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Notícies :: amèrica llatina
Fernando Lugo y los mismos de Siempre
31 jul 2008
Aún no ha empezado la gestión del gobierno del clérigo Fernando Lugo, es cierto, pero nuevamente puede notarse que el Paraguay seguirá siendo de unos pocos, sobre todo del grupo selecto de favorecidos por la U.S. Embassy.
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Son los mismos que conocemos desde hace décadas, los que ya se enriquecieron con Stroessner, lo abandonaron cuando la National Endowment for Democracy hizo mejores ofertas y siguieron con Rodríguez, Wasmosy, y demás muñecos que nos presentó la transición tutelada desde la embajada norteamericana.


Fernando Lugo dijo que el país sería de todos, y nos mintió. Dijo que habría cambio de hombres, y también nos mintió.



Derechos humanos y reforma agraria


Durante su campaña Fernando Lugo habló mucho de Derechos Humanos y Reforma Agraria, mientras se rodeaba de represores y privilegiados que se apropiaron de tierras destinadas a campesinos desheredados, para venderlas al mejor postor.

En el régimen del dictador Stroessner la tentación totalitaria se manifestó desde un principio y prueba de ello está en que ya en octubre de 1955 promulgó la Ley Nº 294, "De Defensa de la Democracia", y quince años más tarde, en 1970, con la complicidad de los "opositores alquilados" promulgó la liberticida Ley Nº 209/70, "De Defensa de la Paz Pública y Libertad de las Personas", ambas derogadas por Ley Nº 9/1989. Sin embargo, muchos de los redactores de tales leyes siguen vivitos y coleando dando vueltas alrededor del clérigo-presidente, entre ellos el represor que lo declaró ganador de las elecciones, el ministro de la Justicia Electoral Juan Manuel Morales.

Muchos personeros vinculados a la dictadura compartieron escenario con el obispo durante su campaña proselitista, y algunos de ellos eran inclusive exponentes claves del Plan Cóndor.

Uno de los personajes disfrazados de demócratas es un antiguo policía de Stroessner, el periodista Alcibiades González Delvalle, todo un moralista de la pluma desde su columna en el diario ABC color, vocero del embajador norteamericano James Cason.

González Delvalle fue invitado varias veces por el Departamento de Estado, cuando “el pistolero� Ronald Reagan (1911-2004) era presidente, y desde entonces es un conocido defensor de la política imperialista norteamericana en Paraguay.

Alcibíades Cristóbal González Delvalle, nació el 10 de julio de 1936, se incorporó a los 22 años en la temible policía de Stroessner en una de las épocas más duras de la represión, cuando el Ministro del Interior Edgar Ynsfrán y el coronel norteamericano Robert K. Thierry encontraban "comunistas" hasta en la sopa. Para quienes no conocen esta parte de la historia, es saludable que lo sepan: Alcibíades González Delvalle fue policía en un período de crudelísima represión, dirigida por el ministro Ynsfrán. Según una publicación de la época “La masacre de prisioneros de Tava-i fue dirigida personalmente por Edgar L. Ynsfrán, el general Patricio Colmán, y el siniestro torturador Arturo Hellman�. (Fuente: ‘‘CRIMENES Y ATROCIDADES DE STROESSNER’’. 1960). El ministro del Interior, Edgar L. Ynsfrán, contaba con un eficiente equipo de colaboradores, con licencia para matar: el coronel norteamericano Robert k. Thierry, general Patricio Colmán, el coronel José María Argaña, José Ignacio Irrazábal, el Jefe de Policía Ramón Duarte Vera, Riveros Taponier, Juan Erasmo Candia, Alberto Raimundi, Arturo Hellman, Alberto Planás, Antonio Campos Alum. (Luego vendrían Sabino Montanaro, Pastor Coronel, Camilo Almada Morel, Lucilo Benítez, Alberto Cantero, Juan Martínez, Dionisio Noldin, Nestor Alvarenga, entre muchos otros).

Según documentos que se ocultan a la luz pública, Alcibíades González Delvalle, era policía de Stroessner, a pesar de lo cual en varias oportunidades fue invitado para pontificar sobre derechos humanos por los seguidores del obispo Fernando Lugo del movimiento Tekojojá.

Los documentos, sin embargo, no presentan a González Delvalle como luchador por los derechos humanos:

“Ministerio del Interior .Decreto N° 13.125, del 9 de noviembre de 1960, por el que se nombra como Oficial 2° de Orden Público, Tránsito e Investigaciones de la Policía de la Capital, al Señor Alcibíades González Delvalle. Vista: Nota P.E. N° 394 (Exp. N° 2.167/1.067).

El Presidente de la República del Paraguay DECRETA: Artículo 1°) Nómbrase Oficial 2° de Orden Público, Tránsito e Investigaciones de la Policía de la Capital, al Señor Alcibíades González Delvalle, con antigüedad del 1° de octubre del año en curso.

Firmado: Alfredo Stroessner, Presidente de la República.
Firmado: Edgar Ynsfrán, Ministro del Interior. Fuente: GACETA OFICIAL N° 107. Páginas 2-3�.

Pero la lista es larga en materia de lobos vestidos con piel de cordero entre propagandistas del obispo-presidente.

La resolución 862 del 25 de mayo de 1977 del IBR por la cual Humberto Rubìn fue beneficiado con 2.000 hectáreas de tierra por Stroessner (contrariando expresas disposiciones del estatuto agrario, ley 864/63), pasó a convertirse en una "vil patraña� inventada por los roedores de los mármoles de la patria periodística.

La familia Rubín viene costando al tesoro público unos 2.500 millones en moneda nacional al año, solamente en publicidad de binacionales que se adjudican de manera arbitraria.

Cuando se les indaga sobre estos asuntos, sufren una amnesia parecida a la que padeció Aldo Zucolillo cuando en la mañana del 25 de marzo de 1988 logró reunirse con Robert Gelbard, subsecretario adjunto par Asuntos Interamericanos del Departamento de Estado norteamericano. Frustrado por el fracaso de su plan Zeta acusaría allí a los opositores de "vagos, necios y cobardes", de acuerdo al memorando. Omitió por supuesto delatar a sus amigos que traficaban drogas y ocupaban puestos claves en el aparato gubernamental, entre ellos al que había formado sociedad con él, para parir ABC color. También las tapas de ABC pidiendo la cabeza de los disidentes, las crónicas donde el diario se congratulaba de haber recibido al dictador "en su casa", o los editoriales defendiendo la regresión genocida desatada en Argentina por Jorge Rafael Videla, fueron olvidados por la sociedad paraguaya, según parece.

Pero si algo no se puede negar a los “inclaudicables luchadores� contra Stroessner, es su extraordinario don de la ubicuidad. En dictadura mezclados con los represores, en democracia revueltos con las víctimas. Si no es cierta esta aseveración, que lo diga Leila Rachid, quien hasta logró colarse en la Comisión de Verdad y Justicia en una de sus múltiples excursiones recreativas por cuenta del estado, en aquella oportunidad por la tanguera, culta y lujuriosa capital del Plata. Y ello a pesar de haber trabajado por años bajo las directas órdenes de “Poncho Pytà�, en pleno auge del operativo Cóndor, habiendo sobrevivido a los cancilleres Alberto Noguès, C.A. Saldìvar y Rodney Elpidio Acevedo, ex representante de Stroessner ante el caudillo de España por la gracia de Dios Francisco Franco Bahamonde.

Digamos que no es un caso muy distante al del más arriba citado Humberto Rubìn, que aceptó en 1977 el obsequio que le hizo Stroessner de dos mil hectáreas de tierra, en plena zona de conflicto entre represores y las Ligas Agrarias. O de Aldo Zucolillo, gran luchador por la libertad de expresión, que combatía por la democracia fustigando desde las páginas de ABC color la política a favor de los Derechos Humanos de la Administración Carter , defendiendo al gobierno de Jorge Rafael Videla, y entregando donativos en metálico a “La Técnica � que dirigía Campos Alum.

El cambio y los mismos de siempre

Una vez más se ha hecho notorio que sigue siendo de los favorecidos por George W. Bush y James Cason, como ayer lo fue por los favorecidos de Eisenhower, Nixon, Towell, de Service, de Maura Harty y tantos otros héroes.

Cuando pensamos que al fin nos libraríamos de la prensa itaiputecida que nos oprime, la misma que vendió tantos años su silencio al partido Colorado, aparece el nombramiento de la esposa de Humberto Rubín, eximia recaudadora, para asegurar la continuidad de la especie como ministra de la mujer.

El sinuoso camino al éxito de estas familias señeras de la patria periodística, algunas de las cuales le cuestan al pueblo paraguayo alrededor de 2.500 millones de guaraníes al año sólo en desembolsos de Itaipú Binacional, no determina que deban ellos manifestarse agradecidos hacia el estado del que solo recibieron beneficios crematísticos, en todas estas décadas que llevan colgados de sus glándulas mamarias. Basta tener libre alguna mañana para escucharlos pontificar sobre modernismo, social-darwinismo y libertad económica con una soltura que envidiarían Adam Smith y Milton Friedman.

Ese enfoque hoy los lleva a apoyar con frenesí el proyecto privatizador y menemista de Dionisio Borda.

Vemos también que Aldo Zucolillo y otros opulentos empresarios enriquecidos con la dictadura anticomunista, seguirán siendo los dueños de la verdad y los impolutos querubines de la república, a pesar de sus crímenes impunes y nefastos antecedentes de alabarderos de Stroessner, Pinochet, Videla, George W. Bush y otros tantos grandes filántropos.

También nos damos cuenta de que si no tenemos el visto bueno de la embajada norteamericana, con financiación de USAID, con respaldo de la prensa que debe ser autorizado por James Cason, uno sigue siendo un ciudadano de segunda en el Paraguay porque su voz no cuenta.

Creímos también que con el "triunfo de la izquierda" al fin podríamos expresarnos en nuestro país quienes adherimos al socialismo y al anti-imperialismo, pero hoy nos vemos condenados a un silencio mucho más estricto y decepcionante que el de ayer.
Creíamos que con el "triunfo de la izquierda" el maccartismo se moderaría y podríamos contrastar libremente las ideas de la derecha con las de la izquierda.

Fernando Lugo dijo que el país esta vez sí sería de todos. Desafortunadamente, otra vez nos mintió
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