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cha-.Ves!!
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per E. asko |
16 des 2007
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"En 1971, una vez obtenido el título de bachiller en Ciencias, con 17 años, comenzó estudios superiores en la Academia Militar de Venezuela. En las aulas castrenses, tomando como referencias las experiencias militar-revolucionarias de los generales Omar Torrijos en Panamá y Juan Velasco Alvarado en Perú -a quién conoció personalmente en 1974 cuando, viajando en compañía de un grupo de cadetes de la Academia, asistió en la nación andina a los actos del 150º aniversario de la batalla de Ayacucho-, desarrolló una perspectiva crítica de la realidad latinoamericana del momento y fue perfilando un pensamiento de corte nacionalista y socialista. Era la génesis de una ideología sui géneris que él denominó "bolivariana", la cual, estableciendo como núcleo la filosofía y los ideales del prócer de la independencia nacional, se enriquecía con nociones tomadas del guevarismo, el castrismo cubano, el velasquismo peruano y el allendismo chileno, amén de los escritos del historiador marxista venezolano Federico Brito Figueroa. Incluso la figura de Jesucristo inspiraba a este profundo creyente, quien una vez instalado en el poder iba a definir al Mesías cristiano como "el primer socialista" de la historia.
En julio de 1975 Chávez terminó sus estudios con la licenciatura en Ciencias y Artes Militares, especialidad de Comunicaciones Terrestres, y con el grado de subteniente. Fue el octavo de una promoción de 75 cadetes. Comenzaban para él 17 años de servicio activo en el Ejército venezolano, siendo su primer destino el mando de un pelotón de comunicaciones asignado al Batallón de cazadores de montaña Manuel Cedeño, una unidad con cuartel en Cumaná, en el oriente caribeño, y que estaba movilizada en el combate a las subversiones armadas que entonces hostigaban, con bien escasa efectividad, al Gobierno democrático del presidente Carlos Andrés Pérez Rodríguez, concretamente los frentes marxista y maoísta de Bandera Roja y el también comunista Partido de la Revolución Venezolana. Paradójicamente, quien defendía al Estado con el uniforme de soldado podía simpatizar con las motivaciones, menos con el sustrato ideológico leninista, de estas insurgencias ultraizquierdistas. El caso era que los comportamientos corruptos y negligentes que observaba en la Fuerza Armada Nacional le disgustaban profundamente." |
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"Mientras en secreto celebraba reuniones de contenido político que le exponían a ser sancionado y hasta expulsado del Ejército, Chávez fue enriqueciendo una notable hoja de servicios, digna de un soldado profesional altamente cualificado. En 1978 sirvió como oficial tanquista en el Batallón Blindado Bravos de Apure, acuartelado en Maracay, cuya comandancia asumió posteriormente, poniendo bajo sus órdenes a una treintena de carros de combate del modelo AMX-30 con sus respectivas dotaciones. En 1980 fue comisionado en la Academia Militar de Venezuela, donde en los cuatro años siguientes se desempeñó sucesivamente como jefe del Departamento de Educación Física, jefe del Departamento de Cultura y comandante fundador de la Compañía José Antonio Páez. En todo este tiempo no dejó de jugar al béisbol y el sofbol en campeonatos y ligas tanto militares como civiles, ni de de escribir literatura en prosa y en verso, dando lugar a títulos como Vuelvan caras, Mauricio y El genio y el centauro, siendo esta última una obra de dramaturgia que en 1987 ganó el tercer premio de un certamen convocado por el Teatro Histórico Nacional. Tenía maña incluso para las artes plásticas, siendo un ejemplo de la misma la escultura Sombra de Guerra en el Golfo, realizada en 1980.
Con todo, era la política de enfoque castrense lo que más le estimulaba. Sus convicciones nacionalistas le empujaron a fundar el 17 de diciembre de 1982, junto con otros oficiales del Ejército de Tierra y a partir de la experiencia del ELPV, el Ejército Bolivariano Revolucionario 200 (EBR-200); el dígito aludía al bicentenario del Libertador, nacido en 1783. El EBR-200 nacía como un grupo de reflexión y agitación en el que jóvenes oficiales se reunían "para estudiar el pensamiento de Simón Bolívar y discutir sobre la situación del país", según explicaba el propio colectivo. Los oficiales bolivarianos rehusaron la clandestinidad y se presentaron a cara descubierta. Aunque aseguraban no albergar ambiciones políticas, sino la pretensión de dignificar la milicia y combatir la corrupción e ineptitud de unos gobiernos civiles proclives a dilapidar los ingentes ingresos del petróleo sin hacer verdadera justicia social, lo cierto era que hacían proselitismo en los cuarteles y que denunciaban con virulencia la presunta venalidad de la cúpula castrense.
Por aquel entonces regía la Administración presidencial de Luis Herrera Campins, del partido socialcristiano COPEI, agrupación conservadora que para Chávez no era ni mejor ni peor que su rival socialdemócrata, la Acción Democrática (AD) de Carlos Andrés Pérez, sino coartífice de un sistema bipartidista democrático pero excluyente que cada vez le disgustaba más. Precisamente, activo militante del COPEI era su propio padre, don Hugo, que se convirtió en director de programas educativos en el estado de Barinas, punto de arranque que fue de su propia carrera política. Aunque con ideas contrapuestas, los tocayos nunca iban a permitir que la política se interpusiera en las relaciones familiares; transcurridas dos décadas, una vez llegado a presidente de la República, el hijo arrastraría al padre a su campo ideológico.
Por el momento, la actividad parapolítica de Chávez no debía de alarmar a sus superiores, que en 1985, tras realizar un cursillo en la Academia Militar, le confiaron la comandancia del Escuadrón de Caballería Francisco Farfán, en Elorza, estado de Apure, y un año más tarde la comandancia del recién creado Núcleo Cívico-Militar del Desarrollo Fronterizo Arauca-Meta. Más aún, en 1988, con el rango de capitán, fue nombrado jefe de Auxiliares del Consejo Nacional de Seguridad y Defensa y tomó despacho en el palacio presidencial de Miraflores, cuyo inquilino era, cumpliendo el penúltimo año de su mandato, el adeco Jaime Lusinchi. Ese año, además, asistió en Guatemala a un Curso Internacional de Guerras Políticas. "
Insurgentes ante la Reforma
Constitucional
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