Zapatismo: la nueva provocación gubernamental
Luis Hernández Navarro
Desde la insurrección de enero de 1994 los distintos gobiernos federales han querido asociar al EZLN con el narcotráfico. Nunca han podido demostrarlo, pero de cuando en cuando lo intentan.
Apenas el pasado 4 de junio el gastado guión volvió a repetirse. Sólo que ahora la amenaza es mayor que en el pasado. En esa fecha más de 200 elementos del Ejército federal, de la ProcuradurÃa General de la República y de la policÃa estatal y municipal, con el rostro pintado, incursionaron en parte del territorio zapatista de La Garrucha con el pretexto de buscar plantÃos de mariguana. Centenares de pobladores de las comunidades de Hermenegildo Galeana y San Alejandro los rechazaron con machetes, palos, hondas y resorteras.
Los poblados zapatistas prohÃben la siembra, el tráfico y el consumo de drogas. Ni siquiera se permite beber o vender alcohol en ellos. No es un hecho nuevo. Desde el inicio del levantamiento armado la comandancia rebelde hizo pública esta disposición. La medida sigue en vigor con las autoridades civiles que se hacen cargo de los municipios autónomos y las juntas de buen gobierno. No sucede lo mismo con las comunidades priÃstas, donde se cultivan enervantes en contubernio con la fuerza pública.
En un comunicado dirigido al entonces presidente Ernesto Zedillo, con fecha 10 de febrero de 1995, un dÃa después de la ofensiva militar que pretendió detener, por medio de una traición, al subcomandante Marcos, los alzados señalaron: “queremos decirle la verdad, si es que usted no la sabe: los delincuentes, terroristas, narcotraficantes son ustedes, son los mismos que forman su gabinete, son sus mismos soldados quienes trafican con drogas, quienes obligan a los campesinos indÃgenas a sembrar mariguana y otros estupefacientes. ¿Acaso no se ha dado cuenta de esto, señor Zedillo? Nosotros los zapatistas sÃ, porque vivimos con nuestro pueblo, somos los mismos que hemos combatido contra la siembra de drogas, contra el tráfico de drogas que sus mismos soldados hacen y han hecho dentro de los territorios que hemos controladoâ€?.
Sin fundamento, la acusación se ha repetido año tras año. En 2004, el diario Reforma publicó la noticia de que “en promedio, cada dos dÃas, efectivos del Ejército Mexicano ingresan a territorio zapatista para destruir plantÃos de mariguana y amapola que en el último año se han incrementado considerablementeâ€?. DÃas después, el general Jorge Isaac Jiménez GarcÃa, mando del operativo militar en la zona, rechazó que los sembradÃos de mariguana pertenecieran a simpatizantes del EZLN.
La provocación policiaco-militar del pasado 4 de junio contra los rebeldes no es un hecho aislado. Forma parte de una agresión de más largo aliento. El hostigamiento gubernamental contra los alzados ha sido una constante desde la llegada del gobernador Juan Sabines en 2006.
Diversos grupos campesinos cercanos al gobierno del estado pretenden posesionarse de las tierras que bases de apoyo zapatista ocupan y trabajan desde 1994. Grupos paramilitares como la Organización para la Defensa de los Derechos IndÃgenas y Campesinos (OPDDIC) acosan a los municipios autónomos. El Ejército ha establecido nuevas posiciones, cualificado su presencia en la entidad y realizado movimientos inusuales de carácter claramente intimidatorio.
Jaime MartÃnez Veloz, representante del gobierno de Chiapas ante la Comisión para la Concordia y Pacificación (Cocopa), ha explicado con mucha claridad la dimensión agraria de la actual ofensiva antizapatista. “El gobierno mexicano –dijo a la CCIODH http://cciodh.pangea.org –, yo estoy convencido que en actitud de intentar confrontar al EZLN con campesinos e indÃgenas de la zona, habilitó a personas con necesidades de tierra, pero los habilitó como ejidatarios de las mismas zonas que los zapatistas ocupaban esas tierras. Los hace ejidatarios y evidentemente genera un conflicto. En una misma superficie hay quien ocupa la tierra y hay quien tiene un tÃtulo. Esto se produjo ya por los primeros años, 95, 96... y las repercusiones de eso, pues hoy aparecen.â€?
Curiosamente, los responsables de la polÃtica agraria, rural y turÃstica del gobierno de Juan Sabines son personajes como Jorge Constantino Kanter, representante de los latifundistas y ganaderos afectados por la irrupción del zapatismo, o Roberto Albores Gleason, hijo del ex gobernador Roberto Albores, ejecutor de innumerables violaciones a los derechos humanos.
El operativo del pasado 4 de junio se realizó en el lugar donde hace poco tiempo estuvo el subcomandante Marcos. Por lo visto, su presencia en La Garrucha inquietó a las autoridades gubernamentales. Hace ya meses que el vocero del grupo rebelde casi no aparece ante la opinión pública y sus silencios ponen nerviosos a los servicios de inteligencia. Pero los focos rojos que advierten la creciente intolerancia gubernamental ante la iniciativa civil pacÃfica de los rebeldes se habÃan prendido desde tiempo atrás. Camino al primer Encuentro Continental de Pueblos de América, realizado en Vicam, Sonora, entre el 11 y el 14 de octubre de 2007, retenes policiacos y militares detuvieron al convoy en el que se trasladaban los delegados zapatistas, obligando a que la comandancia indÃgena que asistÃa al evento regresara a Chiapas.
Una encuesta recientemente realizada sobre la administración de Felipe Calderón muestra que, además de la amplia simpatÃa de la población a la campaña antidrogas, a pesar del paso de los años, 26 por ciento de los sondeados apoyan a los zapatistas. Un porcentaje nada despreciable en las actuales circunstancias.
El nuevo intento gubernamental de mostrar al EZLN como cómplice del crimen organizado pretende montarse en la ola de sentimientos antinarco para tratar de erosionar la corriente de opinión favorable a los rebeldes y propinarle un golpe represivo. Un golpe decidido desde tiempo atrás. ¿Acaso no tiene el gobierno federal suficientes conflictos sin solución abiertos como para hacer más grande uno que no ha podido resolver en años?
http://www.jornada.unam.mx/2008/06/10/index.php?section=opinion&article=
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Grupos indÃgenas de Chiapas enfrentan cada vez más incursiones de militares
Hermann Bellinghausen
Los soldados argumentan que las acciones están dirigidas contra el narcotráfico
Comitán, Chis. 9 de junio. Los movimientos e incursiones de tropas federales se han incrementado en las regiones indÃgenas de Chiapas, con distintos destinatarios, y aunque los soldados argumentan buscar cultivos ilegales (esto, cuando “explicanâ€? su presencia, cosa que no siempre hacen), todo indica que se dirigen contra las organizaciones indÃgenas. En las cañadas de Ocosingo, donde se localizan los municipios zapatistas del caracol de La Garrucha, los operativos han sido más amplios y severos, pero no los únicos.
A lo largo de la carretera que circunda Montes Azules y la selva Lacandona, en el circuito Comitán-Benemérito de las Américas-Palenque-Ocosingo, desde mediados de mayo aumentaron los patrullajes del Ejército federal, los puestos de control móviles y los campamentos transitorios (como en Tziscao e Ixcán, por citar dos casos).
Como se sabe, las bases de apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), incluyendo mujeres y niños, confrontaron dramáticamente a las tropas federales en las afueras de las comunidades Galeana y San Alejandro, en el municipio autónomo Francisco Gómez, el 4 de junio. DÃas atrás, mujeres de la Organización Campesina Emiliano Zapata (OCEZ) hicieron lo propio en los caminos de Carrizal, Chulná y RÃo Florida, en Ocosingo, cerca de Oxchuc.
Se han reportado incursiones castrenses en la zona chol del norte y en Marqués de Comillas, presuntamente contra el “crimen organizadoâ€?. También dentro de Montes Azules, en su extremo noroccidental. El 23 de mayo, tras el operativo en Nuevo Chamizal, donde no hay bases zapatistas, el Ejército acusó de sembrar mariguana a unos inexistentes zapatistas (los que existen allà son priÃstas, y para más detalle, antizapatistas paramilitarizados).
La junta de buen gobierno El camino del futuro, en La Garrucha, describió a La Jornada en dÃas pasados no sólo las acciones contra comunidades rebeldes, sino también la espectacular incursión en el poblado El Suspiro, a orillas de la laguna del mismo nombre, en Montes Azules.
Ahora se ha dado a conocer la denuncia de los pobladores de El Suspiro: “El 23 de mayo, siendo mediodÃa llegaron a nuestro poblado cientos de ‘ejércitos’ violentamente, asustando niños y ancianos. También dos helicópteros de militar y por fuerza se llevaron machete, azadón, palas, picos y focos, todos que usamos para trabajar nuestras milpas. Quitaron 10 docenas de tablas rústicas que eran para tapar su casita del compañeroâ€?.
En este caso las acusaciones son de carácter ambiental, pero proyectaron su sombra sobre las comunidades zapatistas San Pedro, Laguna ParaÃso y 6 de Octubre. Los de El Suspiro detallan que los militares, acom- pañados de judiciales y agentes del Ministerio Público, “estuvieron en nuestro poblado cuatro horas amenazando mujeres, niños y ancianitos que mejor salieron a esconder en la montaña. Antes de irse los ejércitos dejaron documento citatorio de PGR para presentar compañeros en Ocosingoâ€?.
En un momento en que la militarización con fines “policiacosâ€? se generaliza en el resto del paÃs, las piezas del tablero militar en Chiapas, establecidas para sitiar los territorios zapatistas hace más de una década, se han puesto en movimiento de manera repentina. Y aunque ya aparecieron unos sedicentes (y oportunos) Zetas en la capital del estado, el “combate al narcotráficoâ€? no se sostiene en los territorios zapatistas (y seguramente tampoco en el caso de la OCEZ, cuando menos).
http://www.jornada.unam.mx/2008/06/10/index.php?section=politica&article
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Operación Garrucha
7 de junio. El Centro de Análisis PolÃtico e Investigaciones Sociales y Económicas, hace público un informe sobre la ofensiva militar en Chiapas.
http://cml.vientos.info/node/14514
CAPISE: Informe SEDENA, Operación Garrucha.
http://chiapas.indymedia.org/article_156865
4 de junio. Presencia militar en las inmediaciones del Caracol IV.
La JBG de La Garrucha denuncia la incursión de 200 soldados, asà como policÃas y judiciales, amenazan con volver.
http://enlacezapatista.ezln.org.mx/denuncias/953
2 de junio. Corte del servicio de luz a bases de apoyo zapatistas, en el ejido Huaquitepec municipio de Chilón, Chiapas.
Comunicado/Denuncia de la Junta de Buen Gobierno de La Garrucha. Caracol IV.
http://enlacezapatista.ezln.org.mx/denuncias/954
27 de mayo. El periódico Cuarto Poder de Chiapas publica artÃculo en el que asegura que se destruyeron dos plantÃos de marihuana en territorio zapatista.
http://chiapas.indymedia.org/article_156657
Comunicado de la JBG de La Garrucha, desmintiendo lo que publicó el periódico Cuarto Poder.
http://enlacezapatista.ezln.org.mx/denuncias/953
http://chiapas.indymedia.org/article_156819
http://cml.vientos.info/node/14452
19 de mayo. Incursión militar en la comunidad indÃgena San Jerónimo Tulija, Municipio oficial de Chilón y Municipio Autónomo Rebelde Zapatista Ricardo Flores Magón.
http://chiapas.indymedia.org/article_156508
URGENTE::: INCURSIÓN y ocupación MILITAR en San Jerónimo TULIJ� contra Bases de Apoyo ZAPATISTAS.
http://cml.vientos.info/node/14300 |