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Notícies :: immigració
Redadas de subsaharianos en Marruecos en la Navidad del 2006
08 gen 2007
Informe de la Asociación Migreurop.

Realizado por J. Valluy (Universidad Paris 1, CRPS, CEAf, TERRA, Migreurop)
Informe intermedio al 4 de enero de 2006 realizado los días 2 y 3 de enero sobre la base de entrevistas con víctimas de las redadas, con protagonistas de solidaridad y artículos de prensa. Estas entrevistas y lecturas tuvieron lugar, en particular, en relación con una misión de investigación programada desde noviembre del 2006 y realizada en el marco del Programa de investigación ASILO (ACCI-TTT del Ministerio de Investigación en asociación con la red científica TERRA y el Centro de Investigaciones Políticas de la Sorbonne).

J. Valluy, « Rafles de subsahariens au Maroc à Noël 2006 – Rapport à l’Association Migreurop / rapport intermédiaire au 4 janvier 2006) » (le présent rapport n’engage pas l’association Migreurop qui en est seulement destinataire), jeudi 4 janvier 2007.
Resumen: Una operación policial de gran envergadura contando con distintas fuerzas del orden (policía, auxiliares de seguridad, fuerzas auxiliares y gendarmería...) de redadas y desplazamientos de exiliados de �frica negra fue realizada en Marruecos a partir del 23 de diciembre del 2006 y estaba todavía en curso al momento del presente informe, el 3 de enero del 2007. Estos redadas y desplazamientos forzados implicaron Africanos negros con situaciones jurídicas muy variables desde el punto de vista del derecho a la estancia/residencia: había personas sin papeles y también, en gran número, personas en situación regular (pasaporte + visado no expirados), solicitantes de asilo registrados ante el ACNUR y refugiados reconocidos como tales por el ACNUR. Los documentos de estas personas fueron frecuentemente confiscados o destruidos por las fuerzas del orden. Estas operaciones se acompañaron de maltratos policiales, en particular, aporreamientos, heridas y humillaciones. También fueron victimas de las redadas mujeres embarazadas y mujeres con niños de corta edad. El número de víctimas podía considerarse entre 340 y 530 personas procedentes de Rabat (240 a 270), de Nador (50 a 60) y Layoune (150 a 200).

Transportadas en autobuses a través de todo Marruecos, las víctimas fueron abandonadas, generalmente en las doce horas siguiendo su detención, por grupos de algunas decenas en distintos puntos, separados de varios kilómetros, a lo largo de la frontera marroquí-argelina no lejos de la ciudad de Oujda.

Bajo la amenaza de tiroteos de fusiles en el aire, los exiliados fueron obligados por las fuerzas marroquíes a avanzar hacia Argelia y luego fueron rechazados por las fuerzas argelinas también con tiroteos de fusiles en el aire. Después de diez horas de calvario entre los dos ejércitos, la mayoría de los exiliados pudo reintegrar su país de residencia habitual, Marruecos, encontrando alojamientos provisionales en los suburbios de Oujda o en el campo informal situado al lado del campus, cerca de la universidad y del bosque vecino.

Las asociaciones humanitarias, (Médicos sin Fronteras, ABCDS, Asociación Marroquí de los Derechos Humanos AMDH y el Comité de Ayuda mutua Internacional CEI) asumieron la parte fundamental de la ayuda (mantas, ropa, comida, medicamentos...) llevada en el campo informal a cerca de 400 personas obligadas a dormir en el suelo bajo temperaturas nocturnas iguales o inferiores a cero grados. Varias personas han tenido que ser hospitalizadas.

La Media Luna Roja Marroquí de la Wilaya de Oujda, que indicaba el 18 de diciembre en un coloquio a la Universidad Mohamed I tener un millar de mantas destinadas a esta población, aún no las habían suministrado a la fecha de redacción del presente informe. La Prefectura de Policía de la ciudad de Oujda se oponía aún, en dicha fecha, al retorno de las víctimas en sus domicilios de origen Rabat, Nador y Layoune.


La operación de redada comenzó el 23 de diciembre del 2006, por la madrugada, con intrusiones en los domicilios a partir de las 4 h de la mañana en varios barrios populares de los suburbios de Rabat. Las víctimas fueron conducidas a una Comisaría de policía donde les esperaban seis autocares que podían contener cada uno una cincuentena de personas.

La MAP, agencia de prensa oficial de Marruecos, indica en una nota de prensa utilizada el 25 de diciembre del 2006 por el Diario "Assabah" (Le Matin), bajo una fotografía mostrando a los exiliados cercados por las "fuerzas auxiliares", que se trata de una operación de gran envergadura preparada, en los cinco barrios populares de Rabat, con el apoyo de los "auxiliares de seguridad" (policías en civil que residen in situ) para la localización de los pisos contemplados por la operación.

El Diario explica el origen de esta operación por la agravación de las políticas anti-migratorias europeas que dificultan el paso hacia Europa y que llevan a los exiliados en transito a residir duraderamente en las ciudades marroquíes. Añade que esta operación "se inscribe en el marco de los esfuerzos hechos por las autoridades para combatir la inmigración clandestina y las redes de trata de los seres humanos. Esta acción se realiza también en el marco de la cooperación con la Unión Europea y las autoridades españolas." En una breve del 25 de diciembre también el Diario francófono "L’Opinion" añade que "Marruecos aplica un principio que consiste en expulsar los inmigrantes clandestinos hacia el país, generalmente Argelia, que cruzaron para entrar en el reino."


Una de las personas, refugiado estatutario reconocido por el ACNUR, víctima de la operación, interrogada en Oujda el 3 de enero, describe así su día del 23 de diciembre:

A las 7 de la mañana, diez policías forzaron la puerta del piso donde dormía con otras cinco personas. Hicieron irrupción gritando "sus papeles" y tomando inmediatamente todos nuestros teléfonos móviles. Les di mi certificado del ACNUR. Gritan que es una redada general y empujan todo el mundo hacia la salida del piso distribuyendo golpes de garrotes. Uno de mis camaradas, en situación regular, indica que dispone de un pasaporte y de un visado en regla: los policías le responden que eso no cambia nada, que todo el mundo debe ser llevado. Cuando pido que me sea devuelto mi teléfono móvil y mi certificado del ACNUR, recibo a cambio golpes de garrotes por un policía que rompe entonces mi certificado.

Estamos llevados en una comisaría delante de la cual están aparcados seis autocares ya en parte llenos de africanos. Varios de ellos, aún afuera, piden al Comisario que se les devuelvan sus bienes personales y, en particular, sus teléfonos móviles. El Comisario les responde "¡que os vayáis!".

Los autocares arrancan a los 9 de la mañana. Veinte minutos después de la salida, una trifulca tiene lugar en el autocar donde me encuentro; los policías son atacados por africanos entre los cuales una treintena llega a escaparse por las ventanas. El hecho no se reprodujo en los otros vehículos que contenían entre 40 y 50 personas. El viaje de Rabat hasta Oujda, pasando por Fès, se desarrolló de un solo golpe con simples escalas en las estaciones de gasolina. En mi autocar tuvimos algo de beber y de comer y podíamos ir a los aseos, bajo vigilancia, en las estaciones.

Llegamos hacia las 18 en la proximidad de Oujda que evitamos por el norte para ir directamente hacia la frontera. Cuando el vehículo donde me encuentro se detiene, sólo va seguido por otro autocar. En total una sesentona de personas se baja. Los policías nos dicen de irnos, enseñándonos la dirección de la frontera con Argelia que se encuentra a alrededor de 10 minutos a pie. Cuando llegamos ahí, el ejército argelino pega tiros con sus fusiles en el aire para asustarnos y nos fuerza así a retroceder camino. Poco después, "fuerzas auxiliares" marroquíes hacen lo mismo, para forzarnos a irnos otra vez. Durante cerca de diez horas erramos así entre los dos ejércitos, aterrorizados por los dos.

Durante la noche entramos por descuido en el territorio argelino. El grupo, agotado, marcó un tiempo de descanso y se encuentra sitiado por la policía argelina que nos dice de irnos y detiene a tres muchachas que están cacheadas y violadas.
El grupo se dispersó en el pánico, me encuentro con una docena de otras personas que corren para encontrar otra carretera con el fin de volver a entrar a Marruecos. Encontramos finalmente un camino que conduce a Oujda donde volvemos inmediatamente en el campo cerca de la universidad.

Son entonces las 4 h de la mañana. Hace mucho frío. No tenemos ni ropa adecuada, ni mantas. Una de las personas presente in situ me presta su teléfono móvil y me pone en relación con amigos que aceptan albergarme por la noche.

La información contenida en este relato coincide con las que reportaron otros exiliados y por los militantes asociativos de Oujda informados a partir de la mañana del 23 de diciembre de la operación en curso. Estos testigos locales describen una fuerte concentración de coches de policía y de las tristemente famosas "fuerzas auxiliares". Los seis autocares se separaron poco después de Oujda por grupo de dos para depositar a sus pasajeros a lo largo de la frontera en tres puntos que se situaban respectivamente a aproximadamente 12 km, 24 km y 40 km de Oujda. Los militantes asociativos que intentan recuperar las víctimas para auxiliarles son detenidos por presas de policía que obligan todos los vehículos a darse la vuelta.
Sobre el camino de vuelta hacia Oujda, cruzan aún "fuerzas auxiliares".


Domingo 24 de diciembre – Por la mañana, estos militantes se desplazan hacia el campo cerca de la universidad para conocer las necesidades de los exiliados y aportarles los primeros auxilios, distribuyéndoles 130 mantas proporcionadas por Médicos sin Fronteras. En la noche del domingo al lunes, 35 personas aún perdidas en el bosque a algunos kilómetros de Oujda, llegan a contactar con uno de esos militantes que las dirige entonces por teléfono para permitirles encontrar su camino hasta los campos de la universidad. La asociación Forum Refugiés, trabajando por cuenta del ACNUR, emprende contabilizar a los solicitantes de asilo registrados ante el ACNUR y a los refugiados estatutarios reconocidos por él. Se identifican así a al menos una sesentona de personas perteneciendo a estas dos categorías, en un contexto donde una gran proporción de las personas victimas de las redadas están dispersadas en alojamientos provisionales a través de los suburbios de la ciudad y donde otros, perdidos en los bosques circundantes, aún no llegaron a entrar en la ciudad. Durante toda la semana, personas van a llegar solas o en pequeños grupos en el campo cerca de la universidad.

Lunes 25 de diciembre – Los militantes de CEI distribuyen una sopa (alrededor de 150 raciones) y los de ABCDS paquetes de comida (alrededor de 130 raciones). Una nueva llegada de personas victimas de redadas cerca de Nador está detectada por otros militantes, que notan autobuses cerca de la comisaría en Oujda. Una cincuentena de víctimas es llevada posteriormente por estos autobuses hacia la frontera y abandonada en las condiciones habituales antes de volver luego en los campos cerca de la universidad. Su estado físico está extremadamente deteriorado, son numerosos a no tener ya zapatos. Muchos fueron aporreados en los pies por los policías y resultan heridos. Uno de ellos lleva heridas en la cabeza a raíz de golpes de garrotes. Otros vieron sus zapatos cortados en dos para quitar la parte de delante y así forzarles a caminar con el pie desnudo. Los militantes se enteran simultáneamente de que cinco personas están hospitalizadas por otra parte. Un grupo de siete personas, incluyendo un asmático, está detenido en el trayecto de vuelta, entre la frontera y el campo de la universidad, y llevado inmediatamente en frontera. Estas personas volverán poco después; dos de ellas han tenido que hacer tres veces el trayecto de vuelta. Por otra parte, al intentar volver inmediatamente hacia la carretera de Rabat, otros están también detenidos y sufren de nuevo la misma suerte.

Martes 26 de diciembre y miércoles 27 de diciembre – Los militantes de CEI llevan bocadillos (alrededor de 150) y los de ABCDS bolsas-comida (alrededor de 200) que están distribuidos cada día en los campos cerca de la universidad. Cada bolsa de comida contiene 1 caja de sardina, 1 redondo de salchichón de caballo, 4 "vacas que se ríen", 3 clementinas, 1 pan fresco, 1 pastilla de jabón. La distribución, hasta el 28 de diciembre se hace individualmente de la mano a la mano en uno o más puntos de los campos. Beneficia a todas las personas que se presentan sin distinción de estatuto o de nacionalidad. La financiación de esta ayuda es múltiple, asociando contribuciones asociativas, confesionales y personales. Una parte de los fondos proceden del ACNUR y transitan por Foro Refugiados y ABCDS. El número de militantes comprometidos supera raramente la decena de personas que pagan con su dinero personal, su tiempo y sus fuerzas físicas este compromiso de solidaridad. Las asociaciones las más comprometidas son Médicos sin Fronteras, ABCDS, asociación Homme et Environnement, el Comité de Ayuda mutua Internacional (CEI), - ATTAC Marruecos, la Asociación Marroquí de los Derechos humanos. En paralelo, los militantes intentan hacer un censo por nacionalidad, ubicar los "chairmen" (representantes supuestamente elegidos en cada nacionalidad) y sus números de teléfono. La asociación Foro Refugiados también sigue buscando a los solicitantes de asilo y a los refugiados estatutarios. Estas actividades de censo están mal percibidas por los exiliados.

Jueves 28 de diciembre – Por la mañana, militantes de una asociación española de solidaridad, venidos especialmente a Oujda, emprende sin concertación de distribuir dinero (alrededor de 30 euros por persona)... pero solamente a los solicitantes de asilo y refugiados reconocidos. Realizan una treintena de dones pero su planteamiento desencadena una trifulca sobre el campo que les fuerza a huir sin haber distribuido el resto. Por la tarde, cuando los militantes locales vienen a proporcionar las bolsas-comida, se enfrentan a una tensión muy fuerte entre los exiliados, en particular los de la comunidad nigeriana, muy conocidos por su violencia hacia los demás exiliados y sus actitudes dominantes o incluso mafiosas. Esta tensión parece haber sido acentuada por algunos flashes de fotografías sacadas en la noche por los militantes para guardar rastro de sus entregas por una parte, y también por el anuncio de que los solicitantes de asilo y los refugiados que lo desean pueden identificarse. Estos dos gestos pudieron ser percibidos como tentativas de fichaje. En este clima tenso, los nigerianos reclaman dinero, amenazan a los militantes que se ven obligados a retirarse del campo y a cambiar sus modalidades de distribución. Un poco más lejos, nuevos contactos se entablan con los "chairmen" (representantes supuestamente en cargo) de las nacionalidades y se les asignarán las ayudas en función del número (estimado/negociado) de personas de la misma nacionalidad. Alrededor de 300 bolsas-comida serán así distribuidas. La misma noche, se impone la idea de seguir las distribuciones según esta modalidad "comunitaria" más bien que de manera individual.

Viernes 29 de diciembre – Alrededor de 400 bolsas-comida se distribuyen. El liberado de Foro Refugiados y un voluntario residiendo en Oujda visitan un responsable del Gobierno local para negociar la vuelta de los refugiados. Éste niega el "alejamiento" de personas que tenían papeles del ACNUR, salvo en caso de "falsos certificados". Con su acuerdo sin embargo, los dos militantes van a ver a continuación uno de los responsables de la Prefectura (Sub-delegación) para prever soluciones de vuelta. Este responsable no les recibirá.

Sábado 30 de diciembre - 400 bolsas-comidas están distribuidas y se emprenden nuevas gestiones (en vano) ante las autoridades para devolver en Rabat los casos "más urgentes".

Domingo 31 de diciembre – Aproximadamente 400 bolsas-comida están distribuidas. La información comienza a circular que una nueva redada de entre 130 a 180 personas tuvo lugar en Layoune y que las víctimas están en curso de transporte hacia la frontera de Oujda. En paralelo, nuevas gestiones hacia la Prefectura permiten obtener un acuerdo para devolver a 7 personas en autocar. Sin embargo en ausencia de rastro escrito de este acuerdo los conductores de autocares, en la estación, se niegan a embarcar a los africanos por temor de ser detenidos sobre la carretera y de sufrir sanciones por parte de la gendarmería. Un conflicto tiene lugar entre conductores y militantes. La policía detiene a los militantes y a los exiliados. Un poco más tarde, después de debates, confirma su acuerdo y encuentra a un conductor que acepta embarcar a los exiliados.


Lunes 1er de enero – Las modalidades de distribución de la comida sobre los campos cerca de la universidad aún están modificadas con el fin de facilitar esta tarea: se compran bolsos de 5 kilo de arroz con botellas de aceite, sal y potes (una para diez personas). Las distribuciones se hacen entonces por comunidad en forma de bolsos de arroz + aceite + sal. Una nueva salida de 5 personas por el tren se negocia con la Prefectura.

Martes 2 de enero - La Prefectura rechaza toda nueva negociación relativa a las vueltas. Prohíbe a los militantes intentar nuevos embarques en autobuses o tren.

Miércoles 3 de enero –La distribución de arroz + aceite + sal continua. Un artículo del Diario marroquí Liberación (cerca del partido de centro izquierdo USFP) titula en Primera Pagina: “España contrata a 180.000 extranjeros para 2007" y en título de sumario hacia la página 3 del Diario: "campus universitario de Oujda - el calvario de los subsaharianos". En esta página 3, un largo artículo firmado y acompañado de una gran fotografía mostrando una decena de exiliados negros sentados a los pies de militares de las "fuerzas auxiliares" llena la mitad superior de la página, la mitad inferior está dedicada al titulo de la primera pagina sobre los 180.000 extranjeros que contrata España para 2007, indicando que se trata de una ganga para la mano de obra marroquí. El primer artículo, relativo a las redadas informa brevemente de los hechos y anuncia que la intención de las autoridades es de proponer a las asociaciones una selección entre los "buenos" y lo "malos", los primeros correspondiendo a los "refugiados" y los demás a los migrantes económicos. El artículo fustiga a continuación las prácticas policiales que condujeron a abandonar en el desierto a mujeres y a niños, así como a mujeres embarazadas.

See also:
http://www.migreurop.org

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