|
Notícies :: amèrica llatina |
La falacia del “desarrollo� sin freno en la Amazonia
|
|
per Bruno Lima Rocha (desde Porto Alegre) |
27 mai 2008
|
Brasil. |
|
Barometro Internacional
Análisis PolÃtico y Social Nacional e Internacional De Venezuela y el Resto del Mundo.
Director: Diego Olivera. Jefe de Redacción: Miguel Guaglianone
La salida de Marina Silva del Ministerio del Medio Ambiente de Brasil, militante histórica del estado de Acre, contemporánea de Chico Mendes, trajo al centro de la atención la cuestión llamada “desarrollo sustentableâ€?. El problema es siempre analizado de forma parcial y desde el punto de vista “económicoâ€?. Siguiendo una lógica ilusoria de economÃa pura, nada serÃa más antieconómico que la estupidez de proponer un crecimiento de las capacidades de producción y de circulación de riquezas y medios, sin un cálculo de la longevidad de estos mismos recursos.
Se aproxima el fin de la primera década del siglo XXI sin solucionar conceptualmente un problema estructural del Brasil y de toda la Amazonia. En el más grande paÃs latinoamericano, la legislación más avanzada del mundo en defensa del medio ambiente, se ve desprotegida frente a la furia “desarrollistaâ€?. En verdad, el avance de la frontera agrÃcola y exploratoria es una cuestión ideológica de fondo. Derrumbar el árbol de pie significa una fuente de riqueza inmediata y un “desterritorializaciónâ€? de los pueblos del “bosqueâ€?. Al final, sin bosque, no existen los “pueblos del bosqueâ€?.
El problema es de fondo. Más de la mitad del área agrocultivable en el paÃs es usada para la especulación bovina. Con una medida de un buey adulto por hectárea, los latifundistas nacionales más improductivos juegan hoy en segundo lugar en el juego del desbrozamiento. Al frente están los plantadores de soya, apoyados en la falta de barreras arancelarias chinas, y todos regiamente financiados por el Ministro de Agricultura, correligionario del ARENA (el partido de sustentación de la dictadura militar). Vale la pena recordar la trayectoria polÃtica del funcionario público del gobierno de Paraná, Reinhold Stephanes, economista y militante histórico del mismo partido ARENA. Staphanes, asà como otros colaboradores y operadores polÃticos de la dictadura (como el economista Delfim Netto) actúan por dentro y por fuera del gobierno de LuÃs Ignacio (Lula) Da Silva, que para muestra fue puntero polÃtico de Fernando Enrique Cardoso en la campaña de 1978.
Esta maraña de capitulaciones de las metas históricas de la izquierda ecológica y de los pueblos del bosque refleja la barbarie conceptual aplicada por un gobierno de “centro izquierda no clasista� según los analistas neoliberales más lúcidos. Esto porque en términos económicos, el avance de la “producción� en la Amazonia es absolutamente IMPRODUCTIVO en el plazo de una o dos décadas. Pero eso poco importa para aquellos que se regocijan con la falta de planeación económica y la ausencia de estrategia y objetivos. Sin planificar dentro de un esquema lógico y con metas determinadas, cualquier término de “planeamiento estratégico� no pasa de ser un mal uso del concepto. En otras palabras, una mentira sistemática aplicada como “justificación intelectual�.
Un “cuelloâ€? de desarrollo sustentable está a la orden del lenguaje. El arsenal de aliados de Dilma Roussef (Primera Ministra y Jefa de la Casa Civil) y de Blairo Maggi (Gobernador de Matto Grosso, el mayor plantador de soya en el mundo y campeón del desmantelamiento de la Amazonia) utilizan eufemismos tales como: cuello energético, agilización de las licencias ambientales, destrabar a los sectores productivos de la “vigilancia de los eco-ladillasâ€? y otros términos neoliberales en nombre de un supuesto desarrollo. Más que de semántica, es una crisis de paradigma. Me explico, no existe desarrollo posible sin el manejo racional de los recursos no renovables. AsÃ, o el desarrollo es sustentable, o no “desarrollaâ€? casi nada, apenas extrae riqueza y destruye lo que tiene al frente.
El ex-guerrillero Carlos Minc tomó la posta, asumiendo la defensa del medio ambiente. No tengo duda alguna de que su presencia será determinante, aunque no tan legÃtima en la Amazonia como la de Marina Silva. La ex-militante del Acre dejó el barco a la deriva y navegando en aguas turbias. Quedó en su trayectoria la quiebra de Ibama, el asesinato de la monja Doroty Stang (misionera estadounidense radicada en Brasil desde 1966, asesinada en la ciudad de Anapu, estado de Pará, el 15 de febrero de 2005) y la súper exposición de un gobierno local como el de Pará, con Ana Julia del PT, madereros, pistoleros (sicarios) y otros destacados “agentes del desarrollo económico no-sustentableâ€?:
El absurdo es tan grande, que tenemos que debatir hasta la “semántica anti-ecológicaâ€?. En ausencia de una polÃtica pública contundente, queda la infelicidad de un debate estéril. No existen atajos en polÃtica, en cualquier polÃtica, incluyendo la polÃtica ambiental. Cabe a los protagonistas de esta novela escribir su destino, aunque muchas veces el lenguaje empleado sea de violencia, como la acción de los pueblos originarios en la audiencia pública de Altamira, dónde hirieron a golpes de machete a un ingeniero de Petrobrás.
Crean que ese episodio volverá a repetirse, tal como el embrollo de Roraima y la posibilidad de una reserva del tamaño de un paÃs y bajo sospecha de tener una gestión internacionalizada. Repito nuevamente el concepto. La autonomÃa de los pueblos originarios y el protagonismo indÃgena deben ser prioritarios para cualquier régimen que se presente como “democráticoâ€?. Cuando estos derechos no sean protegidos por la vÃa legal, lo serán por vÃa de los hechos. Hasta porque los “agentes económicosâ€? operando en la Amazonia, no encuentran barreras de veto ni represión estatal a la altura de los crÃmenes cometidos por estos “inmaculados emprendedoresâ€?. |
This work is in the public domain |