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Notícies :: sexualitats |
Elplural.com analiza los libros de Educación para la CiudadanÃa
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per David C. |
25 ago 2007
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6ªLección: ¿Quién soy yo?
JOSÉ MAR�A GARRIDO |
El 27 de Junio de 1969 era viernes y, como todos los fines de semana, miles de jóvenes homosexuales, en su mayorÃa de clase obrera, acudÃan a una serie de locales neoyorkinos donde podÃan tomarse una copa sin sentir la necesidad de esconder su identidad sexual. Los ciudadanos que acudÃan a locales como Stonewall sabÃan que, en cualquier momento, la policÃa podrÃa realizar una redada, entrar violentamente en el bar en el que se encontraban y cargar contra todos ellos sin ningún tipo de piedad. Pero esa noche cambió todo. Cuando la policÃa acudió a realizar la redada pertinente, los cerca de 200 homosexuales que se encontraban en el mÃtico local de Manhattan decidieron enfrentarse a la policÃa. Se resistieron a ser llevados a comisarÃa, a ser condenados y humillados por su condición sexual. Iniciaron una batalla campal contra los agentes de seguridad y, gracias a su valentÃa, los derechos de los homosexuales empezaron progresivamente a ser reconocidos.
Pero solo progresivamente, porque cabe recordar que en numerosos paÃses como Irán, por el simple hecho de ser homosexual, una persona puede ser condenada a la pena capital, es decir, todavÃa en pleno siglo XXI, una persona puede llegar a ser ahorcada en función de su orientación sexual.
CapÃtulo 6
Y mientras tanto, la afirmación de que “Educación para la CiudadanÃa promueve la homosexualidadâ€?, ha sido repetida incesantemente a lo largo de los últimos meses por todos los sectores que se oponen ferozmente a la implantación de esta asignatura. Todos, sin excepción, desde jerarcas eclesiásticos, madres objetoras de conciencia, profesionales en defensa de una supuesta ética, y hasta autodenominados defensores de la familia, han repetido una y otra vez que la implantación de esta asignatura responde en parte a las demandas de un supuesto “lobby gayâ€?. Con estos antecedentes, me sumergà en la lectura del capÃtulo sexto del manual para EpC del editorial SM.
¿Quién soy yo?
Tú, se afirma en este capÃtulo, formas parte de una nación, de una cultura, de una religión y como parte de los mismos, adquieres una identidad nacional, cultural, o religiosa. Tú puedes ser hombre o mujer, y debes saber que en los paÃses desarrollados las mujeres y los hombres son iguales. Tú tienes el derecho de poseer una determinada identidad religiosa si lo deseas, porque en paÃses como el nuestro la libertad de conciencia está garantizada. España “tiene una Constitución laica, lo que significa que no hay una religión oficial del Estado, aunque tradicional y culturalmente la religión católica ha sido la mayoritariaâ€?. Y tú, como ciudadano español, puedes defender tus derechos y luchar por ser feliz. También, obviamente, puedes ser homosexual.
La identidad sexual
Tan sólo dos párrafos en el manual de SM abordan la cuestión de la homosexualidad. En el primero de ellos, se explica que un heterosexual es “aquella persona que se siente atraÃda por personas del otro sexoâ€?, mientras que un “homosexualâ€? se siente atraÃdo por personas de su mismo sexoâ€?. Acto seguido, se afirma textualmente que “la homosexualidad ha sido severamente juzgada durante gran parte de la Historia, y, en la actualidad, la legislación de algunos paÃses sigue condenándola. Sin embargo, tenemos la obligación ética de respetar la dignidad de todas las personas reflejada en la Constitución y las leyes españolas, que prohÃben discriminación por razón de sexo o de orientación sexualâ€?.
¿Dónde se promueve la homosexualidad?
En definitiva, una vez concluida mi lectura por esta lección de Educación para la CiudadanÃa, no logro encontrar en qué apartado, sección o párrafo de este capÃtulo se promueve la homosexualidad. Tan solo observo la pretensión de explicar qué es un homosexual, para después, afirmar que toda persona, independientemente de su orientación sexual, debe ser totalmente respetada. Es increÃble, pienso entristecido, que por estas lÃneas en defensa de la igualdad haya personas y colectivos capaces de dedicar parte de su tiempo a iniciar una campaña mediática en contra de un Gobierno determinado.
España no es Polonia
Pienso, aún más entristecido, que serÃa mucho más fácil si estas madres objetoras de conciencia, supuestos profesionales éticos, defensores de familias, y jerarcas eclesiásticos reconocieran, de una vez por todas, que lo que de verdad les molesta es que en las escuelas se pronuncie la palabra homosexual, y que estos no sean perseguidos sino que, al contrario, un Estado reconozca Ãntegramente sus derechos. España, señoras objetoras, ni es Polonia, ni está gobernada por un par de gemelos homófobos que pretenden iniciar su particular cruzada contra “el malâ€?.
¿Contra qué están en desacuerdo?
Me gustarÃa que todos aquellos que utilizan como argumento que se promueve la homosexualidad para oponerse a esta asignatura dijeran con qué parte de lo afirmado en este manual están en desacuerdo. No lo harán, porque no hay nada contra lo que se pueda estar en él.
Homófobos
Pero no es necesario recurrir al mÃtico Stonewall neoyorkino. Justo la semana pasada publicamos en elplural.com que un grupo de amigos gays se encontraban tomando una cerveza en la terraza de un bar de GandÃa cuando de repente aparecieron 3 desalmados que, emulando con el dedo Ãndice la forma de una pistola, les dijeron: “¡Pim, pam, pum!, si por mà fuera, os daba un tiro a cada uno y acababa con vosotros, maricones de mierda, sois la escoria del paÃsâ€?. Después, a uno de ellos lo patearon y lo volvieron a insultar.
Merece la pena
Ante hechos como los acaecidos en GandÃa o en Polonia, (donde miles de personas se avergüenzan de tener ese tipo de dirigentes), merece la pena explicar en las escuelas qué significa ser homosexual y que toda persona humana debe ser respetada independientemente de su sexo u orientación sexual, porque de otro modo, nunca conseguiremos vivir en una sociedad justa e igualitaria y acabar con actos como los acontecidos en Irán o Nueva York -este, en el pasado-. |
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Ahora los ateos, agnósticos y apátridas
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per Libertario |
28 ago 2007
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Si muy bién porque ahora el PSOE lo tiene en su agenda, esto de los homosexuales. Pero parece que hay que tener alguna identidad religiosa y nacional, ¿no?
¿Y qué ese disfraz acerca de la España laica?
Estoy hasta las narices de los temarios del Estado. |