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Anàlisi :: dones |
Donde Ariadna encuentra su hilo
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per Catalina Carmona Ruiz Correu-e: alinatac@gmail.com (no verificat!) Adreça: http://veinteletras.blog.com |
22 ago 2007
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mujer encuentra tu hilo, con los desafios de la letra y la poesÃa, con las belleza de la historia y su energÃa. |
“DONDE ARIADNA ENCUENTRA SU HILO�.
PLAZA DE LA IGLESIA DE LA CANDELARIA, es de noche, no hay muchas personas, algunos músicos haciendo un poco de toques con la guitarra, algún caminante que pasa, alguna persona que pasa que vive en la calle.Año 1999.
Dos mujeres jóvenes, de unos 20 años, están en frente de la iglesia, están sentadas en una especie de andamio que hay en frente de la iglesia, toman una botella de vino, están allà mirando la gente que pasa, la miran poco a poco, no se hablan durante unos diez segundos, respiran lentamente.
Ariadna: Hace mucho tiempo no pasaba por aquÃ, parece que las cosas no cambian, me imagino en la colonia, hombres y mujeres caminando por esta misma plaza, donde fundaron Bogotá.
Camila: Si claro (en tono irónico afirma) las mujeres no salÃan a esta hora de la noche a tomarse un vino y escuchar la música, los colonos dominaban a los indÃgenas, y los obligaban a hacer lo que se les diera la gana, habrÃa esclavos que eran esclavos por su color, por ser negros. ¡Claro que han cambiado las cosas!.
Ariadna: Es verdad, tal vez en esa época no se conocÃa lo que entendemos hoy por libertad. Sabes, yo creo que la libertad debe ser lo que cada uno desea hacer, sin destruir al otro, sin eliminarlo o obligarlo a trabajar, hacerlo esclavo.
Camila: la libertad debe ser una especia de sombrero donde uno se siente uno, donde puede hablar sin sentirse amarrado, donde se respetan los derechos de los otros, pero además donde no hablar, pensar, decir y participar no es un problema, sino todo lo contrario es la creatividad y la vida que habla y que dice lo que siente.
Pasa un hombre vendiendo manillas, decoración para las manos, como pulseras.
Camila: Mi libertad me dice que no le puedo comprar.
Artesano: -¿Cómo?
Camila: No tengo plata hermano, para la próxima.
Artesano: Si le escuche bien, yo no le vendo un trozo de estos hilos para quitarle su libertad, le vendo la manilla para que usted se reconozca en algo, para su identidad, para que se sienta más de esta tierra donde está viviendo ahora. Ciertamente le vendo un objeto como un intercambio por las monedas que me de, pero en este caso este objeto no es el exceso del consumismo, por el gusto y el deseo de abalanzarse a comprar, yo le vendo algo que tiene un sentido simbólico que va más allá de la moda y el comprar por llenarse de objetos.
Todos sonrÃen.
Ariadna: DeberÃa dedicarse a la filosofÃa y no a vender manillas (lo dice en tono sonriente)
Artesano: ¡Si eso hago!, Vendo manillas para pagar en parte los estudios, pero bueno ya veo que hoy no vendo con ustedes, pero tranquilas. (Toma camino para irse)
Camila: No espere, me caen bien los filósofos, ¿cuánto vale?
Artesano: 500 pesos.
Camila: ¡espere! para los estudiantes buena gente como yo.
Artesano: Bueno para usted 300
Camila: listo.
Artesano: ¿Dé que color la quiere?
Camila: Esa la roja con verde, por verde por esperanza y roja por ser de izquierdas (sonrÃe).
Artesano: Veo que sabe bien elegir sus colores, ¿Se la pongo?
Camila: No es para ella, para Ariadna, es su hilo de Ariadna, para que se acuerde de mÃ.
Ariadna rÃe
Ariadna: Hay tan vacano, ¡Que bien!, gracias. Usted es una Vacana. (Le da un abrazo a Camila)
El artesano pone la manilla a Ariadna y saca otra manilla amarillo y azul de su bolsillo.
- Como ustedes me cayeron bien, se ganaron dos por una, pero yo escojo los colores, amarillo por la lucidez y azul por la libertad, (SonrÃe y coge camino para irse). Bueno, chao y suerte.
Ariadna y Camila - Chao.
Ariadna: Buena gente el hombre
Camila: si buena gente
Ariadna: Me podrÃa quedar aquà toda la noche escuchándolos a ellos cantar y tocar esa guitarra.
Escuche esa canción me encanta.
(Uno de los jóvenes que hacen la música comienza a cantar “El elegidoâ€? de Silvio RodrÃguez).
Ariadna: -Usted sabe que pienso al escuchar esta música... no se que pensarÃa Silvio, pero a mi me parece que es como alguien que desea pasear un poco de aire y se encuentra con que las mariposas juegan con ese aire, las mariposas le roban el aire al que lo tenÃa, pero el que tenÃa el aire sonrÃe feliz viendo como su aire se va a costa de las mariposas amarillas.
Todas Amarillas. (Ariadna se levanta de su silla y hace el movimiento del viento, de las mariposas, hace mÃmica con sus brazos que de repente son alas ligeras y coloridas, mientras va contando la historia).
Camila: -¿Es usted un poco romántica no?
Ariadna: -Pues depende del bicho que me ha picado en la mañana, si me pica un mosquito, soy rápida y pragmática, si me pica una hormiga, trabajadora, pero esta mañana una mariposa me confundió con flor.
Camila: -Alguna vez haz pensado en dedicarte a la poesÃa, la literatura, esas cosas de los escritores.
Ariadna: -No, pero sabes que he pensado, en convertirme en artesana e irme de viaje por toda América latina, pero no como el Che que comenzó con Moto, yo quiero comenzar con mis artesanÃas para venderlas por ahÃ, hay mucha gente que lo hace... sabes. Ir a darse todo el viaje, hasta volver dentro de un año o dos a esta tierra. Pasar por todos lo paÃses, ir sobre todo a pequeños pueblos, ver que hace la gente.
Camila: Es arriesgado para una mujer, robos, violaciones, se vuelca un camión y quién se entera.
(Aparecen imágenes de los periódicos, titulares, “Violación de una joven artesana que recorrÃa Latinoamérica).
Ariadna: -Esos son patrañas, yo pienso en nuevas experiencias, en gente que te ayuda, en historias de amor y de terror que la gente te cuenta, en miedos sin odios, en sinceridad, en hambre también seguro, pero pienso en vivir y salir un poco de esta ciudad dura y cuadriculada, aunque Bogotá no sea para nada cuadriculada, siempre es una ciudad, y como ciudad tiene sus vicios, carros por las calles, edificios, polución, y las bicicletas se cuentan con los dedos, porque a ver si te atreves a andar en bicicleta, al lado de una buseta que va a 50.
(Al final aparecen imágenes de la ciudad, y dos bicicletas intentando liberarse de la presión de los carros).
Ariadna sale con su mochila, una estación al lado de un cartel que dice, Bienvenido a Bogotá, pero ella esta al otro lado, hacia la otra dirección, ella va hacia las afueras, saca de su Mochila una pequeña hoja escrita que dice “Viajo al Sur, Rumbo a la Patagonia�.
Un camionero le para, se llama Anturio.
- Suba señorita.
Ariadna : Gracias
Anturio -Va para el sur ¿no?
Ariadna -Si voy para la Patagonia.
Anturio -Creó que es una vereda pequeña que esta a cuatro horas de Cali yendo a la montaña, pero yo voy para Cali, asà que le puede servir.
Ariadna. -Pues la verdad está un poco más abajo, no es Patagonia Colombia, es Patagonia Argentina. (SonrÃe y mira la Carretera con expresión de mujer decidida.)
Pero ese retazo de querer partir se queda en el aire y se queda mirando su mochila en el cuarto, son unos instantes de ternura consigo misma, luego se mira al espejo, se acaricia el rostro y se quiere desnuda, se ve los senos y los toca. Entonces, se mira frente a frente a su espejo y se dice:
- Ojala me fuera a la Patagonia.
Saca un libro de Borges de la biblioteca y lo mira con ternura, lee algunas frases en voz alta.
Ariadna: “AsÃ, toda negligencia es deliberada, todo casual encuentro una cita, toda humillación una penitencia, todo fracaso una misteriosa victoria, toda muerte un suicidio. No hay consuelo más hábil que el pensamiento de que hemos elegido nuestras desdichas, esa teleologÃa individual nos revela el orden secreto y prodigiosamente nos confunde con la divinidad.â€?
(Aparece la imagen del camión varias veces pasando por la pantalla sin eliminar el plano fijo de Ariadna leyendo frente al espejo).
Ariadna: -Estoy cansada de estar en estas cuatro paredes, estoy cansada de los ojos de la calle, la mirada de la mujer que me pide dinero todos los dÃas en la esquina, no soporto el olor a carbón de la calle de la mazorca retorciéndose al mismos tiempo que mi estómago delira por no tener un grano de maÃz en mi boca. Tanto solicitarle a la calle que me consintiera, pero ella solo me dice que no soy para ella que no soy sino un militante más sin esperanza que el de repetir la cotidianidad del trabajo y el agobio de no poder acariciar la libertad.
En la puerta está Camila, la mira fijamente, se queda unos segundos sin decir nada, solo se fija en su rostro bello, sólo se fija en la lágrima de Ariadna que no puede salir, sólo cierra la boca y aprieta los dientes.
Camila:- Vamos es hora del trabajo.
Ariadna: Yo no se porqué se me ocurrió la idea de seguirla Camila, de perderme en esa idea de que salir de casa estaba bien, sin tener que pasar por el camino fácil de casarse y luego tener hijos con un marido conveniente, yo no se porqué usted me dejó convencer con eso de que asà me sentirÃa más libre. ¡Es que no me ve!, más flaca, con mirada de vampiro que devora la comida cada vez que la ve, no me ve con miedo a la soledad, y cansada de cortar flores, flores, y más flores en ese maldito campo de la nada, ¡Que mierda, no tenemos ni nevera!
Camila: Si quiere lárguese a que le cocine su mamá, a que su papa le esté presentando los amigos de sus vecinos, lárguese a que se la coma el oficio de su casa, lárguese a contar los vasos de la cocina de sus papis.
Camila-No estaba cansada de todo, yo le ofrecà una idea y usted la acepto, si quiere allà esta la puerta, vuelva a esa que no la dejaba crecer, a donde usted no era nada, ¿no se acuerda que no podÃa opinar?
(Sale una imagen de Ariadna en la mesa, con la cabeza baja, mientras su padre y hermano hablaban fuertemente, ella trataba de hablar, su padre le grita – Cállese que usted no sabe nada).
Camila tiene imágenes en la cabeza donde va haciendo oficios en la casa, limpiar, lavar, cuidar de los niños de su hermano, de los vecinitos que venÃan a visitar a los niños de su hermano.
- La nada ojos que se paran en las paredes que deben estar limpias, ojos que tiene que limpiar todo, ojos que se contentan con denunciar la sombra de la soledad en sus corazones sin producir voces de delirio y libertad. Voces de trapero sucio, de ropa sucia siendo limpiada revisada, planchada, voces de la plancha que canta sus tristezas y las de su marido amado que sale a trabajar mientras ella en casa no conoce la calle, ni sabe que es un bar.
- La nada se parece a esa ama de casa destino maldito de esa mujer que se va muriendo, pero le cuesta.
Camila.: Lárguese, ¿que espera?
Ariadna: ¡No me espero, ahora me aguanto!, me voy a trabajar con usted, al menos al final nos vamos al bar a hablar de nuestras cosas filosóficas.
Camila la mira con cara de incomprensión y se va.
En el trabajo, se escucha una voz dentro de los corazones de cada una.
-Rosa flor con espinas generalmente roja, pero dependiendo la industria puede ser cambiada por colores como verde esperanza, café azúcar, blanco sonrisa, amarillo sol, azul mar o rosado caricia.
Pero en el trabajo es rosa espina, rosa agresiva, rosa muerte, rosa soledad, rosa.
Ariadna en pensamiento anuncia entre sus cejas:
Cortar flores, para adornar las casas de los que pueden comprarlas, compran flores que duran un dÃa, que duran algún tiempo, que son como las lágrimas, porque desaparecen rápidamente. Esas flores que asoman como diciendo lunas, diciendo sonrisas, diciendo gestos de formas y mitos, esas flores atravesadas, pulcras, suaves.
El capataz es cómo una burla, hombre en medio de tanta mujer cortando flores, el capataz es más sin embargo pequeño con los pómulos pegados a los huesos, es un hombre sombrÃo, no sonrÃe mientras camina, mira hondo cada vez que al parecer algo no va, como dos mujeres hablando, o cuando quiere más velocidad, esta intranquilo siempre al final del dÃa, cuando sabe que tiene que rendir cuentas.
El capataz pasa el lado de Ariadna y entrevé un aire de libertad en algún sueño perdido, y le dice.
-Deje de andar pintando pajaritos en el aire, y póngase más bien a trabajar, rapidito que no tenemos todo el dÃa.
Ariadna lo observa, y continúa su trabajo.
Ariadna piensa, “este bobo siempre molestando, como mosca de las flores, ahi zumbando ssssssssssss, ssssssssss, le falta picar. Me gustarÃa tener algo para aplastar esa mosca contra la pared. MÃrelo ahi todo morboso, mirándole el culo a las viejas y soñando en tocarlo, morboso inmundoâ€?.
Capataz: Deje de mirarme tanto y póngase las pilas que ya vamos a terminar hoy!.
Una compañera de trabajo de tez morena, delgada, con unos moños rojos en el cabello, cuando se cambia se pone ropa sexy, y se toca lo senos para subÃrselos. Mira a Ariadna y le pregunta.
- ¿Qué le pasa?, la veo como rara.
- Ariadna, acabo de perder la manilla que me regalo Camila.
Que pasa?
- Ariadna: me voy, me voy de viaje, ahora si, me voy a la Patagonia y no estoy bromeando.
- Camila: ¿Y piensa que asà se va encontrar?
- Ariadna: Pero asà voy a cambiar, voy a darme otra oportunidad, voy a tocar otras tierras y respirar otros aires, voy a sentir que cambio y voy a saber que cambio, voy a sentir que las decisiones son mÃas y no de los deseos de mis padres y sus insinuaciones de un mundo mejor para mi, me voy a leer la realidad de otra forma, me voy a discutir con los enredos de otros. Me voy a leer lo que no se.
- Camila: y que lleva.
- Ariadna: Me voy con una maleta y mi hilo de Ariadna, asà sabré que en el fondo se para donde voy y que al final de todo habrá un lugar donde pueda respirar un dÃa y decir que todo valió la pena, pero estoy segura que ahora mismo todo está valiendo la pena, pero al detenerme estaré segura que habré seguido mis instintos y que parte de mis deseos se cumplieron, si me quedará aquà no sabrÃa que hay al otro lado de estas tierras y no podrÃa nunca comparar. No se puede hablar de lo que no se sabe, ni se conoce. |
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Comentaris
Re: Donde Ariadna encuentra su hilo
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per curios |
23 ago 2007
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al "hilo de ariadna" era el titol de un documental sobre la situació de les dones a les presons de l' estat espanyol, emès fa més de 5 anys per documentos tv...
que té a veure aquest text? i aquests comentaris?
us recomano veure el documental |
Re: Donde Ariadna encuentra su hilo
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per Catalina Carmona Ruiz alinatac@gmail.com |
26 ago 2007
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hola, curios, el text que he escrit és un text que té a veure amb altre context, però que no s'allunya de la realitat de moltes dones que es veuen atrapades per la vida. El fil d'Ariadna també parla de la història de la mitologia grega de com Ariadna treu a Teseu del laberint on estava el minotauro. M'agradaria veure el documental per a tenir més eines per a escriure més contes. aleshores aquest conte intentava reflectir la realitat de dones treballadores en certes maquilas de flors, moltes d'elles estan exposades a malalties, i a més les condicions de la seguretat social i de la salut no són les mateixes que les d'Espanya. En Colòmbia l'accés a la salut de les persones amb pocs recursos econòmics és molt feble. |
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