Andalucía: Apuntes para un balance postelectoral

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Andalucía: Apuntes para un balance postelectoral
per Andalucía Libre	19 abr 2008
Con alta participación (73,65%), el PSOE ha obtenido su octava victoria consecutiva en Andalucía, revalidando mayoría absoluta (48,19%). El PP ha sido derrotado, pero progresa significativamente (38,63%). IU sigue retrocediendo (7,09%), aunque conserva sus 6 escaños. El andalucismo regionalista desciende al 2,78% y se convierte en extraparlamentario.

AndalucÃa: Apuntes para un balance postelectoral AndalucÃa Libre Con un alto Ãndice de participaciÃ³n (73,65%), el PSOE ha obtenido en 2008 su octava victoria consecutiva en AndalucÃa, revalidando su mayorÃa absoluta en el Parlamento andaluz (48,19% y 56 escaÃ±os)(1). El PP ha sido derrotado, pero progresa significativamente (38,63% y 47 bancas), consiguiendo la victoria en las provincias de AlmerÃa y MÃ¡laga y hegemonizando el voto urbano y costero. Ambos reÃºnen el 86,82% del voto. IU sigue retrocediendo, aunque conserva el mismo numero de diputados en el Parlamento andaluz que hace cuatro aÃ±os (6, ahora con el 7,09%). Finalmente, el andalucismo regionalista sufre una derrota terminal: desciende a un 2,78% (pierde el 67,2% de los apoyos obtenidos en 2004) y se convierte en extraparlamentario. De los 109 asientos del Parlamento andaluz, se puede adelantar ya hoy que 108 estarÃ¡n ocupados por espaÃ±olistas fÃ©rrea y visceralmente comprometidos con la opresiÃ³n y asimilaciÃ³n de AndalucÃa por EspaÃ±a. El restante â��que ocupa el lÃder de CUT-BAI, Juan Manuel SÃ¡nchez Gordillo, gracias a su inclusiÃ³n como numero 1 en la lista de IU por Sevilla- merece tratamiento aparte. Tal como somos La doble convocatoria electoral del 9 de Marzo ha supuesto una nueva victoria del RÃ©gimen espaÃ±ol en AndalucÃa. Los resultados reflejan la paulatina regresiÃ³n de la situaciÃ³n polÃtica y social. Han avanzado el bipartidismo, la espaÃ±olizaciÃ³n y la derechizaciÃ³n social. La complementariedad PSOE-PP, al escenificar una falsa bipolaridad, ha funcionado perfectamente, retroalimentÃ¡ndose mutuamente. Como causa primero y consecuencia despuÃ©s de este fenÃ³meno, los ejes y mÃ¡rgenes del debate polÃtico andaluz se han seguido derechizando y restringiendo. A escala general â��hablando del comÃºn de los andaluces- no es ya que no se apoyen propuestas alternativas en lo polÃtico, nacional o social es que ni siquiera se conocen o imaginan (quizÃ¡ tambiÃ©n porque tampoco se oferten, por pura debilidad polÃtica y desimplantaciÃ³n social). El malestar social no tiene traducciÃ³n polÃtica. Obviamente, la ley electoral vigente favorece la gestaciÃ³n y consolidaciÃ³n de este escenario pero este hecho â��como la parcialidad restrictiva de los medios de comunicaciÃ³n masiva, unÃ¡nimemente en manos espaÃ±olas- no es novedoso, aunque sus efectos sÃ puedan ser acumulativos. Ambos forman parte de los parÃ¡metros constituyentes del actual RÃ©gimen espaÃ±ol desde su configuraciÃ³n durante la TransiciÃ³n. Buscar ahÃ la razÃ³n primaria de esta situaciÃ³n â��como han hecho a modo de excusa desde PA y PCE/IU- implica un riesgo cierto de desenfoque. Por el contrario, serÃa mucho mÃ¡s sensato situarla haciendo hincapiÃ© en el curso polÃtico seguido durante los Ãºltimos treinta aÃ±os por las diferentes fuerzas y en los efectos ideolÃ³gicos y sociales que este juego ha facilitado desarrollar y cristalizar, hasta su ultima decantaciÃ³n el 9 de marzo. En otras palabras, la AndalucÃa que se mostrÃ³ hace pocas semanas en las urnas es, por activa, fruto y expresiÃ³n de la acciÃ³n prolongada y combinada del PSOE y del PP, como ejes sostenedores, y del PCE-IU y el Andalucismo regionalista, como satÃ©lites coadyuvantes necesarios. Por pasiva, resultado de los errores y debilidades de la izquierda, es decir o lo que es lo mismo, del independentismo andaluz. Los datos bipartitos El PSOE -partido del capitalismo nacionalmente dependiente- impulsor, expresiÃ³n y beneficiario del modelo vigente de AndalucÃa dependiente, vence gracias, de una parte, al aÃºn superviviente â��miedo al PPâ�� y de otra, merced a su funcionalidad y correspondencia con la AndalucÃa subordinada y alienada que ha contribuido decisivamente a configurar y en la que disfruta de hegemonÃa ideolÃ³gica y social aplastante. AÃºn asÃ -y como paradÃ³jico resultado de su Ã©xito- el PSOE va paulatinamente abriÃ©ndole camino al PP. No es sÃ³lo que la derecha extrema espaÃ±olista haya subido 295.000 votos a nivel nacional; es que tambiÃ©n el PP gana por vez primera en las circunscripciones de MÃ¡laga y AlmerÃa (donde supera el 50%), arrasa en la costa mediterrÃ¡nea y consolida sus triunfos en la mayorÃa de las grandes ciudades andaluzas y en su inmediata periferia. Tras el 9 de marzo, la perspectiva de una futura victoria del PP en AndalucÃa deja de ser quimÃ©rica para convertirse en una hipÃ³tesis ciertamente aÃºn difÃcil de consumar (la suma PSOE-IU aÃºn le saca al PP 742.273 votos) pero viable. AÃºn ahora este escenario bipartidista con hegemonÃa urbana de la derecha no deja de ser sintomÃ¡tico y generar efectos. Si el PSOE conserva aÃºn mayorÃas en las ciudades de Algeciras, Jerez, Huelva, Dos Hermanas y Sevilla, el PP consolida triunfos en AlmerÃa, CÃ¡diz, CÃ³rdoba (donde una alcaldÃa de IU se traduce sÃ³lo en un 9,77% de voto), Granada, JaÃ©n, MÃ¡laga y Marbella. Es un hecho sociolÃ³gico significativo y de alcance polÃtico que allÃ donde el modelo socio-econÃ³mico andaluz, asentado en la agro-exportaciÃ³n, la hostelerÃa, el turismo y la construcciÃ³n â��con sus correlatos de extrema precariedad laboral, inmigraciÃ³n y desagregaciÃ³n social- alcanza sus mayores cotas sea tambiÃ©n donde el PP sustituye ya al PSOE con mayor autoridad. Incluso algunos dirigentes del PSOE lo han reconocido bajo la formula â��a mayor inmigraciÃ³n, mÃ¡s apoyo al PPâ�?. La situaciÃ³n es tal que aunque el PSOE pueda impunemente desarrollar polÃticas fiscales y presupuestarias regresivas o aplicar un discurso patronal (el de los â��emprendedoresâ�? o la â��excelencia en calidadâ�?, legitimado por la concertaciÃ³n con CCOO-UGT) y a la vez beneficiarse todavÃa del â��voto Ãºtilâ�? antiPP, no por ello su propia acciÃ³n neoliberal de asimilaciÃ³n espaÃ±olista deja de ser fundamental para legitimar a la derecha extrema e irle creando bases polÃticas, ideolÃ³gicas y sociales cada dÃa mÃ¡s amplias al PP. Izquierda Unida IU ha obtenido en la doble convocatoria electoral 229.159 votos para las espaÃ±olas (perdiendo 60.000 votos en relaciÃ³n con 2004) y 315.909 para las andaluzas (aquÃ retrocede 20.000 votos). IU se ha quedado nuevamente extraparlamentaria en Madrid (bajando del 6,39% al 5,13%) y aunque tambiÃ©n ha disminuido en las andaluzas (del 7,51% al 7,09%), el mantenimiento de sus escaÃ±os y la reentrada de su coordinador oficialista Valderas en el Parlamento andaluz, en un contexto comparado de desastre estatal y junto al hundimiento andalucista, han atenuado el impacto de los resultados. La lectura interna de los resultados viene a ser algo asÃ como que â��si bien IU estatal se estÃ¡ pudriendo a pedazos, en AndalucÃa se han ganado cuatro aÃ±os de prorrogaâ�?. IU sufre los efectos de ejercer polÃticamente como â��segunda marca del PSOEâ�?, en voluntad y en hechos cada vez que las condiciones le permiten manifestarlo -tal y como demostrÃ³ por enÃ©sima vez el proceso de reforma estatutaria- pero todavÃa sobrevive en AndalucÃa gracias a la combinaciÃ³n del sostÃ©n de su red de cargos municipales, al usufructo de los restos del voto identitario â��comunistaâ�� y muy especialmente al aprovechamiento de su condiciÃ³n de receptÃ¡culo del â��voto Ãºtilâ�� de quienes se sitÃºan a la izquierda del PSOE (que no encuentran otra candidatura que sostener). AdemÃ¡s, IU se ha beneficiado nuevamente de la superposiciÃ³n electoral. La posibilidad de votar dos veces â��para espaÃ±olas y para andaluzas- ha permitido que 86.000 votantes que muy posiblemente hayan apoyado al PSOE para Madrid le hayan concedido a IU el voto en las andaluzas, considerando que aquÃ el riesgo de victoria del PP era sustancialmente menor. La sucursal andaluza de IU sigue siendo esencial para la supervivencia estatal de su referencia: de hecho, IU obtiene el 24% de su respaldo estatal en AndalucÃa. Con todo, los porcentajes del PCE-IU son aquÃ los mÃ¡s bajos de toda su historia, oscilando entre el 3,89% de AlmerÃa y el 9,47% de CÃ³rdoba. La gresca interna estatal de IU, en la que diversas facciones pelean por sus despojos -unida a su quiebra econÃ³mica: IU tiene una deuda minima de 15,8 millones de euros sin pagar- no dejaran de afectar a su sucursal andaluza, evidenciando su situaciÃ³n de marginalidad. N o obstante, la mayorÃa absoluta del PSOE en AndalucÃa â��que convierte a IU en innecesaria o prescindible desde el punto de vista parlamentario- le evitara a la formaciÃ³n espaÃ±olista de izquierdas un debate inmediato peligroso por su impacto clarificador y permitirÃ¡ a sus diversas corrientes seguir enfrentÃ¡ndose â��segÃºn su costumbre- desde la retÃ³rica y la ambigÃ¼edad, ocultando su sustancial acuerdo polÃtico en esencial; tal y como demostrÃ³ â��con la excepciÃ³n de la CUT/BAI- su compartido apoyo entusiasta al Estatuto de la Dependencia.(2) El desastre andalucista Las fuerzas integradas en la CoaliciÃ³n Andalucista (Partido Andalucista, mÃ¡s PSA, mÃ¡s otros) obtuvieron en 2004, 377.164 votos. Cuatro aÃ±os despuÃ©s sÃ³lo mantienen el 32,8% de ese respaldo, perdiendo el 67,18%: 152.674 sufragios. En las elecciones espaÃ±olas el andalucismo regionalista ha retrocedido del 4,04% nacional de 2004 (181.868 votos) a un escuÃ¡lido 1,53% (68.334). En las andaluzas, de 275.674 (6,16%) ha bajado a 123.776 (2,76%). Mirando circunscripciones, en AlmerÃa los andalucistas obtienen el 1,04%; en CÃ¡diz, el 4,19%; en CÃ³rdoba, el 3,16%; en Granada, el 1,59%; en Huelva, el 2,66%; en JaÃ©n, el 1,83%; en MÃ¡laga, el 2,82% y en Sevilla, el 3,21%. En las ciudades , sus datos son dramÃ¡ticos: 0,94% en AlmerÃa; 4,06% en Algeciras; 2,36% en CÃ¡diz; 3,48% en Jerez (donde Pacheco ha sido alcalde durante quinquenios); 2,15% en CÃ³rdoba; 1,20% en Granada; 2,00% en Huelva; 1,16% en JaÃ©n; 1,30% en Linares; 1,64% en MÃ¡laga; 1,67% en Marbella; 2,63% en Dos Hermanas y 2,52% en Sevilla (donde hace aÃ±os ostentÃ³ la alcaldÃa). Los resultados obtenidos no son sino la consecuencia previsible del agotamiento terminal del discurso regionalista. Su incoherencia, cobardÃa y espaÃ±olismo han terminado por condenarle a la irrelevancia parlamentaria. AÃ±os de oportunismo, han facilitado que el andalucismo regionalista sea considerado electoral y polÃticamente innecesario. Las prÃ¡cticas y discursos de los Rojas Marcos, Pacheco, PÃ©rez Bueno, Ortega, Del Olmo, Aranda, Villar, Aroca, Checa, Egea, Benavides y tantos mÃ¡s, se han demostrado no sÃ³lo reaccionarios sino tambiÃ©n inÃºtiles. AquÃ estÃ¡n las consecuencias de no oponerse nunca a EspaÃ±a y de competir con PSOE, PP y PCE-IU en verborrea espaÃ±olista en cada caso y circunstancia, poniendo su referencia pretendidamente andalucista al servicio de EspaÃ±a. Su insistencia extenuante en una retÃ³rica dependentista anticatalana y antivasca ha terminado por favorecer el traspaso de buena parte de su electorado a quienes ejercen de espaÃ±oles sin atenuantes ni aÃ±adidos: el PP y el PSOE. Faltos de norte polÃtico y de escrÃºpulos Ã©ticos, los andalucistas no han tenido problemas en formalizar coaliciones municipales o nacionales no sÃ³lo con el PSOE sino tambiÃ©n con el espaÃ±olismo extremo del PP, desautorizÃ¡ndose a si mismos como fuerza polÃtica necesaria por la vÃa de los hechos, porque Â¿quiÃ©n puede ser admitido como socio por el PP si no tiene bien acreditado su espaÃ±olismo?. Desprovistos asÃ de perfiles propios y sin proyecto nacional alguno, no han generado conciencia nacional, sino al contrario. Los andalucistas nunca han entendido que aunque PNV, CiU y otras fuerzas nacionalistas moderadas puedan hacer en la prÃ¡ctica polÃtica regionalista, lo hacen siempre desde una previa identidad polÃtica claramente nacionalista â��en la que su naciÃ³n siempre esta claro que no es EspaÃ±a y en la que siempre se reservan, al menos formalmente, su derecho a la soberanÃa y a la autodeterminaciÃ³n nacional- que es la que le permite luego justificar ante su electorado sus hechos por pragmatismo o cualesquiera razones y mantenerlo. Por el contrario, son miles los ejemplos en los que â��incluso durante esta ultima campaÃ±a y en televisiÃ³n- los andalucistas han acreditado que cuando piensan realmente en algo â��nacionalâ�� estÃ¡n refiriÃ©ndose a EspaÃ±a y nunca a AndalucÃa. En resumen, en treinta aÃ±os no ha habido lÃder andalucista que haya dicho pÃºblicamente ante una cÃ¡mara de televisiÃ³n 'que no es espaÃ±ol sino andaluz; que AndalucÃa es una NaciÃ³n porque lo es; que esta en contra de la dependencia de AndalucÃa en relaciÃ³n a EspaÃ±a y a favor de la SoberanÃa Nacional y la AutodeterminaciÃ³n de AndalucÃa'. Por el contrario, todos los que han representado al andalucismo se han reafirmado en cada oportunidad en su espaÃ±olidad, en el sometimiento llorica y en el agravio comparativo. El equipo de JuliÃ¡n Ã?lvarez se ha quedado sÃ³lo al principio del camino en la revisiÃ³n del curso andalucista y como suele ocurrir en estos casos ha pagado su inconsecuencia. Aunque fuera a trompicones â��plagiando textos ajenos de mala manera y con argumentos torcidos y torpes- llegÃ³ a asumir el â��noâ�� puntual al nuevo Estatuto, pero luego ha sido incapaz de mantenerlo y desarrollarlo como eje de una lÃnea polÃtica. Le ha puesto sordina, avergonzÃ¡ndose de lo que era su principal seÃ±a de identidad nueva, sustituyÃ©ndola por propuestas, que no por peregrinas dejaban de ser menos estupidas, como su reiterada defensa de un 'Gobierno tripartito PP-PA-IU', justificada Ãºnicamente como medio para excluir al PSOE (con quien habÃa gobernado en coaliciÃ³n no hace mucho). La coaliciÃ³n PA-PSA ha sido nefasta, no tanto por ella en si misma o por lo insustancial de sus propuestas o por su alucinante propaganda e imagen como porque se ha hecho sobre las bases polÃticas del andalucismo de siempre (que el PSA ha mantenido sin siquiera las dudas y ambigÃ¼edades del PA de la etapa Ã?lvarez) que son las que se han transmitido a la poblaciÃ³n andaluza. Los desastrosos resultados estÃ¡n a la vista. Inserto en la crisis postelectoral, los primeros datos que trascienden del Ã¡mbito andalucista indican un empecinamiento en el error que les ha conducido al fracaso. No se atisban en su seno pronunciamientos y proyectos realmente refundadores y que postulen un giro nacional y de izquierdas. En el andalucismo domina un silencio sepulcral, sÃ³lo alterado por el runruneo de las navajas entre los dinosaurios que disputan por el cargo de enterrador. A dÃa de hoy no aparecen en el espacio andalucista plataformas polÃticas programaticamente nacionalistas, antes al contrario, los rumores sobre las candidaturas alternativas para su Congreso extraordinario de Junio se limitan a la posible postulaciÃ³n del alcalde de Utrera, Curro JimÃ©nez â��caracterizado espaÃ±olista, bien conocido por sus serviles homenajes a los Borbones y al ejercito espaÃ±ol-; Pilar GonzÃ¡lez â��portavoz parlamentaria que ha reproducido a lo largo de sus discursos y trayectoria todos los tics crÃ³nicos del regionalismo- o Manuel MarÃa de Bernardo â��alcalde de San Fernando en alianza con el PP-, tres variantes que ubican al andalucismo en una perspectiva de extinciÃ³n cierta. SÃ¡nchez Gordilloâ�¦ El lÃder de CUT-BAI, Juan Manuel SÃ¡nchez Gordillo, vuelve a ocupar por tercera vez un escaÃ±o en el Parlamento andaluz. Es uno de los seis diputados con que cuenta IU en el Parlamento. De momento, su posicionamiento mÃ¡s significativo ha sido el pronunciarse de antemano por el â��noâ�� a la investidura de Chaves, dejando entrever que no respetarÃa la disciplina de voto en el caso de que el grupo de IU optara por la abstenciÃ³n. Como quiera que finalmente IU se ha decantado por el voto negativo, no ha habido ocasiÃ³n para que se concretara la discrepancia. De otra parte, la CUT-BAI presenta a su coordinador como aspirante a ser â��la voz de los sin vozâ�? en el Parlamento andaluz, a la vez que apuesta pÃºblicamente -todavÃa a estas alturas- por una â��refundaciÃ³n de IUâ�?. De hecho, estas primeras escaramuzas manifiestan lo que serÃ¡ el desafÃo al que Gordillo y la CUT tienen que responder en esta legislatura. O bien Gordillo y CUT-BAI optan por seguir jugando a mantener el papel liturgico de â��aÃ±adido honestoâ�? del espaÃ±olismo de izquierdas â��que contribuye a embellecer polÃticamente a IU y a difundir la falsa idea de que los andaluces pueden fiarse de algÃºn partido espaÃ±ol- o bien apuestan de una vez por poner su implantaciÃ³n al servicio de una nueva fuerza andaluza de izquierda, arrostrando los riesgos consecuentes. Las circunstancias â��su misma visibilidad en el Parlamento- han hecho que ambas opciones dejen de ser objetiva y subjetivamente compatibles. Dicho en otras palabras. O Gordillo deja el grupo parlamentario de IU a lo largo de esta legislatura â��bien porque se va al mixto o bien porque le echan y mejor cuanto mÃ¡s pronto- y se convierte en portavoz parlamentario de esa nueva fuerza nacional o la CUT-BAI se une definitiva e irremediablemente al curso polÃtico general de IU. Decidirse en uno u otro sentido es asunto que sÃ³lo compete a Gordillo y a la CUT-BAI.. Para completar finalmente el cuadro general, hay que anotar que la extrema izquierda espaÃ±ola en AndalucÃa ha sido incapaz de presentarse a las elecciones â��puede que por no tener gente suficiente ni siquiera para rellenar las candidaturas- con la excepciÃ³n del PCPE, que consiguiÃ³ completar listas en cuatro provincias. Esta organizaciÃ³n postestalinista ha obtenido en las elecciones andaluzas 2.606 votos a nivel nacional -0,06%- colocÃ¡ndose como 13Âª fuerza. En las espaÃ±olas, 3.337 (0,07%), situÃ¡ndose por detrÃ¡s de listas como la del Partido Antitaurino contra el Maltrato Animal (6.272 votos) u otras de similar enjundia Y la izquierda independentista La izquierda independentista andaluza se encuentra hoy en situaciÃ³n de extrema debilidad. No hay porque ocultarlo. Resiente su escasa implantaciÃ³n nacional y su debilidad polÃtica. No tiene capacidad para influir a corto plazo en los acontecimientos. No obstante, cuenta a su favor con un valor importante y decisivo a medio y largo plazo: el independentismo es la Ãºnica opciÃ³n realmente subversiva y alternativa al RÃ©gimen espaÃ±ol y que puede encarnar un modelo de AndalucÃa distinta. Para que este valor se concrete, la izquierda independentista andaluza ha de avanzar en su clarificaciÃ³n polÃtica, programÃ¡tica e ideolÃ³gica, construyendo orientaciones y practicas homogÃ©neas nacionalmente; manteniendo y desarrollando sus organizaciones militantes actuales, hasta que nuevos datos faciliten nuevas opciones. En la etapa inmediata â��que sigue siendo de primaria acumulaciÃ³n de fuerzas- ha de otorgar especial Ã©nfasis al esfuerzo por ampliar la propaganda y agitaciÃ³n independentista que le permitan acercarse a nuevos sectores y reclutar nuevos militantes, especialmente jÃ³venes, remarcando su singularidad polÃtica en relaciÃ³n a cualesquiera otras fuerzas espaÃ±olas (incluso las que utilizan de forma oportunista la bandera andaluza para camuflar su compromiso espaÃ±ol). Es muy necesario dar un salto cualitativo en la formaciÃ³n polÃtica de los militantes independentistas. El mantenimiento de su presencia en plataformas puntuales amplias y sobre todo su implicaciÃ³n en la consolidaciÃ³n del SAT desde un perfil polÃtico propio (junto a la coordinaciÃ³n nacional del trabajo que se hace en otros sindicatos) es otra tarea bÃ¡sica. A dÃa de hoy, la forma en que se manifiesta la crisis andalucista no aconseja que se adopten a nivel nacional mayores implicaciones en ese espacio. Tampoco cara a CUT-BAI, salvo las que ya se derivan de la colaboraciÃ³n objetiva que deviene de la implicaciÃ³n mutua en el sostenimiento del SAT. Por supuesto, nada fundamenta en esta fase operaciones entristas en cualesquiera formaciones espaÃ±olas de izquierda o extrema izquierda. AndalucÃa estÃ¡ sufriendo ya el impacto de la crisis. Las perspectivas no son buenas. El cambio de ciclo se produce cuando no existe alternativa visible para la inmensa mayorÃa del pueblo andaluz. La solidez de principios y la actividad militante de la izquierda independentista son hoy pues mÃ¡s necesarios que nunca para resistir la marea y preparar el futuro. (1). Para mas informaciÃ³n sobre las elecciones de 2004 ver: Balance Elecciones 2004, AndalucÃa Libre nÂº 232, 23 de Marzo, 2004, http://elistas.egrupos.net/lista/andalucialibre/archivo/indice/211/msg/2/ (2). Para el balance del proceso de reforma estatutaria en AndalucÃa ver: Andalucia Libre nÂº 317, 24 de Febrero de 2007, http://elistas.egrupos.net/lista/andalucialibre/archivo/indice/301/msg/4/ Publicado en ANDALUCIA LIBRE nÂº 327, de 18 de Abril de 2008 Tambien en este Correo: AndalucÃa Apuntes para un balance postelectoral, AndalucÃa Libre DocumentaciÃ³n: Resultados electorales en AndalucÃa, marzo 2008 OpiniÃ³n, El futuro del andalucismo, Isidoro Moreno Nuevo numero de Independencia - Sumario y Enlaces para descarga Sugerencias - Enlaces: Mapa del emirato de Granada // Sebta y Mlilya // Revalandus. AndalucÃa Libre es AndalucÃa Laica Directorio de AndalucÃa en Internet Musica de Fondo: Aguas de MarÃ§o, A.C. jobin --oOo-- A N D A L U C Ã? A L I B R E http://elistas.egrupos.net/lista/andalucialibre http://www.andalucialibre.tk/ http://andalucialibre.cjb.net/ * Alta: andalucialibre-alta ARROBA eListas.net * Baja: andalucialibre-baja ARROBA eListas.net Independencia - RepÃºblica - Socialismo ==========================
Mira també: http://www.andalucialibre.tk/ http://www.juntadeandalucia.es/gobernacion/elecciones2008/resultados2008/01pdf/FTOP01.htm
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