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Notícies :: criminalització i repressió : amèrica llatina : pobles i cultures vs poder i estats |
Seis muertos en el desalojo policiaco de zona arqueológica de Chiapas
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per bu'ul |
05 oct 2008
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· “Remataron a tres heridos�, denuncia representante ejidal
· ¿Por qué Calderón y Sabines mandaron matarnos si estábamos negociando?, preguntan en Chincultik
· Ejidatarios de Miguel Hidalgo exigen justicia; “o la tomaremos por nuestras manos� |
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Velorio de Rigoberto López Vázquez y Alfredo Hernández, quienes según versiones de ejidatarios fueron rematados por policÃas en el vehÃculo donde los llevaban al hospital. Foto: Moysés Zúñiga Santiago
· Tres indÃgenas fueron rematados en el vehÃculo que los transportaba al hospital; el chofer también fue ultimado
Elio HenrÃquez
Ejido Miguel Hidalgo, La Trinitaria, Chis., 4 de octubre. En el desalojo de ayer en esta localidad hubo seis muertos, 10 heridos de bala y un número indeterminado de detenidos, además de que todos los finados son campesinos, no policÃas, como se informó inicialmente, porque los pobladores no traÃan armas ni dispararon contra los uniformados, confirmó hoy José Vázquez López, uno de los representantes de este ejido.
Denunció que los agentes –estatales y federales– “remataron� a tres heridos de gravedad y asesinaron al chofer que los trasladaba a un hospital de Comitán, este último delante de su esposa.
Los pobladores tienen en su poder 77 armas largas y cortas, además de escudos y otras pertenencias que les quitaron a los policÃas que vinieron a desalojarlos de la zona arqueológica de Chincultik, situada a tres kilómetros de aquÃ, la cual está en su poder desde hace casi un mes. Afirmaron que “ahora más que nuncaâ€? pelearán porque la zona arqueológica sea administrada por el ejido. “Ya está más que pagada con seis vidasâ€?.
En las calles, donde se observan rastros de sangre, decenas de casquillos percutidos y varios vehÃculos de la policÃa dañados, priva un ambiente de temor, tristeza y rabia. “Preguntamos al presidente Felipe Calderón y al gobernador Juan Sabines: ¿por qué nos mandaron matar si un dÃa antes habÃamos tenido un diálogo con las autoridades para resolver el problema?â€?, reprocharon los habitantes y exigieron que se haga justicia por el asesinato de los seis hombres, “o la tomaremos por nuestras manosâ€?.
El pasado 7 de septiembre, los habitantes de Miguel Hidalgo, donde viven cerca de 7 mil personas, acordaron en asamblea apoderarse de la zona arqueológica de Chincultik, que está en medio de sus terrenos, con el argumento de que el Instituto Nacional de AntropologÃa e Historia (INAH) “la tiene muy abandonadaâ€?.
Desde entonces, “cobramos 20 pesos por la entrada, no los 35 que cobraba el INAH�, afirmó un lugareño, quien manifestó que entre semana obtienen ingresos de entre 300 y 400 pesos diarios, y los sábados y domingos entre mil y mil 500.
Las negociaciones con las autoridades comenzaron poco después. La más reciente reunión con funcionarios estatales se efectuó este jueves, y habÃan acordado seguir platicando, pues les ofrecieron apoyos por más de 600 mil pesos para cosechar jitomates, aguacates y duraznos, propuesta que en principio fue rechazada por los ejidatarios.
“Nunca pensamos que el gobierno vendrÃa a atacarnos como si fuéramos delincuentes, porque estábamos en diálogo, pero ahora vemos que fue una trampa para que nos confiáramosâ€?, aseguró Vázquez López.
Señaló que el jueves ellos llevaron a los funcionarios a Chincultik para que vieran el mal estado en que está la zona, de lo cual dieron fe.
El campesino explicó que este viernes por la mañana agentes de la PolicÃa Federal Preventiva (PFP) llegaron a las ruinas para desalojar a los 25 que estaban en el lugar. “No sólo detuvieron a algunos de ellos, sino a quienes caminaban por la carreteraâ€?, dijo José Vázquez, quien participaba en la mesa de negociaciones.
Previamente habÃan desalojado a los campesinos de otras comunidades que tenÃan el control de los lagos de Montebello, ubicados a 10 kilómetros de aquÃ.
Sostuvo que como a las 11 y media de la mañana los policÃas ingresaron al poblado en camionetas de la PFP, cuyos ocupantes lanzaron gases lacrimógenos, incluso en escuelas, lo que ha provocado “daños mentales a los niñosâ€?.
Luego llegaron más agentes de la PolicÃa Estatal Preventiva –varios en caballos– “para sitiarâ€? el poblado. Los campesinos, quienes se defendieron con machetes y palos, calculan que eran entre 250 y 300 los uniformados que realizaron la operación.
“La gente salió a defenderse como pudo, porque los niños se estaban ahogando por el gas, y fue cuando agarramos a 77 policÃas, los encerramos en la casa ejidal y se les desarmó. Las armas están resguardadas, igual que al menos ocho vehÃculos, entre ellos un remolque para transportar caballosâ€?, relató.
Asimismo, señaló que a las 15 horas, a pesar de lo que habÃa ocurrido, los agentes y los pobladores “estaban calmadosâ€?, pero entre las 5 y 6 de la tarde, cuando los uniformados fueron trasladados al salón de actos, “llegaron más policÃas a rescatarlos disparando con armas de fuego, persiguiendo a la gente hasta en sus casas, y para liberar a sus compañeros balearon la puerta y rompieron el candado.
“No fue enfrentamiento, no hay ni un arma en el ejido. Los policÃas que resultaron heridos fue por golpes que les propinaron los pobladores, no por bala; tal vez la gente los agredió porque habÃan matado personas, pero en ningún momento hubo balas de parte nuestraâ€?, afirmó.
Indicó que la balacera duró unos 40 minutos, lapso en que los uniformados “corretearonâ€? a la gente que buscaba dónde esconderse. Adrián Velasco Alfaro, de 71 años, mostró el oÃdo aún con sangre y el estómago vendado. Algunos vecinos lesionados se recuperan en sus domicilios. José Vázquez comentó que en la confusión, los policÃas fueron rescatados.
Poco después, AgustÃn Alfaro Calvo, el único de los seis muertos que no es originario de Miguel Hidalgo, sino de la vecina Ojo de Agua, El Ocotal, accedió a llevar al hospital en su vehÃculo –no habÃa ambulancias– a Rigoberto López Vázquez, Alfredo Hernández RamÃrez y Miguel Antonio MartÃnez, heridos de gravedad.
“Los policÃas los bajaron y remataron a los heridos y asesinaron al chofer delante de su esposa; a ella le quitaron una cadena y los aretes y a él la cartera. Y no conformes, le sacaron el ojo con navaja a Rigoberto, quien fue torturadoâ€?, expresó.
Tres lugareños guiaban a los agentes por el pueblo
Afirmó que los policÃas eran guiados por tres campesinos originarios de este ejido y que trabajan en la zona arqueológica, quienes con pasamontañas fueron a mostrar la casa del presidente del comisariado ejidal, Mario Morales GarcÃa, la cual “fue baleadaâ€?.
Los cuerpos de Rigoberto, Alfredo y Miguel Antonio –precisó– fueron traÃdos antes del mediodÃa para ser velados, mientras que el de AgustÃn fue llevado a Ojo de Agua, El Ocotal. Hasta las 13 horas los cadáveres de Ignacio y Ricardo permanecÃan en Amparo Agua Tinta.
Los ejidatarios, a la espera de nuevos contactos con el gobierno para entregar las armas, exigieron que los deudos sean indemnizados y los detenidos librados.
En Tuxtla Gutiérrez, el ministro de Justicia, Amador RodrÃguez Lozano, giró orden de presentación a todos los elementos policiacos que participaron en el operativo para realizarles las pruebas de radisonato de sodio, toxicológica y balÃstica, asà como certificación médica y desahogo de testimoniales.
Con información de �ngeles Mariscal, corresponsal
http://chiapas.indymedia.org/article_159044
Chiapas: de Wolonchán a La Trinitaria
Editorial. La Jornada
El pasado viernes, un violento desalojo efectuado por policÃas federales y estatales dejó un saldo de seis muertos y una decena de heridos, casi todos habitantes del ejido Miguel Hidalgo, ubicado en el municipio de La Trinitaria, en el estado de Chiapas. El grado de brutalidad de los elementos de las fuerzas públicas llegó a extremos indecibles: durante el desalojo, según testigos, los policÃas “golpearon indiscriminadamente a niños, mujeres y personas de la tercera edadâ€?, dieron el tiro de gracia a tres heridos de gravedad y asesinaron a un conductor que los trasladaba a un hospital en Comitán.
Esta injustificable masacre ocurre con el telón de fondo de un conflicto entre el Instituto Nacional de AntropologÃa e Historia y campesinos de la región, quienes denuncian al organismo federal por el ostensible abandono de la zona arqueológica de Chincultik. El pasado 7 de septiembre, los ejidatarios tomaron las ruinas mencionadas con la intención de que sea el propio ejido el que las administre; el instituto, en respuesta, presentó una denuncia penal contra los responsables de la ocupación, que derivó en tragedia.
Los hechos referidos se insertan en un panorama general de criminalización, persecución y represión de las manifestaciones de descontento social y tiene, en ese sentido, elementos en común con los lamentables episodios ocurridos en Texcoco-Atenco, Sicartsa y Oaxaca a finales de la administración pasada e inicios de la actual.
Adicionalmente, los sucesos que se comentan apuntan al resurgimiento, en Chiapas, de una inveterada tradición de violencia represiva contra las protestas indÃgenas y campesinas, ahora bajo el gobierno de Juan Sabines Guerrero. Es pertinente recordar que, si bien el actual mandatario arribó al poder en la entidad bajo el signo del Partido de la Revolución Democrática, su administración se ha caracterizado por reciclar algunos de los personajes más nefastos del viejo priÃsmo chiapaneco, asà como por refrendar alianzas polÃticas impresentables, como la que mantiene con Roberto Albores Guillén, ex gobernador de la entidad y entusiasta promotor de las polÃticas de contrainsurgencia emprendidas durante el sexenio de Ernesto Zedillo.
En ese sentido, la matanza de La Trinitaria remite inevitablemente a la ocurrida hace casi tres décadas –el 30 de mayo de 1980– en Wolonchán, municipio de Sitalá, que tuvo sus orÃgenes en los reclamos no atendidos de las comunidades indÃgenas. De manera significativa, el gobierno estatal de entonces era encabezado por Juan Sabines Gutiérrez, padre del actual mandatario y cuya administración se caracterizó por favorecer la estructura corporativa del Partido Revolucionario Institucional mediante el fortalecimiento de la Confederación Nacional Campesina en la entidad, y por perseguir y reprimir a los movimientos campesinos populares y a las organizaciones independientes.
En suma, lo ocurrido en Chiapas da cuenta de que, a pesar de la alternancia de siglas y colores al frente del poder en la entidad y en el paÃs, prevalecen inercias vergonzosas e inaceptables en el ejercicio del poder público, que conducen a la comisión de prácticas de atropello y barbarie. La sociedad debe demandar que el crimen cometido este viernes en La Trinitaria no permanezca impune.
http://chiapas.indymedia.org/article_159045
Más info:
Denuncian seis muertes por desalojo en ejido de Chiapas
Ejido Miguel Hidalgo, Chis. PolicÃas estatales y federales asesinaron a balazos a seis campesinos de este ejido perteneciente al municipio de La Trinitaria, que desde hace casi un mes tienen en su poder las ruinas arqueológicas de Chincultic, situadas a tres kilómetros de este lugar.
Leer más:
http://chiapas.indymedia.org/article_159041
Tres horas de enfrentamiento entre policÃas y campesinos en zona arqueológica de Chiapas
Chincultik y el parque Lagos de Montebello, en poder de comuneros desde hace un mes
Al cierre de la edición los uniformados se preparaban para recuperar a compañeros retenidos
Leer más:
http://chiapas.indymedia.org/article_159019 |
Mira també:
http://chiapas.indymedia.org |
Comentaris
Chinkultic, 2008
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per bu'ul |
06 oct 2008
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Chinkultic, 2008
Hermann Bellinghausen
Las noticias no son metáforas, aunque a veces sirven como tales. Los hechos represivos de Chinkultic y el ejido Miguel Hidalgo, en La Trinitaria, Chiapas, el pasado 3 de octubre, se deben una vez más a la respuesta de los pueblos contra el enajenamiento de sus tierras y sus derechos territoriales. Y una vez más, el motor de la agresión criminal de la fuerza pública es el turismo (y cierta “soberanÃaâ€? de las instituciones): protegerlo, propiciarlo, monopolizarlo para los poderes polÃticos y económicos.
La gente, los pobladores, no se han dejado tan fácilmente. Su futuro no puede decidirse en las mesas de los arquitectos, las proyecciones de los inversionistas ni los planes gubernamentales impulsados por el Banco Mundial o sus equivalentes que, impuestos a los pueblos en nombre del “desarrollo�, pretenden arrasar la vida de dichos pueblos.
Chinkultic, la ciudad maya del periodo clásico (años 600 a 900) que duró hasta entrado el posclásico (hacia 1200), a diferencia del resto de ciudades antiguas de la región que se colapsaron antes del primer milenio. Ahora, abandonada por el Instituto Nacional de AntropologÃa e Historia, su administrador oficial, quedaba en la doble condición de recurso abandonado y potencial proyecto “detonanteâ€?.
La gente se organizó, en los márgenes si se quiere. No se trata de una organización polÃtica en particular, sino de un ejido más bien oficialista. Sus representantes estaban negociando con el gobierno estatal. La policÃa los atacó masiva y criminalmente, pues un mes atrás osaron tomar la caseta de peaje al acceso de las ruinas y usufructuarla en beneficio de la comunidad. Y se propusieron dar mejor cuidado a la semiexplorada zona arqueológica, vecina a los lagos de Montebello y sitio del hermoso Cenote Azul, que se puede contemplar de lo alto de la pirámide principal.
No es (¿o sÃ?) un caso como Atenco. Tampoco Bolon Ajaw o San Sebastián Bachajón, en Chiapas, donde el conflicto “turÃsticoâ€? por las cascadas de Agua Azul ha movilizado a los pobladores en tiempos recientes, y los ha confrontado por acción oficial y con la fuerza pública.
Algo parecido ocurre en las mismas lagunas de Montebello, no lejos de la frontera con Guatemala. Los pueblos y ejidos ocuparon los “atractivos turÃsticosâ€? donde ellos viven. Y las autoridades los demandaron por “despojoâ€?.
Chiapas no es Quintana Roo. No pueden llegar los planes, los buldózer y los hoteles asà como asÃ. Pudieron en Cancún (esa especie de Las Vegas caribeño), y como son imparables ya van sobre Tulum, otra “ruinaâ€?. No es igual para los pueblos tzeltales, choles o tojolabales, que ancestralmente viven en las tierras mayas, y son campesinos allÃ, tiene derechos, tienen razón y tienen, si algo, lo que pisan las plantas de sus pies.
Seis campesinos asesinados, tres con tiro de gracia, por policÃas federales y estatales. Quisieron quitarlos de ahÃ, los gasearon, golpearon, vejaron y balearon. Y además, no pudieron quitarlos. Eso significa algo.
http://www.jornada.unam.mx/2008/10/06/index.php?section=opinion&article=
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Información relacionada:
Seis muertos en el desalojo policiaco de zona arqueológica de Chiapas
http://www.chiapas.indymedia.org/article_159044
Denuncian seis muertes por desalojo en ejido de Chiapas
http://www.chiapas.indymedia.org/article_159041
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Sepultan a los seis pobladores asesinados
Elio HenrÃquez
Campesinos y gobierno canjean armas por detenidos en operativo de Chincultik
Sepultan a los seis pobladores asesinados el viernes pasado por policÃas federales y estatales
Miguel Hidalgo, Chis., 5 de octubre. Los habitantes de este ejido entregaron a las autoridades estatales las armas y otros pertrechos que el viernes quitaron a la policÃa y, a cambio, el gobierno liberó a los 36 campesinos detenidos durante el desalojo de la zona arqueológica de Chincultik.
Con la exigencia de que se haga justicia, la mañana de este domingo fueron sepultados en el panteón de la comunidad los seis pobladores asesinados a tiros el viernes por agentes estatales y federales. “De milagro no hubo más muertos, porque es impresionante la cantidad de balazos que se dispararon�, comentó el sacerdote Antonio Flores Guillén, quien ofició la misa de cuerpo presente de algunos fallecidos.
La entrega del armamento ocurrió el sábado a las 9 de la noche en la comunidad de Cárdenas, a cuatro kilómetros de Miguel Hidalgo, para evitar la presencia policial en el ejido donde eran velados los cuerpos de Ricardo RamÃrez Hernández, Ignacio Hernández López, Rigoberto López Vázquez, Alfredo Hernández RamÃrez, Miguel Antonio MartÃnez y AgustÃn Alfaro Calvo.
Las 77 armas largas y cortas, los chalecos y cascos antibalas, gorras, cargadores, cartuchos, fundas, teléfonos celulares y otras pertenencias fueron llevados en una camioneta por el ejidatario Galindo GarcÃa Hernández y el abogado Jorge Guillén Figueroa, nombrado representante legal de la comunidad.
En Cárdenas recibió los pertrechos el subsecretario de Seguridad Pública, Luis Bautista Bello, con otros funcionarios estatales. Ello generó tensión, pues el acuerdo era que a cambio el gobierno liberarÃa a los 36 campesinos detenidos –que habÃan sido trasladados a San Cristóbal de Las Casas–, la mayorÃa ancianos, y la promesa no se cumplió de inmediato.
Ello causó que entre las 6 y 7 horas los pobladores retuvieran en la casa ejidal a Guillén Figueroa, quien un dÃa antes habÃa sido nombrado representante del ejido.
El incumplimiento del gobierno estatal propició que este domingo los ejidatarios estuvieran más molestos, pues ya habÃan devuelto el armamento y continuaban en la incertidumbre acerca de la suerte de los detenidos, pues sabÃan que algunos habÃan sido golpeados.
Mientras continuaban las negociaciones por teléfono, los difuntos fueron sepultados; no en grupo, como algunos ejidatarios querÃan, aunque las tumbas quedaron juntas.
Los pobladores argumentaron que los cuerpos de los dos campesinos muertos en la comunidad de Amparo Agua Tinta –adonde fueron llevados para su hospitalización y hasta la tarde del sábado llegaron a Miguel Hidalgo–, ya se estaban descomponiendo y tuvieron que ser sepultados temprano. A esos restos no se les practicó la necropsia de ley, la fiscalÃa pretendÃa inhumarlos la noche de este domingo.
A las 13 horas se supo que 26 de los 36 detenidos ya habÃan arribado a Cárdenas para ser entregados a las autoridades de Miguel Hidalgo. Llegaron en un camión de la policÃa estatal.
En ese lapso los detenidos hicieron bromas, pues no sabÃan que seis de sus vecinos habÃan sido asesinados el viernes. “Espérenme, no nos hemos peinadoâ€?, bromeó un anciano cuando vio el flash de la cámara fotográfica. “Ã?bamos para el otro lado pero no nos dejaron pasar en la fronteraâ€?, le siguió el juego otro viejo a su lado. “Ahora ya hablan y hasta rÃen, pero qué tal cuando estábamos detenidos en San Cristóbal con ese friazoâ€?, terció uno más.
Cuando se enteraron de la muerte de sus compañeros, las risas se congelaron transformándose en tristeza, y recordaron su calvario a raÃz de la detención.
“A mà me quitaron la camisola, un reloj, los zapatos, el sombrero; me desvistieron cuando me tuvieron en la carretera; me golpearon las costillas con las armas�, declaró Jaime Hernández Espinosa, de 76 años.
“Dormimos en el suelo y hasta ayer nos dieron de comer un poco; ha sido una amarga experiencia que gratuitamente nos ha hecho pasar el gobierno�, añadió.
Mientras se esperaba la llegada de los otros detenidos, arribó el sacerdote Flores Guillén, quien dijo que “es muy lamentable y triste la muerte de seis campesinos; es reprobable�.
–¿A qué se atribuyen estos hechos? –se le preguntó.
–A la falta de gobernabilidad, no hay gobierno y ello es lamentable.
Casi a las 3 de la tarde el primer grupo de 12 ejidatarios que estaba en Cárdenas subió a un transporte público que los trasladó a Miguel Hidalgo. Su llegada causó alivio.
Los hicieron pasar a la casa ejidal, adonde los visitaron sus familiares. Quince minutos después llegaron los otros 14 campesinos. El siguiente contingente de 10 hombres llegarÃa después.
Liberados los detenidos, la preocupación de los ejidatarios es la salud de más de 10 heridos de bala, sobre todo de Cándido Pérez Méndez y Miguel MartÃnez GarcÃa –cuyo hijo Antonio fue sepultado este domingo– que están graves.
Con la llegada de los detenidos también fueron puestos en libertad Rodolfo Albores y LÃmbano Hernández –jubilados del Instituto Nacional de AntropologÃa e Historia que trabajaron en las ruinas de Chincultik–, padres de tres jóvenes que laboran la zona arqueológica y a quienes los pobladores responsabilizan de haber guiado a la policÃa el viernes, y que fueron retenidos por la comunidad.
“Lo que sigue es negociar con el gobierno la indemnización de los deudos, el pago de la curación de los heridos y, sobre todo, el asunto de la posesión de las ruinas de Chincultikâ€?, que están a tres kilómetros del ejido y que dio origen al conflicto que desembocó en el asesinato de seis campesinos. Los vehÃculos de la policÃa que dañaron los pobladores no han sido retirados de la comunidad.
http://chiapas.indymedia.org/article_159089
Hubo ejecuciones extrajudiciales en Chincultik, confirman testimonios
Ã?ngeles Mariscal
Los 312 agentes participantes en el operativo son investigados
Tuxtla Gutiérrez, Chis., 5 de octubre. Cuatro de los seis campesinos muertos en el desalojo de la zona arqueológica de Chincultik fueron ejecutados extrajudicialmente, según se desprende de las declaraciones que han proporcionado tanto policÃas como los lugareños. Cinco de 11 agentes involucrados en los homicidios ya fueron detenidos; dos confesaron su participación y tres más rendÃan declaración esta noche.
De acuerdo con esas declaraciones, AgustÃn Alfaro Alfaro, de 31 años, originario del ejido Ocotal, quien transportaba al hospital de Comitán a dos heridos durante el desalojo, recibió un disparo en la sien. Las otras tres personas que viajaban con él y que resultaron muertas, incluidos los que ya iban heridos, recibieron balazos en la espalda.
Alfaro Alfaro pasaba por la comunidad –aproximadamente a las siete de la noche–, en una camioneta Ford Ranger, acompañado de su esposa y su hijo de tres años. En ese momento Miguel Antonio MartÃnez López, de 19 años, le pidió ayuda para trasladar a su padre, Miguel MartÃnez GarcÃa, quien recibió un tiro. También subió a Rigoberto López Vázquez y Alfredo Hernández RamÃrez y otra lugareña que necesitaba atención médica.
En total, en el vehÃculo iban cinco hombres, dos mujeres y el niño de tres años. A casi un kilómetro de la comunidad encontraron un retén de la PolicÃa Estatal Preventiva (PEP), al frente del que se encontraba el jefe del agrupamiento de caballerÃa y 11 uniformados, a cargo de AmÃlcar Corzo DÃaz, herido durante el desalojo.
Los policÃas de este agrupamiento sostuvieron en sus declaraciones ministeriales que “alguienâ€? les gritó que los lugareños que pretendÃan pasar iban armados, lo que habrÃa motivado que dispararán contra ellos. Sin embargo, de acuerdo a los reportes preliminares, Alfaro Alfaro murió de un disparo en la sien izquierda, que le dieron cuando ya habÃa bajado del vehÃculo.
A Rigoberto López Vázquez lo ultimaron cuando se encontraba sobre la góndola. Alfredo Hernández RamÃrez y Miguel Antonio RamÃrez López intentaron correr y recibieron disparos en la espalda. Actualmente, los 312 policÃas que participaron en el operativo están en calidad de presentados y son investigados.
En tanto, policÃas que participaron en el operativo denunciaron que no hubo organización ni planeación táctica, que los dejaron “solosâ€? y únicamente un subdirector de la SecretarÃa de Seguridad Pública y Protección Ciudadana “azuzaba a la genteâ€?.
Un grupo denunció que en los hechos del 3 de octubre pasado, “nos llevaron como borregos, porque era un operativo federal (de la policÃa federal) pero cuando empezó todo ellos (los policÃas federales) se retiraron.
“Cuando llegamos al poblado San Manuel la gente ya sabÃa (del operativo) y se nos vino encima; en ese momento los policÃas federales se retiraron y todo se volvió un caos.â€?
http://chiapas.indymedia.org/article_159090
Indagan a 5 policÃas por muertes durante desalojo en zona arqueológica de Chiapas
Ã?ngeles Mariscal
El Ministerio de Justicia estatal confirma 4 decesos; “hay información de dos desaparecidos�
Tuxtla Gutiérrez, Chis., 5 de octubre. El ministro de Justicia del estado, Amador RodrÃguez Lozano, informó que cinco policÃas de la SecretarÃa de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) están sujetos a investigación por su presunta participación –en distintos grados– en los homicidios de pobladores del ejido San Manuel, cometidos durante el operativo para restituir a la Federación el parque nacional Lagos de Montebello y la zona arqueológica de Chincultik, municipio de La Trinitaria.
Mediante un comunicado de prensa, RodrÃguez Lozano explicó que el Instituto Nacional de AntropologÃa e Historia (INAH) presentó ante la ProcuradurÃa General de la República (PGR) una denuncia penal contra las personas que se apoderaron de los lugares mencionados.
En colaboración con las autoridades federales, con base en la averiguación previa PGR/CHIS/ COM/156/2008 para restituir a la Federación ambos sitios, el 3 de octubre se realizó un operativo policiaco interinstitucional, explicó.
En ese contexto, abundó, “los pobladores agredieron a las fuerzas del orden público en represalia por la detención de algunos miembros de su comunidad, obstruyendo las vÃas generales de comunicación, reteniendo ilegalmente a 36 elementos de la SSPC y a tres miembros del Ministerio de Justicia, a quienes golpearon, vejaron y torturaronâ€?.
Añadió que los vecinos despojaron a los uniformados de 60 armas largas y 15 cortas, “generándose un intercambio de fuego que provocó pérdida de vidas humanas y lesiones de miembros de la comunidad y elementos de la PolicÃa Estatal Preventivaâ€?.
Esos acontecimientos, informó el ministro, arrojaron un saldo de cuatro muertos confirmados: Rigoberto López Vázquez de 35 años; Alfredo Hernández RamÃrez, de 40; Miguel Antonio MartÃnez López, de 19, y AgustÃn Alfaro Alfaro, de 31.
Apuntó que durante el operativo 22 personas –17 de las cuales son elementos de la PolicÃa Estatal Preventiva– sufrieron lesiones. De igual forma tres mujeres integrantes de la policÃa estatal preventiva resultaron con intoxicación por gases.
Añadió que “se tiene información de dos personas desaparecidasâ€?: Ignacio Hernández López, de 59 años, y Ricardo RamÃrez Hernández, de 55.
Por otro lado, agregó, existe información no confirmada de que el policÃa Juan Carlos López Estrada, cuya credencial se encontró en el lugar de los hechos, se encuentra desaparecido y, según versiones extraoficiales, fue golpeado hasta la muerte, pero no ha sido localizado.
El Ministerio de Justicia informó que horas después de los hechos un equipo de 90 fiscales del Ministerio Público, igual número de secretarios de acuerdos ministeriales, asà como 40 peritos y elementos del Buró Ministerial de Investigación giraron oficios de localización y presentación de 313 personas, entre ellas 31 agentes del grupo táctico de la policÃa ministerial, cuatro peritos de la dirección de servicios periciales del Ministerio de Justicia y, el resto, elementos de la SSPC.
A las personas presentadas se les han realizado exámenes toxicológicos y clÃnicos; también se han realizado peritajes de radizonato de sodio, de balÃstica –a 360 armas de cargo– y criminalÃstica de campo.
El ministro explicó que los policÃas AmÃlcar Corzo DÃaz, Javier Moreno Estrada, Juan GarcÃa Villatoro, Juan Carlos Camacho Teco y Consuelo Espinoza Sánchez se encuentran en calidad de presentados y sujetos a investigación, por su presunta participación en distintos grados en el delito de homicidio.
Anunció que se solicitará la declaración del regidor del ayuntamiento de La Trinitaria, Mario Aguilar Guillén, por su presunta participación en esos hechos.
RodrÃguez Lozano informó que la zona arqueológica y el parque nacional mencionados “ya están desocupados y han recuperado prácticamente la normalidad. Las armas detenidas por los pobladores están siendo devueltas en este momento, y los detenidos en el operativo serán puestos en libertad en las próximas horas por la PGRâ€?.
Expresó que el gobernador Juan Sabines ordenó a la dependencia que se castigue “el abuso de la fuerza pública, el exceso y el autoritarismo, por lo que reiteramos nuestra convicción de no permitir la impunidad y castigar cualquier violación a los derechos humanos�.
“La situación en la región ha vuelto a la normalidad, donde existen todas las garantÃas para los habitantes de la zona y el turismoâ€?, concluyó el ministro.
http://chiapas.indymedia.org/article_159091 |
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