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Comentari :: ecologia
SOS por la biodiversidad
29 nov 2006
(Publicado en «Daphnia», revista ecológica de CCOO)

Los científicos alertan de que el mundo está al borde de una gran
crisis ecológica

"Nos encontramos al borde de una gran crisis de biodiversidad",
advierten diecinueve de los máximos expertos mundiales en conservación
de especies en una declaración que publican hoy en la revista
científica "Nature". La pérdida de diversidad biológica, añaden, tendrá
consecuencias graves para el bienestar y el desarrollo humanos. Entre
ellas: extinción de especies comestibles; aparición de nuevas
enfermedades; desaparición de especies que hubieran podido dar lugar a
nuevos fármacos, tal vez para curar esas mismas enfermedades nuevas;
catástrofes meteorológicas debidas a la menor capacidad de los
ecosistemas para regular el clima; declive de destinos turísticos
atractivos por sus recursos naturales; un mundo en el que los niños no
podrán disfrutar del espectáculo de un elefante o un gorila...

Sin embargo, "el valor de la biodiversidad está subestimado" y "las
fuerzas que empujan hacia la pérdida de biodiversidad son mucho más
potentes que las victorias de los esfuerzos de conservación", afirman
en su declaración. Para frenar esta tendencia, los científicos
reclaman que se cree un grupo internacional de expertos en
biodiversidad similar al Panel Intergubernamental sobre Cambio
Climático (IPCC). No es que el IPCC haya conseguido resolver el cambio
climático, pero por lo menos permite que la comunidad científica haga
llegar "información fiable y recomendaciones a ciudadanos y gobiernos
de todo el mundo, que después deciden qué hacer", destaca Robert
Watson, director científico del departamento de medio ambiente del
Banco Mundial y firmante de la declaración. Contra la pérdida de
biodiversidad no hay ni eso.

Y la situación actual, según los datos de la Unión Internacional para
la Naturaleza, es crítica. Un 23 % de las 4.765 especies de mamíferos
terrestres conocidas están actualmente amenazadas de extinción. Para
las aves marinas, el porcentaje se eleva al 27 %. Para las tortugas,
tanto terrestres como marinas, a más del 60 %... Y el problema no se
restringe a especies animales. Entre las plantas, un 25 % de las
coníferas —que incluye los pinos— están amenazadas.

Entre las causas de esta situación, los expertos citan la destrucción
de hábitats (como la deforestación de la Amazonia), la introducción de
especies invasoras (como las voraces tortugas de Florida en ríos de
Europa), la sobreexplotación de recursos biológicos (como el atún en
el Mediterráneo), la contaminación (como la que amenaza a algunas
especies de anfibios) y el cambio climático (que modifica la latitud y
la altitud a las que crecen algunas plantas).

Un motivo adicional de preocupación es que algunas de las especies más
amenazadas son decisivas a la hora de preservar el equilibrio de los
ecosistemas, concluyen dos investigaciones que "Nature" publica hoy
coincidiendo con la declaración de los expertos. "Hemos visto que los
grandes depredadores y los herbívoros de gran tamaño, entre los que se
encuentran algunos de los animales más amenazados, son claves para la
supervivencia de muchas otras especies", explicó ayer Ricard Solé,
investigador de la Universitat Pompeu Fabra y del Institut Municipal
d'Ì?Investigació Mèdica de Barcelona y coautor de uno de los dos
trabajos junto a José Montoya —de la Universidad Queen Mary de
Londres. "Cuando desaparece una de estas grandes especies, se produce
una reacción en cadena que afecta a todo el ecosistema".

Ricard Solé cita el ejemplo de "los lugares de la selva amazónica
donde el jaguar ha desaparecido porque se ha destruido su hábitat".
Son lugares donde ahora proliferan los pequeños roedores, en algunos
casos hasta haber multiplicado por mil su población. Estos pequeños
roedores eran importantes en el ecosistema porque dispersaban las
semillas de acacias y otras especies vegetales pero ahora, al haber
tantos y competir por el alimento, no dejan tiempo para que las
semillas germinen. De modo que las acacias también se han resentido
del declive del jaguar. Y los insectos que viven de las acacias. Y las
arañas que viven de esos insectos.

La investigación de Solé y Montoya se ha basado en comparar cómo
funciona un ecosistema con otros sistemas complejos como redes de
ordenadores, el código genético o sociedades humanas. "Hemos observado
que, aunque hay muchos genes en un genoma y muchas especies en un
ecosistema, hay unos pocos genes y unas pocas especies que regulan
toda la red de interacciones. Cuando falla uno de estos genes en el
cuerpo humano, se produce un cáncer". Desde este punto de vista, la
desaparición de una gran especie es el cáncer de un ecosistema. Y la
consecuencia es la misma: todo el sistema se viene abajo. En la
segunda investigación sobre biodiversidad que publica hoy
"Nature", científicos de Canadá y EE.UU. han concluido también que los
grandes depredadores estabilizan los ecosistemas tras analizar las
interacciones entre especies en cuatro entornos distintos: una tundra,
una estepa, un bosque y una granja.

JOSEP CORBELLA

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