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Notícies :: amèrica llatina |
Continuan las audiencias testimoniales contra Febres
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05 nov 2007
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El jueves 1 de noviembre se desarrolló la cuarta audiencia de testimonios en el juicio contra el represor de la ESMA Héctor Antonio Febres en el Tribunal Oral Federal (TOF) Nº 5 de la Capital Federal.
LAS NOVEDADES
Campo de deportes de la ESMA: el tribunal aceptó el pedido de JUSTICIA YA! realizado en la audiencia anterior para el testimonio de Ricardo Coquet -que menciona la quema de los cuerpos de los detenidos-desaparecidos en esa parte del predio- sea aportado al juez Torres para que investigue los hechos. |
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Campo de deportes
Estaba ubicado en los fondos de la ESMA, del otro lado de la avenida Lugones, sobre la costa, y vecino a un campo de recreo de la PolicÃa Federal. Para llegar habÃa un paso peatonal que cruzaba la avenida.
Varios ex alumnos de la ESMA encontraron a mediados de julio de 1976, en el terraplén de este campo, una bolsa de plástico azul que contenÃa un feto. También testimonian que por las noches, cuando patrullaban podÃan ver hogueras en el campo de deportes, que responderÃan a la quema de cuerpos llevados al lugar. Similar información proporcionan quienes hacÃan guardia a ambos lados del puente que une la ESMA con el campo de deportes (“puente 1â€? y “puente 2â€?).
Estos guardias eran advertidos de que habrÃa movimiento de vehÃculos de civil que estaban autorizados a entrar y dirigirse hacia la costa. En una oportunidad una patrulla de rutina de la ESMA detuvo a una ambulancia, y el suboficial que la conducÃa informó que “iba a hacer un asaditoâ€?, aclarando luego que se referÃa a cremar un cuerpo.
Durante 1976, en horas del dÃa se hacÃan obras de relleno de la zona para ampliar el área, construir una pista de atletismo y otras instalaciones deportivas, y presumiblemente, para ocultar los restos de las hogueras.
Parte del documento elaborado por la ASOCIACION DE EX DETENIDOS-DESAPARECIDOS sobre el campo de concentración ESCUELA DE MEC�NICA DE LA ARMADA
LOS TESTIMONIOS
A media mañana se dio inicio a la serie de declaraciones testimoniales previstas para la audiencia: Cristina Aldini, Carlos Muñoz, ex detenidos-desaparecidos que estuvieron secuestrados en el campo de concentración que funcionó en la Escuela de Mecánica de la Armada, y Lucrecia Etchaleco de Margari, madre de Alfredo Margari –uno de los cuatro ex detenidos-desaparecidos por los que se juzga al represor en este juicio-.
La primera en declarar fue Cristina Aldini, quien comenzó su declaración con la siguiente manifestación:
“Si se me permite querrÃa manifestar que siento la enorme importancia que tiene después de tantos años estar aquà dando testimonio. Siento que no haya sido antes. Esta es una instancia importante no solo para quienes hemos estado en esa situación, para los miles de compañeros que no están, y es vital para la sociedad argentina. La maquinaria de represión que funciono en la ESMA necesitaba de todos sus engranajes para funcionar, porque la responsabilidad es de todos los represores, por todos los compañeros que pasaron por allÃ. Si bien soy querellante no sé de cuestiones jurÃdicas, pero soy docente, y me cuesta entender que en este juicio se impute a Febres por los tormentos -infligidos a los 4 casos que son parte de este debate oral-, pero no por privación ilegal de la libertad, por una cuestión de sentido común no entiendo por qué. ¿Por qué la justicia tiene una distancia tan importante de estas cuestiones de sentido común que nosotros, los padres, los docentes tratamos de enseñarles y transmitirles a nuestros hijos y alumnos?â€?
Aldini fue secuestrada el 5 de diciembre de 1978. Fue llevada a la ESMA y allà fue sometida a tormentos. Al momento de describirlos se refirió a la tortura:
"Fui sometida a torturas, quiero referirme exclusivamente, tal vez de manera diferente, no voy a volcar los detalles concretos de la tortura a la que fui sometida, quiero decir por qué creo que la aplicación de tormentos es un delito aberrante. Quiero precisar lo que creo que es la tortura.
La tortura es la experiencia extrema de la angustia, el dolor somático y psÃquico, que se lleva a los limites de la resistencia humana.
Es un acto que intenta deshumanizar, desintegrar la identidad y la personalidad de un ser humano.
Este accionar fue planificado y ejecutado por semejantes a las victimas. El torturador no es un monstruo antinatural, no es un loco, es una persona que está en pleno uso de sus facultades. Reiteradas veces, ejerciendo la libre elección de volver a hacerlo.
Daña a la humanidad.
Los recursos de que se vale el torturador, son los siguientes: someterlo a la indefensión absoluta. La desnudez es la primera indefensión.
La superioridad numérica intenta demostrar el poder, y además es una forma de distribuir una responsabilidad entre varios ejecutantes que tienen una responsabilidad institucional, no desde la obediencia debida.
Otro elemento es el restringir a la persona en todas sus pautas habituales de conducta, intentar torcer toda respuesta que tenga que ver con su identidad y su libertad. Tiene que ver con el uso ilimitado de la fuerza, y el control absoluto del tiempo y el espacio.
Los efectos producidos por estas acciones, en este tribunal sobraran muestras y casos de las marcas y de la cronicidad de los efectos de la tortura. Pero creo importante decir que cuando siga relatando los hechos que tienen que ver con mi detención, quiero marcar que algunos de estos rasgos son distinguibles en muchas situaciones.
Es una consecuencia lógica decir que la tortura excede la tÃpica concepción de aplicación de picana eléctrica.
Otro elemento que no quiero olvidar, otro de los mecanismos que se pone en funcionamiento es la presencia de la tortura de otra persona, escuchar las torturas de familiares, de compañeros, de cualquier persona. Escuchar la tortura y los gritos era permanente en la ESMA, la radio a todo volumen tratando de tapar los gritos sin conseguirlo. También es otra forma de tortura, es difÃcil separar eso de la experiencia propia. Continúa la experiencia cuando se siente a otro ser humano en la misma situación."
Su extenso testimonio fue detallado y preciso, un ejercicio de memoria. Relató el asesinato de su compañero Alejo Mallea, nombró a los compañeros con los que compartió cautiverio y que supo que hubiesen pasado por ese campo de concentración. Relató las condiciones inhumanas de vida que tuvo que soportar en el cautiverio, e identificó a los represores que vio en la ESMA.
La audiencia continuó luego con el testimonio de la Sra. Lucrecia Etchaleco de Margari, madre de Alfredo Margari, uno de los sobrevivientes por cuyos tormentos se juzga al represor Febres en este juicio. La señora relató como sucedió el secuestro de su hijo, a metros de su casa, ante la presencia de ella misma y la de su esposo que fueron encañonados y obligados a permanecer en una cochera durante el tiempo en que se llevaban a su hijo. Relató asimismo que pasado el tiempo desde el secuestro, Febres y otro represor llevaron a su hijo Alfredo a su casa, que esas “visitas� se repitieron una vez por mes, que les grababan las conversaciones y los controlaban.
Al final su testimonio, la Sra. De Margari salió abrazada de su hijo, Alfredo Margari, que estaba en la sala.
Finalmente declaró el testigo Carlos Muñoz, secuestrado el 22 de noviembre de 1978, que fue conducido a la ESMA donde permaneció detenido-desaparecido hasta febrero de 1980. Allà fue sometido a condiciones inhumanas de vida y sometido a tormentos. Asimismo, y al igual que otros detenidos-desaparecidos fue obligado a realizar trabajo esclavo. |
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