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Notícies :: amèrica llatina
22 de abril 2007: Diez años después de la masacre contra el Comando Edgar Sánchez
26 abr 2007
"La paz es mucho más que reprimir la violencia,
la paz es lograr que haya justicia en la sociedad,
respeto a los derechos humanos, respeto a la
libertad y a la vida"
Juan Julio Wicht - Sacerdote jesuita / Rehén Voluntario

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"Pueblo peruano recuerda: Fujimori
no gobierna para los pobres. Lucha
por tus derechos"
Banderola del MRTA desplegada en el frontis de la residencia del embajador japonés.

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"Cuando una revolución es verdadera, o se triunfa o se muere".
Ernesto Che Guevara
22deabril2007diezanosdespuesdela.jpg
Catorce vidas inmoladas en la lucha por la justicia social

Yásser Gómez / Revista Mariátegui


Héroes y villanos, ángeles y diablos, buenos y malos, demócratas y comunistas, cristianos y ateos, ricos y pobres, el Perú falso y el Perú verdadero, como en la colonia, estabilizadores y subversivos, comandos del ejército y emerretistas ¿Quién miente a quién? ¿Quiénes tergiversan la historia del Perú? ¿Por qué no se muestran los videos de la mal llamada Operación Chavín de Huántar? ¿O es que oficialmente aquellos héroes se convertirían en criminales?¿Por qué le temen al veredicto de un pueblo bien informado? ¿Por qué al poder le duele tanto la verdad?

Desde hace más de quinientos años, cuando llegaron de España los cuidadores de puercos de la conquista, léase: Francisco Pizarro, Diego de Almagro y Hernando de Luque, para perpetrar el saqueo y etnocidio contra el Tawantinsuyo, las rebeliones y los levantamientos armados siguen siendo hechos repetitivos en la historia del Perú. Ahí están los de Manco Inka, Kisu Yupanqui, Túpac Amaru I, Juan Santos Atahualpa, Túpac Amaru II -incluidos Bolivar y San Martín- Andres Avelino Cáceres, Rumi Maqui, también la toma de tierras por los campesinos de La Convención, el MIR de Luis De la Puente Uceda, el golpe de Juan Velasco Alvarado, las milicias maoístas del Partido Comunista del Perú (PCP) y las guevaristas del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) en los ochenta, hasta hoy con las insurrecciones del Movimiento Etnocacerista (MEC). Estas rupturas con lo establecido, estuvieron motivadas por el anticolonialismo español, la resistencia anti chileno-británica, las insurgencias con reivindicaciones indígeno-campesinas, la lucha de clases, los movimientos antimperialistas y lo están hoy, por el rechazo al globo-neoliberalismo.

Es en esta coyuntura, cuando había caído el muro de Berlín con el socialismo real, el EZLN se había levantado en 1994 en Chiapas y el Perú tenía seis años gobernado por una mafia narco-cleptócrata-neoliberal, es que, el 17 de diciembre de 1996, en un audaz operativo, catorce integrantes del Comando Edgar Sánchez, perteneciente al Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA), liderados por el ex obrero sindicalista, Nestor Cerpa Cartolini, toman la residencia del embajador japonés en Lima, sin muertos ni heridos que lamentar. Durante 126 días retienen a 72 personas entre políticos, diplomáticos y autoridades estatales.

De Fujihéroes y apologistas
Cuando los emerretistas aceptaron la mesa de diálogo propuesta por el gobierno fujimorista, días después del asalto a la sede diplomática, ni se imaginaban que habían caído en una maquiavélica estrategia, que serviría para prolongar el secuestro y permitirle a la dictadura construir los túneles, que facilitarían que la tarde del 22 de abril de 1997 se concrete el sangriento asalto a la residencia, por 142 comandos del ejercito peruano.

Esta operación autodenominada Chavín de Huántar, calificada por el establishment neoliberal como un hito en los rescates de rehenes a nivel mundial y como una de las grandes batallas obtenidas por nuestro ejército colonial, está más cerca de la falacia que de la realidad. No sólo por la diferencia abismal entre el número de militares contra emerretistas, sino porque disfrutaron de varios meses para prepararse, porque tuvieron a su alcance toda la tecnología de los servicios secretos de EEUU e Israel, es decir de la CIA y el Mossad, por las relaciones de Vladimiro Montesinos con estos, del primero era agente y con el segundo, tenía muy buenos contactos. Por algo, Júpiter, su escuadrón de seguridad personal, fue entrenado por los israelitas. Y porque terminaron ejecutando extrajudicialmente a subversivos desarmados y/o rendidos. Al mismo estilo "heroico" de los Colina y Rodrigo Franco.

Aunque por estos días se ha publicado el libro Secretos del túnel, escrito por el periodista Umberto Jara con la "verdad histórica", que asegura que un destacamento de infiltrados del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN) -bajo las órdenes del "malo" Montesinos- fue el que acribilló fuera de combate a los rebeldes -incluso dice que fue sólo uno el emerretista ejecutado. Pero recordemos las declaraciones del profesor universitario japonés Hidetaka Ogura, ex rehén de la residencia, quien confesó haber visto tras el operativo militar de rescate, a tres emerretistas rendidos y vivos. Además reconoció a los camaradas Tito y Cinthya - y no los "buenos" de los comandos del ejército. El argumento central de esta versión de los hechos, es en la diferenciación que se puede observar en las imágenes del asalto, -según el autor del libro- los comandos sólo utilizaron cascos y tuvieron el rostro descubierto a diferencia de los esbirros del SIN que ingresaron a la residencia cubiertos con pasamontañas y sin cascos, cuando ya había culminado la balacera. Pero esto no es cierto, porque los comandos si se habían cubierto el rostro con pintura de color verde y negro, para que no sean identificados, que es otra forma de camuflarse. Y sobre la falta de cascos, si se observa bien las imágenes, cuando Fujimori hace su "valeroso" ingreso -en el momento que se supone todo estaba resuelto-se aprecia que este agacha la cabeza, al escuchar el sonido de disparos. Es decir, aún seguían los enfrentamientos -era el solitario Rolly Rojas "El Arabe" resistiendo en el segundo piso- y los esbirros del SIN ya estaban dentro y sin cascos. Así mismo, se puede observar claramente la coordinación que había para desplazarse y actuar en la residencia, entre los esbirros del SIN -algunos estaban filmando- y los comandos. Entonces no eran desconocidos los unos de los otros, -como asegura Jara- ellos sabían que papel debían cumplir durante el rescate.

Teoría similar a la que en los años de la dictadura, Montesinos - mediante sus topos- le hacía creer a la prensa de oposición. Cuando expandía el rumor, de que, en el régimen fujimorista, existían dos facciones, la liderada por el mismo, es decir, los montesisnistas y los absalonistas, por el ex Ministro de Agricultura, Absalón Vásquez, los malos y los buenos, respectivamente. Y eso nunca existió, sólo habitaba en la mente de Montesinos. Porque todos los que integraron la mafia disfrutaron de lo robado y escondieron los crímenes. Pero servía para tranquilizar a los cándidos demócratas neoliberales. Algo similiar dicen hoy los fujimoristas en el Congreso, que ellos son la parte honesta de la dictadura y los corruptos y asesinos son los amigos de Montesinos.

Manejos de la información que se parecen demasiado y que no sólo persuadirá a muchos peruanos para que glorifiquen el heroísmo injustificado de los comandos -aunque estos hayan asesinado a rebeldes desarmados- sino que, de manera sigilosa pueden conducir a absolver moralmente de todos sus genocidios a los paramilitares de Colina y Rodrigo Franco con la excusa de que también lo hicieron para salvar a la nación. Un dato para complementar esta idea, es, que hace un par de semanas, el Comandante General del Ejército, Edwin Donayre, salió en defensa del prontuariado en violaciones de derechos humanos y primer vicepresidente, Luis Giampietri, luego de que este, se negara a acudir a la justicia -aduciendo su status de congresista de la República- por el caso de la matanza de la Cantuta. Los tiempos no cambian, porque seguimos rodeados de fujihéroes y de sus apologistas. Y eso que estamos en democracia.

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Integrantes del Comando Edgar Sánchez:

1.- Nestor Fortunato Cerpa Cartolini (c) Evaristo
2.- Roli Rojas Fernández (c) Arabe
3.- Eduardo Nicolás Cruz Sánchez (c) Tito
4.- Luz Dina Villoslada Rodríguez (c) Gringa
5.- Alejandro Huamaní Contreras
6.- Adolfo Trigoso Torres
7.- Víctor Luber Luis Cáceres Taboada
8.- Iván Mesa Espíritu
9.- Artemio Shigari Rosque (c) Alex
10.- Herma Luz Meléndez Cueva (c) Cynthia
11.- Bosco Honorato Salas Huamán
12.- Salomón Víctor Peceros Pedraza
13.- No identificado y sepultado como NN4
14.- No identificado y sepultado como NN13

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¡Patria o Muerte! ¡Venceremos!
En aquellos convulsionados días de la toma de la residencia, el periodista peruano Christian Vallejo se preguntaba en una de sus crónicas del diario La República ¿Qué ocurría en el Perú para que una adolescente haya tomado las armas? Refiriéndose a una de las integrantes del Comando Edgar Sánchez. Pues la interrogante de Vallejo sigue vigente y tiene respuesta. Las motivaciones que tenía aquella heroína emerretista, son las mismas que podrían impulsar a hacer lo mismo hoy a cualquier adolescente. Porque el modelo de vida neoliberal -no sólo es económico- que nos implantaron las Instituciones Financieras Internacionales (IFI) en 1990 y la espuria Constitución de 1993, que permiten la precariedad laboral, el saqueo de los recursos naturales, promueven el desempleo y la acumulación de la riqueza en unas pocas familias y grupos de poder, rigen en nuestro empobrecido país.

Porque se sigue premiando y condecorando a los asesinos, que hoy, no sólo integran un sector de las Fuerzas Armadas y Policiales, sino que se han repartido el poder. Ahí están Alan García y Luis Giampietri, quienes recibieron el apoyo mediático de Montesinos y Fujimori -desde sus prisiones doradas- en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales del 2006, las que el hayista García ganó con fraude. Porque ningún integrante de los paramilitares Rodrigo Franco y Colina están sentenciados por la justicia. Porque Agustín Mantilla se pasea rubicundo resguardado por la Policía Nacional, organizando sabotajes contra la protesta popular, en vez de estar preso por sus crímenes y corruptelas.

Porque los defensores del gran capital pretenden seguir engañándonos con el cuento de que la formalidad y las inversiones producen más empleo, cuando es todo lo contrario, por ejemplo, los malls y supermercados sólo destruyen los pequeños negocios con los que sobreviven gran parte de los peruanos, mientras que la informalidad y las grandes redes de piratería han creado cientos de miles de puestos de trabajo, que nunca promoverán los ministerios de Economía y Trabajo. Evitando al mismo tiempo, que estos desempleados se sumerjan en la delincuencia. Esto se pudiera explicar con aquella frase "El mundo al revés" perteneciente al amauta Guamán Poma de Ayala. Porque mientras santifican a los comandos del operativo Chavín de Huántar -ensuciando el sagrado nombre de las grandiosas construcciones de los antiguos peruanos- obvian sus crímenes. Así como lo hacen con aquella parte de la historia que dice, que a inicios de la década del noventa, cuando un comando del MRTA tomó el pueblo de Juanjui en la selva nororiental peruana, se produjo un combate entre los rebeldes y la policía local, cayendo herido Héctor Jhon Caro, la más alta autoridad de los represores, que luego sería llevada al hospital por el guerrillero Néstor Cerpa Cartolini. Esa historia difundida las mismas veces y en el mismo espacio que lo hacen alabando a los que torturan y disparan a prisioneros políticos rendidos, deslegitimaría toda su farsa y la población tendría la posibilidad de discernir, sobre quienes son los verdaderos héroes. Pero nunca lo harán, porque saben que la información es poder y esta debe estar siempre en sus manos.

"El compañero Néstor era un hilandero más como todos nosotros. Era juguetón como cualquiera. Era aficionado al fútbol y fanático de Universitario de Deportes" así recordaba a Cerpa Cartolini, el secretario general del sindicato de la fábrica de textiles Filamentos Industriales (ex Cromotex), Saúl Quispe, en un reportaje a la revista Caretas en febrero de 1997. Así es, Néstor Cerpa no sólo fue un sindicalista consecuente con la lucha de clases, que lo llevó a participar en la famosa toma de la fábrica Cromotex en febrero de 1979, la que fue aplastada a sangre y fuego por la dictadura de Francisco Morales Bermúdez, donde perdieron la vida seis obreros, y luego a militar y ser dirigente del MRTA. Además era un apasionado hincha del fútbol. Si en la política Cerpa escogió la camiseta del guevarismo emerretista, en el balompié se sintió atraído por el uniforme color crema de Universitario y por el origen de este club, que surgió como inquietud de un grupo de estudiantes y profesores de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), quienes convencidos por la reforma universitaria de Córdoba (1918) e interesados en cumplir los principios de esta -en este caso la extensión universitaria- la que decía que, los universitarios no debían encerrarse en sus aulas, sino integrarse al pueblo y devolverles los saberes adquiridos en la universidad, de las que luego surgirían las Universidades Populares. Por eso, el 7 de agosto de 1924 declaran fundada la Federación Universitaria de Fútbol (hoy Universitario de Deportes).

Y en la familia, Néstor compartía esta pasión con su hijo Nestitor. Recordemos que en las cartas que el líder emerretista intercambiaba con su primogénito y que fueron publicadas por la prensa, el tema que nunca dejó de repetirse en todas las misivas, eran los comentarios sobre como iba la "U" en el torneo local. De la misma forma, en el comando Edgar Sánchez, Rolly Rojas "El Arabe" era su compinche en el sentimiento crema e incluso Rolly en sus épocas de estudiante universitario y de cobrador de transporte público, -cuando aún no pasaba a la clandestinidad- concurría de manera frecuente a la Barra Oriente de la "U".

Cerpa era como cualquier peruano, por eso -también en sus cartas- llamaba a Nestitor como, "mi osito", "mi recordado hijito". Así mismo, siempre le hablaba con la verdad, como cuando le explica que la toma de la embajada "fue la solidaridad con mis compañeros en prisión y especialmente con tu mamita, también encarcelada". Y no se olvidaba de los rehenes."Es cierto también que hay familias de las personas aquí retenidas por nosotros que sufren, pero algún día tendrán que comprender que hay niños como ustedes que también sufren y las heridas podrán cerrarse". Aunque la paradoja de su afición al fútbol lo acompañaría a Cerpa hasta el día de la sangrienta incursión del ejército a la residencia. Por eso, es irónico que en la última carta enviada a su hijo, nueve días antes de su muerte le haya escrito. "Hemos improvisado una pequeña canchita de fulbito, y tu papá está recordando sus buenos tiempos".

A diez años de la masacre contra el Comando Edgar Sánchez en la residencia del embajador japonés en Lima, el Perú está herido. El Perú duele, el Perú anda con rabia. La pobreza y el desempleo se multiplican tanto como la deuda externa. La demagogia de Alan García es como una propaganda de Ripley o de Tommy Highfligger para los pobres, a nadie ilusiona. El Perú no tiene que festejar. Al Perú le han robado la ilusión, pero no la dignidad. El Perú es gobernado desde la Base Naval (Montesinos) y Santiago de Chile (Fujimori). Nada ha cambiado. El imperialismo pretende colocar a Fujimori como presidente el 2011 con una previa estadía de lujo -llamada también extradición- en la Colombia del narco-paramilitar Alvaro Uribe. Pero en el Perú ya se inició una Tempestad en los Andes y de eso, la Lima criolla no se ha enterado aún. Porque en el Perú sigue vigente el ¡Patria o Muerte! ¡Venceremos!

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