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Notícies :: especulació i okupació |
V de Vivienda con B de Barcelona
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per grupo47 |
19 feb 2007
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PERSIGUIENDO A LA “V� DE VIVIENDA (III)
CAP�TULO 3: V de Vivienda con B de Barcelona: Qué pasa cuándo las
movilizaciones desbordan cualquier previsión
La trayectoria de la Asamblea V de Vivienda en Barcelona llamó nuestra
atención desde su nacimiento, cuando decidieron apostar por convocar el
primer encuentro en la calle, el lugar por excelencia del don nadie y el
cualquiera, y no en algún local atravesado ya por alguna identidad
polÃtica particular, con las fronteras que se establecen asà siempre
entre activistas y no activistas. Ese gesto no fue flor de un dÃa, no
fue un acto interesado y calculado de apertura para mejor reclutar luego
carne fresca, sino el empeño que ha impulsado a la Asamblea durante
todos estos meses.
Esa apertura a lo desconocido, esa contaminación buscada concretamente
una y otra vez, ha rendido luego frutos que ya son conocidos por todos:
por ejemplo, el eslogan “no tendrás casa en la puta vida�, de una enorme
eficacia simbólica disruptiva, que no podrÃa haber salido jamás de los
jamases de un espacio ideologizado y militante al uso, supuestamente más
radical pero en realidad siempre mucho más conservador, sabido,
previsible y pautado (lleve pasamontañas o se organice en una estructura
"que no se lleva el viento"). Más identificable y, por tanto, más
controlable. La trayectoria de la Asamblea de Barcelona nos impresiona
no sólo por su decisión tan resuelta de partir de un no saber (qué
debemos pedir, cómo nos debemos organizar, hacia dónde debemos ir), sino
también por su talento para estimular las capacidades de cada uno de los
que pasan por ella, otro de los rasgos-clave de una nueva politización.
Por supuesto, el proceso de esa experimentación no es fácil ni está
libre de problemas. El relato siguiente, transcripción de la charla que
un compañero de la Asamblea de Barcelona dio en Madrid pocos dÃas antes
del 23 de diciembre, tiene por lo menos el mérito de no pasar de largo
ante las contradicciones, sino de ponerlas en primer plano como la
realidad misma del proceso.
Si la fuerza de las luchas hoy es problematizar y, frente a los
fetichistas del resultado, sus logros estriban en lo que se aprendió por
el camino, en lo que se puso en juego y en cuestión, la Asamblea de
Barcelona hace bueno aquà y ahora su propio dicho de que “la V de
Vivienda se escribe con V de Victoria�.
(... sigue en el adjunto)
Grupo 47
grupo47m ARROBA gmail.com |
18 de Febrero 2007
PERSIGUIENDO A LA “V� DE VIVIENDA
Grupo 47
grupo47m ARROBA gmail.com
Flipamos en la primera sentada, resistimos en la segunda, insistimos en la tercera, paseamos en la cuarta... QuerÃamos publicar un librito, pero las movilizaciones todavÃa están vivas, muy vivas. No podemos cerrar lo que nos supera. El librito se ha roto. Ahà va el tercer post.
CAP�TULO 3: V de Vivienda con B de Barcelona: Qué pasa cuándo las movilizaciones desbordan cualquier previsión
La trayectoria de la Asamblea V de Vivienda en Barcelona llamó nuestra atención desde su nacimiento, cuando decidieron apostar por convocar el primer encuentro en la calle, el lugar por excelencia del don nadie y el cualquiera, y no en algún local atravesado ya por alguna identidad polÃtica particular, con las fronteras que se establecen asà siempre entre activistas y no activistas. Ese gesto no fue flor de un dÃa, no fue un acto interesado y calculado de apertura para mejor reclutar luego carne fresca, sino el empeño que ha impulsado a la Asamblea durante todos estos meses.
Esa apertura a lo desconocido, esa contaminación buscada concretamente una y otra vez, ha rendido luego frutos que ya son conocidos por todos: por ejemplo, el eslogan “no tendrás casa en la puta vidaâ€?, de una enorme eficacia simbólica disruptiva, que no podrÃa haber salido jamás de los jamases de un espacio ideologizado y militante al uso, supuestamente más radical pero en realidad siempre mucho más conservador, sabido, previsible y pautado (lleve pasamontañas o se organice en una estructura que no se lleva el viento). Más identificable y, por tanto, más controlable. La trayectoria de la Asamblea de Barcelona nos impresiona no sólo por su decisión tan resuelta de partir de un no saber (qué debemos pedir, cómo nos debemos organizar, hacia dónde debemos ir), sino también por su talento para estimular las capacidades de cada uno de los que pasan por ella, otro de los rasgos-clave de una nueva politización.
Por supuesto, el proceso de esa experimentación no es fácil ni está libre de problemas. El relato siguiente, transcripción de la charla que un compañero de la Asamblea de Barcelona dio en Madrid pocos dÃas antes del 23 de diciembre, tiene por lo menos el mérito de no pasar de largo ante las contradicciones, sino de ponerlas en primer plano como la realidad misma del proceso.
Si la fuerza de las luchas hoy es problematizar y, frente a los fetichistas del resultado, sus logros estriban en lo que se aprendió por el camino, en lo que se puso en juego y en cuestión, la Asamblea de Barcelona hace bueno aquà y ahora su propio dicho de que “la V de Vivienda se escribe con V de Victoria�.
El 14 de mayo y las sentadas
“La primera sentada del 14 de mayo fue una experiencia desconocida, para lo bueno y para lo malo. Como sabéis, en Madrid no fue sólo una sentada, adoptó una forma distinta, la de una manifestación espontánea, tuvo un dinamismo diferente. Eso no sucedió en Barcelona, allà nos fuimos a casa con el sentimiento ambiguo de que habÃa pasado algo increÃble, pero también de que nos habÃamos aburrido. Por eso en la siguiente convocatoria bajó el número de gente. A diferencia de Madrid, no existÃa un ánimo de subidón, sin embargo, nos Ãbamos de allà diciendo “esto hay que repetirlo porque es increÃbleâ€?. El impacto lo provocó el ocupar la Plaza Cataluña con una convocatoria anónima y la variedad de gente, eso era lo increÃble. Que no era una convocatoria que venÃa de un espacio polÃtico, de los espacios que normalmente convocan a lo social. Aunque hay algunos precedentes de ese tipo de autoconvocatorias, como por ejemplo con el botellón, y de alguna manera, en esos momentos habÃa dentro del imaginario de esta movilización una relación con el botellón: ambas convocatorias eran espontáneas, ilegales, anónimas, pero la del 14 de mayo respondÃa a la del botellón. Si recordáis, la convocatoria decÃa “vamos a demostrar que no nos movemos únicamente para beber, que España también se mueve por la viviendaâ€?, o algo por el estilo.
Por tanto, lo que pasó en Barcelona es que esta primera convocatoria fue muy aburrida pero asistió mucha gente y en Madrid fue muy divertida y asistió mucha gente. En Barcelona nos vimos con muchas ganas de repetirla, pero más por el hecho novedoso que por lo bien que nos lo hubiésemos pasado en la calle. En Madrid también se repite, pero la policÃa reprime esa repetición y en Barcelona no. Creo que de alguna manera eso fue determinante para lo que pasó después.
En la segunda sentada tampoco nos movimos, pero en la tercera ya comenzamos a salir en manifestación, a levantarnos. Éramos mucha menos de gente que en la primera sentada, pero ya quedábamos todos los domingos y la historia se repitió hasta siete u ocho veces: ya no realizábamos únicamente una sentada, sino que nos ponÃamos a andar, cortábamos las calles, bajábamos por el Portal del Ã?ngel, que para los que no lo conozcáis es una calle comercial, llegábamos a la plaza de Sant Jaume, ante el Ayuntamiento, y allà se hacÃa otra sentada y cada semana Ãbamos improvisando cosas. SeguÃa llegando gente nueva con sus propias aportaciones, pero no habÃa ningún tipo de colisión entre estas contribuciones.
Ya en la primera convocatoria a alguien se le ocurrió pasar folios para que cada cual apuntase su e-mail y asà se compuso una lista correo ¡de unas cuatrocientos personas! Claro, una lista asà es un delirio, colapsaba los buzones de la gente. La dinámica de recibir cada dÃa noventa, cien, doscientos mensajes durante los primeros dÃas fue algo horroroso, y tuvimos que tomar la decisión rápida de que a la lista no se podÃa escribir. Aunque parezca paradójico que en una lista de correos no se pueda escribir, la cosa tiene su sentido: una lista con cuatrocientas personas suscritas para anunciar las diferentes convocatorias tiene un gran potencial. Asà que ahora todos los mensajes están filtrados, sólo se dejan pasar las convocatorias del movimiento, de la V de Vivienda. Y la verdad es que esto está muy bien porque a dÃa de hoy hay como 550 personas en esta lista y cuando se manda una convocatoria se nota el feedback, la gente acude, se percibe la respuesta. Es un canal muy potente y, os recuerdo, se abrió desde el primer dÃa porque a alguien se le ocurrió pasar unos folios. Muchas ideas han salido asÃ.
Asambleas en la calle
Lo que pasó a partir de la cuarta sentada, fue que hubo gente que empezamos a sentir, por aquello de nuestra tradición activista, o por los miedos, o por lo que fuera, la necesidad de organizar, es decir, de sentarnos y empezar a preparar el siguiente domingo. Nosotros lo dijimos por megafonÃa en la sentada: “vamos a vernos el sábado en la plaza del Piâ€?, en una plaza pública, para preparar la sentada del domingoâ€?.
Y asà es cómo se comenzaron a hacer las primeras asambleas, en la calle. Nos juntábamos el sábado y decÃamos “¿qué hacemos mañana?â€?. Era tan simple como eso, una asamblea completamente logÃstica, en la que nos dedicábamos a organizar el dÃa siguiente. El desbordamiento que significaba toda esa gente tan distinta, sin ninguna experiencia polÃtica previa, hacÃa que todo el asunto organizativo fuera muy complejo (moderación, discusión en un espacio público), pero al mismo tiempo algo muy potente, porque verdaderamente cuestionaba muchos de los lÃmites del mundo activista, del mundo de la organización polÃtica, porque las maneras de hacer a las que estamos acostumbrados ahà no funcionaban. Primero, porque la formación, la subjetividad que se mostraba era completamente diferente a la que se puede mostrar en un espacio activista más constituido. Y luego, notabas esa inmediatez a la que todo el mundo estaba abocado de alguna manera en esas primeras asambleas, esa horizontalidad.
En ningún momento se habló de diferentes maneras de entender la vivienda, de soluciones al problema de la vivienda, etc. En ningún momento se hizo un planteamiento mÃnimo para intentar entender, hablar o discutir de lo que estaba sucediendo... En absoluto. La gente decÃa: “¿cómo hacemos mañana?â€?
Romper la frontera activista/no activista
Esta dinámica se mantuvo durante un cierto tiempo, tanto en la asamblea de los sábados que se hacÃan en el espacio público como en las sentadas el domingo. Pero hubo un momento en el que ese grupo de la asamblea vió -y ahà se coincidió con lo que se hablaba en Madrid y en otras partes- que mantener esa locura de las sentadas todos los domingos era un desgaste que no podÃamos aguantar por mucho tiempo. Y asà se decidió, en Barcelona al menos, realizar la primera manifestación convocada por la asamblea, ¡con lo que eso suponÃa! Porque en ese momento una manifestación implicaba que gente que no se conoce de nada, que no tiene ninguna experiencia polÃtica común, tiene que empezar a hablarse en términos organizativos.
Ya no sólo de lo que harÃamos al dÃa siguiente, sino también de quién iba a poner el carnet para legalizar la manifestación, de cómo se hacen los carteles... De pronto habÃa otros componentes de organización que en un principio no parecÃan simples de introducir en un espacio recién creado. Sin embargo, se resolvieron con mucha naturalidad. Y el saber activista, el saber militante, se encontraba de nuevo con una paradoja: en ese ambiente que no sé muy bien cómo definir (y que conoce quien haya estado), el de las sentadas, se tomaban decisiones muy rápidas sobre cuestiones que en otros ambientes hubieran creado muchos más problemas, como por ejemplo, decidir si se legaliza o no la manifestación, en un encuentro no problemático entre gentes que venÃan de distintos mundos. Asà es como se organizó esta primera manifestación, la del 2 de julio, y la verdad es que fue sorprendente porque las sentadas estaban de capa caÃda y de repente volvimos a resurgir: otra vez mucha gente, con la misma variedad, empezaron a aparecer las pancartas que cada cual se traÃa de casa, etc. Decidimos llevar un camión con megafonÃa y preparamos también unos textos que leÃamos desde ese camión, junto con las primeras canciones sobre la vivienda que estaban apareciendo de manera viral por Internet, en los blogs de la gente, etc. Esa mezcla fue muy potente, salió todo bien rodado y ocupamos el espacio público mucho tiempo.
En esta manifestación empezaron a aparecer formas de expresión que después se han convertido en clásicos, como por ejemplo romper los catálogos de las inmobiliarias: desde entonces todo el mundo se trae catálogos para romperlos juntos en la mani. A alguien se le ocurrió la idea: “podrÃamos dedicarnos esta semana antes de la mani a pillar todos esos catálogos que están por las calles y juntarlosâ€?. A la gente le molaba coger los catálogos y dejar a las inmobiliarias sin publicidad. Fue estupendo marcar la vÃa pública con esa imagen de la gente rompiendo los catálogos mientras por megafonÃa se gritaba contra la burbuja inmobiliaria, estuvo muy bien.
¿Las asambleas son para el verano?
En esta mani hubo un punto de inflexión. De alguna manera parecÃa que estábamos repitiendo una experiencia conocida: un inicio fuerte, un momento de clÃmax y luego el declive. Pero al estar por otro lado constituyendo una asamblea, no sucedió como podÃa esperarse. De repente, en esta manifestación para nuestra absoluta sorpresa la gente decÃa: “no podemos parar, hay que reunirse todo el verano y volver con fuerza a la calle en septiembreâ€?. De pronto, yo me vi involucrado en una movida que desmentÃa otra vez más los postulados clásicos de la militancia: se descansa en verano, se empieza con la campaña en septiembre... La asamblea, con 50, 60 o 70 personas se reunió todo julio, todo agosto, todo septiembre. Lo cual era increÃble. Acumulamos tal energÃa que en septiembre parecÃa que Ãbamos a ganar (risas). A partir de ahÃ, la cosa ya cambia, se empieza a constituir una asamblea como tal. Alguien ofrece un local, que además es un local que está okupado pero nadie plantea ningún problema: ni las madres con tantos hijos ni los ancianos con tantos años...
Como digo, comenzamos a juntarnos todo el verano y a hacer talleres. Los talleres eran espacios como de asamblea, pero sin serlo. No eran espacios donde discutÃamos diferentes posiciones frente a los acontecimientos en curso. No era eso lo que pasaba. Lo que nos salÃa más bien cuando nos juntábamos era sobre todo hacer cosas, hacer y hacer y hacer. TenÃamos claro que lo que tenÃamos que preparar era la mani del 30 de septiembre. Ahà tiramos lÃnea a Madrid y les dijimos: “apuntarosâ€?. Aunque en Madrid no se vio lo de hacer una gran mani, se apoyó la convocatoria de Barcelona y la mani grande se hizo más adelante.
En Barcelona la gente comentaba: “ostias, esta mani va a representar la imagen del movimientoâ€?, porque el hecho de no tener la visibilidad de las sentadas durante el verano suponÃa un vértigo, era un espacio vacÃo. Nos preguntábamos si ese espacio se iba a volver a llenar, si la cosa iba a volver a funcionar, si la gente se volverÃa a convocar, tenÃamos esas dudas. Pero la verdad es que tampoco dedicábamos mucho tiempo a pensar, ¡era tantÃsima la energÃa que nuestro propio espacio llegó a tener, no sólo en las reuniones, todos los miércoles de julio y agosto, sino también la que provenÃa de la gente que pasaba por la calle y nos animaba a seguir adelante! VeÃamos que la cosa tenÃa una fuerza que estaba creciendo de verdad.
Poniendo en común
La gente de la asamblea se empezó a conocer y nos dimos cuenta de que entre nosotros habÃa de todo: diseñadores gráficos, profesores, activistas, peluqueras, modelos... de todo. Y eso suponÃa un potencial, una riqueza que empezamos a desarrollar y estimular muy bien. En ese sentido, es uno de los procesos más ricos en los que he participado: las cosas comienzan a articularse y se produce una potencia, digamos “naturalâ€?. Nos han acusado mucho de “pijosâ€?, de montar unas manis muy bien arregladitas, muy bien diseñadas. Pero eran cosas que surgÃan de manera muy natural. Por ejemplo, una de las cosas que se nos ocurrió fue hacer un kit del manifestante, ya ves tú qué cosa. No estaba mal, porque llevaba un globo y un palillo para pinchar la burbuja, un flyer para enterarse de qué pasaba y de qué iba a pasar, pegatinas de la campaña, una tiza... Lo de la tiza fue una idea chula porque en lugar de usar el spray en la calle con lo que eso supone de multas y demás, la tiza está permitida y deja una marca mucho más significativa: en Barcelona los sprays ya pasan desapercibidos... Todo eso lo metimos en una bolsita de plástico. Pues bien, las bolsas de plástico las trajo un hombre que viene a la asamblea y es bolsero, llegó un dÃa a la asamblea y dijo: “me sobran tantos miles de bolsasâ€?. A lo que respondimos: “oye, pues traételas y vamos a hacer algo con ellasâ€? y de ahà surgió la idea del kit. La imprenta se enrolló bastante y nos rebajó el precio casi hasta la mitad, todo por ser el tema de la vivienda. Otra partida de pegatinas nos salió gratis gracias al padre de otro chico, y asà ... Digo todo esto para explicar que la colaboración, la inteligencia colectiva y los recursos puestos en común también ofrecen mucha riqueza, mucho potencial. Y además nada de esto supuso una carga de dinero, de profesionalización. Pancartas, lemas, ideas para camisetas, etc., son momentos de construcción colectiva en los talleres.
La puta vida
Empezamos a organizarnos por comisiones. La comisión gráfica, que tenÃa que diseñar el cartel, propuso un eslogan: “no vas a tener casa en la puta vidaâ€?. Cuando la comisión gráfica lo volcó en la asamblea, aquello generó una serie de debates. Pero nada que ver con los debates que ese mismo eslógan hubiera producido en un espacio más ideologizado, más partidista o más militante. Por ejemplo, los prejuicios con el término “putaâ€?, la agresividad que pueda suponer, el sexismo o lo que sea, esas pegas, las expresó solamente gente que provenÃa de los movimientos sociales. Las peluqueras y los que tunean la moto no entendÃan nada, lo tenÃan claro: “pero si esto es una puta vida, nenâ€?. Fue la primera vez que algo tuvo que consensuarse en la asamblea. Antes simplemente se hacÃa, se hacÃa y se hacÃa, sin consensuar nada. El lema nos enfrentó por primera vez a una decisión. La discusión se dio de manera muy amena, inteligente y ágil. HabÃa dudas, cierta gente las planteaba y se volvÃa a hablar.
Como estábamos a pie de calle, la gente salÃa a preguntar a quién pasaba por allÃ: “perdona, ¿qué te parece este cartel?â€? “¡De puta madre, tÃo!â€? Se llegaron a dar paradojas fuertes en esa discusión. HabÃa gente que decÃa: “me parece de puta madre el cartel, pero no creo que debamos usar el termino 'puta'â€? (risas). También habÃa dudas sobre cómo lo verÃan los niños, porque lo Ãbamos a pegar en todos los sitios: panaderÃas, etc. Pero finalmente se aceptó. Era el lema que lo contenÃa todo: la casa, la vida, la contradicción entre derechos dados y negados de hecho, etc. Los otros lemas que se propusieron sólo mostraban visiones parcelarias del asunto. Además, impedÃa la solidaridad fácil (“a ver si conseguÃs algo, chavalesâ€?), rompÃa el sentido común.
La convocatoria, con ese cartel, fue una auténtica locura, nos lo quitaban de las manos, circulaba por todos sitios. Al final se habÃa hecho un pequeño número de carteles sin la palabra “putaâ€? y estos se quedaron en el local, nadie los pegaba. Cuando lo Ãbamos a poner en las tiendas, nos pedÃan por favor que pegásemos “el de la putaâ€?. No habÃa ningún rechazo. Era un cartel totalmente abierto, la tipografÃa, etc. Para que cualquiera se lo descargara, se lo apropiara. ¡Un programa de internet y a imprenta! Y verdaderamente se replicó: en Madrid, en Sevilla, etc. Fue un gran acierto comunicativo, difÃcil de superar.
La red del 14 de mayo (blogs, foros, etc.) ya habÃa adquirido una estabilidad y se daba un intercambio: de sentido, de formas, de gramáticas, de prácticas. Aunque todo eso tiene una contrapartida de la que nosotros no éramos conscientes entonces. Cada decisión, cada gesto comunicativo, cada manifestación, cada asamblea nos iba constituyendo. Cada movimiento que nosotros hacÃamos (una nota de prensa, una mani, una determinada tipografÃa, tal o cual eslogan) iba creando una identidad concreta. Todo eso genera una potencia, pero limitada. Limitada porque tiene un reverso al que ahora nos estamos enfrentando por primera vez de forma dolorosa. Con respecto a la convocatoria del 23 de diciembre ha aparecido el primer conflicto que aún no sabemos resolver. Y es un conflicto en torno a la identidad. La identidad separa a “la genteâ€? -ya ha aparecido el concepto de “la genteâ€?- de “la Asambleaâ€?, como una figura clave. Pensar asà lleva a considerar que las manifestaciones deben ser convocadas por la asamblea, o a sospechar de la convocatoria del 23 (“¿y esto qué es? ¿Quién convoca, no está claro?â€?), o a no aportar nada a otras convocatorias que no sean las de la asamblea, o a distinguir entre el espacio de la asamblea y “ese otro espacio de Internet y los mensajes de móvilâ€?... Y ahà es dónde está todo el tomate ahora. Pero volveremos a ello al final.
Seguir en la calle
Si ha habido una mani que haya salido bien ha sido la del 30 de Septiembre, donde la gente participó de forma anónima y todo el mundo volcó ahà su creatividad, donde desde los contenidos hasta las formas, todo, fue muy potente. Además de la manifestación, organizamos una acampada (que la policÃa desalojó a las dos de la mañana) en la que hicimos el concierto de un cantautor anónimo que se habÃa acercado a la asamblea, se proyectaron un montón de vÃdeos, se organizaron talleres, etc. El desalojo se llevó con mucha inteligencia por parte de la gente: no hubo disturbios, se medió con la policÃa y desde el momento en que nos dieron a elegir entre desalojo y carga, nosotros recogimos las tiendas y nos las llevamos, porque lo importante eran los talleres que habÃamos planteado para ese mismo espacio, la Plaza de Cataluña, al dÃa siguiente.
En los talleres se crearon tres grupos con distintos ejes de trabajo y por primera vez comenzamos a hablar de contenidos, a hablar del problema de la vivienda, a ver qué pasaba con todo eso. HabÃa un eje que era “Prácticas posiblesâ€? de movilización y de acción. HabÃa otro eje que se dedicaba a pensar los aspectos más legales de la cosa: cómo se puede mediar con los polÃticos, si es necesario o no, cómo se puede mediar con instituciones, cómo se hacen esas mediaciones y qué experiencias hay. Y finalmente habÃa otro espacio que era “La Burbujaâ€? en el que se pensaba si debemos pinchar la burbuja o si hacerlo es ir contra la gente hipotecada. Todo ello se inauguró con una charla pública. La verdad es que fue una cosa grande, porque los talleres se desarrollaron en Plaza de Cataluña un domingo y la gente iba pasando, se apuntaba a grupos, etc. Se hablaba de desobediencia civil o de huelga de alquileres generalizada con los abueletes de la plaza que estaban en ese momento, con la gente que pasaba, ya no en cÃrculos activistas, en cÃrculos militantes, sino en cÃrculos de gente común de un domingo por la mañana en Plaza de Cataluña y gente que habÃa participado en la manifestación y se vino a los talleres.
Para la manifestación se pidieron permisos, pero para lo demás no. Ése era el riesgo que corrÃamos. Pero además se habló en la asamblea muy claramente de que, si la policÃa no nos dejaba organizar los talleres, pasábamos de todo. Porque una de las reflexiones que en Barcelona se tenÃa todo el rato en la cabeza era que la evolución de Madrid habÃa sido tan distinta por la represión. En el momento en que aparece la represión, toda la parafernalia, la iconografÃa, la figura militante pasa a primer plano. Y entonces otro tipo de expresiones y otro tipo de prácticas dejan de tener su espacio. Eso es lo querÃamos evitar a toda costa y, de hecho, funcionó bastante bien.
La mani supuso otro punto de inflexión, porque, de repente, lo que habÃa sido una cosa espontánea, completamente anónima, etc., se habÃa constituido en una asamblea capaz de realizar 'ésto'. Y, claro, eso cambió las cosas de algún modo. Para bien y para mal. Por un lado, la idea de haber organizado algo asà empoderaba, pero por otro nos entró el estrés de la responsabilidad: “coño, la que acabamos de montarâ€?, “esto lo ha montado esta asambleaâ€?. La gente ya estaba con lo de “la asamblea, la asamblea, la asambleaâ€?. “¿Y ahora qué vamos a hacer, qué es lo siguiente? ¡Pues a la cumbre de ministros!â€?. Pero cancelaron la cumbre de ministros.
Y tuvimos que volver a replantearnos qué hacÃamos (a parte de comernos las pegatinas que sacamos para la cumbre, unas 10.000). Es decir, ¿qué podÃamos hacer después de una mani como aquella? Reaccionamos creando un acontecimiento, principalmente mediático, pero que se convirtió al final en una concentración en la plaza de Sant Jaume a la que vino mucha gente y en la cual también se produjeron materiales gráficos muy chulos, porque por primera vez organizamos el fotomatón callejero, con los bocadillos. Esto lo estamos repitiendo desde entonces, ya sale autónomamente: la gente se organiza, en grupos de cinco o diez, se pasan por el local, cogen los bocadillos y se van a hacer el fotomatón al Portal del Ã?ngel, al parque de la Ciudadela, a la playa, a donde sea. Las fotos con los bocadillos se suben a la página y si la gente quiere ver su foto para descargarla, ponerla luego como salvapantallas o enviársela a los amigos, tiene que ir a la página de V de Vivienda.
De nuevo, la forma de lo que hacÃamos se adaptó a la situación: en esa ocasión no legalizamos nuestra presencia en la calle. Es decir, ese pasar de la legalización a la ilegalidad, o a la desobediencia civil, se da de forma natural, no hay problemas en eso. Normalmente se tiene o una actitud o la otra, pero aquà sin embargo se cambia según nuestras necesidades.
Toda la prensa estaba pendiente de lo que Ãbamos a hacer. De alguna manera, desde el 14 de mayo, lo cierto es que el problema de la vivienda está en la prensa. Todo el rato. Para bien, para mal, pero todo el rato está ahÃ. Y, en ese sentido, la comisión de prensa ha sido un grupo de trabajo activÃsimo. Todo el rato están recibiendo un montón de llamadas, de la prensa, de la tele. Hemos aparecido en muchos programas de la televisión, locales pero también estatales, hemos colado en muchos sitios las fotos con los bocadillos, etc.
Ser o no ser...
Luego, sucedió algo que también fue un punto de inflexión en el movimiento: si ya habÃa empezado a haber dudas dentro de V de Vivienda con la “Plataforma por una Vivienda Dignaâ€?, todas esas pequeñas diferencias se hicieron de pronto gigantes. La forma de funcionar de la Plataforma es muy tradicional: con un presidente, un portavoz y una serie de personas en cada una de las ciudades. Es una Plataforma y hacen su labor, pero no se trata de algo abierto. En Barcelona la “Plataforma por una Vivienda Dignaâ€? no está activa, hay dos o tres personas, pero siempre que pasaba algo en torno a la vivienda acababa apareciendo el nombre de la “Plataforma por una Vivienda Dignaâ€?. Al principio, al no ser un espacio politizado en sà mismo, o no tan politizado o no politizado en el sentido que podemos entender normalmente, en la asamblea no se tenÃan en cuenta esas cosas. Sobre todo habÃa ganas de sumar, sumar, sumar. No habÃa problemas ni ideológicos ni polÃticos... se trataba de sumar. Pero hubo un momento en que empezó a hacerse problemático. HabÃa una chica de la “Plataforma por una Vivienda Dignaâ€? que venÃa a nuestra asamblea pero no aportaba nada, no se implicaba en el espacio; asistÃa únicamente para ver qué estaba sucediendo y poder firmarlo luego como “Plataforma por una Vivienda Dignaâ€?. Esto pasaba una y otra vez: en la prensa, en los blogs, etc. La cancelación de la cumbre fue la gota que colmó el vaso: nosotros decidimos hacer una mani legal y nos la tiraron abajo. Entonces decidimos seguir adelante y realizar las actividades de ese dÃa sin legalizar los recorridos ni nada, como os contaba. Y la “Plataforma por una Vivienda Dignaâ€? mandó un comunicado a su lista de correos, que es muy grande porque, entre otras cosas, la gente viene a las manis y se apunta a la lista de correos que encuentra y muchas veces es ésa. Lo terrible es que ese dÃa mandaron un mail desconvocando: “es una manifestación ilegal, que no acuda nadieâ€?. Y, claro, eso provocó una ruptura, una escisión tal que comenzamos a tener debates sobre nuestra propia identidad, debates constitutivos. Por ejemplo, el que tuvo lugar en relación al adjetivo 'digna': sobre si debÃamos seguir usando la palabra 'digna', sobre cómo romper entonces la asociación inevitable con la Plataforma, etc. Y todo eso, que en principio nadie tenÃa interés en discutirlo porque era verdaderamente caer en la pelea polÃtica, pues lo discutimos, aunque también hay que decir que sin muchos problemas: la gente empezó a utilizar más vivienda y menos digna, si hay que nombrar nos volcamos en la V de Vivienda, etc.
Vieja y nueva politización
Después de la Cumbre pasó algo curioso: el mayor congreso de inmobiliarias que existe en Europa se junta en Barcelona todos los años y determinados movimientos sociales se organizan para contestarlo con eslóganes como “no a la especulaciónâ€?, “okupa tú tambiénâ€? y ese tipo de consignas. Este año, gentes de otros ámbitos que habÃan estado en las movilizaciones de la vivienda se apuntaron espontáneamente a participar en ese espacio, porque al fin y al cabo se trataba de la cumbre europea de inmobiliarias. Pero esa convocatoria, pese a que también desde V de Vivienda se intentó mover todo lo posible, no tuvo éxito. Es cierto que fue diferente a otros años: hubo más gente, y gente con otras formas de hacer, no sólo activistas. Lo que hizo V de Vivienda fue bloquear la puerta donde se realizaba el encuentro, de tal forma que la prensa que cubrÃa el acto estuvo todo el dÃa viendo las pancartas-bocadillos que llevábamos con los lemas que sacamos en todas las movilizaciones y las acciones. Pero la manifestación en sà misma se vivió un poco como fracaso, como cierto “bajónâ€? con respecto a lo otro: visto desde la gente que podÃamos conocer más eso, habÃa una vuelta a la identidad, a la ideologÃa, al activismo. Desde la perspectiva de quien no lo conocÃa habÃa una extrañeza ante la diferencia de ambientes: no se entendÃa el cambio tan fuerte. La diferencia se notaba prácticamente en todo: en la actitud de la gente y de la manifestación, más de combate y de enfrentamiento con la policÃa, también en los eslóganes que se utilizaban, en las maneras de funcionar, los códigos, etc.
V de Vivienda en la ONU
Alguna gente que lleva trabajando en el tema de la vivienda bastante tiempo y tiene contactos con ONG’s, nos pasó la información de que desde el Ministerio de la Vivienda se estaba paralizando y retrasando la visita del relator de vivienda de la ONU y se llevaba retrasando unos seis meses, justamente desde el 14 de mayo. Cuando finalmente vino a España, aprovechamos la ocasión y montamos una asamblea popular con él. Vino mucha gente a verle. Le pasamos los vÃdeos, se hizo un micro abierto y el hombre escuchó los relatos de gente de todo tipo hablando de cómo no llega a fin de mes. Le contamos todo lo que estaba sucediendo y se quedó alucinado, le pareció increÃble la situación y tuvo mucha repercusión en prensa y demás. Digo esto porque de alguna forma es una actuación en otro terreno totalmente distinto, quizá más basado en la creencia de una posible intervención en lo institucional. Acabó diciendo que él legitimaba la okupación en una situación de extrema urgencia como la que se estaba viviendo en este paÃs. Le hicimos una foto con el cartel de “no tendrás casa en la puta vidaâ€?, lo colgamos en Internet y se replicó hasta el punto de que la mismÃsima ONU nos escribió pidiendo que retirásemos esa foto. Pero el propio relator contestó que de retirarla nada, que él era consciente de lo que pone en la pancarta y que esa situación habÃa que cambiarla. En cualquier caso lo que significa esto es que están sucediendo cosas nuevas.
... esa es la cuestión
Para la mani del 23 de diciembre hemos decidido sacar los mismos carteles de “No tendrás casa en la puta vidaâ€?, pero en versión navideña, con bordes dorados y aquello de “no vamos a volver a casa por navidad porque no nos hemos idoâ€?. Sin embargo, esta convocatoria se está viviendo de manera conflictiva y el punto de partida de la discusión es la identidad. Hay gente que piensa que es una convocatoria anónima y que por tanto no debemos secundarla; otra gente dice que precisamente por ser anónima, debemos secundarla; otros dicen que si participamos dejarÃa de ser anónima y pasarÃa a ser de V de Vivienda; y hay gente que piensa que si vamos y la animamos, pues mejor que mejor.
A partir de esto hemos tenido asambleas muy tensas: “¿Por qué el 14 de mayo salimos a la calle y de hecho, pudimos conocernos tú y yo, y el resto, y ahora no?â€? A lo que se contesta que la diferencia es que el 14 no habÃa asambleas. El problema es que hay gente que piensa la asamblea como una instancia identitaria del tipo: “ahora somos la asambleaâ€?. Pero no está claro dónde acaba y dónde empieza la asamblea, porque ¿cuándo comienza alguien a ser de la asamblea en una asamblea en la que todas las semanas aparece gente nueva? ¿Y qué es lo que forma la asamblea, el espacio semanal de reunión o también todos los foros y las discusiones de Internet? Para estas preguntas no hay respuestas claras: cuando se plantea la pregunta, se dice que V de Vivienda es “estoâ€? (señalando alrededor), pero, y esas cuatro personas que acaban de entrar, que son nuevas, ¿ya son V de Vivienda? ¿cuándo comienzan exactamente a ser V de Vivienda? Y ahà aparecen los conflictos, porque para mucha gente la asamblea ha supuesto construir una identidad fuerte y ahora hay miedo a perderla. En este sentido, volver a un hipotético 14 de mayo serÃa perder la fuerza acumulada, volver al punto de partida que desde su interpretación es un punto más débil. Se llegó a pensar incluso que no habÃa que ir a la convocatoria del 23 y decÃamos: “vale, decidimos que no hay que ir, ahora bien, ¿tú vas a ir?â€?, respuesta: “¡claro!â€?, “¿y tú vas a ir?â€? “¡claro!â€?, “¿y entonces no será que todos vamos a ir?â€? “¿y si todos vamos a ir cómo no vamos a ir?â€?. La respuesta: “vamos a ir individualmente, pero no como asambleaâ€?.
Esta situación paradójica ha dado lugar a muchas discusiones, finalmente la cosa evolucionó y decidimos por votación que sà vamos, pero que no aportamos nuestro potencial. Porque aportarlo supondrÃa “fagocitarâ€? la convocatoria, que es justo -se nos dice- lo que se supone que no queremos los partidarios de la convocatoria descentralizada, abierta y anónima del 23. Ante este problema la respuesta para mà es que esta asamblea también es anónima, que no hay una definición, que estamos construyendo una frontera imaginaria que en realidad no existe. Lo que hay en juego aquà es la identidad que hemos construido nosotros mismos, qué es V de Vivienda, cómo vivimos eso y si esto es ya lo que hemos constituido o por el contrario es algo que acaba de nacer, que quedará cuestionado el propio 23 de diciembre por otra mucha gente anónima que saldrá a la calle igual que salimos nosotros el 14 de mayo. Para un sector la postura está clara y espera que el 23 pase, que no afecte mucho a V de Vivienda, que quien quiera vaya a nivel individual, que la V de Vivienda no tendrÃa por qué estar ahà y que la asamblea debe seguir por otro lado su curso para organizar una manifestación “bien hechaâ€?, no anónima y que supuestamente será la manifestación que la gente reconocerá como ese referente que hemos construido y llamado V de Vivienda, donde se podrá volcar todo ese potencial. Mientras, paradójicamente, no dejan de abrirse todos los dÃas nuevos sitios webs, nuevos foros, con la firma de V de Vivienda y a todo el mundo le parece estupendo. Yo creo que los propios acontecimientos van a desbordar todos estos debates y esta identidad, esta referencia que nosotros mismos hemos construido con el camino andado durante todos estos meses.â€?
Ese 23 de diciembre fue la manifestación hasta el momento más multitudinaria, diversa y plural de la V de Vivienda en Barcelona. De nuevo, y todavÃa con más fuerza, el espÃritu anónimo y "conectado" del 14 de mayo volvió a la calle, incorporando muchos de los saberes y prácticas que en todos estos meses se han ido desarrollando en las sentadas, en las manifestaciones y en internet. Por las calles de Madrid y otras veinte ciudades españolas se manifestaron también miles de personas.
Fin del tercer post. Próximamente el cuarto, “V de Vivienda 2.0.�.
Grupo 47
Si te has perdido alguno de los dos anteriores, puedes encontrarlos aquÃ: http://blog.sindominio.net/blog/leodecerca
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Comentaris
Re: V de Vivienda con B de Barcelona
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per x |
19 feb 2007
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R de reformistas y A de apaga fuegos del sistema .... esto creo q le ayudara a mas de uno de trampolin ahacia algun sindicato o algun partidillo q le de cova ... |
Re: V de Vivienda con B de Barcelona
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per activista |
19 feb 2007
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No anire tan lluny com el de dalt, respecto la feina dels de V de vivenda.
pero aquet text em sembla triunfalista i que menysprea la resta de la gent que portem anys currant-nos coses a mes d'un analisis del tot errat.
1) Tot i que va anar molt be i va aconseguir visiblitzar una lluita contra un problema que ens afecta a tots, el fet de convocar macromanis en dates especifiques sense desenvolupar lluites en el dia a dia desde cada ambit d'opressio no representen cap obstacle al sistema (vegis moviment antiglobalització a hores d'ara practicament inexistent despres de haber convocat macromanifestacions) teniu empenta doncs aprofiteula be crreu alternatives i no caigueu en el error que va tenir el MRG en el seu dia quan al tenir filo mediatic i asistencia quantitativa en les seves manis es van pensar que eren el moviment de moviments.
2) No digueu tonteries siusplau vosaltres tambe sou activistes i esteu polititzats (ningu pot estar del tot despolititzat en tal que ens eduquem en societat)
3) L'anonimat sembla molt maco pero hi ha una gent organitzada (molt poca) i una gent que segueix la convocatoria (la gran majoria) nomes sera una cosa relament representiva quan sigui realment un moviment de masses amb gran quantitat de gent treballant des del seu ambit. Pensava que les tesis de Negri habien quedat ja refutades pel seu propi pes, veig que no. Una poca gent que organitza i molta gent que la segueix no fa un moviment "del poble" (o d'aquesta palla mental teorica i no empiríca anomenada multitud), es una altre forma d'avantguarda, no s'ha de negar, s'ha d'acceptar i treballar per integrar el maxim de gent alhora que buscar mecanismes de particpacio assemblearis perque el subjece social a que ens adrecem pugui organitzar-se per ell mateix pero el disfrassar les estructures "d'informals" o anonimes no treu la gran distancia entre la gent que assiteix i la gent que la preparada. Penso que s'han de buscar nou models d'organitzacio sense quetionar que en tot moviment que vulgui tenir una minima posibilitat d'exit ha d'existir una organitzacio no jerarquica ni burocartica pero una organització. La informalitat pot esdevanir una altre forma de dirigisme.
4) El no definir-se ni crear unes estructures formals pot conduir a l'infiltracio dels partits politícs "d'esquerres" a infiltar-se en el moviment, fer-lo seu per a fins electorals per des pres separa-lo i tirar a la basura i l'oblit la part que no els interesa. (Com va pasar, repeteixo, amb el moviment antiglobalització)
5) una mica menys de despreci a l'altre gent que lluita desde una perspectiva diferent no estaria malament per part vostra
Així que ja sabeu, menys triunfalisme, mes analisis i cal que sigueu conscients que no heu trobat la clau mágica del moviment de moviments sino que unicament esteu en un moment d'ascens acompanyat d'un filó mediatic (que el retiraran quan el voldrán desde el poder i aleshores començareu a baixar)Repeteixo les macromanis han estat be pero aixo per si sol no representa ni una nova forma de fer ni ens portara enlloc si no s'aprofiten bé i es milloren de forma qualitativa i no quantitativa.
Es una critica perque milloreu, jo soc conscient dels meus errors i els del meu col.lectiu i per aquest fet no faig servir aquesta prepotencia que m'ha deixat un pel ofés (podria dir que els conservadors o socialdemocrates al meu entendre sou vosaltres pero ja no entrare en aquest debat), pero jo he vingut a molts dels vostres actes (de fet a la meva ciutat vam organitzar naltros la concentració del 23) i ho seguire fent, només espero que no us pasi com als antiglobis que es van desinflar de la nit al dia quan semblaven que estaven a punt de fer la revolució (o almenys s´ho creien així) no caigueu en els mateixos errors, sigueu conscients del que su i treballeu a partir d'aqui. |
Re: V de Vivienda con B de Barcelona
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per flipant des del Llobregat |
20 feb 2007
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Coincideixo amb activista en el transfons del seu anàlisi. Personalment també em molesten certes actituts cap això que denomineu "gent polititzada". Sembla que fa nosa que aquest debat sigui un debat clarament polític i ideologitzat o que la lluita contra l'especulació, que molts col·lectius porten fa anys a Catalunya, fos una cosa a passar per alt o a superar i que vosaltres heu descobert el problema i heu descobert l'eina per transformar el sistema. Tantdebó. El problema de l'especulació és polític i vosaltres, vulgueu o no, esteu fent política i intenteu fer activisme i militància, de forma diferent potser, però la feu, i per suposat ni heu descobert el problema ni teniu la patent per arreglar-lo, sino una proposta més de lluita tan valida com les altres, que també existeixen i estan molt presents a Barcelona.
Està molt bé tot el que s'explica sobre la formació de l'assemblea, els intents de que realment fos una cosa oberta i formada de forma espontània, horitzontal, i l'explicació molt ben feta de com ha anat creixent el moviment des de la base i els problemes que us plantejaveu, però sembla que alguns sou més horitzontals que d'altres o que per ser-ho cal deixar tot el bagatge polític a casa per no molestar a no se qui. És com si formar part de la vostra ass
semblea tingués unes premisses a complir: estar despolititzat i sobretot no semblar radicals ni en les formes, i això si, els okupes com a molt que ens deixin un local i callin.
El tros de paràgraf on parleu de la mani del Meeting Point m'ha resultat realment decebedor i d'una ceguesa mental greu, apart de prepotent i menystenidor de la resta de gent que formava aquella assemblea. Aquestes referències a l'ideologia, a l'activisme i a l'identitat ho veieu com una cosa negativa, sumar depèn amb qui se sumi es veu que us molesta, enlloc d'entendre que precissament en aquella assemblea a més de vosaltres hi havia d'altres col·lectius que també treballen fa anys contra l'especulació, i que necessàriament això s'havia de traduir en una concentració diferent i amb expressions diferents, a la que vosaltres us sumaveu com un col·lectiu més. De fet les diferències no van ser tantes, aquella manifestació també es va fer pacíficament i realment no va resultar cap canvi radical respecte a les vostres, si, els lemes podien ser diferents, es van fer accions durant tota la setmana i a la mani es va pintar, penjar macropancartes i performances, aquí estaven les diferències?, molta gent va criticar-la per fluixa i per ser poc combativa, cosa que comparteixo en part, però si fins i tot en aquestes lleus diferències veieu uns abismes tan grans, possiblement el que us espanta no és tant la reacció del poder sinó l'espontaneitat i lluita d'altres col·lectius i que algú us pugui treure una inexistent patent de la lluita contra l'especulació. Com si només les manis que es fessin des de la vostra assemblea exclusiva fossin les bones. Sembla com si es vulgués posar una ratlla continua entre vosaltres i la "gent polititzada", i concretament entre la lluita del moviment okupa i la vostra, i aquest és un tema molt perillòs i que crec que no esteu portant gens bé.
A Barcelona fa dècades que l'okupació és una realitat que lluita contra l'especulació, a la seva manera i d'una forma en la que no tothom té perque coincidir però que no es pot tractar com si no tingués res a veure o intentant en tot moment marcar distàncies. Que aquells són okupes i nosaltres som els bons ciutadans. Com si us disculpessiu davant una opinió disposada a menjar-se els okupes amb patates. Menystenir aquest esforç i aquesta realitat de l'okupació a les nostres viles és contraproduent i no és lògic. Veure que la repressió sobre aquest moviment és cada cop més gran i que des d'aquesta assemblea no és diu ni piu tampoc, buscar xarxes i sinergies intentant que persones que estan polititzades en aquest tema i que porten anys lluitant i plantant cara a la seva manera no es facin gaire notar no és un futur bo per la lluita antiespeculativa. I no se si conscient o inconscientment es noten massa aquests intents de desmarcar-vos d'un "fantasma diabòlic" que tot i treballar en moltes assemblees amb vosaltres semblen que són com els mitjans defineixen i amb els que no s'ha d'anar enlloc. És injust i per part vostra mostra una prepotència i una insolidaritat que no pot portar a res possitiu.
Jo no dic que tothom hagi de seguir el model de l'okupació, a mi m'encantaria, però entenc que poden haver-hi persones que creguin en d'altres formes. Això si, pel fet de pensar això no es de rebut dir que vosaltres teniu la raó i la resta no, perque estan polítitzats, són okupes, activistes o militants. El vostre moviment no em molesta, de fet amplia aquesta lluita que ens afecta a tots i suma a moltes persones que potser no se sumarien als anteriors. Ara, si els que han de lluitar contra l'especulació estan més preocupats en que no se'ls confongui amb segons quin col·lectiu que també lluita i miren sempre la possible reacció del poder, o es vol fer una resposta antiespeculativa digerible i assumible des de d'alt, crec que us esteu equivocant, perque tots sabeu que les millores en aquest àmbit de l'habitatge han de ser estructurals, que els canvis han de ser d'arrel i en el conjunt del sistema i per fer això es necessiten alguna cosa més que manifestacions i confiar en la bona voluntat dels polítics. No se quina, però el que està clar que el primer és no menystenir totes les vies de lluita existents contra l'especulació ni que ningú es cregui avantguarda. Temps al temps, però aquesta contradicció d'intentar canviar el món només incidint en el poder mediàtic i en que les masses faran veure als polítics lo equivocat que estan, em sembla que fins a treure un milió de persones al carrer queden dècades, i ni tansols així es va aturar cap guerra ni es va evitar que l'europa del capital avancés com un rodet sobre nostre. Ni les manifestacions incideixen com fa anys, ni els polítics estan per escoltar-nos ni comprende'ns, sino en el vaixell dels especuladors i que com a molt faran canvis estètics per rentar-se la cara i que no solucionaran el problema d'arrel, com sembla dieu que voleu.
Endavant amb l'assemblea però busqueu els enemics allà on són i una mica d'humiltat per acceptar que aquells que lluiten contra l'especulació amb una altra visió i uns altres mitjans, són tan vàlids i legítims com vosaltres. Per molt que el poder ja vulgui fer allò de "divideix i venceràs", seria un error que vosaltres tinguessiu ja assimilada aquesta divisió. En el text ja puc veure perplex l'existència d'aquesta línia divisòria que es veu que mentalment ja heu assumit i no puc deixar de pensar que això és un greu error i que no us fa cap favor, potser l'error és pensar-vos que si que us afavoreix. |
Re: V de Vivienda con B de Barcelona
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per apreciant des del besós |
20 feb 2007
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Tot i així, la transparència amb qué s'explica tot el procès (les assemblees, les inquietuds...) és com a mínim admirable. Tant de bó fos més generalitzada per part dels moviments. Crec que part del rebot contra els sistemes 'estandard' utilitzats pels moviments socials (rebot que NO comparteixo) té a veure amb certa incomoditat davant del secretisme. Cosa que no sé com solucionar però entenc que a vegades allunyi més que apropar. |
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