Imprès des de Indymedia Barcelona : http://barcelona.indymedia.org/
Independent Media Center
Calendari
«Juliol»
Dll Dm Dc Dj Dv Ds Dg
          01 02
03 04 05 06 07 08 09
10 11 12 13 14 15 16
17 18 19 20 21 22 23
24 25 26 27 28 29 30
31            

No hi ha accions per a avui

afegeix una acció


Media Centers
This site
made manifest by
dadaIMC software

Envia per correu-e aquest* Article
Anàlisi :: @rtivisme : educació i societat : pobles i cultures vs poder i estats
Cultura de la Clase Trabajadora
26 des 2007
Presentamos por su interés esta traducción del texto del artista irlandés Colin Darke, "Cultura de la Clase Trabajadora", originalmente publicado en "Arte y Política: La Imaginación de la Oposición en Europa". Tratará acerca del grupo artístico-revolucionario 20/20 Vision en Irlanda del Norte y la percepción del enfrentamiento con el "imperialismo británico" a través del ámbito cultural.
Cultura de la clase trabajadora

Escrito por Colin Darke
Traducción: http://www.decondicionamiento.org

Las preguntas que rodean la naturaleza del así llamado "arte político" han influído mi producción artística durante años, y para mí discutir las relaciones entre la producción artística y la política requieren referirme a mi propia práctica. Pido disculpas por esta autoindulgencia, pero mi arte y mi adherencia al marxismo son inseparables.

Habiendo dicho esto, nunca me describiría como un "artista político". Por un lado, no puedo concebir un arte que no esté enlazado con el contexto social y político en que se realiza, y por otro, el término sugiere la explotación de la práctica artística para promover una agenda que es ajena a ella; una actividad que evito conscientemente.

De hecho, mi uso indirecto de textos e imágenes revolucionarias marxistas vino de un deseo de alejarme del "arte político" estridente que hice en los ochenta, antes de ir a vivir al norte de Irlanda.

Para ilustrar mis profundas sospechas sobre el arte como propaganda, necesito referirme a eventos que sucedieron hace quince años, y setenta años antes de entonces.

En los ochenta tardíos y los noventa tempranos, coincidiendo con mi ida fortuita en el tiempo a Derry, el movimiento republicano estaba cuestionando su aproximación estratégica a su anti-imperialismo. El Sinn Fein había admitido que la guerra no podía ser ganada (como lo había hecho por inferencia el estado británico), y que era necesaria una nueva agenda política. Estaban teniendo lugar conversaciones secretas, y el escenario de una negociación abierta era claramente visible.

Como parte de este desarrollo, el ala izquierda del republicanismo estaba en ese momento jugando con la idea de desplegar una estrategia basada en el arte, para retar a lo que veía como imperialismo cultural británico, ya que muchos veían esta como la más fuerte arma británica.

El movimiento de lenguaje irlandés tiene una larga historia de enfocar el sentimiento nacionalista, y el uso de la pintura de murales como herramienta de propaganda había sido extremadamente efectiva desde las huelgas de hambre de 1981. Muchos creían que una estrategia cultural extendida podría jugar un papel importante en el alza de la consciencia política en la comunidad nacionalista, en particular entre la gente jóven.

En 1989 se formó un grupo en Derry, que se llamó a sí mismo 20/20 Vision. Su objetivo, mirar hacia los veinte años previos de lucha, y crear un nuevo clima cultural para los veinte siguientes. Era efectivamente el ala cultural del movimiento republicano local. 20/20 Vision fue un grupo paraguas, incluyendo varios departamentos centrados en distintos campos; teatro, arte visual, escritura creativa y teoría política. El grupo se enfocaba especialmente en gente joven, quienes formaban la mayor parte de sus miembros, y cayeron ostensiblemente bajo su control democrático. Estaba sin embargo dominado por un dramaturgo y académico británico llamado Dan Baron Cohen, que fundó el grupo y actuó como su mentor ideológico.

Una cara del trabajo de 20/20 era atacar el imperialismo cultural británico, y la cultura occidental en general, "alta" y "baja". Intentó señalar el papel jugado por la cultura popular en la socialización de la clase trabajadora, concentrándose especialmente en telefilms y culebrones televisivos, comedias de situación standard, y la cobertura sesgada de noticias. También tomó una posición muy crítica respecto al elitismo de tipo clase-media del arte contemporáneo, que creyó que excluía conscientemente a los trabajadores. En una ocasión, el grupo llevó a cabo una protesta en un debate sobre arte y política en la Galería Orchard, evitando que el evento tuviera lugar.

A través de una serie de talleres, 20/20 Vision produjo lo que vio como su propio programa artístico "alternativo", consistente en obras de teatro, murales, escritura creativa, etcétera. El trabajo producido fue sin excepción agitprop, promoviendo las actividades y políticas del movimiento republicano.

Una frase que apareció en muchos de sus panfletos, en entrevistas, etcétera, fue "descolonizando la mente". Su proyecto, entonces, era negar la socialización de una comunidad al completo y crear dentro de ella una consciencia revolucionaria compartida. Su intento de liberar a la comunidad nacionalista de la cultura popular impuesta por el estado británico y crear una alternativa democrática y cooperativa fue basada en el ideal de una cultura de clase trabajadora discreta, que llevaría a la derrota inevitable de la presencia imperialista en los seis condados.

Hasta su disolución, 20/20 operó durante unos dos años. Poco después, claro, vino el alto el fuego del IRA y el abrazo del Sinn Fein a la democracia parlamentaria. La cuestión de una cultura proletaria independiente y anti-imperialista no ha surgido durante largo tiempo.

20/20 Vision, a pesar de sus argumentos pueriles, su desesperado populismo y sus simplistas productos agitprop, resultaron ser la influencia más importante en mi propio trabajo como artista.

Durante el tiempo en que el grupo estaba operando, tuve una serie de discusiones formales e informales con algunos de sus miembros, en particular en torno a la posición trotskysta respecto al arte y la cultura. Esto concentró mi mente en cuestiones en torno a la noción de la posibilidad de una cultura independiente de la clase trabajadora y la autonomía artística. Estas cuestiones siempre se refieren de vuelta al tan citado Prefacio a la "Contribución a la Crítica de la Economía Política" de Marx en 1859, donde delineó en los términos más claros y breves, las relaciones entre la base económica y la superestructura:

La totalidad de las relaciones de producción constituye la estructura económica de la sociedad, la verdadera fundación, de la que surge una superestructura legal y política y a la que corresponden formas definidas de consciencia social. El modo de producción de la vida material, condiciona el proceso general de la vida social, política e intelectual. No es la consciencia del hombre la que determina su existencia, sino la existencia social la que determina su consciencia.

Una respuesta común a esto, en su momento y después, era totalmente no-marxista; a menudo se interpretaba como una llamada a abandonar la actividad revolucionaria, puesto que la política al ser parte constituyente de la superestructura, estaría totalmente definida por las restricciones de lo económico. Esto llevó a Marx a negar que él mismo fuera marxista y, tras su muerte, a Engels a afirmar la "autonomía relativa" de la superestructura.

Los desarrollos en la estética en el siglo veinte sin embargo, a través de la Escuela de Frankfurt, de Althusser, y sin duda del postmodernismo, han buscado darle la vuelta al modelo marxista del modelo de base y superestructura, redefiniendo la palabra "relativo" hasta que llegó a significar para muchos una autonomía "total".

Si uno acepta incluso un alto nivel de autonomía superestructural (y por tanto artística), uno es llevado inevitablemente a la conclusión de que la producción artística puede conseguir una trascendencia sobre la ideología dominante burguesa. Si este es el caso, entonces el concepto de una cultura discreta de clase trabajadora es perfectamente aceptable. O, para el caso, el de las culturas definidas por las características de razas, género, religiones, nacionalidades y de ahí en adelante, que existen de forma independiente unas de otras y respecto al resto del mundo material.

Esto es, por supuesto, absurdo. Sin duda que todas estas cosas tienen unas características culturales específicas, pero todas están determinadas de forma definitiva por la única gran cultura; la cultura burguesa en último término determinada por un gran sistema económico, capitalismo.

La ideología de 20/20 Vision recuerda a la organización artística Proletkult, formada en Rusia en 1917 para apoyar los objetivos de la Revolución Rusa. El grupo fue fundado y dirigido por Aleksandr Bogdanov, doctor de profesión, que había sido durante largo tiempo miembro de los bolcheviques. Sus ideas, sin embargo, no estaban basadas en las directrices de partido; de hecho, su ultraizquierdismo iba en contra de ellas. Habría que destacar aquí que el partido no tenía realmente directrices en cuanto al arte en absoluto, preocupándose principalmente sobre la construcción de la revolución en sí misma.

El separatismo de Proletkult se basaba en:

1.- Su aserción de que "el arte es el arma más poderosa para organizar ... fuerzas de clase";
2.- La necesidad de un nuevo "arte de clase", con su base en el colectivismo;
3.- Una "nueva interpretación" de todo el arte anterior, efectivamente equiparable a su total rechazo;
4.- Educación cooperativa de los trabajadores.
Las similitudes entre las filosofías idealistas del Proletkult ruso y el 20/20 Vision republicano son claras.

Proletkult fue disuelto en 1920 como resultado de una resolución introducida por Lenin en su conferencia en Octubre de ese año. Lenin no rechazó sin embargo el concepto de una cultura proletaria, pero creyó que sería un desarrollo de y desde el arte producido en culturas de clase previas. Su principal objección al grupo era que funcionaba fuera del control del Partido Comunista, y la disolución de Proletkult tomó la forma de asimilación dentro de la estructura del partido. Uno puede sentirse con razón muy incómodo sobre esto, ya que el control estatal de las artes, sea cual sea la forma que tome este estado, sólo puede actuar como un freno en el radicalismo. El socialismo realista que se desarrolló rapidamente tras la contrarrevolución de Stalin resulta una perfecta ilustración de esto.

Bogdanov regresó a su profesión médica, tomando el puesto de director del Instituto de Transfusión de Sangre de Moscú. Murió en 1928, mientras llevaba a cabo un experimento sobre sí mismo. No estoy seguro de si podemos encontrar algún significado metafórico en este hecho, pero me gusta pensar que podemos.

Trotsky condenó el trabajo de Proletkult con el mismo vigor, llamándolo "no marxismo, sino populismo reaccionario, un poco falsificado para acomodar una ideología 'proletaria' ". Tomó un punto de vista mucho más interesante que Lenin. Su crítica estaba basada en su afirmación de que una cultura autónoma de clase trabajadora es una imposibilidad histórica.

1.- Ya que la cultura es un producto de la estructura económica de la sociedad, todo el arte hecho en el capitalismo es arte burgués, incluyendo aquel que reta a las relaciones existentes de producción, por lo que una cultura de clase trabajadora discreta es imposible.

2.- Ninguna nueva forma cultural surgida de la transformación revolucionaria de la sociedad es inmediata, sino que necesita años para desarrollarse, por lo que una cultura de clase trabajadora no puede suceder tampoco mientras se da la dictadura del proletariado.

3.- En el momento en que se haya desarrollado una nueva cultura, no habrá ya una clase trabajadora, con lo que la cultura sería carente de clase, lo que Trotsky llama "cultura humana".

Visto desde otro ángulo, la transformación cultural y artística sólo puede suceder cuando la consciencia revolucionaria se alza lo suficiente como para operar, y entonces la contribución artística a esa elevación de la consciencia sería redundante.

Entonces, si la independencia artística y cultura de clase trabajadora son imposibles, ¿lleva esto a la conclusión de que el arte no tiene papel que jugar en la resistencia política?. No, este punto de vista es otro ejemplo del determinismo económico mencionado antes.

Mientras que el modelo de base y superestructura nos enseña que no hay forma de iniciar una práctica artística totalmente autónoma (que no podemos vivir o siquiera pensar como comunistas mientras nos encontramos en un mundo capitalista), su "autonomía relativa" se deriva de la autodestrucción inherente al capitalismo. En el Manifiesto Comunista, Marx y Engels nos dicen: "El avance de la industria, cuyo promotor involuntario es el burgués, sustituye el aislamiento de los trabajadores, debido a su competición, por su combinación revolucionaria, debida a la asociación... lo que los burgueses producen entonces, por encima de todo, son sus propios enterradores. Su caída y la victoria del proletariado son igualmente inevitables."

Dado que los medios de la destrucción del capitalismo son inherentes a su estructura económica y relaciones de producción, entonces la determinación económica de la superestructura contiene dentro de sí sus propias características en contra, por tanto una relativa autonomía.

La cultura burguesa no tiene más remedio que aceptar elementos que contradicen sus valores.

La localización del radicalismo en la producción artística está, después de todo, en su forma más que en su contenido o tema subjetivo.

Lukács' da el famoso ejemplo de las novelas de Balzac, cuya forma realista muestra la naturaleza opresiva de las relaciones de clase, a pesar de los puntos de vista reaccionarios del autor. Por otro lado, como elaboran ambos Adorno y Marcuse, el arte que ataca objetivamente las desigualdades y el sufrimiento, pero que se adapta a las normas estéticas aceptadas, puede actuar como catarsis, yendo en contra de la reacción crítica en el receptor y por tanto afirmando el status quo.

La rebelión está entonces localizada en el punto de producción. El trabajo del artista, como acertadamente afirmó Trotsky y equivocadamente no hizo Lenin, debería tomar una forma anarquista, desafiando las reglas estéticas y tradiciones aceptadas.

La experimentación con nuevas formas produce un clima de contrato Brechtiano y diálogo ampliado con todos los aspectos del trabajo, incluyendo su contenido.

En mi trabajo, intento producir relaciones dialécticas entre sus elementos. La forma de mi trabajo se basa en la rendición auto-consciente de la autonomía artística aparente, mientras que su contenido, consistente en imágenes y texto, contiene la exploración de la naturaleza de su manifestación física.

Así, por ejemplo, la parte de texto que consistía en "Una Contribución a la Crítica de la Economía Política" de Marx contenía su resumen sobre el modelo de base y superestructura, por tanto refiriendose al contexto de mi propio discurso. Mis imágenes apropiadas de revolución están distorsionadas físicamente para adaptarse a las demandas de la galería de arte, y por tanto al mercado artístico. El Capital, consistente en el mayor trabajo de Marx escrito sobre las comodidades, cuestiona el lugar del arte y los artistas dentro del mundo de la producción de comodidades, la distribución y el intercambio.

El marxismo no es sencillamente, como se describe a menudo, un método para analizar la realidad material. Es primero y ante todo una herramienta para el derribo revolucionaria del capitalismo y su sustitución con el comunismo. El arte no tiene este potencial estratégico; o siquiera produce una gran contribución, como Trotsky expresó tan bellamente, aun resultando quizá decepcionante para nosotros.

El artista revolucionario puede, sin embargo, utilizar el papel analítico marxista, para explorar y manifestar las contracciones dentro del reino político y económico del propio arte. De esta forma, el arte se convierte en una verdadera metáfora para las realidades generales de la economía capitalista y su superestructura resultante.
Mira també:
http://www.decondicionamiento.org

This work is in the public domain

Ja no es poden afegir comentaris en aquest article.
Ya no se pueden añadir comentarios a este artículo.
Comments can not be added to this article any more