Días de furia, noches de rabia (sobre la guerra social en Chile)

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Días de furia, noches de rabia (sobre la guerra social en Chile)
per anonimo	09 abr 2007
La guerra social se expande y multiplica Sobre los hechos acontecidos a raíz del día del joven combatiente
Nuevamente las calles del centro de santiago y de otras tantas ciudades se vieron alteradas por el combate callejero producido por cientos de jÃ³venes como tambiÃ©n por la destrucciÃ³n impetuosa de la propiedad privada, el saqueo y el vandalismo, mientras la periferia se mostrÃ³ rebelde y furiosa, descargando su odio contra los cuerpos policiales y los repugnantes periodistas. Todos ellos proletarios asqueados de sus rutinarias vidas. Que muchos de estos rebeldes no se planteen las garantÃas de este mundo y su innecesaria existencia se ve como un mal presagio en el desarrollo del conflicto de clases. Pero de momento las cosas estÃ¡n asÃ, aunque de todas formas hemos visto un incremento de los conflictos sociales y las acciones con una mayor radicalidad, muestra de ello son todos los combates callejeros que se han dado a raÃz de una serie de expresiones de descontento y rabia a consecuencia del llamado transantiago, una muestra mÃ¡s del intento de la burguesÃa por captar la totalidad del tiempo de todos los explotados e imponer de forma violenta el uso del automÃ³vil, invento que solo fomenta el individualismo burguÃ©s. Pero eso no fue asÃ ni serÃ¡ asÃ, ya que los proletarios salieron a las calles y defendieron con los hechos su malestar y rabia, con sus cuerpos, sus piedras, sus molos y sus balas. Â¿Pero que podemos esperar de esta grandiosa revuelta? TODO. Porque si de ella no podemos esperar nada y nos conformamos con las manoseadas reivindicaciones de sueldos dignos, educaciÃ³n publica de calidad o transporte gratuito manejado por el Estado es mejor irnos a casa y quedarnos sentados viendo tranquilamente la televisiÃ³n. Tanto los bombazos, los saqueos, las rÃ¡fagas de fuego y los enfrentamientos con cÃ³cteles molotovs y piedras no son ajenos a este dÃa, ni a la revuelta estos hechos vienen dados hace siglos de explotaciÃ³n y lucha, como muestra de rabia de todos los explotados enfurecidos. Tampoco es como divulgan los medios mal llamado de comunicaciÃ³n, llamando lumpen, vÃ¡ndalos o delincuentes a los propios protagonistas de los conflictos, excluyÃ©ndolos de esa realidad de combate, diciendo que ese escenario no les pertenece, pero no se dan cuenta que la agudizaciÃ³n de los conflictos y la creaciÃ³n de estos mismos, los produce la propia clase, esos mismos que ellos llaman lumpen, infiltrados o delincuentes y que todo lo que en lenguaje comunicacional se llama destrozo, saqueo o violencia viene dado por las propias consecuencias de esta misma situaciÃ³n. Los medios de incomunicaciÃ³n idiotizadores mentales de las personas, creadores de la llamada opiniÃ³n publica, generan un pensamiento Ãºnico sobre los disturbios y sus consecuencias, de manera que llaman a condenar satÃ¡nicamente cada acto de violencia contra la policÃa y sus carros policiales, esos mismos que pueden reventar y destrozar un cuerpo con solo tocarlo, pero se horrorizan con el lanzamiento de piedras. Esos mismos periodistas que no tienen asco en darle la mano a los curas pedofilos y asesinos, siendo los primeros en seÃ±alar con el dedo y su cÃ¡mara todo rompimiento del orden social, hablando de la delincuencia como un fenÃ³meno separado de los conflictos sociales, creando esa falsa dicotomÃa delincuencia-sociedad, pero esta es mentira ya que esta es otra falsificaciÃ³n mÃ¡s propia de la sociedad del espectÃ¡culo y los efectos de la â��llamadaâ�? delincuencia son una contradicciÃ³n mÃ¡s de esta sociedad enferma que intenta justificar cada acto a partir de los paradigmas de la sociedad de los responsables y los bomberos moralistas. Los medios solo hacen el ridÃculo aparte desinformar, haciendo creer sus suspicacias al resto de la gente. Su juego mediÃ¡tico auspiciado por el Estado, da sus frutos y con ello lleva a la cÃ¡rcel a una cantidad no menor de â��posibles delincuentesâ�? numero que serÃ¡ acrecentado en grandes cantidades cuando el estado en el mes de junio, apruebe la ley del menor, que â��culpabilizaâ�? a jÃ³venes de 16 aÃ±os, enviÃ¡ndolos directamente a la cÃ¡rcel, aunque hace aÃ±os ya lo esta haciendo, este espectÃ¡culo, es la forma de validar sus actos represivos ante la llamada opiniÃ³n publica. Esa gente que cree ciegamente los dichos de los canales televisivos y no tiene un dedo de frente para entender lo que pasa, llegando a la estupidez mÃ¡xima con sus dichos contra los â��vÃ¡ndalosâ�?. Para esto, el Estado recurre a esa gente, para que valide con sus dichos y sus actos, la persecuciÃ³n y la represiÃ³n contra todos los insubordinados, prueba de ello son los 2 compaÃ±eros aprendidos en la universidad tecnolÃ³gica metropolitana (UTEM), tras una salida callejera, aquel 26 de marzo, en vÃsperas al dÃa del joven combatiente, en donde estudiantes de ingenierÃa en computaciÃ³n idiotizados con su afÃ¡n de cuidar su universidad del lumpen vandÃ¡lico, entrega a estos dos jÃ³venes, encerrÃ¡ndolos en una sala de dicha universidad. Universidad que por lo cual solo les hace gastar sumas millonarias y despilfarrar aÃ±os hermosos de sus vidas para domesticarlos y entregarlos a la esclavitud asalariada llamada trabajo. La universidades, las escuelas, los reformatorios, los psiquiÃ¡tricos y todas esas instituciones que intentar ser enclaves de buena conducta, no pueden ser reformadas o retocadas sino que tienen que ser destruidas, no existe universidad alternativa ni buena, solo existe la que te educa para tu esclavitud. Por eso nos sentimos con razÃ³n de criticar a quienes ante actos de violencia, como ellos les llaman, han elegido acusar y criminalizar. Solo les queda ahorcarse con sus propias corbatas de buenos estudiantes ante que sean vapuleados por las hordas de bÃ¡rbaros insurrectos. La revuelta, las acciones insurrectas de tipo individual o de forma colectiva, no hacen mÃ¡s que devolver de poco en poco la vida a cientos de miles de personas, rompiendo por escasos minutos la paz social que les golpea con el cruel lÃ¡tigo del capital, mostrando alegrÃa, destrozos, pasiÃ³n, y una nueva forma de relacionarnos. La revuelta no es mÃ¡s que la recuperaciÃ³n de forma momentÃ¡nea de nuestras vidas y la destrucciÃ³n de las relaciones mediadas por el capital. Al fin de cuentas, la delincuencia pone de manifiesto la revuelta de un sector explotado contra la sociedad de clases, mientras el sistema tiene la necesidad de esconder sus contradicciones por medio del â��manejoâ�? del fenÃ³meno delictivo. En definitiva la delincuencia solo muestra de manera explicita la propia lucha de clases. Porque cada dÃa es de combate contra el Estado y el Capital Contra lo existente, sus defensores y falsos crÃticos Guerra social
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Comentaris

Re: Días de furia, noches de rabia (sobre la guerra social en Chile)
per uno	11 abr 2007
Buen texto compañero, sobre todo apuntando a la falsedad de la dicotomía delincuencia-sociedad. no existe el "lumpen", la violencia es otra expression de la sociedad de clases. Aunque hay que tener en cuenta que en la mayoria de los casos revueltas violentas que llegan en momentos puntuales casi nunca forman una base para un movimiento alternativo y organizado para la lucha contra el capital cada dia. Hay que buscar formulas para organizar la rabia de los participantes de estas revuelta en una fuerza positiva y constructiva que le ponga problemas mas importantes al sistema que una montaña de coches quemados y varias calles bloqueadas...