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Al ministro de Cultura español 2
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per Orlando Guillén Correu-e: floresdeuxmal@yahoo.com.mx (no verificat!) |
21 jun 2008
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Segunda carta al ministro de Cultura sobre “Doce poetas catalanes�. Algunas precisiones de Oriol Izquierdo, director de la ILC |
Al ministro de cultura español 2
Ministro:
Oriol Izquierdo, director de la Institució de les Lletres Catalanes, me ha hecho llegar la carta que en seguida reproduzco, traducida por mà de su original catalán. Por cuanto la información que contiene modifica el valor de los contenidos de la que yo mismo hace un par de dÃas dirigà a usted, y que serÃa muy otra o hubiera sido innecesaria si yo hubiera conocido estos datos antes, es de mi deber hacerla de su conocimiento. Este es el resultado de una legalidad formal que, en términos generales, subestima al autor hasta casi desaparecerlo y privilegia, en materia de ayudas a la traducción, a las empresas editoriales frente a las instituciones públicas de cultura, y asà permite, como ha sido el caso, que el autor pueda quedar aislado, desinformado e indefenso en aquello que jurÃdicamente es el bien tutelado por su valor raro, precioso y abstracto, y que en la realidad social incide, tanto como a ella pertenece, en vida espiritual: lo que llamamos arte, y que para el autor es su trabajo y su razón de vida. Sin ahondar en perjuicios y damnificaciones, a los cuales renuncio si los hubiere en especie, pero de los cuales, en principio, no puedo ni debo ser responsable ni vÃctima, le ruego tomar la presente en lo que vale, y, si ello es posible, que un trato excepcional a “Doce poetas catalanesâ€? por sus caracterÃsticas extremas y su necesidad enriquecedora en el ámbito de la lengua castellana, pueda hacerle alcanzar este año todavÃa la luz pública. Le envÃa un saludo poético. OG.
Apreciado Orlando:
No sabes cuánto lamento que tu magno proyecto deba esperar todavÃa unos meses para conseguir convertirse, finalmente, en libro. Como bien señalas en tu misiva al ministro, yo intenté defenderlo ante la comisión del Ministerio encargada de valorar la solicitud de subvención, y por eso puedo hacer, y creo que debo hacerlo, algunas precisiones a la información que en ella expones.
Digo que intenté defenderlo porque la verdad es que no tuve esa opción. Y esto no por malicia ni indisposición de ninguna fuerza oscura frente al proyecto -que, por el contrario, nadie discutÃa y mas bien maravillaba a todos- sino por diversos defectos de forma de la solicitud que volvÃan imposible su admisión. Le faltaba el certificado tributario -no el tuyo sino el de la editorial solicitante-; no estaba documentada la autorización de los titulares de los derechos de edición ni habÃa contrato entre el traductor, tú, y el editor. Los tres son requisitos indispensables que se exigen sin confusión posible en las bases de las ayudas.
Dicho todo esto, sé que el primer impulso es atribuir su estrechez a la estúpida burocracia. Pero cada juego tiene sus reglas y las de las subvenciones de la administración son las que son. Y al margen de lo que podamos pensar, la cuestión es que no seguirlas puede tener consecuencias: si yo hubiese convencido a la comisión de que la bondad del proyecto justificaba la admisión de la solicitud pese a sus defectos, es muy probable que, después, alguien -por ejemplo, otro editor al que se hubiesen denegado ayudas- acabase impugnando la subvención, y entonces difÃcilmente tu editor la hubiese podido retener. Y eso habrÃa podido pasar. Y eso pasa.
¿Dónde ha estado, entonces, el problema? Si hemos de hacer caso a lo que se nos dijo en el Ministerio, y no tengo motivo para dudar de tales palabras, al escaso celo del editor solicitante, que no atendió, seguramente por distracción, los requerimientos para que corrigiese los errores de su solicitud. Y ahora, ¿qué? En este mundo todo tiene solución menos la muerte, y eso también vale, afortunadamente, en este caso. Sé que es una solución que exige un poco más de paciencia y tenacidad, pero después de tantos años de impulsar el proyecto seguro que se debe poder relativizar que haya que trabajar por él todavÃa unos meses más.
Hemos pedido a Ediciones B que presente otra vez el proyecto a la convocatoria del año próximo, y el Institut Ramon Llull se ha ofrecido para ayudarlos a presentar la solicitud correctamente. Existe, además, la posibilidad de que el editor opte a alguna otra ayuda del Ministerio, cosa que acabarÃa de disipar las posibles reservas sobre la viabilidad del proyecto. El camino ha sido tortuoso y aún falta recorrer un trecho, pero ya se le ve el final.
Orlando:
te reitero nuestra admiración por tu empresa descomunal y te garantizo que le continuaremos dando apoyo, con la fundada esperanza de que, a pesar de tantas dificultades, entre todos encontraremos las fuerzas para llevarla a buen puerto. Muy cordialmente,
Oriol Izquierdo
Director
Institució de les Lletres Catalanes |
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