de analfabetismo y tradición autoritaria conserva una enorme influencia en las masas imbuidas de pensamiento mágico. Pero la realidad es más complicada, y tiene que ver con el ya comprobadamente eficaz golpismo de las ONGs.
La CIA utiliza para financiar sus redes globales no gubernamentales un gran plantel de fundaciones, algunas ficticias, otras reales. También hay un gran número de organizaciones que reciben fondos de la CIA: revistas académicas de renombre, sindicatos y think tanks polÃticos, por supuesto que todas dedicadas a la difusión de las ideas que Washington considera oportunas. Estos beneficiarios de una supuesta asistencia en metálico en realidad son parte de una estrategia del imperio, que no se caracteriza por dar puntada sin hilo precisamente.
Estados Unidos elaboró desde el final de la guerra frÃa una nueva doctrina de golpes de estado soft mediante la utilización de técnicas no violentas. Inspirándose en la eficacia de las luchas polÃticas que desarrolló en la India Mohandas K. Gandhi, la no violencia activa, Washington trata desde hace poco más de una década de derrocar los gobiernos que no le gustan mediante un dispositivo que le garantice el apoyo de la opinión pública internacional. Para logar estos fines por medio de la nueva doctrina, las organizaciones no gubernamentales, tan populares ante los medios de difusión, juegan un papel esencial. Como señala el periodista de Counterpunch Jacob Levich, «las organizaciones no gubernamentales -asociaciones teóricamente independientes y con la reputación de humanitarias, conocidas bajo de la denominación de ONG- están ya abiertamente incorporadas a la estrategia de conjunto de Washington para consolidar su supremacÃa global».
En Paraguay jugaron un papel fundamental en marzo de 1999, cuando el presidente Raúl Cubas fue derrocado por medio de movilizaciones lideradas por periodistas y activistas de ONGs que fueron coordinados desde la embajada norteamericana, con notable capacidad de sincronización.
Otro tanto habÃa acontecido en Ecuador poco tiempo antes, y volvió a repetirse en Argentina después.
En Paraguay, basta que un funcionario norteamericano visite el paÃs y establezca sus lineamientos a través de la prensa, para que un coro polifónico de personajes vinculados a las ONGs, USAID, IAF, NED y periodistas de la misma Ãndole levanten sus voces como un enérgico eco del visitante. Es lo que sucedió a principios de 1999, cuando bastó una visita del promotor del Plan Colombia Peter Romero y unas declaraciones en contra del gobierno de turno, para que se movilice todo el aparato manejado desde la embajada norteamericana de Asunción: beneficiarios de USAID, ONGs, movimientos polÃticos subsidiados por NDI, IAF, periodistas a sueldo de la NED y sus patrones los jerarcas de la SIP.
Eso también explica el poder que tiene la embajada sobre la sociedad, a la que además le resulta fácil influenciar desde los medios que reciben dinero de la National Endowment for Democracy, establecida por el Congreso norteamericano en 1983 como extensión alternativa de la CIA. En la campaña del obispo Fernando Lugo, fue notoria la preferencia de la prensa hacia los activistas de movimientos y partidos vinculados a este aparato montado por la IAF, NED y USAID.
Dos de estos grupos, el Tekojoja y el Pmas,que simularon pertenecer a la izquierda marxista, fueron sus protegidos y tuvieron una preferencial atención, a pesar de que uno de ellos ni siquiera alcanzó representación parlamentaria y el otro no tuvo ni el dos por ciento del total de votos.
Se confirmó la eficacia del andamiaje cuando fueron llamados a ocupar puestos en el gabinete exponentes que en su totalidad estaban vinculados a estos òrganos promotores del neoliberalismo, agentes del FMI y personajes promocionados por USAID. LA
LA NUEVA DICTADURA
Durante las seis décadas de predominio polÃtico que se extinguieron recientemente, el partido colorado logró construir un régimen de naturaleza totalitaria, de tipo fascista, y contó para hacerlo con la complicidad de las Fuerzas Armadas, que sostenÃan en la cúspide al lÃder único que oprimÃa y explotaba a la colectividad nacional.
Los valores cÃvicos y democráticos fueron mutilados persiguiendo sus expresiones polÃticas, sociales y culturales; en concurrencia con grupos oligárquicos y transnacionales, al tiempo de una minorÃa acumulaba riqueza y poder económico medrando con una corrupción institucionalizada.
El principal instrumento para controlar a la sociedad fue la extendida red de militantes que con espÃritu corporativista, se aglutinaban alrededor de las seccionales coloradas, privilegiadas bases de comités polÃticos cuya finalidad era proporcionar un sustento al apoyo civil al régimen. Contrabando, robos, narcotráfico: todo se desarrollaba al amparo de las todopoderosas seccionales coloradas, que contaban para sus actividades ilÃcitas con la venia de los potentados del paÃs.
El resultado de tal esquema fue la corrupción generalizada de la economÃa de todo el paÃs.
Pocos factores habrán incidido tanto para crear una deplorable imagen internacional del Paraguay, y para aislar al Partido Colorado en el contexto polÃtico regional como las actividades de esta estructura mafiosa en sus bases civiles.
Para ejercer una función pública, por mucho tiempo fue requisito estar afiliado al Partido Colorado. Para pertenecer a las Fuerzas Armadas, también era necesario estar afiliado al Partido Colorado. Para ejercer funciones en el poder judicial, no habÃa otro camino que afiliarse al partido colorado.
Con el correr de los años, el poderÃo de las seccionales sobre la sociedad paraguaya empezó a ser erosionado por la irrupción de las ONGs, un engendro de nuestros hombres en Langley para desmovilizar a los activistas de movimientos radicalizados tentándolos con el siempre necesario vil metal.
Aunque las elecciones de las autoridades de una seccional colorada nunca tuvieron un cariz enteramente democrático, y siempre se atuvieron a la digitación desde el poder y estuvieron a merced de las maniobras eleccionarias fraudulentas, nunca dejaron de irradiar un aura caudillesca de consagración popular, aunque matizada por furibundas grescas entre bandas mafiosas rivales, salpicadas por golpes de puños y puntapiés.
La consagración de liderazgos por la vÃa de las ONGs es todavÃa mucho más frÃa, anti-democrática y para colmo extranjerizante. El principal requisito es contar con el padrinazgo de alguna embajada extranjera, preferentemente la de Estados Unidos, y ser agraciado con una fuerte suma en dólares que permita financiar algún movimiento polÃtico, utilizando a la ONG como mampara.
Para peor de males, sus tendencias en el poder están demostrando ser tan totalitarias como las de sus predecesores, llegando a subordinar eventos festivos o automovilÃsticos como el Rally del Chaco –el cual se busca eliminar- a sus intereses crematÃsticos, el afán de lucrar con el estado de emergencia del Chaco embolsando donaciones.
Son ejemplo de esta metodologÃa de la construcción de “liderazgos civilesâ€? a través de ONGs, la mayorÃa de los grupos que llevaron al poder al obispo Fernando Lugo, de forma similar a la ascensión al poder de VÃctor Yuschenko en Ucrania, debilitando y derrocando al partido colorado de una manera parecida a la que fueran derrocados los partidarios del presidente georgiano Eduard Chevarnadze, en medio del aplauso de la prensa mediática y la comunidad internacional.
Tanto los sucesos de Georgia y Ucrania fueron producto de protestas y movimientos organizados por ONGs financiadas y dirigidas, directa o indirectamente, por Washington, conforme a un plan expuesto posteriormente en un informe oficial de la USAID. De esta manera, las ONGs fueron instrumentadas como verdaderos caballos de Troya de la CIA norteamericana.
En el caso paraguayo, el carácter dudoso de estos liderazgos financiados a veces por la ultraderecha de Washington, que ya ha incorporado a las ONGs a su estrategia para la supremacÃa global no sólo ponen en tela de juicio el rol que desempeñan realmente estas organizaciones, sino también la integridad de quienes se vinculan y financian su promoción polÃtica a través de ellas.
Aunque resulte en cierta forma reconfortante para algunos escuchar las aclamaciones prodigadas por la izquierda latinoamericana al “obispo de los pobres y teólogo de la liberaciónâ€? Fernando Lugo, uno no puede menos que reflexionar sobre lo mucho que, ocasionalmente, tanto las crÃticas como los aplausos pueden provenir del bando equivocado. LAW |
Mira també:
http://www.terrorfileonline.org/es/index.php/Luis_Ag%C3%BCero_Wagner |
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Re: La Dictadura de las ONGs
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per ah |
07 oct 2008
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aaaaaaaah |