Los activistas iniciaron el encierro a las 16 horas del viernes 27 de junio y permanecieron asà hasta la madrugada del domingo 29, para cumplir un total de 36 horas, las que los animales pasan en los quioscos encerrados durante los fines de semana.
36 horas, en Plaza Catalunya (frente a Las Ramblas) para denunciar las degradantes condiciones en que viven (y mueren) los animales ofrecidos para la venta en las paradas de Las Ramblas de Barcelona.
VÃdeo de las primeras horas de encierro:
Enlace:
http://www.youtube.com/watch?v=JPIknj1ZRZw
xx¿Por qué 36 horas?xx
Los puesteros de las paradas de animales de La Rambla se turnan para disfrutar de un dÃa de descanso; para poder hacerlo, han destinado una de las paradas que permanece siempre cerrada como “almacénâ€? donde guardar a los animales durante su ausencia. Son unas largas 36 horas durante las que permanecen sin recibir aire, sin ver el sol, sin nadie que les reponga agua ni comida, enfrentados cara a cara animales que en la naturaleza son enemigos (unos se comen a otros) según el reciente informe del Colegio de Veterinarios de Barcelona. En verano la situación de estos animales es aún peor que el resto del año, ya que las altas temperaturas hacen que dentro de estas paradas muchos animales mueran a causa del calor. Cuando hay un dÃa festivo, tal como el pasado dÃa de San Juan, todas las paradas permanecieron cerradas…
¿podemos llegar a imaginarnos lo que sienten los que han sobrevivido?
¿Podemos llegar a imaginarnos la lenta agonÃa y sufrimiento de los animales que mueren por asfixia, calor y estrés?
Tras la jornada de descanso de los comerciantes sus condiciones de vida no son mucho mejores: tras el encierro de 36 horas, son trasladados otra vez a la parada en las que se los ofrecerá para su venta y en las que estarán encerrados expuestos a los ruidos de la calle, la contaminación de los coches, y a una vida antinatural que no respeta la etologÃa de cada una de las especies con las que allà se comercia.
Xx¡Que se cumpla la ley!xx
Desde la entrada en vigor de la Ley Catalana de Protección Animal 22/2003, estas paradas incumplen la legalidad. Por su parte, el Ajuntament de Barcelona no ha mostrado interés en hacer cumplir la ley, convirtiendo a las paradas de Las Ramblas en una especie de “Guantánamoâ€? de los animales. La ley es clara al respecto: no está permitido exhibir los animales para su venta. A esta normativa se han adaptado todas las tiendas en las que se comercia con vidas animales, desapareciendo del paisaje de la ciudad los escaparates en los que se mostraban animales de distintas especies con el fin de captar compradores; sin embargo, las paradas de Las Ramblas continúan exhibiendo los animales en condiciones deplorables. En los cinco años que han transcurrido desde que entrara en vigor esta ley, tanto el Ajuntament como los comerciantes han tenido tiempo más que suficiente para adaptar la actividad comercial de estas paradas a la nueva normativa. Sin embargo, todo sigue igual, y las vÃctimas (seres vivos con capacidades y necesidades especiales) siguen sufriendo penosas condiciones de vida… y de muerte.
La misma normativa establece como falta muy grave el dejar un animal doméstico encerrado en un coche, ya que esta práctica ha causado no pocas muertes de animales por el calor… sin embargo, las 36 horas que estos animales permanecen en condiciones mucho más comprometidas para su bienestar parecen no importar a la administración.
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