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Notícies :: antifeixisme |
La ‘catedral’ de la discordia
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per rebelion |
18 jul 2007
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La memoria histórica de la Iglesia Católica subvencionada por el Ayuntamiento de Valencia.
Monseñor AgustÃn GarcÃa-Gasco se retirará pronto, probablemente el año próximo, de la Archidiócesis de Valencia. Pero antes quiere dejar una herencia, cuando menos, ‘envenenada’: una macroparroquia dedicada a los 233 “mártiresâ€? valencianos asesinados por el bando republicano en la Guerra Civil. |
El obispo Ã?ngel Herrera habló una vez ante el Papa de la «cruzada» de 1936. Repitió tres veces la palabra ‘cruzada’, hasta que el PontÃfice lo interrumpió: «Futura eminencia [luego serÃa ungido cardenal por Pablo VI], no diga más lo de ‘cruzada’. En España hubo una guerra civil. Y terrible»â€?.
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=53728 |
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Comentaris
Re: La ‘catedral’ de la discordia
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per Carlos |
18 jul 2007
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No hace falta que pongas entre comillas la palabra martires, porque lo fueron, ya que fueron llevados al matadero estando en retaguardia siendo inocentes, y muchisimos de ellos muriendo de forma atroz. Y como anecdota y advertencia nombrar que muchos de los que murieron en peores condiciones fueron cientos de monjas que cuidavan enfermos sin familia, los frailes que asesinaron en Madrid que cuidaban epilepticos o los frailes de Turón en Asturias que eran los unicos que daban asistencia a los pobres de la zona. Si hubo algo que molestó a las izquierdas fue que hubieran amigos de la Iglesia en las capas mas bajas de la sociedad y que solo ellos les dieran asistencia a los que no tenían nada. |
Re: La persecución religiosa durante la IIª Republica
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per Jordi |
23 jul 2007
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«ESPAÑA HA DEJADO DE SER CATOLICA»
(Palabras pronunciadas por D. Manuel Azaña en el año 1931)
La Constitución de la República, instaurada en España el 14 de abril de 1931, establecía el principio de libertad de conciencia en su artículo 27, garantizando el derecho de profesar y practicar libremente cualquier religión ; pero el Gobierno republicano, lejos de prestar aquella garantía, permite que las turbas, instigadas por poderes ocultos, celebren el cambio de régimen con agresiones a la religión católica, traducidas en asaltos a conventos, cuyos hechos comenzaron a realizarse el mes de mayo de 1931, siendo los primeros que sufren las consecuencias de estos ataques el Convento de las Maravillas, el de las Mercedes, el de los Padres Carmelitas de la Plaza de España, el de los Sagrados Corazones de la calle del Tutor, todos ellos de Madrid, y otros muchos de provincias.
El Gobierno de la República, en enero de 1932, acogiéndose a la Regla 1ª del artículo 26 de la Constitución, que autorizaba la disolución de las Ordenes Religiosas que por sus actividades constituyeran un peligro para la seguridad del Estado, disuelve la Compañía de Jesús y se incauta de sus bienes ; la Casa Profesa de Isabel la Católica, la Iglesia de la calle de la Flor, el Colegio de Areneros y otros varios templos y edificios de la Compañía de Jesús habían sido con anterioridad arruinados por los incendios o asaltados por las turbas.
Celebradas las elecciones del 16 de febrero de 1936 y triunfante el Frente Popular, continúa la labor destructora, y en marzo siguiente es incendiada la Parroquia del Salvador (documento número 1) ; en mayo es colocada una bomba por elementos desconocidos en la Parroquia de San Miguel, y al estallar el artefacto ocasiona serios daños. El día 13 del mismo mes perecen bajo la acción de las llamas la Iglesia de San Luis (a poca distancia del despacho oficial del Ministro de la Gobernación), de la cual apenas pudieron salvarse algunos vasos sagrados (documentos números 2 y 3) y la Iglesia de San Ignacio ; y el 19 de junio del mismo año, después de saqueada la Parroquia de San Andrés, la rociaron con gasolina, prendiéndola fuego (documento número 4). Estos hechos se realizan en presencia de los Agentes de la Autoridad, que observan actitud de espectadores, sin hacer nada por impedir la realización de tales delitos ; registrándose, al mismo tiempo que en Madrid, numerosos desmanes análogos en diversas provincias, donde fueron incendiadas más de trescientas iglesias, cuyos hechos fueron todos ellos denunciados por el Diputado Sr. CALVO SOTELO en el Parla-mento, poco tiempo antes de ser asesinado (documento núm. 5).
A partir del 18 de julio de 1936 es cuando la "persecución religiosa" adquiere su máxima intensidad, pues los grupos marxistas, bien armados se lanzan contra los templos y monasterios dispuestos a exterminar a sacerdotes y religiosos, siendo los aspectos principales de aquella persecución los siguientes:
A) Asaltos a iglesias y conventos.
En los primeros días que siguieron al 18 de julio de 1936, son invadidos por las turbas rojas todos los templos y conventos, tanto en Madrid como en su provincia y resto de la zona marxista, consistiendo por regla general el procedimiento de invasión en el acordonamiento de los edificios y calles adyacentes a los mismos, por nutridos grupos de forajidos que penetran en los recintos sagrados, haciendo fuego con sus armas, sacando detenidos a los sacerdotes, religiosos o religiosas que encuentran. En otros casos, como justificación de sus desmanes, las milicias simulan haber sido agredidas por los religiosos ; tal ocurrió en el Convento de Padres Agustinos de la calle de Valverde, que fue atacado a tiros después de haber sido arrojadas desde la calle al interior del edificio cápsulas, disparadas, de fusil, siendo acusados los moradores de hacer fuego sobre las milicias, que penetraron violentamente en el convento, llevándose detenidos a todos los Padres Agustinos que allí había.
B) Detenciones y asesinatos.
La consigna marxista de detener y asesinar a los Ministros de la religión católica fue cumplida con tal precisión, que en la primera semana siguiente al 18 de julio caen por Dios y por España multitud de religiosos y todos los sacerdotes que a la sazón regentaban parroquias o ejercían su ministerio y que no pudieron ocultarse ; bastando la mera sospecha de tratarse de un sacerdote para llevar a efecto el crimen, como en el caso del seglar D. Anselmo Pascual López, que fue hallado muerto en la carretera de El Pardo, con varias heridas causadas por arma de fuego y un letrero sobre el cadáver que decía : "Muerto por ser cura", siendo así que se trataba de un señor de profesión comerciante, de estado casado con doña Isidora Morón Machín, quien denunció este hecho a las Autoridades Nacionales después de la libe-ración de Madrid, añadiendo que su citado esposo era portador de unas dos mil cien pesetas, que le fueron robadas. Sucumben desde las altas personalidades eclesiásticas hasta los más humildes sacerdotes:
1.—Obispos.
El Excmo. e Ilmo. Sr. Obispo de Jaén, D. Manuel Basulto Jiménez, fue traído de aquella ciudad para ser asesinado en el lugar conocido con el nombre de «Pozo del Tío Raimundo», próximo al Cerro de Santa Catalina, del término de Vallecas (Madrid), en unión de su hermana y del Deán y Vicario General de aquella Diócesis, D. Félix Pérez Portela. Las expresadas víctimas, juntamente con unos doscientos detenidos de aquella provincia, bajo pretexto de ser trasladados a la Prisión de Alcalá de Henares, fueron conducidas a un tren especial que sobre las once de la noche del día i1 de Agosto de 1936 salió de Jaén custodiado por fuerza armada, siendo en el trayecto constante-mente vejados por las turbas que esperaban en las estaciones de paso y que los insultaban y apedreaban, llegando el convoy a Villaverde (Madrid), donde fue detenido por los marxistas, que con gran insistencia pedían les fueran entregados los presos para asesinarlos. El Jefe de la fuerza que venía custodiando a los detenidos habló entonces por teléfono con el Ministro de la Gobernación rojo, y el resultado de la conferencia fue retirar las fuerzas mencionadas, dejando en poder de la chusma a los ocupantes del tren, que fue desviado de su trayectoria a Madrid y llevado a una vía o ramal de circunvalación hasta las inmediaciones del lugar ya mencionado del «Pozo del Tío Raimundo». Rápidamente empezaron los criminales a hacer bajar del tren tandas de presos, que eran colocados junto a un terraplén y frente a tres ametralladoras, siendo asesinados el Excmo. e Ilmo. Sr. Obispo y el Vicario General D. Félix Pérez Portela. La hermana del Sr. Obispo, que era la única persona del sexo femenino de la expedición, llamada doña Teresa Basulto Jiménez, fue asesinada individualmente por una miliciana que se brindó a realizarlo, llamada Josefa Coso (a) «La Pecosa», que disparó su pistola sobre la mencionada señora, ocasionándola la muerte ; continuando la matanza a mansalva del resto de los detenidos, siendo presenciado este espectáculo por unas dos mil personas, que hacían ostensible su alegría con enorme vocerío. Estos asesinatos, que comenzaron en las primeras horas de la mañana del 12 de agosto de 1936, fueron seguidos del despojo de los cadáveres de las víctimas, efectuado por la multitud y por las milicias, que se apoderaron de cuantos objetos tuvieran algún valor, cometiendo actos de profanación y escarnio y llevando parte del producto de la rapiña al local del Comité de Sangre de Vallecas, cuyos dirigentes fueron, con otros, los máximos responsables del crimen relatado.
El Excmo. e Ilmo. Sr. Obispo de Lérida, Reverendo Padre Silvio Huix Miralpeix, nació en Vellors (Gerona) en 1877, y en 1927 fue nombrado Obispo de Ibiza, donde fundó diversas obras piadosas y benéficas y creó un colegio para niñas, siendo nombrado Obispo de Lérida en 1935. A los pocos días de haber comenzado el Movimiento, el Prelado se presentó voluntariamente a un puesto de la Guardia Civil, con el fin de obtener el amparo de las fuerzas de este Instituto y ser conducido a la cárcel, como medio de evitar su seguro asesinato, dada su condición sacerdotal, y movido también por el deseo de evitar riesgos a las familias que hasta entonces le habían escondido. Trasladado a la cárcel, el día 5 de agosto de 1936, se presentó en la misma el Sargento de Asalto Venancio Crespo, a la cabeza de un grupo de milicianos y guardias, siendo portador de una orden de la Comisaría de Orden Público o del Comité de Salud Pública, para la conducción a Barcelona del Obispo de Lérida y de veintiún presos más ; al llegar a las proximidades del cementerio paró el camión, siendo fusilados los detenidos por un piquete de milicianos que, al parecer, aguardaban en aquel lugar ; como los demás Palacios Episcopales de España, el de Lérida había sido asaltado y saqueado desde el primer momento por los milicianos y turbas de extremistas.
El Excmo. Sr. D. Miguel Serra Sucarrats, que contaba al morir sesenta y nueve años de edad, había nacido en Olot (Gerona), habiéndose posesionado de la Diócesis de Segorbe el día 25 de junio de 1936. El día 22 de julio del mismo año, triunfante en la ciudad la subversión roja, el prelado se vio obligado a abandonar el Palacio Episcopal con su hermano y mayordomo el Canónigo D. Carlos y sus dos hermanas doña María y doña Dolores, para refugiarse en una casa particular de una familia piadosa, donde por elementos desconocidos fueron detenidos el 27 del mismo mes el Obispo y su hermano y conducidos a la cárcel ; ese mismo día los milicianos y las turbas asaltaron el Palacio Episcopal y profanaron la Catedral y demás templos de Segorbe, así como algunas tumbas, robando objetos del culto e incendiando archivos. El Obispo y su hermano conservaron sus ropas talares en la cárcel, de cuya custodia se encargaron las milicias de la llamada «Guardia Roja», de Segorbe, a las órdenes del Comité revolucionario. A las tres de la madrugada del 9 de agosto de 1936, por la patrulla del partido de Izquierda Republicana, intitulada «La Desesperada», fueron sacados de la cárcel el Obispo y su hermano, así como el Ilmo. Sr. Vicario General D. Marcelino Blasco Palomar y los religiosos Fray Vicente Sauch, de la Orden Carmelita, y Fray José María Juan Balaguer y Fray Domingo García Ferrando, franciscanos, y asesinados todos ellos en la carretera de Algar, a siete kilómetros del pueblo de Vall de Uxó ; al ser identificado el cadáver del Obispo, conservaba sus hábitos talares y llevaba al pecho sus medallas y relicarios.
El Excmo. e Ilmo. Sr. Obispo de Teruel, Fray Anselmo Polanco y Fontecha, permaneció en la capital asediada por los rojos, en la que no quiso interrumpir su sagrado ministerio, no obstante las advertencias del peligro que corría ; fue hecho prisionero al caer la ciudad en poder de las milicias marxistas en enero de 1938, ingresando en el Penal de San Miguel de los Reyes, de Valencia, de donde fue trasladado a Barcelona el 17 de enero del mismo año 1938. El 16 de enero de 1939, ante el avance de las tropas nacionales, fue trasladado varias veces de prisión dentro de Cataluña, en marchas penosísimas a pie, hasta que en la mañana del 7 de febrero de 1939 fue sacado de la prisión de Pont de Molíns por treinta milicianos que, al mando de un Teniente y un Comisario político, se hicieron cargo de los prisioneros de Teruel y, entre ellos, del Prelado, y después de desvalijarles y maniatarles, los sacaron de la prisión atados de dos en dos. Al Sr. Obispo lo sacaron atado con otro preso, y conducidos los detenidos al barranco llamado Can Tretze, a unos mil doscientos metros de Pont de Molíns, fueron todos ellos asesinados, rociando los milicianos los cadáveres con gasolina, a la que prendieron fuego, y abandonándolos insepultos hasta que, ocho días después, fueron descubiertos e inhumados por las victoriosas tropas nacionales. Fray Anselmo Polanco, que contaba al morir cincuenta y seis años, había realizado una campaña misional muy activa en Filipinas y había verificado varios viajes a América del Norte y a América del Sur, posesionándose de la Diócesis de Teruel y de la Administración apostólica de la de Albarracín el 8 de octubre de 1935.
El Ilmo. Sr. Obispo titular de Urea en Epiro y administrador apostólico de la Diócesis de Barbastro, D. Florencio Asensio Barroso, fue detenido por los milicianos rojos de Barbastro el 19 de julio de 1936, y después de prestar declaración los días 4 y 8 de agosto en el Ayuntamiento y ante el Comité rojo, fue trasladado a la cárcel y extraído de la misma al día siguiente para ser fusilado en la carretera de Sariñena ; trasladado su cuerpo al cementerio y arrojado sobre una fosa en unión de un montón de cadáveres, se descubrió que todavía vivía, por lo que fue rematado de un tiro ; de rumor público, que aún no ha podido ser comprobado judicialmente, se sabe que fue sometido, antes de su muerte, a terribles mutilaciones. El Dr. D. Florencio Asenjo Barroso, que contaba al morir sesenta años de edad, había sido Confesor del Seminario de Valladolid y Director espiritual del Sindicato de Obreras Católicas, habiendo tomado posesión de la Diócesis de Barbastro en abril de 1936.
El Obispo auxiliar de la Archidiócesis de Tarragona, ilustrísimo Sr. Dr. D. Manuel Borrás Ferrer, fue detenido en el Monasterio de Poblet, donde se ocultó para librarse de la furia roja, por el Comité de Guerra de Vimbodí, el 24 de julio de 1936, siendo trasladado a la Cárcel de Montblanch, de donde fue sacado por el mismo Comité en una camioneta y llevado al lugar conocido por «Cap Magre», donde fue asesinado el 12 de agosto de 1936. Una vecina del barrio de Lilla vió el cadáver del Sr. Obispo en el cementerio de dicho pueblo, desnudo, con señales de haber sido quemado y faltándole el antebrazo izquierdo, apareciendo el cadáver completamente magullado.
El Obispo de Barcelona, Dr. Manuel Irurita Almandoz, que había huido del Palacio Episcopal en el momento de ser éste asaltado por las turbas extremistas, halló refugio en el domicilio de D. Antonio Tort Rexach, que vivía en Call, núm. 17, principal. El día 1.° de diciembre de 1936, doce milicianos de la patrulla de control de la Sección 11, que radicaba en la calle de Pedro IV, número 166, allanó violentamente la casa de D. Antonio Tort, deteniendo a sus ocupantes, entre los que se encontraba el Sr. Obispo, cuya personalidad no fue descubierta de momento, ya que el motivo inicial del registro y de las detenciones fue una lista que poseía la patrulla de control referida, en la que figuraba D. Antonio Tort entre los peregrinos que habían acudido en determinada ocasión al Monasterio de Montserrat. Una vez interrogados los detenidos, fueron llevados a la «checa» de San Elías, donde permanecieron hasta el día 3 de diciembre, en que fueron sacarlos por la noche y fusilados el Obispo Dr. Irurita, D. Antonio Tort Rexach y un hermano del anterior, llamado D. Francisco Tort Rexach, así como el familiar del Obispo, Rvdo. Dr. Marcos Goñi. La casa que había dado cobijo al Obispo de Barcelona fue totalmente saqueada por la patrulla de control que la invadió.
El Excmo. Sr. D. Manuel Irurita Almandoz era natural de Larrainza (Navarra), y tenía sesenta años de edad en la fecha del asesinato ; había sido consagrado Obispo de Lérida en 25 de marzo de 1927 y se posesionó de la sede de Barcelona el 8 de mayo de 1930 ; sus restos descansan en la actualidad en el cementerio del pueblo de Moncada (Barcelona).
El Excmo. Sr. Obispo de Cuenca, D. Cruz Laplana Laguna, de sesenta años, fue asesinado el 8 de agosto de 1936 en el kilómetro 5 de la carretera de Cuenca a Alcázar de San Juan, por unos pistoleros al servicio del Frente Popular, siendo inhumado su cadáver en el cementerio municipal y trasladado después de la liberación a la Santa Iglesia Catedral de Cuenca. El Obispo se encontraba preso en el Seminario Conciliar, y en su unión fue sacado, para ser asesinado también, su Capellán D. Fernando Español Berdíe, que se ofreció voluntariamente a la muerte para no abandonar a su Prelado, habiéndose confesado mutuamente ambos sacerdotes a presencia de sus asesinos, a los que otorgaron su perdón.
En la ciudad de Sigüenza (Guadalajara) fue igualmente asesinado el Excmo. e Ilmo. Sr. Obispo de la Diócesis, D. Eustaquio Nieto Martín, a los sesenta y dos años de edad. El 25 de julio de 1936 se le formó una especie de juicio ante las turbas, en el sitio conocido por el nombre de «Puerta de Guadalajara», siendo llevado seguidamente a su Palacio, donde al día siguiente, y sobre las cuatro y media de la madrugada, fue sorprendido por los marxistas, que asaltaron el Seminario e irrumpieron en la alcoba del Dr. Nieto, que fue vejado e insultado. Los criminales incendiaron una de las habitaciones, culpando al señor Obispo como autor del incendio, llegándose a obtener fotografías del siniestro, que fueron publicadas en la Prensa comunista. El día 27 del mismo mes de julio las milicias rojas sacaron al Sr. Obispo, al que condujeron en un automóvil a un lugar situado entre los pueblos de Estriégana y Alcolea del Pinar, de la provincia de Guadalajara, donde fue asesinado por disparo de arma de fuego y después rociado su cadáver con gasolina, a la que prendieron fuego.
Los Excmos. e Ilmos. Sres. Obispos de Almería y Guadix, D. Diego Ventaja Milán y D. Manuel Medina Olmos, el 25 de agosto de 1936 son llevados, procedentes de la Cárcel de las Adoratrices, juntamente con cien presos más, al buque-prisión Astoy-Mendi, anclado en el puerto, siendo introducidos en la carbonera del barco, donde los dos días que permanecen en tal situación son objeto especialísimo de escarnio y burla por parte de los milicianos rojos de la guardia, que les obligaban a realizar los actos más serviles, como barrer la bodega, Idear la cubierta y acarrear cestas de comida, en medio de los mayores insultos. El día 28 se les comunica que van a ser trasladados al Convento de las Adoratrices nuevamente, en unión de los sacerdotes y religiosos que en el Astoy-Mendi se encuentran cautivos, a cuyo fin se hace una lista donde se apuntan los nombres de los presos de condición religiosa, ordenándoseles subir a cubierta con el fin de trasladarlos a un camión que se halla en el puerto y en el que, al no caber todos, obligan a subir a los dos Sres. Obispos, varios sacerdotes y algún seglar, siendo en total dieciocho el número de presos que quedan instalados en el camión ; éste emprende la marcha, escoltado por milicias rojas, por la carretera de Málaga y, después de recorrer catorce kilómetros, al llegar a la «Cañada del Chisme» se detiene la expedición, siendo conducidos los presos a un barranco próximo, donde son asesinados a tiros. Uno de los Sres. Obispos perdona previamente a los criminales y les otorga su bendición. Los cuerpos permanecen insepultos y los rojos de las cortijadas próximas van en grandes grupos al barranco a profanar los cadáveres, que son rociados con gasolina, a la que se prende fuego.
De estos dos Prelados, el Dr. D. Diego Ventaja Milán había nacido en el pueblo de Ohades, de la provincia de Almería, en 1882, habiendo hecho en Granada sus estudios eclesiásticos, ampliados en el Colegio Español y en la Universidad Gregoriana de Roma, desempeñando después el cargo de Prefecto de dicho Colegio Español de Roma. A su regreso a España, desempeñó el cargo de Rector del Seminario de Granada y—como uno de los colaboradores más íntimos del insigne pedagogo Padre Andrés Manjón, durante veinte años—fue Vicedirector de las meritísimas Escuelas del Ave María de la ciudad de Granada ; el 16 de julio de 1935 tomó posesión de la Diócesis de Almería, y durante el poco tiempo que permaneció al frente de la misma, se distinguió por sus dotes de ecuanimidad y prudencia, explicando el Evangelio todos los domingos en la Santa Iglesia Catedral, en la que también explicaba lecciones de Catecismo, distinguiéndose tanto en una como en otra predicación por su gran sencillez, sólida doctrina y Unción evangélica.
El Excmo. y Rvdmo. Sr. D. Juan Medina Olmos nació en Lanteira, Diócesis de Guadix, el 9 de agosto de 1869. Era Doctor en Sagrada Teología y Licenciado en Derecho y Filosofía y Letras, estudios estos últimos que había cursado en la Universidad de Granada. Siendo Canónigo del Sacro-Monte y con ocasión del Congreso Internacional celebrado en Granada en torno a la figura del Padre Suárez, publicó un trabajo titulado «La obra jurídica de Suárez». Durante su pontificado escribió diversas cartas pastorales, en momentos muy difíciles de la vida social española, y en marzo de 1936 encabezó con una crecida cantidad una suscripción en favor de los obreros, en ocasión en que ni él ni su Clero percibían remuneración alguna, suprimida por el Gobierno republicano.
Tanto el Obispo de Almería como el de Guadix se negaron, no obstante las prudentes advertencias que les fueron hechas durante el período prerrevolucionario, a abandonar sus respectivas Diócesis, y después de su detención, durante la cual fueron obligados a soportar los más soeces escarnios, insultos y blasfemias, se negaron igualmente a abandonar sus vestiduras talares, habiendo sido despojados los Prelados del pectoral y del anillo pastoral, que se apropiaron los que les detuvieron. Por conducto del Gobierno civil rojo de Almería se había publicado una nota en la Prensa, en la que se decía que los Obispos de Guadix y Almería se encontraban en el Convento de las Adoratrices, no en calidad de presos, sino de huéspedes.
El Excmo. e Ilmo. Sr. Obispo de Ciudad Real, Prior de las Ordenes Militares, D. Narciso de Esténaga y Echevarría, había nacido en Logroño el 29 de Octubre de 1882, de familia de posición social modesta. Trabajador infatigable, había escrito una notabilísima monografía sobre el Cardenal Aragón y cuando le sorprendió la muerte estaba escribiendo la historia de la Catedral de Toledo, con un material de más de 12.000 fichas, siendo un modelo de erudición y de humanismo su oración fúnebre con motivo del tricentenario de la muerte de Lope de Vega. Tanto por su sabiduría, como por su cultura y su extraordinaria elocuencia, así como por su bondad y su espíritu caritativo y cristiano, fue un verdadero apóstol, destacando notablemente su figura dentro del Episcopado español, habiéndose hecho querer por todos sus diocesanos. Puede afirmarse, por tanto, que su asesinato se debió sólo a su condición de Obispo, pues contra él no podía haber nadie que sintiese agravio alguno. Iniciado el Movimiento, el Dr. Esténaga se trasladó al domicilio de uno de sus feligreses ; en la mañana del 22 de agosto de 1936 pararon a la puerta de dicha casa dos automóviles ocupados por milicianos, que reclamaron al Obispo en forma violenta, y como tardara en ser abierta la puerta, arreciaron sus golpes y amenazas, diciendo la volarían con dinamita, ante cuya situación el Sr. Obispo decidió salir y entregarse, diciendo : «Sea lo que Dios quiera», y otorgando su bendición a cuantos allí se encontraban. Acompañaba al Prelado su Capellán, D. Julio Melgar Salgado, quien, a pesar de que los milicianos le dijeron que con él no iba nada, no quiso separarse del Obispo y subió también al coche, habiendo sido asesinados uno y otro en el lugar denominado «Peralvillo Bajo», a unos ocho kilómetros de Ciudad Real ; habiendo aparecido con dos tiros en la nuca el cadáver del Obispo que, después de la liberación de España, fue exhumado y trasladado a la Santa Iglesia Catedral de Ciudad Real.
En la misma provincia de Ciudad Real fueron asesinados, además del Obispo y su Capellán, ciento ochenta y ocho sacerdotes, seculares y regulares, novicios y colegiales, cuyos nombres constan, incumbiendo la responsabilidad por estos desmanes al Gobernador civil rojo de la provincia de Ciudad Real y al Comité de Defensa frentepopulista que se constituyó en la misma
A los nombres de los doce Prelados relacionados anteriormente, hay que agregar el del Dr. D. Juan de Dios Ponce, que ejercía funciones episcopales en la Diócesis de Orihuela, como Administrador apostólico de la misma.
2.-Otros asesinatos.
De la Comunidad de Padres Agustinos han sido asesinados por las milicias rojas, sólo en Madrid, noventa religiosos, de los cuales doce pertenecían a la Residencia de la calle de Valverde, número 25 ;cincuenta y tres, a la del histórico Real Monasterio de El Escorial; doce, 41 Colegio Seminario de Leganés ; cinco, a la Residencia de la calle de la Princesa, número 23 ; tres, a la de Columela, número 12, y seis, a de la calle de Montalvo, número 28.
En un registro practicado el día 22 de julio de 1936 por las milicias marxistas en el Colegio de Padres Agustinos de la calle de Bola, número 6, de esta capital, donde destrozaron algunas imágenes, como no encontrasen armas, el que capitaneaba el grupo marxista habló por el teléfono del Colegio con Margarita Nelken, Diputado comunista, la que ordenó que fueran conducidos los seis religiosos Agustinos que a la sazón había a la cárcel ; ya en la prisión de Ventas, el Padre Agustín Seco fue extraído de la misma algún tiempo después y asesinado.
Entre las víctimas anteriormente citadas, se encuentran el Padre Julián Zarco, Bibliotecario de El Escorial y Académico de la Historia ; Padre Melchor M. Antúnez, Profesor de la Central, de Arabe y miembro de la Escuela Arabe de Madrid ; Padre Pedro Martínez Vélez, del que en unas declaraciones hechas por el Cardenal Lauri y publicadas en el periódico A B C, se decía que consideraba al Padre Martínez Vélez como uno de los españoles más importantes que habían pasado por la América española ; Padre Avelino Rodríguez, Provincial de la Orden, Abogado, Profesor de la Universidad libre de El Escorial, que momentos antes de ser asesinado perdonó a los criminales ; absolviendo a cada uno de sus compañeros de martirio ; Padre Sabino Rodríguez, Doctor en Ciencias Naturales. investigador muy docto en Biología ; Padre Mariano Revilla Rico, Asistente General, autor de valiosas obras sobre S. S. Escrituras.
Los cincuenta y tres Padres Agustinos, pertenecientes a la comunidad del Real Monasterio de El Escorial, fueron trasladados a la Cárcel de San Antón, de Madrid, y juzgados en dicho prisión por unos tribunales compuestos por chequistas, entre los que figuraban también mujeres ; se preguntaba a los religiosos si estaban dispuestos a coger las armas para defender al Gobierno rojo y si condenaban la actitud de los Obispos y del Clero de la zona nacional, y al contestar negativamente a ambas preguntas los religiosos, se les hacía retirar, no sin antes pronunciar el que presidía el tribunal la palabra Libertad, que era, en definitiva la contraseña para indicar la pena de muerte. A los últimos religiosos que fueron juzgados, tan sólo se les pedía el nombre y apellido.
El Padre Dominico José Gafo Muñiz, ante el asalto del convento de la calle de Claudio Coello, que fue convertido en «checa», hubo de refugiarse en una casa particular de la calle del Príncipe de Vergara, donde fue detenido por los milicianos en la primera quincena del mes de agosto de 1936, siendo trasladado a la Cárcel Modelo, en la que permaneció hasta el día 3 de octubre del mismo año, en que fue decretada su "libertad"; cuando se disponía a salir de la celda, sus compañeros de cautiverio le recomendaron que no saliese, pues trataban de matarle, y, efectivamente, al salir en la mañana del día 4 de octubre, y encontrándose ya en la calle, fue muerto por una descarga cerrada que le hicieron los milicianos rojos apostados en las proximidades, siendo su cadáver recogido e identificado, practicándose su inhumación en el Cementerio del Este (Documento número 6). El Padre Gafo era conocidísimo por su relevante personalidad intelectual, como escritor y gran predicador.
Asimismo el Padre Luis Furones Arenas, durante el asalto al Convento de Dominicos de Atocha, al que pertenecía, fue agredido a tiros por las turbas rojas, cayendo en plena calle herido, donde permaneció unas seis horas, hasta que murió, sin que le fueran prestados los auxilios que reclamó insistentemente. El total de víctimas entre los Religiosos Dominicos de Madrid es de veinticinco, figurando entre ellos Profesores de Colegios y de Universidades y Misioneros como el Padre José María Carrillo, que hacía pocos meses había llegado de China.
Los Hermanos de San Juan de Dios son también víctimas de la persecución marxista, y así en el Hospital-Asilo de San José, de Carabanchel Alto (Madrid), regentado y servido por estos humildes Hermanos (dedicados a la meritoria obra de practicar la caridad cuidando enfermos y desvalidos), sobre los doce de la manaña del día 1.° de septiembre de 1936, penetraron fuerzas de Asalto y milicias rojas que, interrumpiendo a los Hermanos en su tarea de servir la comida a los enfermos, procedieron a detener a doce de aquéllos, que fueron subidos en un camión, que rápidamente emprendió la marcha seguido de tres coches juntos camino de Boadilla del Monte, partido judicial de Navalcarnero (Madrid), llegando a la finca denominada «Monte de Boadilla» . donde tras un declive del terreno y junto a un arroyo, en el lugar conocido con el nombre de «Puente de Piedra», bajaron a los religiosos, que fueron alineados al borde de una gran fosa abierta al efecto y muertos a tiros de fiiwil. (Documento número 7.) Los cadáveres, que han sido exhumados y perfectamente identificados, corresponden a los que en vida se llamaron Cecilio López López, en el siglo Enrique ; Eutimio Aramendia García, en el siglo Nicolás ; Cesáreo Niño Pérez, en el siglo Mariano ; Cristiniano Roca Huguet, en el siglo Miguel ; Dositeo Rubio Alonso, en el siglo Guillermo ; Rufino las Heras Aizborbe, en el siglo Crescencio ; Benjamín Cobos Celada, en el siglo Alejandro ; Carmelo Gil Arana, en el siglo Isidoro ; Proceso Ruiz Cascales, en el siglo Joaquín ; Canuto Franco Gómez, en el siglo José ; Faustino Villanueva Igual, en el siglo Antonio, y Cosme Brun Arará, en el siglo Simón.
En el Asilo de San José mencionado, cuya incautación efectuaron los rojos, cometieron éstos un inaudito atropello contra los más elementales principios de humanidad, en contraste con la caridad practicada por los Hermanos de San Juan de Dios : En los primeros días de noviembre de 1936, ante el avance de las Fuerzas nacionales, próximas a entrar en Carabanchel, abandonaron las milicias rojas el edificio del Asilo ; pero antes resolvieron asesinar a los enfermos epilépticos asilados, y cuando trataban éstos de esconderse en los refugios, los milicianos dispararon sobre ellos, resultando muertos trece de estos enfermos, cuyos cadáveres quedaron tendidos en las aceras y paseos del establecimiento, siendo los nombres de las víctimas los siguientes : Adolfo Matíes Valero, Gregorio López Hernández, Angel Carretero Gutiérrez, Teófilo Torres de la Fuente, Luis Cabrero Fernández, Bernardino Rodríguez Rodríguez, Vicente Galdón Jiménez, Félix Castro Mayoral, Alejandro Moreno Alcobendas, Gaspar Martín Riquelme. Florentino Prieto Anievas, Manuel Pedraza García y Canuto Domínguez Alonso.
También en Valencia cayeron víctimas de la persecución frentepopulista los religiosos que desempeñaban su caritativa misión en el Asilo-Hospital de San Juan de Dios. Los nombres de los doce mártires—cuyas fotografías, obtenidas después de su muerte, obran en el correspondiente anexo, con los números 8 a 19—, son los siguientes: Hermanos José Miguel Peñarroya Dolz, Leandro Aloy Domenech, Feliciano Martínez Granero, empleado D. Julio Fernández Fuentes, (Documentos números 20 y 21.) En la misma Estación de Atocha, y también el capellón D. Luis Vilá Plá, Hermanos Publio Fernández González, Avelino Martínez Aranzada, Cristóbal Barrios, Juan José Orayen Aizcorta, Cruz Ibáñez López, Leopoldo de Francisco y empleado Cándido Garacochea.
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La persecución religiosa durante la IIª Republica
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per Jordi |
23 jul 2007
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Sor Gertrudis Lamazares, Religiosa de la Comunidad Terciarias Franciscanas de la Divina Pastora, del convento de la calle de Santa Engracia, número 132, de Madrid, fué apresada en la porterÃa de la casa número 7 de la calle de Diego de León, donde estaba escondida, siendo conducida por los milicianos, en unión de una señora y de un sacerdote, ambos desconocidos, en un automóvil hasta un pinar de la carretera de Hortaleza, en cuyo lugar, después de ser bárbaramente maltratados, fueron atados los tres al vehÃculo, que, emprendiendo la marcha, los arrastró hasta el pueblo de Hortaleza, al que llegaron ya muertos y completamente destrozados, siendo pisoteados y profanados los cadáveres por el vecindario rojo. El Coadjutor de la parroquia de San Juan Bautista, de Canillas (Ciudad Lineal), D. Julio Calle Cuadrado, fue introducido en un saco y, una vez atado éste, le pincharon con horcas y cuchillos hasta producir la muerte al referido sacerdote, siendo los criminales elementos pertenecientes a las «checas» del barrio de Ventas. La Religiosa Sor Carmen Valera Halcón del Convento de Nuestra Señora del Amparo, de la calle de las Huertas, número 16, de Madrid, fue asesinada al no acceder a las sacrÃlegas proposiciones de vida marital hechas por uno de los milicianos que habÃan asaltado el convento.
Abandonados por los sacerdotes y religiosos de todo orden sus hábitos y vestiduras talares para disimular su personalidad, las milicias rojas extreman su celo, con el fin de descubrir a las personas de aspecto eclesiástico para detenerlas y asesinarlas ; asÃ, por ejemplo, las Religiosas Adoratrices Sor Felisa González y Sor Petronila Hornedo, que se vieron obligadas a abandonar su convento de Guadalajara y marchar disfrazadas a Madrid ; a su llegada a la estación Atocha, el 13 de agosto de 1936, fueron detenidas en la «checa» de dicha Estación, en unión de D. José Luis Hornedo Huidobro, hermano de Sor Petronila, y asesinados seguidamente, habiendo aparecido los cadáveres en un descampado de la calle de Méndez Alvaro, próximo a la Estación, el dÃa 31 de agosto, siendo fotografiados los cadáveres de ambas religiosas en el Depósito Judicial el mencionado dÃa 31. (Documentos 20 y 21). En la misma Estación de Atocha, y también en el mes de Agosto del mencionado año, las milicias de aquella «checa» derribaron a tiros, en uno de los andenes, a dos hombres señalados como religiosos, que trataban de subir a un tren ; como una de las vÃctimas diese señales de vida, el médico de la Estación, D. Pedro de Retes, hizo conducir al herido al Servicio Sanitario, donde le prestó asistencia facultativa, teniendo que sobreponerse dicho médico, en unión de su compañero, el Dr. Eduardo Varela de Seijas, a la furia de los asesinos, que trataban de rematar al herido, el cual fue conducido por unos camilleros al Hospital General.
La barbarie roja no se recató en la comisión de sus crÃmenes al ejecutarlos en el mismo casco de la población de Madrid, siendo muerto a tiros en plena calle MarÃa de Molina un Hermano de la CompañÃa de Jesús, llamado José Montero, sobre cuyo cadáver se colocó un letrero que decÃa: “Soy Jesuitaâ€? , lo que motivó que grupos extremistas corrieran a verle y le escarnecieran, permaneciendo en la calle el cadáver durante varias horas.
Estos crÃmenes se repiten sin cesar en las distintas provincias sometidas al dominio rojo, y asÃ, en Lérida –donde fueron condenados y ejecutados numerosos religiosos-, el Hermano Domingo MarÃa, llamado en el siglo Jesús Merino Albeniz, que llevaba cinco años enfermo del mal de Pott, que le retenÃa en la cama, cubierto de llagas, fue sacado del Hospital de la Cruz Roja de Balaguer, al que habÃa sido trasladado, y conducido por los marxistas desde dicho Hospital, en el mismo colchón donde estaba acostado, al cementerio del pueblo, en cuyo lugar fue rociada la colchoneta con gasolina, a la que prendieron fuego, muriendo la vÃctima abrasada.
En Toledo, además de los numerosos sacerdotes y religiosos asesinados, fueron muertos también todos los canónigos de la Santa Iglesia Catedral que la milicias rojas pudieran hallar. Estos miembros del Cabildo de la Iglesia Catedral de Toledo, que en número de doce fueron vÃctimas de la persecución frentepopulista, son los siguientes
D. Inocente Arnaz Moreno, de cincuenta y cuatro años
D. ValentÃn Covisa Calleja, de sesenta y nueve años
D. Vidal DÃaz Cordobñes, de sesenta y cuatro años.
D. Arturo Fernández Varquero, de cincuenta y cinco años.
D. Juan González Mateo, de cincuenta y dos años.
D. Ramiro Herrera Córdoba, de setenta y cuatro años.
D. Arturo Fernández Varquqero, de cincuenta y cinco años
D. Juan González Mateo de cincuenta y dos años
D. Ramiro Herrera Córdoba de setenta y cuatro años
D. JoaquÃn de Lamadrid Arespacochaga de setenta y seis años
D. Rafael MartÃnez Vega de cincuenta años
D. Idelfonso Montero DÃas de cincuenta y tres años
D. Calixto Paniagua Huecas
D. José Polo Benito de cincuenta y seis años; y
D. José RodrÃguez GarcÃa Moreno, de cincuenta años.
En el pueblo de Daimiel (Ciudad Real), el Sacerdote don Bernardino Atochero López fue obligado a cavar la fosa donde se le habÃa de enterrar y, herido por un disparo, fue arrojado con vida al fondo de la sepultura, volviendo los milicianos a disparar sobre él sin producirle tampoco la muerte, arrojándole entonces una esportilla de cal; enterrado con la cabeza fuera de tierra, fue rematado a puntapiés.
En el convento de religiosos de La Merced, de Jaén, el 20 de Julio de 1936, fecha del asalto al mismo por las turbas rojas, es asesinada la mayor parte de la Comunidad dentro del recinto del convento, siendo arrojados los cadáveres de los Padres Santos RodrÃguez, Laureano de Frutos, Jenaro Millán y del Hermano Eduardo Gómez, a un carro de basura que los paseó por las calles de Jaén.
No se limitó la persecución a los Ministros de la Religión, sino que con idéntico encono alcanzó a los seglares que por sus sentimientos católicos formaban parte de las Congregaciones o Agrupaciones piadosas de fieles, cuyos ficheros fueron a parar a las milicias y «checas», que los utilizaron para orientar la campaña de aniquilamiento emprendidas. Acción Católica de España, la Adoración Nocturna y otras entidades análogas, vieron asaltados y saqueados sus Centros y sus miembros fueron despiadadamente perseguidos. En Madrid, entre otros muchos casos, se encuentra el de la Asociación de la Virgen Milagrosa; cuyas listas de congregantes cayeron en poder del CÃrculo Socialista del Norte, que asesinó por ese solo motivo a cuantos de ellos pudo hallar, siendo las vÃctimas el tesorero de la Junta D. AgustÃn Fernández Vázquez, de profesión cartero; D. Felipe Basauri Altube, D. MartÃn Izquierdo Mayordomo, D. Eduardo Campos Vasallo, D. José Garvà Calvente y otros.
c) Sacrilegios y profanaciones
A partir del asalto de las turbas rojas de los conventos e iglesias, fue corriente en las calles de Madrid y en las demás poblaciones somtidas al poder marxista, el espectáculo de facinerosos armados revestidos con ornamentos sagrados, haciendo remedo de los actos litúrgicos, celebrándose simulacros de bodas católicas, como el que apareció en una fotografÃa publicada en el periódico Ahora , en su página sexta del número 1809 de II de octubre de 1936. (Documento número 22.)
Se cometen los más atroces sacrilegios, debiéndose recordar, entre los realizados en Madrid, el de la Imagen del Niño Jesús, que fue vestido de miliciano, colocándole a la puerta de la Iglesia de San José, ostentando dos enormes pistolas. En el Convento de Religiosas del Culto EucarÃstico, de la calle Blanca de Navarra, fueron pisoteadas las Formas por los asaltantes, y cuando ante el Comité de Sangre de El Pardo (Madrid) comparecÃa D. Cipriano MartÃnez Gil, Párroco de aquel pueblo, uno de los milicianos rojos empleaba un vaso sagrado para afeitarse, en el mismo local en que los dirigentes marxistas, en estado de embriaguez, juzgaban al sacerdote, que fue condenado a muerta y ejecutado.
En la iglesia del Carmen se celebraban parodias del Santo Sacrificio de la Misa y de funerales, desenterrando las momias del cementerio religioso que en dicha iglesia existÃa, profanándose en la forma que aparece en el anexo documental. (Documento número 23).
De la misma manera, en Barcelona, son expuestas al público las momias profanadas por los marxistas, que desenterraron las que existÃan en el Convento de las Salesas del Paseo de San Juan (Documento número 24.) Es digno de mención el sacrilegio llevado a efecto en la iglesia de los Dominicos de Valencia, incautada por el Frente Popular, y donde se efecturaron representaciones teatrales como la publicada en el periódico rojo Ahora del 22 de septiembre de 1936 (Documento número 25).
En Alcázar de San Juan (Ciudad Real), las turbas rojas se apoderaron de las Sagradas Formas, que se comieron, haciendo simulacro de la Sagrada Comunión, entre burlas y blasfemias. Con la patrona de la capital, la SantÃsima Virgen del Prado, se cometió el sacrilegio de fingir casarla con un hombre, y terminada que fue la profanación, la arrojaron desde el lugar donde estaba situada a gran altura del altar al suelo del templo, donde terminaron de destrozarla.
El conocido escritor pornográfico, públicamente calificado de homosexual, Alvaro Retana, dirigió al Jefe del S. I. M. rojo, Angel Pedrero, una carta en la que decÃa textualmente : «Necesito una custodia grande, para incrustarla por un lado un reloj y por el otro un retrato de «La Chelito» ; un cáliz para poner tres rosas con los tres colores de la bandera republicana ; ...una imagen del Niño Jesús, para vestirlo de miliciano, con su fusil al hombro». Los objetos sagrados reclamados por Retana le fueron entregados por la Autoridad del Frente Popular y fueron hallados en el domicilio de dicho individuo, terminada ya la guerra civil, apareciendo las casullas, cálices y custodias, mezcladas, con propósito de escarnio, con pinturas y retratos inmorales.
D) Destrucciones y saqueos.
Todas las iglesias de la Diócesis de Madrid y su provincia fueron interiormente desmanteladas por el Frente Popular, habiendo desaparecido de ellas altares, retablos e imágenes, que fueron sustituÃdas por retratos de Stalin y cabecillas rojos españoles ; sin embargo, de estas destrucciones se exceptúan las iglesias de San Francisco el Grande, la Encarnación y las Descalzas Reales, por la razón de que las tres eran propiedad del Estado, y las iglesias de las Calatravas, San José y San Luis Gonzaga, de las calles de Alcalá y Zorrilla, respectivamente, las que, salvo algún sacrilegio aislado, fueron respetadas por su céntrico emplazamiento y con el fin de aparentar los dirigentes rojos una salvaguardia que nunca se practicó y, sobre todo, para ofrecer al extranjero, cuando hubiese necesidad de ello, una muestra de protección a la Iglesia católica.
El Monumento al Sagrado Corazón de Jesús, del Cerro de los Angeles, centro geográfico de España, lugar de peregrinaciones, después de ser asaltados los edificios religiosos que le circundaban, fue volado con dinamita el 7 de agosto de 1936, al cabo de varios dÃas de trabajo en la confección de barrenos, con máquinas perforadoras, labor interrumpida a veces para que los piquetes de milicianos simularan el fusilamiento de la imagen. La tradicional denominación española del Cerro de los Angeles fue sustituida por la de Cerro Rojo. (Documentos números 26 y 27.)
En Castellón de la Plana, en los primeros dÃas de agosto de 1936, las turbas asaltaron la iglesia arciprestal de Santa MarÃa, Monumento nacional, quemando en una hoguera todas las imágenes y objetos sagrados, asà como los documentos de los archivos de la iglesia y de la abadÃa, quedando destruidas también una colección de pinturas de los siglos XVII y XVIII. Después de alguna discusión entre ciertos organismos rojos, el Ayuntamiento acuerda, en sesión plenaria, la demolición del templo, y el Comité Local de la C. N. T., en un escrito de tonos soeces, de 25 de mayo de 1937, se solidariza con el Ayuntamiento en su propósito de destrucción de la iglesia, que se lleva a efecto. (Documentos números 28 a 30.)
Simultáneamente a la labor destructora tiene lugar la de saqueo, y asÃ, en la Catedral de San Isidro, de Madrid, se apoderan las milicias marxistas de cuatro lienzos de Arellano, cuadro central de «La Inmaculada», de Alonso Cano ; «El Paso de la CaÃda», de Alfaro ; «Retablos de San Francisco de Borja», de Francisco Ricci ; «Retablos», de Herrero el Mozo y Pedro de Mena, desapareciendo, como consecuencia del incendio provocado por las turbas rojas, los famosos frescos pintados por Goya, Claudio Coello, Jiménez Donoso, Sebastián Herrera, etc., quedando el interior de la Catedral totalmente destruido. (Documento número 31.) El Palacio del Obispo de Madrid fue también asaltado por las turbas, que se apropiaron de cuantos objetos de valor existÃan en el mismo. (Documento número 32.) Las milicias rojas no solamente sustrajeron las imágenes y objetos de culto existentes en los templos, sino también en domicilios particulares, como el Palacio del Marqués de Cortina, donde hallaron valiosÃsimas imágenes. (Documento número 33.)
Del Real Monasterio de El Escorial fueron robadas las siguientes obras pictóricas, entre otras muchas : El cuadro «El Descendimiento», de Van der Veyden ; siete óleos del Greco, un Velázquez y varias obras de Tiziano, Tintoretto y Ribera ; dos mil quinientos manuscritos preciadÃsimos de su Biblioteca, entre ellos el famoso Códice Aureo» y el «Ovetense», del siglo XVII ; los autógrafos de Santa Teresa ; la Custodia llamada de «Las Espigas»», y la de la Sagrada Forma, que regaló Isabel II, y gran cantidad de tapices de enorme valor ; algunas de estas obras han sido recuperadas después de la total liberación de España, en Figueras (Gerona), donde habÃan sido trasladadas por el Gobierno marxista en su huÃda con dirección al Extranjero.
En Valencia, ciento cuarenta y ocho pueblos de su provincia sufrieron las consecuencias de destrucciones y saqueos de sus iglesias, donde se robaron cuadros de gran mérito artÃstico y de notable antigüedad, con una valoración de ciento seis millones de pesetas.
En Jaén, la magnÃfica iglesia tipo basilical quedó totalmente destrozada y destruidas sus imágenes y demás objetos de culto, ocurriendo lo mismo con la Catedral de Sigüenza. En Toledo, los rojos se apoderaron de la mayor parte del tesoro artÃstico de la Catedral, realizándose este saqueo el 4 de septiembre de 1936 por orden del entonces Presidente del Consejo de Ministros D. José Giral. (Documento número 34 y 35.)
La rápida liberación de Toledo impidió la pérdida de otras joyas valiosas, como la célebre Custodia de Enrique de Arfe, que ya estaba desmontada, estando también descolgados, para llevárselos, los cuadros que atesora la Catedral.
Al liberarse Toledo, habÃan desaparecido de la Catedral todos los objetos que figuran en el acta anexa, siendo los más notables: Las dos coronas de la Virgen del Sagrario, valorada una de ellas en medio millón de pesetas y otra en doscientas cincuenta mil; la bandeja .e plata repujada del «Rapto de las Sabinas» (siglo XVII, tasada en un millón de pesetas; superhumeral de la Virgen,. valorado en seiscientas mil pesetas; un manto de la Virgen del Sagrario, del siglo xvii, con perlas, valorado en millón y medio de pesetas; dos caÃdas del manto de la Virgen, tasadas en cuatrocientas mil pesetas; los tres tomos de la Biblia de San Luis, correspondientes al arte gótico, de un valor incalculable. La devastación alcanzó a los demás conventos de la ciudad y pueblos de la provincia, pudiendo señalarse por vÃa de ejemplo el caso del pueblo de Esquivias, de donde las milicias rojas se llevaron autógrafos de Santa Teresa y Sor MarÃa de Agreda y libros de partidas de los años 1578 a 16o7, que contenÃan el matrimonio de don Miguel de Cervantes con doña Catalina de Palacios.
También en Ciudad Real, como en las demás provincias por donde pasó el terror marxista, todo el patrimonio artÃstico-religioso fue destrozado por las turbas, y el de más extrardinario valor económico fue hecho desaparecer por los dirigentes marxistas. Aparte de joyas artÃstico-religiosas de incalculable valor, destrozadas unas y expoliadas otras, puede señalarse como caso relevante la expoliación del tesoro de la Virgen del Prado, de Ciudad Real, en el que figuraba un portapaz del artÃfice Becerril, valorado en un millón de pesetas, y que habÃa sido exhibido en la Exposición Iberoamericana de Sevilla.
En la Región catalana, las depredaciones del tesoro artÃstico-religioso, debidas a la barbarie de las turbas o a la rapiña de los dirigentes frentepopulistas, que las sustrajeron en su provecho, revisten los mismos caracteres que en el resto de España ; asà en la Diócesis de Vich, la Iglesia Catedral fue incendiada y saqueada a partir del dÃa 21 de julio de 1936 ; toda la Catedral, menos la bóveda, estaba decorada con pinturas del renombrado artista D. José MarÃa Sert, importando tan sólo los materiales de estas pinturas, prescindiendo de su gran valor artÃstico, setecientas cincuenta mil pesetas. Entre otras muchas joyas, se apoderaron los asaltantes de una Custodia del siglo XV y de un Copón del siglo XIV, valorados ambos en un millón de pesetas, habiendo sido la Custodia fundida y convertida en chatarra. Fue parcialmente destruido el Palacio Episcopal ; las turbas le invadieron el dÃa 21 de julio de 1936, y lo incendiaron, comenzando por el archivo de la «Mensa Episcopal» y «Curia Eclesiástica», de incalculable valor, que poseÃa pergaminos y documentos que se remontaban al siglo 1x, y que se han perdido en su totalidad.
En la Diócesis de Cuenca, en que fue igualmente saqueada la Catedral y destruido el cuerpo del Patrono de la ciudad, Obispo San Julián, asà como la caja que guardaba sus restos, fue saqueada también la magnÃfica biblioteca existente en el Seminario, siendo destruido por el fuego prendido en la plazuela del mismo edificio unos 10.000 volúmenes de los 32.000 de que constaba, habiéndose perdido el célebre «Catecismo de Indias».
E) Incautaciones.
Todos los partidos polÃticos del Frente Popular se incautaron de los edificios pertenecientes a iglesias y conventos, que fueron destinados a muy diferentes fines, como «checas», cárceles, casas de vicio, cuadras, bodegas, garajes, almacenes, cinematógrafos ; la iglesia de los Santos Justo y Pastor, en Madrid, fue destinada por los milicianos a almacén de vinos y taberna, figurando en el lugar que ocupaba el altar mayor un gran retrato de D. Manuel Azaña ; no faltando casos de celebración de mÃtines en iglesias, como el organizado en uno de los templos de la Orden de Religiosos Capuchinos, también en Madrid, en el que dirigió la palabra a las masas rojas desde el púlpito la agitadora marxista Margarita Nelken.
La iglesia de las Salesas Reales, situada en la calle de Doña Bárbara de Braganza, en Madrid, por Decreto rojo, publicado en la Gaceta de 17 de octubre de 1936, queda adscrita al Palacio de Justicia, con cuyo edificio fauna un solo cuerpo, dejándola desafectada del servicio del culto católico. Dicha iglesia, desde los primeros momentos de la revolución marxista ya habÃa quedado totalmente separada de su verdadero destino, pues las milicias rojas la habÃan saqueado y cometido sacrilegios, acompañándose en el anexo documental una fotocopia del mencionado Decreto rojo. (Documento número 36.)
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Una Orden circular del Gobierno marxista, fechada en Barcelona en 5 de julio de 1938 y aparecida en la Gaceta de la República del siguiente dÃa (Documento núm. 37), simula protección a los sentimientos religiosos, facultando a los Ministros del culto y miembros de Congregaciones Religiosas para prestar su servicio militar en Sanidad, por la mayor compatibilidad de estos servicios con la condición eclesiástica de dichos reclutas. Y en otra Orden de 1.° de marzo del mismo año se invoca, con falsedad patente, el caso de dos religiosos Carmelitas que, según la disposición oficial referida, desertaron de la zona nacional para unirse al Ejército republicano, que «supo tener con ellos el respeto debido a sus sentimientos». Precisamente los religiosos Carmelitas sufrieron la más enconada persecución por parte del Frente Popular, habiendo sido asesinados solamente en Madrid los siguientes Carmelitas calzados : Fray Andrés Vecilla Bartolomé, Fray Aurelio GarcÃa Antón, Fray Antón GarcÃa, Fray Francisco Pérez Pérez, Fray Angelo Regilón Lobato, Fray Angel Sánchez RodrÃguez, Fray Adalberto Vicente Vicente, Fray Silvano Villanueva González y el Padre Alberto Marco Alemany. También en la capital fueron asesinados los siguientes carmelitas descalzos : P. Saturnino DÃaz DÃaz, P. Epifanio EchevarrÃa Barrena, P. Victoriano Hernández Vicente, P. Juan GarcÃa GarcÃa, P. José Perote Yébenes, P. Juan Vázquez Mejorado, P. PÃo ZataraÃn Iruretagoyena, Fray Juan Cascajares Pérez, Fray Gabriel Cuesta GarcÃa, Fray Juan San Juan Escudero, Fray ValentÃn Sánchez, Fray José Villanueva Sarasa, y el P. Mariano MartÃn GarcÃa, que fue muerto en El Escorial, resultando destrozados los conventos e iglesias Carmelitas. La misma Orden circular marxista, de 25 de junio de 1938, dispone que los Jefes de las distintas Unidades militares faciliten a quienes lo demanden los auxilios espirituales, administrados por los Ministros de la religión que estén autorizados para ejercer libremente las prácticas de su culto. Para apreciar debidamente la sinceridad de esta disposición oficial puede mencionarse el caso, que consta concretamente, de que en la 112 Brigada Mixta, que guarnecÃa uno de los sectores de El Pardo (Madrid), fue condenado a muerte D. Luis Lucas Xarrié, de veintiún años de edad, empleado del Banco Hispano Americano, en unión de otros dos jóvenes, y al serles comunicada la sentencia, invitándoles a manifestar su última voluntad, respondieron los tres condenados que deseaban confesarse. En seguida se les presentó un falso sacerdote, que simuló recibir confesión a las vÃctimas.
El total de asesinatos cometidos en las personas de los Ministros de la religión católica o profesos religiosos por el Frente Popular, en lo que fue zona roja, asciende a siete mil novecientos treinta v siete, entre Obispos (de los cuales fueron asesinados 13), sacerdotes (5255) y religiosos (2.669), correspondiendo a Madrid mil ciento cincuenta y ocho (de los cuales ciento once son religiosas asesinadas en la capital), y a Barcelona un total de mil doscientas quince vÃctimas, también por el solo motivo de su carácter religioso o condición sacerdotal ; en Valencia, setecientas cinco; en Lérida, trescientas sesenta y seis; en Tarragona, doscientas cincuenta y nueve, y en las demás provincias sometidas al terror marxista estos asesinatos se cometen también en cifras muy elevadas.
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La enconada persecución desencadenada contra la Religión católica y sus Ministros fue ya públicamente denunciada (no obstante carecerse en aquella época de todos los datos, después adquiridos al ser liberado completamente el territorio español por el Ejército nacional) en la carta colectiva de los Prelados españoles de 1.° de julio de 1937, que recuerda los asesinatos de los Obispos y de los millares de sacerdotes y religiosos sacrificados hasta entonces por el marxismo. Uno de los Prelados firmantes de esta carta, el Reverendo Fray Anselmo Polanco Fontecha, Obispo de Teruel, fue luego apresado por el Ejército rojo—al apoderarse éste transitoriamente de la plaza de Teruel—. La Prensa marxista publicó en 9 de enero de 1938 una nota oficial del Ministerio de Defensa en la que se consignaba la gratitud, según el Gobierno rojo, expresada por el referido Prelado, en razón del trato recibido ; no obstante lo cual, D. Anselmo Polanco Fontecha fue asesinado en febrero de 1939 por las milicias rojas en las circunstancias ya conocidas.
Unicamente como ejemplo—puesto que con referencia a cada provincia española dominada por el Frente Popular podrÃan consignarse extensÃsimas relaciones de sacerdotes y religiosos asesinados—se inserta al final del anexo relación nominal de los mil ciento diecinueve sacerdotes y religiosos que cayeron asesinados tan sólo en la provincia de Barcelona, vÃctimas de la persecución religiosa desencadenada por el Frente Popular.
El diario de Barcelona Solidaridad Obrera decÃa en 26 de julio de 1936 (a los siete dÃas de iniciado el Movimiento) lo siguiente : «No queda ninguna iglesia ni convento en pie, pero apenas han sido suprimidos de la circulación un dos por ciento de los curas y monjas. La hidra religiosa no ha muerto. Conviene tener esto en cuenta y no perderlo de vista para ulteriores objetivos.»
Como expresivo detalle de la actitud de la masa roja en materia religiosa, alentada por el complaciente criterio oficial, aparece documentalmente probado el siguiente caso : Un individuo llamado Gervasio Fernández de Dios, dirige desde Valencia, en 30 de noviembre de 1936, un irreverente escrito al «Camarada Ministro de Justicia», en el que solicita se cambie su segundo apellido—«Dios»—por el de «Bakunin» ya que, según expresa el solicitante en el referido escrito, "no quiere nada con Dios". El Ministro de Justicia del Frente Popular, y por su delegación el Subsecretario Mariano Sánchez Roca, acuerda acceder, por Orden de 9 de diciembre de 1936, a lo reclamado, «teniendo en cuenta que las actuales circunstancias aconsejan prescindir de la complicada y larga tramitación del expediente de modificación de apellido en aquellos casos en que, como en el del solicitante, la necesidad del cambio aparece justificada por notoriedad». (En el correspondiente anexo de este CapÃtulo se insertan las copias fotográficas del escrito de Gervasio Fernández de Dios y de la resolución del Ministerio de Justicia del Frente Popular.) |
Historial de una masacre
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per Joky |
23 jul 2007
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PERSECUCIÓN RELIGIOSA
Relación nominal de víctimas de la persecución religiosa en la provincia de Barcelona
SACERDOTES
Abadal Vives, Jaime.
Abrás Font, Juan.
Alabeen Puigsech, José.
Alabern Puigsech, Mariano.
Albó Coronas, Luis.
Alborná Fontanilles, Pedro.
Alegre Casas, Silvestre.
Algarate Muñoz, Félix.
Almanzor Altemir, Nicostrato.
Alós y de Dou, José María de.
Alós y de Dou, Manuel María de.
Aloy Rius, José.
Altés Sanabra, Carlos.
Anglada Cullel, Jacinto.
Anglada 0llich, José.
Antonell Roca, Juan.
Aragón Fernández, Antonio.
Arbós Angelat, Antonio.
Arelis Corominas, Buenaventura.
Arimón Sanmiguel, Joaquín.
Ariñó Aragón, José.
Armengol Viñas, Luis.
Armengou Lletjos, Ramón.
Arnan Bolef, Eugenio.
Arrufat Mestres, Clemente.
Arrufat Mestres, Ramón.
Artigas Pont, José.
Artigas Riera, Buenaventura.
Arumi Fargas, Eduardo.
Augé Vila, Miguel.
Auget Boadella, Juan.
Avellaneda Vatlés, Domingo.
Ayats Font, Luis.
Balada Reverter, Jaime.
Balcells Castella, Luis.
Balcells Masó, Ramón.
Balíl Playa, Juan.
Ballart Rosell, Carlos.
Baqués Almirall, Cristóbal.
Barallo Ballester, Francisco.
Bardolet Domenech, Manuel.
Barguño Morgades, Manuel.
Barniol Armengou, José.
Bartrina Franquesa, José.
Bassols Rosell, Narciso.
Batllé Alsina, José.
Bayón Sebastiá, Enrique.
Bellera Torrens, José.
Bellpuig Joi, Tomás.
Berceval Calleja, Manuel.
Berenguer Clusella, Manuel.
Berenguer Graner, Francisco.
Bertrán Planiol, José.
Bertrán Verneda, Pedro.
Bisbal Oliveras, José.
Blade Piñol, Francisco.
Blanch Virgili, Antonio.
Bofill Traveria, Miguel.
Boher Ximenis, Manuel.
Bohigas Jover, Eduardo.
Boix Benacet, José.
Boixader Serra, José.
Bojons Estruch, José.
Bonastre Almirall, Pedro.
Bonsoms Sauvatelia, Joaquín.
Boquet Domingo, Miguel.
Bordas Font, Angel.
Bordas Galindo, José.
Bordes Mallol, Ramón.
Borrás Aguilera, Narciso.
Borrás Pérez, Francisco.
Bota Magri, Juan.
Bres Carreras, Pedro.
Brossa Bassa, Antonio.
Brossa Bassa, Juan.
Brunet Guardiola, José
Brunet Torrens, Pablo.
Buixo Segales, Bernardino.
Bruch Solanich, Luis.
Busquets Pedros, Pedro.
Cabanas Vilella, Juan.
Calafell Graset, Francisco.
Calpe Pellejero, Emilio.
Calvet Casabella, Antonio.
Campassol Subiros, Esteban.
Camprodon Vilabellit, Martín.
Camprubi Finet, Martín.
Camps Palleja, Eloy.
Camps Teixidor, José.
Camps Berges, Juan.
Canal Jordana, Francisco.
Canal Selva, Ramón.
Canals Bartrina, Pedro.
Canals Gustemps, fosé.
Canturri Baró, Eudaldo.
Capella Cata, Amadeo.
CapellaEstrada, José.
Carbonell Teixidor, Octavio.
Carcavilla Navasal, Estanislao.
Carreras Fontanals, Alberto.
Casabosch Tell José.
Casals Berenguer, Juan.
Casals Jordá, Luis.
Casanellas Montalt, José María.
Casanovas Santacana, José María.
Casas Aliart, Federico.
Casas Martorell, Jaime.
Casas Mas, José.
Casasa Tassis, José.
Castaner Canals, Ramón.
Castellá Casarramona, José.
Castells Casadesus, Isidro.
Catasus Botifoll, Jaime.
Cero Codo, Juan.
Cirés Puigfeu, Manuel.
Cisa Durán, Alfredo.
Civil Castellví, Luis.
Clará Canals, Ramón.
Clausellas Vallvé, Cayetano.
Closa Perrarnau, José.
Glosas Mas, José.
Colom Alsina, José.
Colom Fané, José.
Colomer Bover, Ramón.
Colomer Curen., Domingo.
Colomer Juan, José.
Colomer Martí, José.
Colomines Pomes, Ramón
Comas Boada, Tomás
Comas Prats, José
Compte Plana, Juan.
Corbera Soule, Esteban.
Cordomí Baseganya, Blas.
Cornet Oliveras, Pedro.
Costa Barnada, Juan.
Costa Soler, José.
Costa Soler, Martín.
Creixell Iglesias, Joaquín.
Crespo Costa, Manuel.
Creus Mas, Juan.
Creus Rafael, Pedro.
Cunill Poblet, Agustín (Fallecido en Cárcel)
Cunill Poblet, José María.
Cunill Vila, Isidro.
Cuyas Juncadella, Enrique.
Chiques Calonge, Esteban.
Dachs Carné, José.
Dachs Soldevila, Juan.
Doce Vázquez, Fidel.
Doltra Masferrer, Antonio.
Domenech Vendrell, Angel.
Dou Abadal, Ricardo.
Durán Mestres, Luis.
Durán Soler, José.
Ella CasteIls, José.
Eras Puig, Jaime.
Erice Espelosin, José.
Escolá Fornells, José.
Espasa Bargalló, Antonio.
Esquerra Sabatés, Francisco.
Ester Palau, Salvador.
Estrada Camps, Luciano.
Faja Suñé, Severino.
Fané Giralt, Francisco.
Fargas Adam, José.
Farrás Peypoch, Pedro.
Farrás Tort, Ramón.
Fané Miró, José María.
Feliú Bargallo, Luis.
Ferrán Brosa, Ramón.
Ferrando Alemany, Francisco.
Ferrer Saló, Teodoro.
Ferreres Boluda, Juan B (Fallecido en Cárcel)
Freu Portella, Ramón.
Figueras Poch, Jaime.
Folcrá Roque, Juan
Font Dou, José.
Font Mañá, Juan.
Font Salomó, José.
Font Tello, José
Fornells Sorra, Ramón.
Forns Carulla, Antonio.
Francas Escaler, Martín.
Francas Traveria, Juan.
Fuster Pomar, Claudio.
Galobardes Casadevall, José.
Galobardes Planas, José.
Gallart Pasques, Pedro.
Gallart Rosell, Carlos.
Gallifa Coronas, Joaquín.
García Vilaplana, Santiago.
Garí Moliner, Gregorio.
Garolera Pous, Juan,
Garrido Arrué, Antonio.
Gasset Lletcha, Manuel.
Gelons Tutusaus, Juan.
Gelpi Blanco, Enrique.
Gellida Llorach, Patricio.
Gellida Marqués, José.
Gener Codina, José.
Gener Goltés, Juan.
Germa Umbert, Juan.
Gesti Capdeferro, Antonio.
Gili Camps, José.
Ginebra Espona, Pedro.
Giral Borrell, Juan.
Giral Tuixans, Modesto.
Gómez Peña, Joaquín.
Gomis Martorell, José.
Gomis Noguera, Mauricio.
Goñi Almandoz, Marcos.
Graell Farrás, Agustín.
Grau Guardias, Carlos.
Grau Riba, Luis.
Grau Roqueta, Juan.
Gregori Closa, José.
Gros Serra, Mariano.
Guardiet Pujol, José
Guberns Prat Isidro.
Guilló Bernadas, Antonio.
Guitart Aymerich, Ramón.
Guitart Freixas, Ramón.
Guiu Bonastre, Joaquín
Henrich Cuxart, Pedro
Homs Ginestá, José.
Homs Ginestá, Luis.
Homs Ginestá, Ramón.
Huguet Boatella, Juan.
Ibarra Angela, Agustín.
Icart Aymerich, Juan.
Illa Ferré, Luis.
Illa Ferrer, Francisco.
IDera del Olmo, Teodoro.
Irurita Almandoz, Manuel
Jané Miró, José María.
Jofre Costa, Narciso.
Jovani Avila, Vicente.
lovani Marín, Joaquín.
Juliana Boadella, Jaime.
Juncosa Figuerola, José.
Lladó Oller, Juan.
Lladó Ramonet, José.
Llehí Ramoneda, Pedro.
Lleopart Puig, Ramón.
Llesuy Espot, José.
Llonch Sola, Jaime.
Llorens Pallejá, Matías.
Lloveras Agrás, Domingo.
Mallofré Suriol, Quintín.
Marcé Espigul, Andrés.
Margarit Fisa, José.
Mariner Mogas, Martín.
Marqués Massot, Jerónimo.
Marro Bosch, Enrique.
Marsinyach Iglesias, Manuel.
Martí Albanell, Federico.
Martí Borrás, Pedro.
Martí Durán, José.
Martí Esteve, José María.
Martí Padrós, Jaime.
Martí Piñol, Antonio.
Martorell Salart, Jaime.
Mas Foch, Agustín.
Mas Gironella, Rafael.
Masagué Angela, Juan.
Masip Guiu, José.
Masoliver, Jaime.
Masoliver lila, Juan.
Massana Rovira, Juan.
Massegu Anguela, Juan.
Massuet Subirá, Joaquín.
Mateo Dou, Antonio (Fallecido en Cárcel.)
Mayoral Musoll, José.
Mensa Fabregas, Zenón. (Fallecido en Cárcel.)
Mercadé Guardia, Antonio.
Mestre Escoda, José.
Miquel Ticó, Luis.
Mir Bastida, Luis.
Miralpeix Serra, José.
Molas Cañellas, Pedro.
Molas Costa, Francisco.
Molins Orra, Fernando.
Molist Brusosa, Elías.
Monpio Riera, José.
Moncau Farrés, José.
Moncunill Marta, Pedro.
Monge Altés, Amadeo.
Monrás Plantada, Juan.
Morató Carner, Evaristo.
Morató Carner, Justo.
Moré Vidal, Jaime.
Muxi Corma, Camilo.
Nadal García, José.
Nadal Ramón, Ramón.
Navarro Casamitjana, Enrique.
Navarro Granje, Antonio.
Nicolau Cortés, Juan.
Nicolau Faura, Miguel.
Nin Arans, Juan.
Noguer Campdelacreu, José.
Nogueras Ricart, Francisco Javier.
Novellas Roca, Jerónimo.
Núñez García, Abilio.
Obiols Compte, José.
Obradors Clusellas, Francisco.
Oliva Alabern, Benito.
Olivella Canals, José.
Oliver Rabinat, Flavián.
Oliver Turull, Enrique.
Olivera Buera, Leonardo.
Ordeig Anglada, Miguel.
Ordeix Baqué, Pablo.
Ordeix Clascar, Ramón.
Orengo Serra, Agustín.
Oriols Maltas, Juan.
Orobitg Vila, Fidel.
Orriols Bayona, Antonio.
Padrell Navarro, José.
Padrosa Trias, José.
Pagés Madorell, Joaquín.
Palau Prats, José.
Palet Bartomeu, Joaquín.
Palomera Pujol, Pedro.
Pallás Durán, Pío.
Panadés Mas, Nicolás.
Pañella Pena, Luis.
Pañellas Marimont, Magín.
Paradeda Robert, Félix.
Paradis Paradis, Antonio.
Parés Iglesias, Francisco.
Parés Puig, Pedro.
Parés Viladesau, Gil.
Pascual Casanova, Ramón.
Pasols Rosell, Narciso.
Payera Borrel, José.
Pelaez Juan, Carmelo .
Pelegrí Nicalau, Luis.
Perarnau Escobet, Juan.
Pereira Soler, Enrique.
Pérez Hernández, Justo.
Peris Polo, José María.
Perramón Folcra, Clemente.
Perramón Paloma, Pedro.
Pivernat Sabi, Salvador.
Piera Martí, Miguel.
Piñot Playá, Valentín.
Pitsot Rafart, José.
Plá Pujol, Mariano.
Plá Rosell, Luis.
Planas Casals, Juan.
Planas Surribas, Juan. (Fallecido en Cárcel.)
Plans Jaumira, Juan.
Pons Gibert, Miguel.
Pons Posada, José.
Pons Sintes, Bartolomé.
Portolés Vilarrocha, José.
Potellas Pladevall, Martín.
Pou Iuvany, Melchor.
Pous Ramentol, Miguel.
Pous Solá, Pedro.
Prat Rosell, José.
Prat Serra, Pío.
Prats Torredeflor, Silvestre.
Prats Durán, Luis.
Puig Coll, Ramón.
Puig Moliné, José.
Puig Riquer, José.
Puig Sudria, Jaime.
Puigbó Callis, Agustín
Puigbó Canela, José.
Puigdomenech Serrabasa, Juan.
Puigrefagut Puig, Ramón.
Puigsech Plá, Buenaventura.
Pujol Bracons, Luis.
Pujol Casals, Vicente.
Pujol Cinsó, Pedro.
Puyol Domingo, Abadeo.
Pursals Hortal, Juan.
Rafart Gabarrón, Domingo.
Raich Ferrer, José.
Ramírez Moragas, Ildefonso
Ramón Munt, Juan
Raspall Garí, Francisco.
Reixach Vilaró, Antonio.
Rey Ruiz, Miguel.
Riba Palá, Pedro.
Ribas Carné, Delfín.
Ribas Mas, Manuel.
Ribot Villarrubias, Rafael.
Riera Codina, José.
Riera Guans, Francisco.
Riera Pau, Salvador.
Rifé Figuerola, José.
Rigau Moner, José.
Ripoll Boixader, Emeterio.
Rius Comeras, José.
Rius Vallés, Jacinto.
Roca Casarramona, Martín.
Roca Ferrer, Ricardo.
Roca Rossell, Jerónimo.
Roca Valls, Jaime.
Rocabert Roca, Luis.
Rodon Bofarull, José.
Rodon Vaquer, Ramón.
Rodríguez Nieto, Miguel.
Rodríguez Vázquez, Eugenio.
Romagosa Benach, Juan.
Romañá Brunet, Luis.
Romeu Ballart, José.
Rosell Portell, José.
Roselló Martí, José María.
Rosich Sala, Eusebio.
Rovira Camps, José.
Rovira Codina, Melchor.
Ruaix Garriga, José.
Ruso Pérez, Emilio.,
Sabater Eritia Sebastián.
Sadurní Parellada, Pedro.
Sala Durán, José.
Sala Salarich, Juan.
Saladefont Casas, Valentín.
Saladrigas Comas, Francisco.
Salvadó Gispert, Marcos.
Salla Miro, Juan
Samsó Elías, José.
Samsó Roselló, Antonio.
Sampons Viladrich, Euraldo.
Santamaría Soler, Pedro.
Sellés Morros, Rafael.
Serra Arbasá, José.
Serra Guardiola, Esteban.
Serra Jordi, Jaime.
Serra Manganell, José
Serra Molist, José.
Serra Serrat, Pedro.
Serra Vilajosana, José.
Serradel Casas, Luis
Servitge Guitart, Francisco.
Sevillano Villoria, Juan.
Singlá Fábregas, Francisco.
Sirven Vidal, Federico.
Socada Olivella, Joaquín.
Socoró Bainad, Joaquín.
Solá Herp, Valentín.
Solanich Amat, Antonio.
Solano Delmas, Miguel.
Solans Llacera, Lorenzo de B.
Soldevila Codina, José.
Solé Galofré, Isidro.
Solé Galofré, Pedro.
Soler Fabregó, Jaime.
Soler, Garde, José.
Soler Serra, Miguel.
Soler Soler, Crescencio.
Subiranas Codina, Vicente.
Taña Flotats, Ricardo.
Taña Gregori, Jaime.
Tarrés Camps, Manuel.
Tenas Vivó, Sebastián.
Tarradellas Riera, Marcos.
Tolosa Casals, José.
Toll Fesicle, Juan.
Tornamira Guixé, Jaime.
Torramorell Rabella, Enrique.
Torras Casado, José.
Torras Raventos, José
Torras Vergés, José.
Torrens Coll, Vicente.
Torrents Durán, Miguel.
Torres Sahon, Ramón.
Torro Viñas, Joaquín.
Tressera Llach, Félix.
Triadú Clañach, Miguel.
Turcó Tresserras, Benito.
Tuset Domenech, Casimiro.
Ugas Grau, Juan.
Valldolitx Bayer, Cayetano.
Vallés Vallés, Adolfo.
Vallés Valls, Pedro.
Valls Boix, Joaquín.
Valls Costa, Juan.
Ventosa Gil, Luis.
Verdaguer Raurell, Pedro.
Vergés Samaranch, Antonio.
Verneda Casanovas, Jaime.
Via Torres, Jaime.
Viader Bas, Juan.
Viadiu Soler, José María.
Vich Figueras, José.
Vidal Giralt, Miguel.
Vidal Vendrell, José.
Vigatá Corrons, José.
Vilá Font, Isidro.
Vila Gasso, José.
Vila Guiteras, Jaime.
Vila Vila, Ramón.
Vilalta Serradell, José.
Vilaplana Forcada, Joaquín.
Vilarrobí Boqué, José.
Vilarrubia Pineda, José.
Vilas Trilló, José.
Vintró Codina, Pedro.
Viñals Jané, Antonio.
Viñyas Valls, José.
Viñeta Gatillepa, José.
Viñeta Romey, José.
Xiró Roig, Luis de F.
RELIGIOSOS
Abadía Huesa, Zacarías.
Aguado Martínez, Luciano.
AguilarFont,Juan.
AiguabellaCodina,José.
Ajuria Gallástegui, Marcos.
Alarcón Ruiz, Mariano.
Albareda Ramoneda, Fulgencio.
Alberich Llut, Nicolás.
Alberich Lluch, Vicente.
Albiol Clou, Gabriel.
Badía Andalé, Antonio.
Aleios García, Dionisio.
Atajos García, Elías.
Alesanco Maestro, León.
Alonso Fuentes, Mariano.
Alonso Gómez, Aureliano.
Alonso Martínez, Félix.
Alsina Aguiló, Salvador.
Alsina Cases, José.
Alsina Ferrer, Juan M.
Alsina Ricart.
Altabella García,Daniel.
Alvarez García, Miguel
Alvarez López, Aniceto
Alvarez Rabanal, Agustín
Ambrós de Juan, José
Amo del Amo, José
Andrés Monfort, Enrique
Anel Andreu, Mariano
Angelat Alborná, Juan
Anglás Oliveras, Martín
Anguera Vernet, José.
Antonio Ramírez, Alonso.
Antoñanza Palacios, José.
Apezteguia Dendarieta, Julián.
Aragonés Mateu, José María.
Araico Lana, Lucio
Araico Santos, Luis
Aramendia Urquía, Julio
Aranda Modrigo, Máximo
Arbona Estadas, Bartolomé.
Arcos Pérez, Antonio.
Arimany Ferrer, Alfonso.
Arnaiz Dueñas, Simeón.
Arnaiz Sáenz, Manuel
Arner Margalef, José
Arques Arrufat, Juan
Arribas Hortiguela, Antonio
Arriera Martínez, Román
Ayala Niño, Luis
Ayats Plantalech, Juan
Ayats Verges, Pelayo
Ayets Canos, Antonio
Ayucar Eraso, Feliciano
Ayucar Eraso, Félix
Badía Andalé. Antonio
Badía Forns, Blas
Badía Pallás, Antonio
Ballart Rosell, Manuel
Balcells Grau, Jaime
Bandrés Sánchez, Francisco
Bañuelos Palencia, Cayo
Barandica Urionabarrenechea, Juan de la Cruz
Bardalet Compte, José
Barga Domingo, Rufino
Barjau Martí, Jaime
Barrio Campo, Aureliano
Barrio Morquillas, Ismael
Barrufet Tort, Carlos
Bartolomé del Alamo, Fernando
Bartomeu Font, Alberto
Basil Matas, Laurentino
Batalla Parramón, José
Begués Membrado, Manuel
Belart Folch, Buenaventura
Beltrán Solá, Luis
Bellera Morera, Joaquín
Benet Tona, Segismundo
Benimelix Cabré, Manuel
Berdún Gracia, Manuel
Berengarel Pujol, Carlos
Berenguer Martínez, Luis. (Fallecido en Cárcel)
Berenguer Plans, Luis
Bernaus Puig, Pedro
Bertran Pont, Antonio
Bertrán Sempere, Paulino
Binefa Alsinellas, Mariano
Binimelis Cabré, Manuel
Bisbal Castelltort, Jaime.
Blanch Ferrer, Jacinto.
Blanch Roca, José.
Bogunya Casanoves, Jaime.
Boguña Porta, Luis.
Boix Miñana, Tomás.
Bonavida Della, Juan.
Bonet Nadal, Jaime.
Bonet Nadal, José.
Bonet Seró, Antonio.
Boqué Nolla, Beremundo.
Bordas Aguilar, José.
Bordas Piferrer, Javier.
Bonás Guillaumet, Luis.
Bosch Verduta, Antonio.
Boschremont Mitjavila, José.
Bové Obradors, José.
Bover Teixidor, Juan.
Bou Lluch, Enrique.
Brengaret Pujol, Carlos.
Busquets Creixel, Ambrosio.
Cabrera Paradinas, Francisco.
Calasanz Marqués, José.
Calzada Santamaría, Víctor.
Calleja Santamaría, Acacio.
Campo Sagredo, Mariano de
Canadell Quintana, Enrique.
Canals Pons, Marcos.
Canyes Santacana, Carlos.
Capdevila Costa, Juan.
Capdevila Portet, José.
Carceller Galindo, Francisco.
Cardona Dalmases, José.
Cardona Meseguer, Matías.
Carmaniu Mercadé, Antonio.
Carner Codina, Joaquín.
Carner Puig, Juan.
Carreras Comas, Luis.
Casals Badía, José.
Casals Mas, Mateo.
Casals Sunyer, Cándido.
Casamitjana Coromina, Jacinto.
Casanovas Camprubí, Ignacio.
Casanovas Perramón, Ignacio.
Casanovas Vila, Hidelbrando.
Casas Julia, José.
Casas Lluch, José.
Casellas García, Bernardo.
Casellas Monjo, José.
Cases Jusmet, José.
Castel Zamora, Antonio.
Castell Camp, José.
Castellví Vilaseca, Ramón.
Castro Mancebo, José.
Cerda Cantavella, José,
Cesan Mercadal, José.
Cid Pazo, Sergio.
Ciordia Hernández, Pedro.
Civil Castellví, Alejo.
Civil Castellví, Miguel.
Ciará Aliu, Luis.
Clavería Más, José.
Climent García, Antonio.
Cochs Llauradó, José.
Codina Alier, Ramón.
Codina Ventayol, Miguel.
Codinach Espinalt, Juan.
Colom González, Francisco Ramón.
Colomer Homs, Francisco.
Colomer Presas, Francisco.
Collellmir Senties, Manuel.
Conti Sala, José.
Cortés Foguet, Ramón.
Costa Canal, Odilio.
Costa Font, Silvestre.
Costa Homs, Isidro.
Cots Oliveras, Félix.
Cubells Minguel, Antonio.
Charlez Ribera, Gregorio.
Dam Duarri, Juan.
Delgado Fuente, Jesús.
Delmás Bosch, Joaquín.
Díaz, Luis.
Díaz Díaz, Tomás.
Díaz Fernández, Florentino.
Diego Pérez, Vicente.
Díez Díez, Gumersindo.
Díez Gutiérrez, Victoriano.
Díez Merino, Eloy.
Dolcet Agustí, Angel.
Domenech Bonet, José.
Domingo Cendra, Miguel.
Dronda Leoz, Maximino.
Durán Giberga, Pablo.
Durán Mayol, José.
Egolcuezabal Aldaz, Juan Bta.
Ejarque Casulla, Enrique.
Ejarque Gasulla, Juan José.
Elena García, Lucinio.
Elola Arrute, José Miguel.
Erausquin Aramburu, Eugenio.
Esain Macaya, Máximo.
Escabias García, Juan Manuel.
Escudero Miguel, Santos.
España Ortiz, Félix.
Espuey Marco, Luis.
Estruch Vives, Luis.
Facerías Garcés, Miguel.
Faci Molins, Gregorio,
Falgueras Casellas, Aniceto.
Fanlo Fuertes, Leandro.
Fané Masip, Ricardo.
Farreny Sala, Francisco.
Farrerons Curós, José.
Feliú Escuder, Sabastián.
Feliú Soler, Plácido.
Felius Torrigas, Ramón.
Fernández Castrillo, Vicente.
Fernández Fernández, Florentino.
Fernández García, Cándido.
Fernando Ferragut, José.
Ferragut Sbert, José Fernando.
Ferrero Prieto, Vicente.
Ferreté Aragonés, Jaime.
Ferri Fúster, Juan.
Figuera Rey, José.
Flaquer Capdevilla, Joaquín.
Folqué Chia, José.
Font Bosch, Rogelio.
Fontseré Masdeu, José María.
Forcada Blanch, Marcelino.
Forcada 0ller, Antonio.
Fortón y de Cascajares, Pedro.
Franco Ruiz, José.
Franquesa Costa, Juan.
Frasno Peñarrocha, Tomás.
Fumet Guichard, Celestino.
Galiano Castellá, Alberto.
Galiano Castellá, José.
Galindo Dauden, Juan Antonio.
Gallo Martínez, Pío.
García Arce, Ruperto.
García Díaz, Anastasio.
García Díaz, José.
García Galarza, Julio.
García García, Eliseo.
García Ramírez, Lorenzo.
Garet Vilar del Bosch, Pedro.
Gascón Bordas, Jaime.
Gastaminza Fernández, Isidro.
Gasulla Odena, Juan José.
Gellida Cornelles, Fermín.
Gil Navarro, Florencio.
Gil Porras, Blas.
Giordia Hernández, Pablo.
Girbau Puig, Narciso.
Girón Puigmitjá, Jaime.
Gómez Cruz, Joaquín.
Gómez Gutiérrez, Cecilio.
Gómez Gutiérrez, Victoriano.
Gómez Pena, Jacinto.
Gómez Rodríguez, Gumersindo.
González, Constancia.
González García, Silvano.
González Hernández, Gregorio.
González Millán, Domingo.
González Penín, Antonio.
Gorina Pau, Ignacio.
Grau Bullich, Roberto.
Grivé Soler, Juan.
Gros Ballbé, Ramón.
Guals Ribera, Ramón.
Guell Alberch, Francisco.
Guerra Villahisan, Albino.
Guila Ximénez, Emiliano.
Guillamí Rodó, José.
Guillén Orivez, Pedro.
Guix Jené, Ramón.
Gutiérrez Costa, Antolín.
Gutiérrez Estologo, Mariano.
Gutiérrez Gómez, Víctor.
Gutiérrez Monedero, Crescencio.
Heras de Arriba, Román.
Heria Luis, Eustaquio.
Hernández Martínez, Felipe.
Hidalgo Martínez, Segismundo.
Hors Planas, Jerónimo.
Ibáñez Argandaña, Dionisio.
Ibáñez Lázaro, Alvaro.
Icart Leonilla, Ramón.
Iglesia Ocina, Angel.
Iñiguez de Heredia, Mauricio.
Iriondo Amundarain, Felipe.
Isern Masso, José Oriol.
Iturbe Alegre, Antonio.
Izquierdo López, Lucio.
Jaime Setcases, Antonio.
Jardi Vernet, Jaime.
Jordá Jordá, José María.
Jordá Tomás, Luis.
Juan Otero, Jesús.
Junyett Estruch, Antonio.
Junyer Paderny, Julio.
Lacunza Unzu, Trifón.
Latienda Azpiliecueta, Fermín.
Leal Andreu, Buenaventura.
Leal García, Jesús.
Leyun Goñi, Marcos.
Linares de la Pinta, Alberto.
Lombraña Suances, Esteban.
López Aguilar, Rubén.
López Avechuco, Villamor.
López Hernando, Andrés.
López Hernando, Marcelino.
López López, Alfonso.
López Martín, Valentín.
López Martínez, Santos.
Lorente Pérez, Ignacio.
Lorente Vicente, Pedro.
Llach Candell, Jaime,
Llach Candell, Ramón.
Lladó Riu, Manuel.
Lladós Salud, Antonio.
Lorach Bretó, José.
Llovera Puigsech, Fernando.
Macho Rodríguez, Melanio.
Mallen Español, Fernando.
Manrique Arnaiz, Cecilio.
Malles Bosch, Manuel.
Marcet Soler, Juan.
Marcou Picalval, José Luis.
March Batlles, Constantino.
Marina Bonilla, Teófilo.
Marina Moneo, Constancio.
Martín Coll, José.
Martí Molinos, Gabriel.
Martí Sena, Joaquín.
Martín Rodríguez, Abundio.
Martínez Alonso, Sergio.
Martínez Díez, Teodoro.
Martínez Martín, Victorino.
Martínez Sánchez, Isidro.
Martínez Velasco, Victoriano.
Mas Pujobras, José.
Masaguer Rivera, Jerónimo.
Mascaró Colomina, Antonio.
Mases Boncompte, Jaime.
Masferrer Vila, Luis.
Masip Tamarit, José.
Mata Sena, José.
Mauleon Ruiz, Cruz.
Maya Gutiérrez, Gabriel.
Manchón Franco, Jesús.
Mendizábal Romillo, Jesús.
Mendoza Reig, Miguel.
Mercer Soler, Juan.
Merino Rodríguez, Nicéforo.
Merino Ruiz, Abraham.
Mesegue Rivera, Jerónimo.
Meseguer Burillo, Santiago.
Mestres Llaudaró, Esteban.
Mestres Mas, Pedro.
Miliam Loscos, Rodrigo.
Mili Aran, Ramón.
Minguel Ferrer, Luis.
Mir Pons, José.
Miró de Mesa, Pedro.
Mitjavila Peñarroya, Antonio.
Moleres Azpilicueta, Teodoro.
Molinos Coloma, Mateo,
Monedero Díez, Lucinio.
Montaner Febré, Cirilo.
Montserrat Baliart, Roberto.
Mora Vidal, Paulino.
Morelia Bruguera, Jaime.
Moreno Camarero, Isidro.
Moreno Claramonte, Tomás.
Moreno Moncalvillo, Demetrio.
Moreno Pascual, Balbino.
Moreno Ruiz, Jesús.
Morón Casas, Marcos.
Mulet Vilella, José.
Muñoz Albiol, José.
Muñoz Mateo, Joaquín.
Muñoz Palomo, Laureano.
Mur Bianch, Marcelino.
Nájera Gherna, Jaime.
Natividad Villacompa, Joaquín.
Navarro Angela, Agustín.
Navarro Martínez, Cástor.
Noguera Baró, Jaime.
Nozal Ordóñez, Baudilio.
Núñez Casado, Juan.
Obiols Rovira, Domingo.
Ochoa Pérez, Rufino.
Olalla Antón, José.
Olaste Espeso, Antonio.
Olive Baró, Luis.
Olive Miró, Juan.
Olmo Monge, Antonio del
Oranjuren Gómez, Martín.
Oromí Angeles, Luis.
Oromí Sullá, Ramón.
Ortega García, Lorenzo.
Ortiz Alzueta, Jaime.
Oses Irigaray, Vicente.
Otero Cellalbo, Rafael.
Padrós Sansalvador, José.
Páez Perdomo, Modesto.
Pafila Monlleó, José.
Palacios Jiménez, Cleto.
Palacios Lozano, Luis.
Palacios Palacios, Segismundo.
Palet Bosc, Alfonso
Palos Gascón, Ramón.
Pallás Fargas, Jaime
Panadés Piqué, Ramón.
Paniagua Cuadrado, José Francisco.
Parache Collados, Lorenzo.
Pardo de Donlebún y Pascual de Bonanza, Miguel
Paré Permanver, Pompilio.
Pareda Revuelta, Nicolás.
Pareta Mas, Antonio.
Pascual Datzira, Silvestre.
Pascual Fuente, Agustín,
Pedra Cervera, Marcelino.
Pedro Calvo, Agustín.
Peipoch Sala, Manuel.
Peiró Victori, Ramón.
Pelfort Planell, Juan.
Pérez Escalante, Isidro.
Pérez Gómez, Leoncio.
Pérez Gómez, Santiago.
Perich Comas, Antonio.
Pi Carreras, Jaime.
Piera Garriga, Juan.
Pijem Roset, Salvador.
Piña Piazuelo, Joaquín.
Pladelasala Euras, Ramón.
Planas Aguilera, Tomás.
Ponsá Casallachs, Francisco J.
Pones Sainz, Benjamín.
Portell Fernández, José María.
Portell 0ller, Esteban.
Portugal Lara, Bienvenido.
Pou Melians, Miguel.
Pous Comajuán, Pedro.
Prats Gibert, Juan.
Prats Miguel, Emilio.
Presta Batlle, Angel.
Puente González, Emilio.
Puente González, Joaquín.
Puig Bret, José.
Puig Canals, Emerio.
Puig Estapé, Pedro.
Puigdesens Pujol, José.
Puigferrer Mora, Jaime.
Pujol Espinalt, Francisco.
Pujolar Lacot, Martín.
Pujolras Serrat, Andrés.
Puncet Bertrán, Mariano.
Queralt Lloret, Vicente.
Rabasa Bentanachs, José.
Rafi Figuerola, Juan.
Raga Nadal, José.
Raich Ros, Pedro,
Rallo Pascual, José.
Ramírez Zuloaga, Ramón.
Ramis Grimalt, Juan.
Ramón Boada, Jacinto.
Ramón Carlos, Sinesio.
Ramos y del Valle, Eulogio.
Ramos Velázquez, Angel.
Ran Goñi, Nicolás.
Redondo Insausti, Celedonio.
Redondo Insausti, Florentino.
Redondo Velez, Eusebio.
Reixach Reguer, José.
Remón Játiva, Francisco.
Remón Remón, Miguel.
Reñe Prenafreta, José.
Revilla Araus, Miguel.
Revilla Sancho, Emilio.
Revilla Terminio, Bonifacio.
Riba Pi, Casimiro.
Ribelles Segura, Elogio.
Rius Robinsón, José.
Rivera Ozores, Ramón.
Rivera Rivera, Pedro.
Roba Osorno, Angel.
Robredo, González, Lucio.
Roca Bosch, Juan.
Roca Huguet, Constancio.
Roca Toscas, Pedro.
Roda Mas, Eudaldo.
Rodamilans Canals, Angel.
Rodicio Rodicio, Gil.
Rodón Vaquer, Antonio
Rodríguez Candelas, Paulino.
Rodríguez Gutiérrez, Eloy.
Rodríguez Gutiérrez, Fulgencio.
Rodríguez Nieto, Leocadio
Roig Alibau, Antonio.
Roldán Vielva, Eusebio.
Romá Caneres, José.
Romero Narro, Donato.
Romeu Canadell, Juan.
Romeu Sonet, Sebastián.
Romo Arlanzón, Julio.
Romo Lara, Jesús.
Rubiella Aranyó, Domingo.
Ruiz de Alegrías Sáenz, Clemente.
Ruiz Hidalgo, Severino.
Ruiz Ortega, Pedro.
Ruiz Peña, Felipe.
Ruiz Peña, Fortunato
Sagredo Martínez, Angel.
Sagué Fornaguera, Miguel,
Sáiz Martínez, Santiago.
Sala Gibau, Casimiro.
Saldaña González, Amancio.
Sampe Tanagó, Jorge.
Sampol Escalas, José.
Sánchez Soler, Francisco.
Sanmartín Macaya, Facundo.
Sanromá Guash, José María.
Santacana Armengol, Esteban.
Santos Delgado, Alejandro.
Secarés Jaime, Antonio.
Segalá Solé, Francisco.
Segalés Vilar, Segismundo.
Selarie Laporte, Federico.
Sellarés Santacana, Luis.
Senfañés Surroca, Claudio.
Serna Pérez, Laurentino.
Serra Altarriba, José.
Serra Auferil, Joaquín.
Serra Hortal, Antonio.
Serra Martí, Rafael.
Serra Planas, Juan.
Serra Rovira, Narciso.
Serrano García, Eliseo.
Serrano López, Ignacio.
Serrano Pavón, Isidro.
Serrés Bonás, José.
Sitges Puig, Pedro.
Sitjá Basté, Narciso.
Sitjá Campaña, Martín.
Sitjes Obiols, Pedro.
Soldevila Camps, Guillermo,
Solé Maimó, José.
Soler Clavé, Juan.
Soler Domenech, Juan.
Soler Gibergas, Valentín.
Soler Llobera, Alejo.
Soler Puigsauleus, José.
Sonet Romeu, Sebastián.
Soteras Culla, Francisco.
Soy Pladvega, Miguel.
Subirá Arumí, Martín.
Suñer Estrach, Fernando.
Surribas Dot, Francisco.
Tajadura Marcos, Ismael.
Tarrats Sanllehi, José.
Tarrés Puigpelat, Martín.
Tatjer Lapuja, Juan,
Tellería Gurruchaga, Tomás
Tena Colom, Francisco Javier
Termiño Valdivielso, Angel
Tersa Barrufet, Eduardo
Tolosa Alsina, Salvio
Torrent Casademunt, Francisco
Torrent Figueras, Juan
Torres Panich, José
Torres Panich, Luis
Tost Llavería, Antonio
Trallero Bardají, Agustín
Trilla Lastra, José
Trystani Pujol, José
Trullas Claramunt, Pedro
Tubau Parelló, Juan
Turies Mas, Buenaventura Vilanova Munné Joaquín
Turies Mas, Ricardo
Urgell Coma, Juan Bautista
V
Valentí de Martí, Joaquín María
Valtierra Alonso, Gumersindo
Vallbona Sanou, José
Valle Villar, Francisco del
Vallmitjana Abarca, Pedro
Vallverdúa Falguera, Juan
Vegas Cortés, Augusto
Vegas Vegas, Modesto
Velásquez Pelaez, José
Velez Soria, Santiago
Vendrell Olivella, Bernardo
Verdaguer Saurina, Pedro
Vergara Echevarría, José
Vergara Mendoza, Gerardo
Vicente Remón Dionisio
Vidal Capitá, Eloy
Vidal Esteve, Victor
Vidal Segú José María
Vila Barri, José
Vila Colomer, Juan
Vila Cos, Salvador
Vila Maneja, Cándido
Vila March Ignacio
Vila Oller, Francisco
Vilalta Saumel, José
Vilar Espona, Narciso
Villarrubia Pineda, Luis
Villanueva Iriarte, Cesáreo
Villanueva Larrayoz, Lorenzo
Villaverde Dueñas, Daniel
Viñolas Vilanova, Juan
Vivar Valdivielso, Néstor
Vives Massé, Francisco
Vives Trabal, Felix
Zagazua Eguino, Vicente
Zorraquino Herrero, Andrés
Zudaire Aramendia, Lucio
Zugaldía Lacruz, Serafín
Zurbito Recalde, Demetrio
RELIGIOSAS
Achurra Gogenola, Vicenta
Adrover Martín, Antonia
Alonso González, Otilia
Antelo Pérez, Concepción
Badía Flaquer, María
Ballesta Selma, Ana
Busquet Piñol, Josefa
Caldes Socias, Catalina
Carbonell Muñoz, Amparo
Casals Fuentevalla, Filomena
Comerma Barrera, Matilde
Delgado Ordóñez, Asunción
Doménech Pañella, Josefa
Duque Belloso, Bandelia
Esclusa Mercior, Rosario
Fosas Romans, Ramona
Fradera Ferragut, Carmen
Freixes Vila, Raquel
García Solanas, Josefa.
Gómez Purificación.
González del Valle, Teresa.
Guitart Escau, Fenícula.
Jordá Martí Vicenta
Jutglar Gallach, Rosa
Lizarraga Ochoa, Apolonia.
Luzo, Cirila.
Margenat Roure, Facunda.
Marticorena Solá, Toribia.
Masana Bardes, Matilde.
Mestres Trinché, Mercedes.
Molinuevo Barrón, Victoria.
Moreno Benítez, Carmen.
Noguera Manuvens, Auxilio.
Ors Maulito, Montserrat.
Ors Torren, Ramona.
Pañella Domenech, Josefa.
Perramón Codina, Ramona.
Picas Planas, Reginalda.
Pons Sardá, Francisca.
Prat Prat, Mercedes.
Prats Martí, Teresa.
Ribas Mestres, Antonia.
Río Mesa, María Josefa del.
Ríus Casas, Teresa.
Roca Vilardell, Dolores.
Roqueta Sena, María.
Rullán Ribot, Micaela.
Sauleda Paulís, Josefina.
Solanas Ballester, Andrea.
Soro, Bo, Adelfa.
Sotelo Rodríguez, Dorinda.
Subirá, Teresa.
Vilanova Alsina, María.
Vilaseca Gallego, Dolores.
Zaragoza, Zaragoza, M.a del Carmen.
SEMINARISTAS
Armengol Serra, Armengol.
Badenas Nebot, Vito (Fallecido en Cárcel.)
Puigcober Ribas, Delfín.
Casas Ros, José.
Disla Andrés, José.
Domenech Prat, Juan.
Esteban Rada, Adolfo de.
Estruch Bernis, Enrique.
Fábregas Toldrá, Juan.
Miranda Bangera, Manuel.
Oliva Colay, José.
Roig Pujol, Jaime.
Romagosa Mora, Luis.
Tuyef Casafont, Pedro.
Valls Sala, Juan, |
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