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El fin de los Bloques H, nuevo principio para Irlanda
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per Z |
31 oct 2006
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Con la demolición de la prisión de Long Kesh, símbolo del conflicto sufrido por el norte de Irlanda durante treinta años, se espera que los terrenos del recinto en el que murieron diez presos republicanos en huelga de hambre sean ahora la base para la recuperación económica norirlandesa. |
El fin de semana se inició la demolición de uno de los edificios más emblemáticos del norte de Irlanda, la prisión de Long Kesh, también conocida como the Maze y los bloques H. Una excavadora inició los trabajos de demolición en la mañana del domingo en la Jaula 20, uno de los recintos utilizados para albergar presos republicanos.
La demolición de todos salvo uno de los Bloques H se espera concluya en la primera mitad del 2007, y en los terrenos de la prisión se construirá un polideportivo y un parque de negocios y diversión. En el único edificio de la prisión que será conservado, el hospital de la prisión en el que murieron diez presos republicanos durante la huelga de hambre de 1981 en reivindicación del estatuto político para los presos republicanos, se creará un centro para la resolución de conflictos.
La prisión de Long Kesh cerró sus puertas en setiembre de 2000, tras la excarcelación de los presos políticos republicanos y lealistas que se produjo bajo los términos del Acuerdo de Viernes Santo de 1998. Los últimos cuatro presos que permanecían en la cárcel fueron transferidos a la cárcel de Maghaberry, en las cercanías de los Bloques H, o a la de Magilligan en el condado de Derry.
Detención sin juicio
Hasta 400 presos fueron encerrados en sus instalaciones inicialmente, cuando el Gobierno británico aplicó la política de la detención sin juicio en agosto de 1971. Un año después, el número de detenidos ascendía a 900. En aquel entonces, William Whitelaw, el primer secretario para el norte de Irlanda, permitió un estatuto de «categoría especial» para los detenidos y aquellos acusados de crímenes vinculados al conflicto norirlandés a la vez que revisaba los casos de los detenidos. Para diciembre de 1974, se computan más de 1.100 presos de categoría especial en la prisión, a los que se les permite organizarse como prisioneros de guerra. En aquel momento, los presos se alojaban en las antiguas instalaciones militares de una base aérea militar en las afueras de Lisburn, condado de Antrim, a 17 kilometros de Belfast.
Huelga de hambre
Sin embargo, en 1976, cinco años después, muchos presos fueron transferidos a los nuevos Bloques H, denominados así por la forma de las áreas que alojaban a los presos, y fue entonces cuando se inició un estricto regimen de encarcelamiento que provocó la protesta sucia o de la manta durante la que presos republicanos se negaron a vestir el uniforme de la prisión y se inició la reivindicación del estatuto político, que culminó con las huelgas de hambre de 1980 y 1981.
David Hanson, ministro británico de Justicia para el norte de Irlanda, destacó la importancia política de la demolición, que «marca un paso más hacia el logro de un nuevo futuro que puede ser compartido por toda la comunidad». Se espera que el nuevo poligono industrial y área de descanso y exposiciones proporcione al menos 5.000 empleos y sirva para relanzar la economía norirlandesa.
Representantes de los partidos políticos norirlandeses que integran el Grupo de Monitoreo de Long Kesh/Maze también se felicitaron por el inicio del nuevo plan de desarrollo para la zona. El representante del DUP en la Asamblea norirlandesa Edwin Poots, señaló que Sinn Féin le habría asegurado que el centro para la transformación y resolución de conflictos en la única instalación que no será demolida no se transformará en «un altar republicano».
Paul Butler, de Sinn Féin, apuntó que el centro puede jugar «un papel enorme en la transformación de conflictos en escenarios paz», y explicó que la principal preocupación de Sinn Féin es «la conservación del emplazamiento de Long Kesh por su importancia histórica no sólo para los republicanos sino para la mayoría de la comunidad».
El DUP quiere retrasar la transferencia de los poderes
DUBLIN
El DUP ha advertido de que no espera que la transferencia del poder judicial y de control policial a las instituciones norirlandesas se produzca inmediatamente incluso en el caso de que las instituciones sean restauradas en marzo del próximo año.
El representante del DUP Nigel Dodds acusó a Sinn Féin de no buscar el apoyo de las bases republicanas para la institución policial norirlandesa e insistió en que no se producirá la transferencia de poderes «hasta que se obtenga la confianza de la comunidad unionista» y apuntó a que ello llevará «bastante tiempo».
«El Gobierno británico y Sinn Féin necesitan ser honestos con la gente y no insistir en que los republicanos tendrán poder en tales materias, porque no lo tendrán», afirmó Dodds.
La pasada semana el DUP inició la consulta con la comunidad unionista sobre su apoyo a la propuesta de Londres y Dublín durante las negociaciones de Saint Andrews en Escocia a principios del pasado mes. El DUP ha mandado un folleto informativo en el que pide a sus bases que envíen su veredicto sobre el documento para el 8 de noviembre, dos días antes del plazo impuesto por los gobiernos británico e irlandés para que los partidos confirmen su apoyo al documento. En el folleto, el DUP no propone apoyar o rechazar la propuesta, pero su líder, Ian Paisley, advirtió de que el rechazo del documento dejaría a Sinn Féin vía libre de un posible compromiso de apoyo a las Fuerzas de Seguridad norirlandesas.
El portavoz de Sinn Féin en cuestiones policiales y de justicia, Gerry Kelly, calificó de «locura» el que el DUP exija a los republicanos que apoyen la actuación de la Policía y el poder judicial para luego negarles cualquier influencia o decisión en estas cuestiones para los próximos años. |
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