Imprès des de Indymedia Barcelona : http://barcelona.indymedia.org/
Independent Media Center
Notícies :: criminalització i repressió
Traidores, asesinos y maricones
04 des 2007
Tolerancia cero
A nadie le extraña que, habitualmente, la policía se líe a porrazos con antimilitaristas, ecologistas, okupas, sindicalistas, o cualquier otro de los colectivos considerados más allá de lo “televisable� por el relamido jurado de Superciudadano 2007. Siguen los funcionarios, y el público fácil, una ética y unos prejuicios posiblemente contemporáneos de Leovigildo y que, arrastrándose a través de los genes, las reconquistas, los actos de fe, las partidas del cura Santacruz, las cruzadas de la legión, o los colegios del opus dei, han llegado hasta nuestro días como garantía de los privilegios adquiridos por todos aquellos que se perpetúan en la cúspide de la pirámide, tal vez ignorando que no todo en la vida funciona como la diputación de Castellón, desde donde cuatro generaciones de Fabras, y siete jueces, nos contemplan.

Durante un minuto de silencio gritan los más exaltados. Insultan. Llaman fascista a Zapatero, maricón a Zerolo, asesino al gobierno en general. Abucharan violentamente a quienes consideran, gracias a repetidas y continuadas sesiones episcopales de vudú, culpables de la muerte del guardia civil. En mi sueño los antidisturbios llegan y se lían a mamporros con la vociferante gente de orden, disuelven esa manifestación ilegal empujando dentro de sus furgonetas a los contumaces y empuran, por perturbar el orden público, por resistirse a la autoridad y por incitar a la violencia, tras un “careo� en la comisaría, a los organizadores, convocantes y asistentes. Tolerancia cero y que cumplan integras las condenas. Que se investigue su vinculación con bandas terroristas, que se informe en todos los periódicos de sus pasados “turbios�, que la policía haga redadas habituales en sus “medios�, que se infiltre, que intervenga sus comunicaciones. Que los prohíban. Que no tengan acceso a las instituciones. Ellos, y quienes los amparan, deberán enfrentarse al estado de derecho.

No quieras para los demás lo que no quieras para ti, dicho en cristiano, o el imperativo categórico, en versión Kantiana, impiden que el sueño sea deseable. Además, la filosofía ibérica, nutrida por toreros de reconocido prestigio, (una suerte de charcuteros parlantes vestidos con el traje dominical de Amenofis IV), ante la devaluación de “la funesta manía de pensar�, elevó a la categoría de máxima la inspiración de Rafael Gómez “el gallo�, según unos, de Rafael Guerra “guerrita�, según otros, cuando desnudó, con una sola frase, la cultura del poder: “lo que no puede ser no puede ser, y además es imposible�.

Es metafísicamente imposible que un español de orden vaya a una manifestación y no llame a nadie maricón, pues pondría en cuestión la hombría legendaria del macho hispánico, desde el Cid hasta �ngel Acebes, el legionario de la próstata de hierro, que aguantó ocho horas de sesión, en la comisión del 11-M, sin pisar el baño.

Es altamente improbable que un español de orden, esos de la mano dura, acuda a un acto, en el que el silencio forma parte de la protesta, y desaproveche la coyuntura para llamar asesino gritando, al borde del colapso patriótico, a quien digan los obispos por las mañanas que toca.

Lo que no puede ser, y además es imposible, es que unos energúmenos con la foto de Franco en la cartera, la gallina en la bandera, la dialéctica de los puños y las pistolas en el discurso, y el odio inoculado por los curas en las miradas chulescas, llamen fascista a nadie. Ha ocurrido, ocurre a diario. No sabemos si los ángeles tienen sexo, se está investigando. Los obispos parece ser que si. Los últimos estudios avanzan, además, que los tienen cuadrados. Pobres mártires inocentes. Nada que ver con traidores, asesinos o maricones. Amen.
Mira també:
http://www.radioklara.org/spip/spip.php?article270

This work is in the public domain

Comentaris

Re: Traidores, asesinos y maricones
04 des 2007
definitivament el que més ha faltat en la história d'aquest país es una guillotina
Sindicato Sindicat