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Comentari :: globalització neoliberal
¿Por qué los sindicatos le temen al concepto científico de clase obrera?
20 jun 2008
Hay varias razones que explican la absurda supervivencia del actual modelo gravemente patológico de desarrollo humano. La política del sindicalismo capitalista es una de las más importantes.
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La pregunta se puede formular de forma menos directa y más didáctica: ¿Por qué los sindicatos prefieren hablar de clase trabajadora, y no de clase obrera, y cuando hablan de obreros casi siempre los confunden con los trabajadores?

Por una cuestión muy simple: los sindicatos capitalistas no representan casi nunca a la clase obrera, pero sí a los sectores obreros que tienen un trabajo, un empleo, en general más bien fijo y precisamente representado, sindicalizado, en definitiva algo organizado.

Los demás sectores de la clase obrera, los desempleados y el tercer sector cada vez más determinante, los obreros subempleados, precarios, migrantes sin permisos, etc. no se reflejan más que muy ocasionalmente en la actividad y análisis sindical. A pesar de constituir la absoluta mayoría de la clase obrera mundial de la globalización.

Ciertamente alguien podría observar que se trata de una vieja historia, que viene desde lejos. Hasta los comunistas y sindicalistas originarios tenían la tendencia a mezclar a los trabajadores con todas las demás personas que se encontraban en la necesidad de vender su fuerza de trabajo, o que se quedaban superviviendo en el campo, en el paro, en la marginalidad del lumpen, en las tareas de reproducción para las mujeres, etc.
Es verdad. Hasta bien entrado el siglo XX, incluso los marxistas más maduros y radicales han seguido la tentación de incluir bajo la denominación de explotados a todos los obreros, sean ellos productores y empleados por un capitalista, que los que en realidad estaban excluidos del proceso de valorización y de creación de plusvalía.

Es decir: por razones políticas sobre todo, o por intentar responder de forma integral al sistema de explotación capitalista del trabajo humano, se había instaurado la praxis de considerar el proletariado, la clase obrera y el sector trabajador de la clase como si fueran todas expresiones de un mismo concepto. Tanto es así, que todavía se siguen utilizando los vocablos de obrero y de trabajador como sinónimos, es decir que se han dejado instalar en el lenguaje común de esta manera, hasta el punto de que se confunde la clase obrera en su conjunto con su sector empleado y explotado, y más o menos organizado según las situaciones históricas correspondientes.

Pero todos sabemos que, por definición materialista, el proletariado se compone de todos los desposeídos, explotados, parados, marginados, encarcelados, autónomos y artesanos, campesinos sin tierra o pequeños propietarios, niños, mujeres no capitalistas, es decir todos aquellos que no hacen parte de los tres grandes sectores de la clase capitalista: oligárquico, rentista y en funciones productivas.

Mientras que la clase obrera es únicamente aquella parte del proletariado que no tiene otra posibilidad de supervivencia que vender su fuerza de trabajo. Nada más y nada menos.
No son obreros los artesanos y artistas que trabajan y viven de sus propios medios de producción o se mantienen con su ingenio, pequeños comerciantes, deportistas profesionales, pequeños campesinos, profesionales libres o autónomos, funcionarios religiosos, mujeres que no quieren vender su fuerza de trabajo sino intentar gozar o soportar las tareas de reproducción, u otras actividades afines (varones muchos menos, todavía..), y todas las demás personas que renuncian, no pueden o no quieren venderse como mercancía a un capitalista, a un propietario de medios de producción y capital, grande o pequeño que sea.

Mientras que, literalmente, es trabajador todo aquel que trabaja, si y cuando trabaja. Empleado o capitalista activo, en funciones. Mercenario o artista. Obrero o latifundista activo. Político, sindicalista o empleado del hogar. Madre reproductora o Ongeista en misión. Etc.
Pero, por supuesto, únicamente una parte de estos trabajadores son obreros.

Los obreros empleados no agotan el concepto de trabajador. No es lo mismo un obrero que un trabajador, sino que hasta pueden estar en las antípodas como situación de clase. El obrero trabajador, por ejemplo, es casi siempre explotado por un capitalista trabajador. El trabajo los une como concepto, pero uno es obrero, el otro capitalista.

Dicho esto, todo resulta más claro. La trampa semántica que favorece la confusión entre trabajadores y obreros esconde algo mucho más gordo: la negación de la esencia del capitalismo.
Que es la lucha de las dos grandes clases mundiales contemporáneas, y que se presenta como interactividad de oposiciones parciales o en ocasiones antagónicas de los seis sectores que las componen: sector rentista, en funciones y oligárquico de la clase capitalista, y empleado, subempleado y desempleado de la clase obrera.

Así, salvadas rarísimas excepciones, los sindicatos se han transformado en mecanismos internos reguladores del llamado 'mundo del trabajo, 'marco laboral', 'sector productivo', 'mercado laboral', etc.
No buscan el cambio radical, la revolución del modelo de desarrollo, representando a toda la clase.
No pueden ya salirse de su función interna, determinada por los sectores empleados a los que tienen que responder, y al estado que les tolera, apoya o protege.
Todo el mecanismo sindical capitalista, o prácticamente todo, está integrado en esta función, y de ahí que les conviene confundir a obreros con trabajadores, para transmitir una impresión de función social general.

Pero en realidad la clase obrera de la globalización, al interior de cada pueblo o a nivel global planetario, no está ni defendida ni representada, ni menos aún organizada por ningún movimiento social general, como lo es al contrario el sindicalismo para los trabajadores empleados.

Y esto es muy grave. Enormemente preocupante. A nivel mundial, la clase obrera se compone de manera minoritaria de empleados. Mientras, en los países industrializados metropolitanos y de capitalismo imperialista, el otro sector, el precariado o sector subempleado, está superando o ya ha superado en importancia al sector trabajador empleado de la clase!

En EH, la situación no es menos grave, a pesar de que al parecer existen todavía fuerzas sindicales que no han abandonado del todo una concepción de clase.
Según dicen.

*****************

(Luego de la publicación del texto, ha habido un debate, interesante. He copiado todo tal y cual lo he encontrado. Ahí va la URL.)
Mira també:
http://euskalherria.indymedia.org/eu/2008/06/50561.shtml

This work is in the public domain

Comentaris

Re: ¿Por qué los sindicatos le temen al concepto científico de clase obrera?
21 jun 2008
viva la FAI

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