Un oligopoli controla els serveis privatitzats pels ajuntaments catalans
http://www.vilaweb.cat/www/elpunt/noticia?p_idcmp=2187167
Un estudi denuncia que FCC i Agbar tenen una posició de domini que perjudica la
competència D.M. EFE. Barcelona. 9 de desembre de 2006
Un estudi del catedrà tic d'economia Germà Bel sobre la privatització dels
serveis municipals per part dels ajuntaments de l'Estat conclou que és a
Catalunya on hi ha hagut una més alta privatització d'aquests serveis. El
91,1% dels ajuntaments catalans han privatitzat la recollida d'escombraries,
mentre que el 80,9% han fet el mateix amb el subministrament d'aigua potable.
L'estudi, avançat ahir per l'agència Efe, adverteix que unes poques empreses
controlen aquests serveis privatitzats, especialment FCC, Ferrovial i el grup
Agbar. Segons Bel, el domini d'aquestes companyies resta competència al
mercat.
Els ajuntaments van iniciar als anys noranta un procés d'externalització de
serveis com la recollida de les escombraries o la neteja urbana que havia de
servir, teòricament, perquè una empresa privada el gestionés amb més
eficà cia i perquè la competència entre diversos operadors permetés
disminuir costos i millorar el servei.
Però les conclusions de l'estudi de Germà Bel recollit en el llibre Economia i
polÃtica de privatització local (2006), apunten en una altra direcció. El
grup Aigües de Barcelona (Agbar) controla el 85% de la quota de mercat catalÃ
d'abastament d'aigua, gairebé una situació de monopoli.
L'elevat grau de concentració d'empreses privades que gestionen la recollida i
el transport d'escombraries fa que en destaqui especialment una: FCC, que
agrupa el 32,9% de les concessions en el conjunt de l'Estat i més del 50% de
la població servida per empreses privades a l'Estat. L'altre gran operador és
Ferrovial, amb un 37,8% de quota de mercat. Segons Bel, en el sector de la
provisió de serveis públics locals s'està creant una situació de «no
mercat», amb la consolidació de monopolis públics i privats que, un cop
instal·lats, prevenen la competència futura dels contractes.
Barcelona, capital 'okupa'
La capital catalana es una de las ciudades europeas con más presencia de este
movimiento, junto a Amsterdam o Milán
JESÚS GARC�A - Barcelona - 09/12/2006
http://www.elpais.com/articulo/Barcelona/capital/okupa/elpepuesp/2006120
El movimiento okupa en Barcelona y su área metropolitana se encuentra en un
gran momento de forma. Ni la presión policial, traducida en un aumento del
número de desalojos -150 en lo que va de año- ni el endurecimiento del
discurso polÃtico han logrado frenar el Ãmpetu del colectivo, bien asentado
en la capital catalana desde principios de los años ochenta. Tanto es asÃ
que, junto a Amsterdam o Milán, Barcelona está considerada una de las
capitales europeas para los jóvenes squatters.
En Barcelona hay 300 casas ocupadas, y por cada desalojo se produce otra
ocupación
Hoy se cumple una semana de la ocupación del antiguo recinto fabril de Can
Ricart, en el barrio de Poblenou. Esta nueva exhibición de fuerza del
colectivo okupa sobre un espacio emblemático de la ciudad ha puesto sobre el
tapete dos asuntos: la capacidad de los poderes públicos para poner coto al
fenómeno, y las respuestas de la juventud ante la falta de vivienda asequible.
Los datos que manejan Mossos d'Esquadra y Guardia Urbana coinciden: en Barcelona
existen unos 200 inmuebles ocupados. La cifra se eleva hasta 300 si se incluye
el área metropolitana, sobre todo los populosos municipios de la comarca del
Baix Llobregat.
La mayorÃa de edificios se utilizan como vivienda. Sólo una pequeña parte son
centros sociales ocupados (también llamados "autogestionados"), donde los
okupas organizan talleres y actividades variopintas. Albert MartÃnez, miembro
de la Asamblea de Okupas de Barcelona, sostiene que las cifras están
"infladas" y sitúa en 150 el número de casas que se han usurpado a sus
propietarios. Los distritos de Grà cia y Sants, de fuerte raigambre
contracultural e izquierdista, son los feudos tradicionales de los okupas. El
Ayuntamiento de Barcelona admite, además, que hay una docena de edificios de
titularidad pública ocupados.
Cifras aparte, lo cierto es que el trasiego es constante. Y uno de los lemas del
colectivo -"por cada desalojo, una nueva ocupación"- parece cumplirse al
dedillo, según reivindican los okupas y reconoce la policÃa. La mayorÃa de
desalojos son pacÃficos y apenas trascienden. Pero en ocasiones se han
registrado incidentes violentos, que han dañado la imagen de un colectivo en
el que se escudan jóvenes violentos de ideologÃas antisistema.
La carestÃa de la vivienda, que obstaculiza la emancipación de los jóvenes,
explica sólo en parte el éxito del colectivo okupa. Cada metro cuadrado de un
piso nuevo cuesta en Barcelona 4.160 euros, según datos del Ministerio de
Vivienda. En Madrid, la cifra es ligeramente inferior (3.976 euros). En el caso
de los inmuebles de segunda mano, la tendencia se invierte y Madrid resulta un
tanto más cara. Las diferencias, en cualquier caso, son mÃnimas.
Los squatters critican la especulación urbanÃstica -o "violencia
inmobiliaria", en su terminologÃa- y, en consecuencia, consideran legÃtimo
ocupar inmuebles abandonados. El padrón municipal indica que en la capital
catalana hay entre 70.000 y 80.000 pisos vacÃos, aunque otros trabajos de
campo señalan que la cifra real oscila entre 20.000 y 25.000.
"La transformación de la ciudad, concebida como un enorme escaparate, está en
la base del auge okupa. Y operaciones urbanÃsticas como la que acompañó al
Fórum de las Culturas deberÃan hacernos reflexionar", explica Antoni
Luchetti, abogado de los artistas callejeros del centro social La Makabra,
recientemente desalojado por los Mossos d'Esquadra. Estos mismos jóvenes,
procedentes del mundo del circo y de las artes escénicas, son los que, la
semana pasada, se instalaron en las naves de Can Ricart.
Jaume Funes, psicólogo especializado en movimientos sociales, cree que la
Barcelona fabril del siglo XIX "ha dejado más espacios disponibles que en
otras grandes ciudades como Madrid", susceptibles por tanto de ser ocupados.
Pero el boom de los squatters en Barcelona tiene raÃces de signo histórico y
polÃtico, según Funes: "AquÃ, los movimientos alternativos europeos han
llegado antes y siempre han sido más potentes". En la misma lÃnea, MartÃnez
ve en la tradición anarquista y libertaria un espejo para los jóvenes
radicales de hoy: "En cierto modo, somos herederos de la revolución de la CNT
de 1936 y de los ateneos obreros de principios de siglo".
Lejos de una apariencia monolÃtica, el colectivo okupa es heterogéneo y, como
un camaleón, ha ido mutando al son de los tiempos. En 2000 y 2001, apareció
ligado a las protestas contra la globalización. En 2003, se apiñó en torno a
las manifestaciones contra la guerra de Irak. Y hoy está vinculado más que
nunca a la denuncia de la especulación inmobiliaria.
Sin embargo, los okupas han perdido la exclusiva -o al menos, el exceso de
protagonismo- que hasta ahora habÃan ostentado sobre el problema de la
vivienda. La Asamblea Popular por una Vivienda Digna, una iniciativa que
surgió al margen del colectivo okupa, ha conseguido canalizar la movilización
de numerosos sectores sociales para reclamar que se haga efectivo el derecho
constitucional a disponer de una vivienda digna.
La meta es la misma. Los medios, distintos. Frente a las manifestaciones
organizadas por la Asamblea, los squatters reivindican la acción directa para
"poner de manifiesto las contradicciones del sistema", opina Funes. En las
naves de Can Ricart, que ahora permanecen ocupadas, alguien ha colocado una
casa de cartón y ha pintado con rotulador un lema que deja clara la idea que
defienden: "La vivienda no se mendiga; se okupa".
De todas formas, la mayorÃa de residentes de casas ocupadas de Barcelona no
tienen la más mÃnima intención de transformar la sociedad. En la jerga
okupa, "no están reivindicadas". En la fachada de estas viviendas no aparecen
el cÃrculo y la flecha, sÃmbolos del colectivo. Y sus "inquilinos" no
anuncian a los cuatro vientos que están allÃ. Más bien intentan pasar
inadvertidos. Se trata de familias sin recursos y grupos de inmigrantes que se
instalan en recintos abandonados porque no tienen otro sitio a donde ir.
Hasta hace unos dÃas, una decena de inmigrantes subsaharianos y argelinos en
situación irregular malvivÃan en otra nave abandonada de Poblenou. No tenÃan
agua ni electricidad. La Guardia Urbana los desalojó por falta de seguridad del
recinto. La policÃa reconoce que se trata de un fenómeno creciente. Y
MartÃnez asegura que algunos inmigrantes se han dirigido a la Oficina para la
Okupación para buscar consejo sobre cómo instalarse, sin que nadie se entere,
en un piso vacÃo.
El nivel de organización de los okupas de Barcelona es bastante alto. Disponen
de dos órganos de actuación a escala general (la Asamblea y la Oficina) y han
elaborado dos documentos de utilidad para el colectivo: una especie de "manual
del buen okupa", con toda clase de consejos para que la ocupación se efectúe
con garantÃas jurÃdicas; y su Biblia particular, la Carta de medidas contra
la violencia inmobiliaria.
Los constantes desalojos -en algún caso, de centros elevados a la categorÃa de
mito- no han logrado frenar a los okupas. "Tienen que darse cuenta de que la
solución no es policial", se atreve a decir MartÃnez. Frente al nuevo pulso
que se plantea en Can Ricart, el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, ya ha dicho
que no negociará con una "polÃtica de hechos consumados". Es decir, que no
hará concesiones a los okupas-artistas mientras sigan ocupando el recinto
fabril. De momento, allà siguen.
9/12/2006 EL FENOMEN ESQUÀTER|DIFERÈNCIES EN EL TRACTAMENT DE LES AUTORITATS A
UN MOVIMENT ALTERNATIU
http://www.elperiodico.cat/default.asp?idpublicacio_PK=46&idioma=CAT&idn
Milers d'okupes paguen lloguer en grans ciutats europees
1. Londres, Amsterdam i BerlÃn opten des de fa anys per legalitzar part dels
edificis ocupats
2. BCN no ha donat continuïtat a l'únic exemple de regularització,
l'Ateneu Popular de Nou Barris
BERLÃ?N Finca ocupada al barri de Mitte, el 2003. Foto: EDWIN WINKELS
AMSTERDAM La casa Vrankrijk, emblemà tic i legalitzat edifici okupa, la
setmana passada. Foto: EDWIN WINKELS
PARÃ?S El centre d'artistes 59 Rivoli situat a la capital francesa, en
l'actualitat tancat de forma temporal. Foto: EDWIN WINKELS
EDWIN WINKELS
BARCELONA
En la majoria de les grans ciutats europees el fenomen okupa ja no és
equivalent al desallotjament. A Amsterdam, BerlÃn i Londres, amb una gran
tradició del moviment que des dels anys 70 s'ha apoderat d'immobles en estat
d'abandonament, ja existeixen centenars d'edificis en mans d'okupes que han
estat legalitzats. Alguns d'aquests immobles han estat adquirits pels mateixos
okupes, però en la majoria dels casos han arribat a acords amb
l'administració o amb el propietari per pagar un lloguer, incloent-hi altres
serveis com llum, gas, aigua i comunicacions.
Desallotjar o legalitzar. Aquesta és l'opció que els ajuntaments de les grans
urbs estudien en cada cas des de ja fa uns 20 anys. Sobretot les cases ocupades
amb més solera solen rebre finalment una oferta de pacte per legalitzar-se i
convertir-se en centres socials, teatres, bars i edificis de vivendes, encara
que abans han de complir la normativa referent a seguretat, sanitat i
habitabilitat, entre altres.
A Barcelona, ciutat més principiant en ocupacions, només hi ha un exemple
d'aquesta polÃtica. A finals dels anys 70, els veïns de Nou Barris van ocupar
una antiga planta asfà ltica, la van convertir en un centre cÃvic i ara, ja
legalitzada des de fa anys, en disfruten com l'Ateneu Popular. Ocupacions
posteriors ja no van rebre el beneplà cit municipal i fins i tot sobre les més
antigues, com per exemple la Kasa de la Muntanya, des del 1989 en mans dels
okupes, segueix penjant l'amenaça del desallotjament.
RAONS DIVERSES
Les raons per la legalització són diverses. En uns casos, els propietaris
desisteixen de recuperar la propietat que ells mateixos van deixar durant anys
en estat d'abandonament i es conformen a vendre-la, normalment al mateix
ajuntament, que la torna a llogar als okupes. En altres casos és
l'administració local la que, a la vista de la importà ncia que han cobrat
alguns immobles d'okupes com a centres cÃvics, socials o artÃstics --molts
d'ells naus industrials que estaven en desús-- retira la intenció
d'enderrocar-los i en pacta l'ús i els preus amb els okupes.
També hi ha arguments més polÃtics. A Londres, Amsterdam i BerlÃn es va
optar sobretot durant els anys 80 per la polÃtica del pal i la pastanaga. Els
ajuntaments compraven finques ocupades per legalitzar-
les i després oferir-les als okupes que hi residien, mentre aplicaven una mÃ
més dura cap a grups que es consideraven radicals. Un dels objectius era
dividir el moviment okupa en general.
LLOGUERS BAIXOS A
Amsterdam, on als anys 60 va néixer aquest fenomen, es calcula que hi ha uns
300 immobles que van ser ocupats i que ara estan legalitzats. A la resta
d'Holanda hi ha un mÃnim de 150 vivendes o finques més amb una situació que
ha estat regularitzada. Un dels avantatges d'aquests centres legalitzats és
que els preus de lloguer, tant per a pisos com per a tallers d'artistes, són
molt més baixos que els del mercat.
Amb aquestes legalitzacions, el moviment okupa a la capital holandesa és molt
menys radical que fa 20 anys. El 1980, per exemple, arran d'una onada de
desallotjaments, els okupes van rebentar la coronació de la reina Beatriu.
Ara, els incidents són mÃnims. Per exemple, Vrankrijk, un dels edificis més
emblemà tics de la lluita okupa, en ple centre d'Amsterdam, està en reformes
per adaptar-se a les noves exigències i poder seguir funcionant com a bar i
centre social.
Passa el mateix amb el 59 Rivoli Art Squat, a ParÃs, un centre d'exposicions
ocupat per artistes fa nou anys. Va tancar el març de l'any passat a
instà ncies de la policia perquè no complia tots els requisits de seguretat.
Reobrirà el 2008 després que els mateixos okupes l'hagin reformat i llavors,
en teoria, rebrà el beneplà cit legal.
BerlÃn és una de les ciutats on més vivendes d'okupes s'han legalitzat durant
les últimes dècades. La ciutat va viure un auge d'ocupacions poc després de
la caiguda del mur, quan la policia de l'antiga RDA va deixar d'existir i la
zona est de BerlÃn es va convertir durant un temps en una terra gairebé sense
llei. Ara, el barri de Mitte es caracteritza per albergar grans immobles
legalitzats d'okupes.
A Londres, un estudi recent calculava en 30.000 el nombre d'okupes, encara que
la paraula en anglès, squatter, inclou famÃlies que s'instal.len en vivendes
abandonades. Aquestes no reivindiquen la seva acció, sinó que prefereixen
passar inadvertides perquè ningú els faci fora del nou pis. També en aquests
casos, l'ajuntament opta sovint per regularitzar la seva situació.
Los 'okupas' de Can Ricart se instalan en tres naves más del recinto
Los artistas organizan un pasacalle en el barrio del Poblenou
EL PAÃ?S - Barcelona - 09/12/2006
http://www.elpais.com/articulo/cataluna/okupas/Can/Ricart/instalan/naves/
Los cerca de 50 okupas instalados desde hace una semana en Can Ricart, en el
barrio de Poblenou de Barcelona, han ocupado otras tres naves del antiguo
recinto fabril. Estos tres espacios -dos de ellos, de grandes dimensiones-
pertenecen a propietarios privados, igual que las dos naves ocupadas
inicialmente. Los okupas artistas celebran hoy un pasacalle por Poblenou.
El pasacalle, al que han bautizado irónicamente De la Mar Bella al 22@, es la
primera de las actividades que organiza el colectivo de jóvenes artistas
-muchos de ellos vinculados al movimiento okupa- que hace justo una semana
ocuparon, de forma sorpresiva, el recinto de Can Ricart. El desfile comenzará
en la playa de la Mar Bella y finalizará en la Rambla del Poblenou.
Una portavoz del colectivo okupa explicó ayer que está previsto que durante la
próxima semana se inicien las actividades y talleres en el recinto. El objetivo
es que los artistas vinculados al mundo del circo y de las artes escénicas que
fueron desalojados recientemente del centro La Makabra, también en Poblenou,
puedan reanudar sus ensayos de forma normalizada.
La portavoz explicó que también se programarán actividades abiertas a los
vecinos del entorno con la finalidad de mantener las buenas relaciones
existentes hasta ahora. De hecho, los ocupantes y la plataforma Salvem Can
Ricart han creado un frente común para exigir que se reabra el debate sobre el
futuro del recinto fabril.
Okupas y vecinos coinciden en que Can Ricart deberÃa preservarse en su
totalidad por su interés patrimonial y habrÃa de ser destinado por entero a
acoger servicios públicos.
Limpieza de las naves
La limpieza y el acondicionamiento de las naves avanza a buen ritmo, según
agregó la portavoz del movimiento. "Hemos sacado grandes cantidades de
escombros, hemos pintado puertas y hemos cerrado espacios para asegurarnos de
que no entre nadie", explicó. Aunque no teme que se produzca un desalojo en
breve, la portavoz asegura que toda precaución es poca.
El juez encargado del caso desestimó hace unos dÃas la petición de los Mossos
d'Esquadra para desalojar a los okupas (véase EL PAÃ?S del pasado dÃa 4 de
diciembre). El juez razonó que ni siquiera estaba clara la propiedad del
recinto y por eso citó para el próximo lunes al que se supone que es el
dueño de los inmuebles.
Pese a que la ocupación de Can Ricart ha avanzado en tres naves más, el
colectivo se ha comprometido a no ocupar los solares en los que está previsto
edificar vivienda pública. Todos los dÃas duermen en Can Ricart, aseguró la
portavoz, unas 20 personas, y otras 50 entran y salen del recinto durante el
dÃa.
Els okupes celebren amb una festa de 12 hores l'entrada a Can Ricart
http://www.avui.cat/avui/diari/docs/index4.htm
Queixes dels veïns de Can Ricart pels okupes
La música fins a la matinada molesta els veïns del voltant Els artistes fan
avui una cercavila al barri
M. F. P.
Els veïns que viuen a les cases del costat de Can Ricart, on fa una setmana es
van instal·lar el col·lectiu d'artistes okupes de La Makabra, es queixen de
la música que han d'aguantar fins a "les dues o les tres" de la matinada.
Precisament, iniciar el contacte amb els veïns i millorar les relacions per a
tenir una bona convivència és un dels objectius dels artistes okupes.
Els nous estadants de Can Ricart han organitzat una cercavila, que sortirà avui
a partir de les dotze del migdia a la Rambla del Poblenou. Els okupes van
convidar els veïns perquè assisteixin el dissabte 16 de desembre a la festa
d'inauguració de les naus ocupades. Seran dotze hores de celebració, de les
dotze del migdia fins la mitjanit, amb cabaret, concerts, espectacles i un
skate park.
"Això ja és una altra cosa", es lamentava l'Asunción, una veïna, en saber la
notÃcia de la festa. Aquesta senyora fa 47 anys que viu al carrer Espronceda i,
tot i que assegurava que no li molesten els okupes, no li feia grà cia que
comencin a fer gresca massa sovint.
Tampoc ho volia el Santos, veà del mateix immoble d'Espronceda, que s'estimava
més "ni pensar" que els okupes "puguin arribar a tocar els bongos". No sabien
quina és la raó per la qual els artistes de La Makabra s'han instal·lat a
Can Ricart, i només volien que l'Ajuntament comenci a fer "millores al barri".
La Maria, veïna del mateix carrer, que viu just a sobre Can Ricart, també es
queixava de la música: "El problema no són els okupes sinó l'Ajuntament, que
ha retardat les obres". La Paquita, en canvi, creia que si l'ocupació serveix
per convertir Can Ricart en equipaments per al barri, "ja està bé."
9/12/2006 EL FENOMEN ESQUÀTER|LA SITUACIÓ A LA CAPITAL CATALANA
http://www.elperiodico.cat/default.asp?idpublicacio_PK=46&idioma=CAT&idt
Les cases preses a BCN han passat de 150 a 220 en 2 anys
1. ? El moviment reconeix que les seves festes molesten els veïns
2. ? Cada setmana se'n desallotgen dues sense incidents i se n'ocupen dues
E. W.
BARCELONA
En un procés discret però incessant de desallotjaments i ocupacions, el nombre
de finques en mans dels okupes ha anat creixent de mica en mica en els últims
anys. Els mateixos okupes, basant-se en dades de finques reivindicades per ells
mateixos, calculen que a l'Ã rea metropolitana de Barcelona hi ha unes 220
finques ocupades, 20 més que fa un any i 70 més que el 2004.
Els cossos policials manegen unes xifres superiors, perquè inclouen immobles on
no s'han instal.lat grups d'okupes tradicionals, sinó gent --la majoria
immigrants-- que discretament s'ha apoderat de pisos buits i en desús. AixÃ,
els Mossos d'Esquadra tenen comptabilitzats uns 330 pisos ocupats només a la
ciutat de Barcelona.
IDEOLOGIES DIVERSES
Malgrat que el moviment okupa no existeix com a unitat, sinó que es configura
amb diverses tendències --punk, anarquista, ecològica, social, cultural,
etcètera--, els grups s'intercanvien informacions a través d'internet, de
contrainfos i d'Ã mplies agendes setmanals --info usurpa-- que pengen a les
seves parets i que informen d'actes a gairebé un centenar de cases ocupades
des de Sant Boi fins a Sabadell i Mataró.
A més, des de fa dos anys una Oficina d'Okupació, al Raval, ofereix i registra
dades sobre ocupacions. L'any 2005, va atendre 400 peticions sobre com
instal.lar-se en una casa abandonada.
"La impossibilitat d'accedir a una vivenda pels alts preus fa que cada vegada
més gent opti per l'oKupació, persones que no tenen res a veure amb
l'estereotip existent dels okupes", diu Albert MartÃnez, des de fa anys un
dels portaveus més visibles del moviment. "Ocupar una casa no és tan fà cil,
perquè significa afrontar plets i judicis, però hi ha molta gent que
finalment s'hi atreveix perquè ja no té res a perdre".
NO SENSE INCIDENTS
Tot i reconèixer que la convivència dins d'un barri no sempre és sense
incidents --"sobretot les festes solen provocar molèsties"--, MartÃnez
ressalta que en moltes ocasions okupes i veïns han unit les seves forces per
reivindicar espais al barri. "Ha passat a Sants, on la casa ocupada de Can Vies
s'ha unit a les protestes contra les obres de l'AVE, o ara al Poblenou, en la
defensa conjunta de Can Ricart".
Aquesta última okupació ha tornat a portar els esquà ters a les primeres
pà gines després d'un temps de tranquil.litat relativa, ja que els dos
desallotjaments i ocupacions de mitjana setmanal ja no solen alterar l'ambient
ni provocar incidents.
9/12/2006 Edición Impresa EL FENOMEN ESQUÀTER|ELS PROBLEMES DE CONVIVÈNCIA
http://www.elperiodico.cat/default.asp?idpublicacio_PK=46&idioma=CAT&idt
"Sorollosos, però bona gent"
1. Ciutadans que viuen a prop de cases ocupades coincideixen a assenyalar que
el pitjor són les festes i la música a tot volum
2. Altres veïns recriminen als joves ser "porcs" i no pagar impostos
JUAN RUIZ SIERRA
BARCELONA
Hi ha moltes menes de veïns i moltes menes d'okupes, però, quan es pregunta
als primers com és això de viure al costat dels segons, la immensa majoria
vénen a respondre el mateix: "Són bones persones. Però fan massa soroll".
Núria Ferrer viu al carrer del Congost. En aquesta mateixa via, al barri de
Grà cia, es troba la casa esquà ter coneguda com La Mort. "Fins a aquest agost
era un malson --recorda Ferrer--. Feien festes fins a les set del matÃ
gairebé tots els caps de setmana i aquesta casa és molt petita, de manera que
moltes de les persones estaven de gresca al carrer. Però llavors hi va haver un
incident i, ningú a la finca s'explica per què, tot es va calmar".
L'incident va ser aquest: una veïna de Ferrer, farta dels sorolls, va llançar
una galleda d'aigua sobre els desprevinguts caps dels okupes. Davant dels crits
d'aquests, la mateixa Ferrer, que té dos fills petits --un de 8 anys i un altre
de 6--, va sortir al balcó i els va dir: "És que us esteu passant tres
pobles". Des d'aleshores no ha tornat a haver-hi cap festa a La Mort.
Decibels de flamenc
"Són bons nois. Gent jove, que es busquen la vida, que netegen casa seva i
reciclen, que no es droguen", sosté Sonia Gabarri, veïna, paret amb paret, de
la casa okupa coneguda com a Ruïna Amà lia, perquè està situada al carrer de
la Reina Amà lia, al Raval. En ocasions, això sÃ, s'hi pot sentir música
molt forta. Flamenc, principalment. "Però a mi m'agrada el flamenc, aixà que
no m'importa", explica Gabarri. "A més a més, en aquest carrer, encara que no
hi visquessin okupes, seguiria havent-hi moltÃssim soroll".
En qualsevol cas, ella vol deixar una cosa clara: "Hi ha veïns que són molts
més crÃtics que jo. Diuen que els okupes són uns porcs, que no paguen
impostos i no tenen dret a viure on viuen. Jo sóc més neutral".
Però quan aquest col.lectiu no només afecta la vivenda del veÃ, sinó també
al seu mitjà de manteniment, és més difÃcil conservar aquesta neutralitat
de què parla Gabarri. Al passeig de Joan de Borbó hi ha una casa esquà ter de
cinc pisos i amb vistes esplèndides sobre el port i el castell de Montjuïc. El
restaurant Perú, que compta amb una à mplia terrassa, està just al costat.
Sonia RodrÃguez, que hi treballa i és filla de la propietà ria, té un ampli
repertori d'històries sobre okupes.
"Com aquella vegada que van organitzar una antipassarel.la --recorda
RodrÃguez-- i baixaven de la façana amb una corda i arnès, vestits amb robes
totes florides mentre la gent sopava a la terrassa del restaurant"..
"O aquella altra --continua-- en què un d'ells es va queixar perquè un grup de
clients, que solen venir aquà en bici, havien deixat els seus vehicles
enganxats a la nostra terrassa, però en una zona que els okupes consideraven
que pertanyia a casa seva. Aquell dia un noi ens va dir que traguéssim les
bicis del lloc, perquè era seu. Però potser era l'opinió d'un de sol,
perquè, en general, són sorollosos, però bona gent".
De fet, aquest estiu, la mare de RodrÃguez es va arribar fins a la casa veïna
per preguntar-los als 20 okupes que hi viuen si podien començar les seves
festes nocturnes una mica més tard de l'habitual, quan el restaurant ja
estigués buidant-se. Els esquà ters van acceptar.
Dues versions diferents
Palmira, una senyora que es defineix com "de bastanta edat" i no vol dir el seu
cognom, diu que està "farta" dels seus veïns del carrer del Torrent de l'Olla
número 107. "Avui per ahir vindran a fer festa", diu. "La fan cada divendres i
cada dissabte. És una vergonya. Una vegada vaig baixar a parlar amb ells,
però, encara que em van atendre bé, de manera respectuosa, no va servir per a
res".
Quan es pugen dos pisos d'aquest mateix edifici, no obstant, la realitat sembla
completament diferent. "Jo no tinc cap problema", contesta Leire Castillejo, de
26 anys. "És veritat que, de tant en tant, però molt de tant en tant, fan una
mica de soroll. Però és tan ocasional que ni tan sols ho he comentat mai amb
les meves dues companyes de pis. A més a més totes estem a favor dels
okupes". Hi ha moltes menes de veïns.
Los Mossos sabÃan que los okupas querÃan instalarse en Can Ricart
Los Mossos dicen que no hubo forma de impedir la ocupación dado que los okupas
entraron en el recinto como invitados
09/12/2006 | Actualizada a las 03:35h | Barcelona
http://www.lavanguardia.es/gen/20061209/51295812332/noticias/los-mossos-
Enrique Figueredo | Los servicios de información de los Mossos d´Esquadra
sabÃan que algunos de los okupas desalojados en La Makabra estaban buscando un
lugar donde volver a instalarse. De hecho, con un plazo de antelación no
determinado supieron que el destino más probable iba a ser el antiguo complejo
industrial de Can Ricart. Los Mossos aseguran que no hubo manera de impedir la
ocupación, que nada podÃa hacerse, dado que inicialmente los okupas entraron
en el recinto invitados a un acto festivo autorizado que se celebraba en el
interior.
Los más destacados miembros de La Makabra, algunos vinculados a actividades
circenses, fueron sometidos a discretos seguimientos desde que se vieron
obligados a abandonar el inmueble situado en la esquina de las calles TÃ nger y
Àlaba, que habÃan venido ocupando desde hacÃa más de cuatro años. Los
informes policiales habÃan hecho una descripción de quienes componÃan el
grupo que ocupaba aquella vieja fábrica de toldos reconvertida, parcialmente,
en zona de ensayo para funambulistas. Pero no sólo habÃa allà amantes del
mundo del circo. Se habÃan acumulado personas cercanas a la marginalidad.
En el momento en que se produjo la diáspora de los ocupantes de La Makabra, los
agentes efectuaron diferentes controles para saber dónde iban a reubicarse
determinados miembros de aquel colectivo, a través de los cuales llegaron a
tener claro que éstos estaban ultimando un plan para instalarse en algún otro
inmueble en desuso.
Según la interpretación policial, los okupas prepararon muy bien la acción
que iban a llevar a cabo, pero no con demasiada antelación. Eso no impidió
que los servicios de información llegaran a la conclusión de que Can Ricart
era el objetivo de la nueva ocupación. Las fuentes consultadas aseguran que
los Mossos sabÃan que, casi con toda probabilidad, el acto festivo autorizado
que se celebraba en el antiguo complejo industrial podÃa servir de excusa para
que los antiguos habitantes de La Makabra se introdujeran allà y tomaran
posesión de una nueva conquista urbana.
La policÃa de la Generalitat insiste en que, aunque supieron que Can Ricart
podÃa convertirse en la nueva Makabra, nada pudieron hacer. No habÃa tiempo
y, sobre todo, no habÃa motivo. "No se puede detener a alguien porque esté
pensando en hacer algo ilÃcito, ya que aún no lo ha hecho", dijeron estas
fuentes. "Si para entrar en Can Ricart hubieran tenido que derribar una puerta
o tirar un tabique, se habrÃa podido actuar, pero al contrario, se les
franqueó el acceso", concluyeron.
Los Mossos d´Esquadra mantienen un estricto secreto en torno al número de
efectivos que fueron destinados durante la crisis de Can Ricart. Más allá de
los policÃas uniformados que establecieron el anillo de seguridad en torno a
las antiguas instalaciones industriales, habÃa un nutrido equipo de agentes de
paisano. Pero si estos datos se han llevado discretamente, el tratamiento es
mucho más restrictivo en torno a la cadena de decisiones que los mandos de la
policÃa autonómica fueron tomando en la medida en que se producÃan los
acontecimientos.
Existen algunos indicadores que parecen señalar que los Mossos habÃan llegado
al convencimiento de que el juez de guardia podÃa tomar una decisión rápida
y acceder al desalojo con carácter de urgencia. El sábado de la ocupación,
cuando ya resultaba del todo imposible acceder al interior de Can Ricart, los
responsables de la policÃa autonómica pusieron en estado de prealerta a una
gran cantidad de efectivos que se encontraban fuera de servicio. Especialmente
se movilizó de forma preventiva a los miembros de la brigada móvil, los
antidisturbios.
Los agentes debÃan estar localizables y capaces de reunirse en poco tiempo para
reforzar cualquier acción ejecutiva que pudiera ordenarse acerca del desalojo.
Pero no sólo de eso. Aunque la información señalaba que era poco probable,
cabÃa la posibilidad de que se dieran incidentes espontáneos en el exterior
de Can Ricart si los concentrados que se hallaban allà solidarizándose con
los del interior decidÃan burlar el cordón y entrar por la fuerza.
El PP de Barcelona insta Joan Saura a definir-se sobre Can Ricart
EP. Barcelona.
http://www.vilaweb.cat/www/elpunt/noticia?p_idcmp=2186656
El president del grup municipal del PP a l'Ajuntament de Barcelona, Alberto
Fernández DÃaz, va instar ahir el conseller d'Interior i Relacions
Institucionals, Joan Saura (ICV), a explicar la seva versió sobre l'ocupació
de la fà brica de Can Ricart el cap de setmana passat, en lloc d'«amagar-se»
i guardar silenci. Fernández DÃaz va ironitzar sobre la falta de declaracions
de Saura sobre aquest cas i va dir que caldria interposar davant dels Mossos una
sol·licitud de «cerca» del conseller.
Esta Cataluña nuestra
XAVIER PERICAY. ABC, 9 diciembre 2006
http://www.abc.es/20061209/catalunya-catalunya/esta-cataluna-nuestra_200
No sé por qué, pero me da la impresión de que, asà como en la anterior
legislatura las crisis llegaron por el lado republicano, en esta pueden venir
mayormente por el de los llamados ecosocialistas. Porque crisis habrá, claro.
Por mucho que Montilla se las dé de buen gestor, a la vista están los
resultados de su paso por el Ministerio de Industria. Y por mucho que Carod y
Saura hayan prometido actuar de consuno con el nuevo presidente, nadie ignora
que los intereses partidistas acabarán enfrentando tarde o temprano a las
distintas facciones entre sÃ. Y entonces, insisto, los malos de la pelÃcula
no van a ser, como en el pasado, los de Esquerra, sino los de la sopa de letras
que un dÃa fueron comunistas.
Razones para avalar esta tesis hay unas cuantas. Por un lado está la voluntad
de Carod de centrar al partido. O, lo que es lo mismo, de irle comiendo terreno
a Convergencia para intentar, dentro de cuatro años, el «sorpasso» en la casa
del nacionalismo, y de aprovecharse, a un tiempo, de la orfandad en que se mueve
el maragallismo desde que Pasqual tomó las de Villadiego. En este sentido, el
mayor obstáculo que deberá sortear Carod son Puigcercós y sus muchachos.
Pero el episodio de las banderas del otro dÃa resulta bastante instructivo:
los muchachos hicieron lo que tenÃan por costumbre, pero el nuevo presidente
conminó a sus consejeros a meterlos en vereda. Y obedecieron, lo que no deja
de ser una gran novedad.
Luego están las otras razones, las que provienen directamente del bando de la
sopa de letras. En el reparto de competencias, y aparte de lo que ya poseÃa, a
Joan Saura le ha tocado Interior. En fin, le ha tocado: lo ha exigido. Y se lo
han dado. Yo no sé si se hacen cargo de lo que significa que alguien como
Saura tenga bajo su responsabilidad el Departamento de Interior. Miren lo que
está ocurriendo ya en Can Ricart y descubrirán qué entiende el consejero por
orden público y por propiedad privada. Un colectivo de «okupas» artistas -o
sea, un colectivo doblemente parásito- penetra en una antigua fábrica del
Poblenou que tiene amo y señor sin que los Mossos se lo impidan, y se instala
en ella con el beneplácito del juez de turno. Vamos bien.
Y, por si no bastara con eso, esta misma semana hemos tenido conocimiento de
otra medida saurÃ: la creación de una Dirección General de la Memoria
Democrática. Lo que antes era un simple programa ahora es una dirección
general. Como para alegrarse. Porque aquà también se trata, no lo olviden,
del orden público. No del actual, claro, sino del que los comunistas del
partido en el que aún milita Joan Saura administraron tan bien, con tanta
eficacia, en Cataluña durante la guerra civil. Allà están los miles de
muertos para comprobarlo. Aunque mucho me temo que, estos muertos, la nueva
dirección general no va a tenerlos en cuenta en su memoria. |