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Anàlisi :: corrupció i poder : sense clasificar |
Los Glucksmann, el 68, el obrero-masa y la memoria reelaborada
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per Junius |
23 mai 2008
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Una nota al hilo del paso de André Glucksmann (e hijo) por Barcelona. |
El pasado pasa y la memoria se va tras de él de vuelta a la noche de los tiempos. Por eso la memoria histórica viene a ocupar su lugar como relato de lo que fue. La Historia se entiende a si misma como el ejercicio mitopoiético que se crea y recrea a partir del puzzle de las evidencias que el propio historiador construye. Tal es la obra de la historiografía. No hay pues una verdad ontológica en el pasado esperando ser desvelada, sino conflicto presente en torno a la congruencia de nuestras acciones y nuestros valores a lo largo del tiempo.
Una de las obsesiones de los activistas de los movimientos sociales más inclinados a mirarse narcisísticamente en el ombligo de su identidad colectiva radica precisamente en su tendencia a pensar que, ya que en el presente no parece fácil hacerse con razones, mejor es mirar hacia el pasado e instalarse cómodamente en su maleabilidad discursiva. El permanente ejercicio agonístico por determinar y fijar la significación del acontecimiento histórico conduce así a muchos activistas a ubicarse en ese plano "pre-ocupante" y siempre cambiante del "pasado que no quiere pasar" (Vergangenheit, die nicht vergehen will, por recordar aquí la polémica expresión del historiador conservador alemán, Ernst Nolte, que inauguró la Disputa de los Historiadores o Historikerstreit). |
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