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¿Juguetes diabólicos?
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per Daniel Palacios
Correu-e: shamacubano@gmail.com (no verificat!) |
25 nov 2007
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La retirada de millones de juguetes chinos tiene varias aristas. |
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Dentro del inmenso flujo noticioso de los Estados Unidos, una situación ha marcado pautas informativas, y acciones “preventivasâ€? desesperadas en los últimos dÃas.
La intempestiva retirada del mercado de más de veinte millones de juguetes de las tiendas, debido al alto contenido de plomo y otras sustancias tóxicas en las pinturas que los recubren, ha puesto en tensión una vez más al pueblo norteamericano.
La muerte de un niño y la hospitalización de otro centenar, debido a la intoxicación con altos niveles de plomo provenientes de los juguetes destaparon una intensa campaña nacional.
Grandes empresas norteamericanas comercializadoras de estos productos como Mattel Inc, Toys R Us Inc, entre otras, fueron recientemente demandadas por un tribunal estatal en Ockland, bajo la ley de California, Proposición 65, que obliga a los fabricantes y detallistas a adoptar procedimientos para inspeccionar productos con el objetivo de cerciorarse de que sean seguros.
Por su parte, los productores del Gigante Asiático confirmaron recientemente la presencia de un elemento dañino en una lÃnea de productos de divertimento para niños (1.4-Bitanediol), llamada Aqua Dots. La presencia de este quÃmico, fue atribuida al salto de uno de los pasos productivos, que, según representantes asiáticos, ya está solucionado.
Ahora bien, este acontecimiento posee varias aristas. China ha sido históricamente el principal productor de juguetes del mundo — exporta al año más de 22 mil millones de unidades en todo el planeta — y por ende monopoliza la presencia de este producto en los paÃses desarrollados.
Es cierto que la vida de muchos niños en Estados Unidos y en el mundo estuvo y está en peligro por tan lamentable desliz de los productores chinos. Pero resulta llamativo que en suelo norteamericano se haya comenzado la retirada y prohibición de todo juguete proveniente de China, sea cual fuere su forma u objetivo.
Ahora están siendo sacados de los estantes cualesquiera de los “made in Chinaâ€?: los que tienen imanes, porque se desprenden y los niños los tragan, los que disparan proyectiles, porque pueden herir los ojos, los cargadores de pilas y adaptadores eléctricos, porque estas pudieran provocar accidentes en los menores. Entonces, surge un simple cuestionamiento. ¿No sabÃan estos riesgos de antemano los comercializadores norteamericanos?
Que algunos tipos de juguetes hayan presentado irregularidades fatales resulta imperdonable, ¿pero esto es razón suficiente para arrasar con cualquier vestigio de entretenimientos infantiles chinos, tenga o no riesgo?
En Estados Unidos sólo el 10 % de los juguetes en las tiendas es de fabricación nacional, y a todas luces este garrafal error productivo ha venido como anillo al dedo para implementar una campaña encaminada a sembrar incertidumbre en el pueblo y desplazar la presencia china de las jugueterÃas.
Todo parece indicar que la estrategia del pánico nacional, está siendo muy efectiva en esta nación, para quitar del camino escollos complicados, tanto en la polÃtica como en la economÃa.
Ayer fueron los atentados del 11/9, luego el �ntrax en misteriosas cartas, hoy, los juguetes chinos. ¿Qué será mañana? |
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