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Notícies :: amèrica llatina |
AutonomÃas y divisionismo para frenar la segunda independencia
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per Ernesto Tamara. Correu-e: ernestotamara@gmail.com (no verificat!) |
16 mai 2008
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En plena globalización el imperio impulsa la partición de países. |
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Barometro Internacional
Análisis PolÃtico y Social Nacional e Internacional De Venezuela y el Resto del Mundo.
Director: Diego Olivera. Jefe de Redacción: Miguel Guaglianone
La globalización de la economÃa, y del sistema capitalista fue presentada como una ventaja para el desarrollo de los pueblos, borrando fronteras para el comercio, permitiendo el tráfico de capitales, estableciendo el supuesto tránsito libre de la mano de obra y el reparto general de los beneficios.
Una falacia difÃcil de sostener habida cuenta de los resultados del capitalismo en sus más de 200 años de imposición en la mayorÃa de los paÃses del mundo. En pleno auge de este proceso de globalización, que impone al mundo un sistema económico único, los paÃses industrializados, al mismo tiempo que impulsan sus proyectos de integración, alientan y promueven el separatismo y las autonomÃas en paÃses emergentes. Sin embargo, esa promoción de las autonomÃas no se aplica al interior de las naciones desarrolladas, ni siquiera cuando se trata de naciones identificadas.
Los intentos autonomistas de los vascos en España y Francia han sido cortados con todo el peso del aparato del Estado, hasta ilegalizando las representaciones polÃticas de los independentistas. Lo mismo en la anexionada isla de Puerto Rico, donde el FBI asesinó el pasado año a uno de los lideres independentistas, o en Canadá, donde los independentistas del Quebec fueron prácticamente borrados del mapa, sólo por mencionar algunos ejemplos.
Divide y vencerás es la máxima que impulsa la polÃtica imperial, no sólo de Estados Unidos sino también de su socio menor, la Unión Europea. El objetivo, conquistar mercados que se resisten o vencer gobiernos y pueblos que emprenden un camino de desarrollo diferente.
Mientras Europa extiende la Unión Europea, de las 15 naciones iniciales a las 27 actuales, para imponer el poder de sus empresas en los ex paÃses de la órbita soviética, al mismo tiempo impulsan los proyectos separatistas en Rusia, Ã?frica, Asia y América Latina.
Cuando en febrero de este año Kosovo declaró su independencia en forma unilateral, Estados Unidos se apresuró a reconocerla, y poco después casi todos los paÃses de la Unión Europea, con la explicación de que era un fenómeno único y por una sola vez en su territorio.
Asà culminaban el proceso de división de los balcanes y el entierro definitivo de la ex Yugoeslavia y ponÃan como presidente en Kosovo al ex jefe de la banda terrorista que masacraba prisioneros serbios para traficar con sus órganos, según denunció en un libro reciente la ex fiscal del Tribunal Internacional de La Haya, Carla del Ponti.
Pero todos los gobiernos europeos insistieron en señalar que era la última división en Europa, temerosos de que los vascos en España y Francia, los corsos de la isla ocupada por Francia, entre otros, reclamaran el mismo tratamiento. Pero este celo en establecer que el reconocimiento de Kosovo era único, desaparecÃa a la hora de definirse sobre procesos separatistas en regiones más alejadas, en naciones donde las empresas europeas o norteamericanas han tenido dificultades para imponerse y controlar sus recursos naturales.
Asà podemos repasar el mapa del mundo y comprobar como se incentivan procesos separatistas, que parecen volver a diseñar el mapa de la edad media, donde más que paÃses o naciones existÃan feudos sin más identidad que el control económico de una zona.
Las últimas estrellas mediáticas de esta desglobalización en la globalización, son el Tibet en China y Santa Cruz en Bolivia, aunque se anotan muchas más sin tanta cobertura mediática como la recién renovada autonomÃa de Zulia en Venezuela.
Dividir para reinar.
Después del desmembramiento de lo que fue la Unión Soviética y el poco desarrollo del espacio pro ruso de la Comunidad de Estados Independientes, en la mayorÃa de los paÃses resultantes todavÃa se mantienen procesos separatistas que pretenden dividir aún más las naciones resultantes del debacle soviético.
En muchos de estos procesos separatistas, algunos con cierta identidad nacional propia, el impulso o las simpatÃas hacia la independencia están sustentados en la existencia de recursos naturales, generalmente petróleo o gas, o en el tránsito de los mismos a través de oleoductos existentes o por construir.
Siempre, y más en los tiempos modernos, la posibilidad de desarrollo de un paÃs independiente está en la capacidad económica de sustentarse, por lo que en este mundo globalizado las naciones pequeñas quedan a merced de las potencias extranjeras o de empresas multinacionales que manejan presupuestos mayores que el PBI de cada una de ellas.
Sin mucho esfuerzo se pueden encontrar noticias de intentos separatistas de regiones, o propuestas autonomistas en Rusia, Georgia, Armenia, Azerbaiyán, Kazajistán, Tayikistán, Turkmenistán, Uzbekistán. Como también noticias sobre producción de hidrocarburos, gas natural, construcción de oleoductos o gasoductos, y de intervención extranjera, directa como construcción de bases militares, agresiones, o financiamiento de grupos opositores al gobierno de turno.
En la región juegan los intereses rusos, China con su enorme necesidad de abastecimiento de energÃa y materias primas, Estados Unidos y la Unión Europea también buscando el control del gas y petróleo.
Por ejemplo, la empresa BP-Amoco, de capitales norteamericanos y británicos, financió el golpe de estado que instaló al clan Aliyev en el control de Azerbayán, rico centro petrolero y distribuidor de hidrocarburos de la zona de Mar Caspio, tras la división de la URSS. La empresa controla gran parte del oleoducto Bakú-Tblissi-Ceyhan y cerca del 80% de la infraestructura petrolera del paÃs. Ilham Aliyev es el actual presidente del paÃs después de haber heredado el cargo de su padre, Heidar, poco antes de morir a fines de 2003.
En otras regiones del mundo se montan procesos independentistas después de sumir a los paÃses en guerra civiles, provocando masacres y desplazamiento de millones de personas, o construyendo de hecho territorios controlados por empresas o mercenarios o bandas armadas que trabajan para abastecer a empresas. Por ejemplo en la República del Congo. En las provincias del este de Congo Kinshasa, consideradas por la UNESCO reservas ecológicas de gran importancia, se encuentra el 80 % de las reservas mundiales de coltan, material imprescindible para la construcción de las baterÃas de los celulares. Allà han puesto sus ojos, sobretodo en los últimos diez años, las grandes multinacionales: Nokia, Ericsonn, Siemens, Sony, Bayer, Intel, Hitachi, IBM y muchas otras. Se han formado en la zona toda una serie de empresas (muchas de ellas "fantasmas") asociadas entre los grandes capitales transnacionales, los gobiernos locales y las fuerzas militares (estatales o "guerrilleras") para la extracción del coltan y de otros minerales como el cobre, el oro y los diamantes industriales. En esta zona se ha borrado la frontera y operan grupos armados de Rwanda, Uganda y Burundi junto con rebeldes congoleños opositores entre otros. Aqui la “independenciaâ€? es de hecho, y el gobierno son los grupos armados que responden a las multinacionales que adquieren el mineral.
Otra zona de atención es Darfur, la provincia de Sudán que limita con Chad y la República Centroafricana. Allà se han concentrado refugiados de los tres paÃses que son vÃctimas de ataques de rebeldes y del gobierno sudanés. Algunas voces internacionales reclaman establecer a esta provincia como un territorio autónomo controlado por las Naciones Unidas. El gobierno de Sudán y los grupos rebeldes han fracaso en llegar a un acuerdo de paz en una reunión celebrada en Libia a fines del pasado año. No es ajeno al conflicto la producción de petróleo de Sudán, explotado por una empresa china, tras el fracaso de las compañias norteamericanas de hacerse del control de las reservas.
También otras regiones de �frica siguen inestables, con conflictos armados en curso o latentes, donde no están ajenos los intereses económicos de las potencias extranjeras.
En América Latina.
Las reivindicaciones de autonomÃas han sido muy escasas a lo largo de la historia latinoamericana. Desde que las potencias coloniales, España y Portugal fundamentalmente, impusieron a sangre y fuego su poderÃo en el continente, la lucha de los pueblos ha sido siempre por la independencia y la unidad. El ideario de los libertadores, a punto de cumplirse 200 años de aquella gesta, era construir una “patria grandeâ€? en un sistema federal.
Las oligarquÃas locales, con respaldo del imperio británico -que buscaba conquistar mercado para sus mercancÃas en la región- lograron fragmentar el continente, donde se habla prácticamente el mismo idioma desde el sur de los Estados Unidos a Tierra del Fuego.
La historia latinoamericana es quizás el mejor ejemplo de que las oligarquÃas no tienen patria y sólo responden al capital. Cualquier proceso autonómico o independentista que han emprendido o pretenden impulsar, tiene un sólo objetivo, concentrar poder en una minorÃa, apoderarse de los recursos naturales y las riquezas de la región.
La independencia latinoamericana del imperio español se logró en una lucha común de todo el continente. Las fuerzas de Simón BolÃvar llegaron hasta Chile y Bolivia, las de San MartÃn llegaron también hasta Chile. Sólo después se impuso la división impulsada por las oligarquÃas locales.
La codicia de las oligarquÃas y la influencia de las potencias extranjeras fueron consolidando la división del continente, y en muchos casos provocaron guerras para acceder a mercados y/o obtener recursos naturales. La última partición de un paÃs la impuso Estados Unidos para separar lo que hoy es Panamá de Colombia y construir el canal interoceánico.
Ahora, a dos siglos casi del inicio de la primera independencia y cuando para muchos se comienzan a dar los primeros pasos para la segunda y definitiva independencia, las oligarquÃas aliadas al imperialismo norteamericano inician procesos divisionistas e incentivan la posibilidad de guerra entre paÃses para frenar ese proceso de unidad e independencia.
Al mismo tiempo que se niega el derecho a la independencia de Puerto Rico, que no tiene un sólo lazo cultural con Estados Unidos que haga considerar por un segundo su integración a ese paÃs, se impone la división y separación de regiones en otras naciones sin ninguna identidad cultural propia.
Los procesos autonomistas en Bolivia de los departamentos de Santa Cruz, Beni, Tarija y Pando sólo están basados en el rechazo de las oligarquÃas locales a una mejor distribución de la riqueza. Mientras la oligarquÃa cruceña controlaba el gobierno nacional, no realizó ningún planteo autonomista.
Desde que el gobierno de Evo Morales decretó el pago a la pensión a la vejez, financiada con impuestos al gas y petróleo de Santa Cruz, surgió no sólo el rechazo a la medida, sino el planteo de dividir al paÃs. El estatuto autonómico propuesto, reserva al prefecto (gobernador) potestades que en todos los paÃses son potestad del gobierno nacional, como la distribución de tierras, el control de rÃos, espacio aéreo y tránsito terrestre, entre otros.
Ahora también surge el divisionismo en la patria de Simón BolÃvar, el mayor precursor de la unidad latinoamericana. Sectores del Estado de Zulia, rico en petróleo y en la frontera con Colombia, empiezan a impulsar con renovada energÃa un proceso autonómico que tuvo al ex embajador norteamericano en Caracas, William Brownfield, como su mentor y promotor. |
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Comentaris
Re: AutonomÃas y divisionismo para frenar la segunda independencia
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per dele |
18 mai 2008
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¿ perdon, la lucha por las autonomías han sido escasas en sudamerica? creo que estas un poco perdido.
Santa Cruz es la catalunya de bolivia, a los pijos ni agua! |
Re: AutonomÃas y divisionismo para frenar la segunda independencia
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per dele pallasso |
19 mai 2008
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tu ets bastant subnormal, catalunya és una nació, un poble que existeix des d'abans que existís bolivia, o sense anar més lluny, espanya
projecta els teus odies en una altra banda, cretí |
Re: AutonomÃas y divisionismo para frenar la segunda independencia
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per dele |
19 mai 2008
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Si, catalunya no es el problema delepallasso. El problema son los ricos, sean de donde sea, de Santa Cruz o Catalunya...
Y sí me lo creo, catalunya es la nacion mas antigua del mundo, usted sabe cuantas lenguas se hablan en bolivia, o cuantas "naciones hay"...Dele con pallasadas... |
Re: AutonomÃas y divisionismo para frenar la segunda independencia
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per català emprenyat |
19 mai 2008
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Clar dele, i per això dius que Santa Cruz és com Catalunya, i per això inclous a tots els catalans com a rics, deus incloure també a tots els indigenes que habiten a Santa Cruz entre els rics??
El problema sou els que no veieu que els pobles tenen drets i que no tothom dels pobles som rics com tu pressuposes per parlar una llengua. El problema és el capitalisme i les seves classes socials, i el problema és també l'imperialisme globalitzador i els seus genocidis culturals. Tu segueix intentant fer paral·lelismes estúpids que no tenen res a veure, com a català pobre em solidaritzo amb els pobres de Santa Cruz i amb els pobres de tot el món i exigeixo respecte per tots els pobles i totes les cultures. Fes tu el mateix sense estigmatitzar ni generalitzar d'una forma tan absurda. |
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