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Bolivia: Evo ejecuta la polÃtica minera neoliberal de Goni
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per Econoticiasbolivia Correu-e: econews ARROBA ceibo.ent (no verificat!) |
11 oct 2006
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Tras velar a los muertos y curar a los heridos, hay en Huanuni una tensa tregua, una pausa apenas, en la lucha por definir si Bolivia avanza hacia la nacionalización de las minas o si, por el contrario, se mantiene la política privatista de Goni bajo el ropaje de la izquierda indigenista |
Neoliberalismo indÃgena: EVO EJECUTA LA POLÃ?TICA MINERA DE GONI
Redacción de Econoticiasbolivia.com (La Paz, octubre 10, 2006).- El gobierno del presidente Evo Morales dijo una gran verdad cuando acusó al neoliberalismo de ser el causante de la masacre de Huanuni, que dejó a principios de octubre casi una veintena de muertos a bala y dinamita y más de una cincuentena de heridos. Lo que no dijo, sin embargo, es que el actual gobierno de izquierda indigenista continúa aplicando, con todo su rigor, esa misma polÃtica minera neoliberal, diseñada y ejecutada por el millonario ex presidente y dueño de minas Gonzalo "Goni" Sánchez de Lozada, derrocado en octubre del 2003 por una insurrección popular.
La polÃtica minera de Goni, que desmanteló y destruyó en la década de los años 90 la estatal Corporación Minera de Bolivia (Comibol), entregando en concesiones todos los yacimientos a las grandes transnacionales y a las empresas privadas chicas y cooperativizadas, se mantiene en pie y continúa desarrollándose sin pausa.
En sus primeros ocho meses de gobierno, la polÃtica neoliberal indigenista continuó con la privatización del yacimiento de hierro más grande del mundo, entregando el Mutún a la transnacional india de Jindal, con una serie de concesiones onerosas como una millonaria subvención en el precio del gas natural (100 millones de dólares transferidos anualmente a Jindal) y permitiendo la explotación masiva de materias primas con un bajo nivel de industrialización (sólo el 5% del hierro explotado y comercializado se convertirá en acero).
En el resto de la minerÃa, donde las transnacionales controlan dos terceras partes de la producción, la minera chica y cooperativizada privada casi un tercio y el Estado no más del 5%, el gobierno de Evo Morales mantuvo y profundizó el saqueo privado de los yacimientos y reservas con escaso o nulo beneficio para el paÃs.
Desde los años 90, bajo el poder de la oligarquÃa minera y petrolatifundista encarnada en Sánchez de Lozada, la explotación minera generó millonarias utilidades para las transnacionales y para todo el sector privado, dejando migajas para el Estado boliviano.
Hasta el 2004, cada año la minerÃa boliviana exportaba anualmente cerca de 500 millones de dólares y aportaba apenas 11 millones de dólares en impuestos y regalÃas al Estado. Esta polÃtica, impuesta por Goni y el poder minero, se mantiene con todo su rigor durante el gobierno de Morales, estimándose que en el 2006, por el aumento del precio de los minerales, las empresas mineras exportarán más de 1.000 millones de dólares, dejando al Estado no más de 25 millones de dólares en tributos. Las normas, leyes y polÃticas sectoriales neoliberales son las mismas.
Hasta ahora, los tÃmidos intentos por aumentar los impuestos y regalÃas han tropezado con la negativa del Ministerio de MinerÃa, controlado directamente por los cooperativistas privados, que han impuesto el congelamiento de los tributos y la paulatina entrega de más áreas de trabajo de propiedad de la estatal Comibol en beneficio de la inversión privada.
En vez de potenciar a la empresa estatal, que resurge con mucha dificultad desde abajo por la lucha de los sindicatos mineros y la proletaria Federación de Mineros, el gobierno de Morales se puso del lado de las empresas privadas y cooperativistas, que asaltaron Huanuni para intentar ahogar en sangre la lucha por la nacionalización de minas, sin indemnización y bajo control obrero colectivo.
El sueño dorado de los cooperativistas y de las transnacionales es preservar la actual realidad minera, manteniendo al Estado como dueño formal de todos los yacimientos y riquezas mineralógicas, dejando a los privados la explotación y aprovechamiento real de estos recursos no renovables, a cambio de un miserable impuesto.
El gobierno de Morales dio amplias garantÃas a las transnacionales que operan en la minerÃa. Avaló, asimismo, la irregular y dolosa transferencia de valiosas minas y recursos que hizo el prófugo ex presidente Sanchez de Lozada, que hizo su fortuna explotando los yacimientos de Oruro y PotosÃ, en beneficio de la transnacional Glencore. Por ley y justicia, esos yacimientos debÃan pasar a manos del Estado, para compensar en algo el daño económico que ocasionó el genocida. Hay igual garantÃa jurÃdica para todos y cada uno de los grandes y pequeños emprendimientos mineros privados.
La entrega del Ministerio de MinerÃa a los cooperativistas, donde hay un fuerte proceso de diferenciación económica y social, con la aparición de socios capitalistas y miles de asalariados en negro, contribuyó además a la mayor privatización de la minerÃa y a liquidar los últimos resabios de la minerÃa estatizada.
"Desde el Ministerio de MinerÃa se viene impulsando la firma de contratos de riesgo compartido con empresas extranjeras, con la particularidad de que las cooperativas mineras se están convirtiendo en la punta de lanza del ingreso de las transnacionales en el sector minero", señala un informe del Cedla, un organismo no gubernamental especializado.
"Los principales propulsores de esa polÃtica son los estratos más privilegiados de las cooperativas mineras, una suerte de pequeña burguesÃa minera que se halla representada en la actual estructura de gobierno con un Ministerio y que busca beneficiarse con el ingreso de las compañÃas multinacionales en el sector. Estos grupos económico-sociales se hallan gestionando el ingreso de nuevas compañÃas extranjeras para la explotación de los yacimientos ya existentes, garantizando una "licencia social" que brinde "seguridad jurÃdica de largo plazo que precisan las inversiones mineras". En esta dirección, se han realizado importantes avances con una empresa china, interesada en invertir 23 millones de dólares en varios proyectos de reactivación", agrega.
La estrategia del sector cooperativista incluye la toma de yacimientos que aún se hallan en manos de la Corporación Minera de Bolivia (COMIBOL), como Huanuni, Caracollo, Barrosquira, Telamayu, Colquiri, con el objetivo de subastarlos al capital transnacional. La imposición de la orientación polÃtica de esta pequeña burguesÃa minera, es uno de los intereses de clase que permite explicar la actual orientación del gobierno en el sector minero, que desarrolla una polÃtica antiestatista. Un ejemplo claro de esta orientación es el caso de la mina Huanuni que, en vez de ser la base para refundar COMIBOL, está amenazada de convertirse en una empresa cooperativizada y un puente para el ingreso de nuevos inversores extranjeros, agrega.
En Huanuni, los trabajadores asalariados impusieron en una lucha de tres años la nacionalización de este yacimiento, entregado a la transnacional Allied Deals en los años 90, y estaban avanzando en el fortalecimiento de la empresa estatal con la contratación de 1.500 nuevos trabajadores y la exigencia de mayores inversiones (43 millones de dólares), según establece un convenio arrancado al gobierno con un bloqueo de carreteras hace dos semanas. Los cooperativistas, en tanto, aduciendo que compraron en un millón de dólares los derechos de esa transnacional, echada del paÃs por evidente fraude, incumplimiento de contratos y daño económico, intentaron apoderarse de Huanuni el pasado jueves, armados de dinamita y bala, y con la abierta complicidad y cobertura del Ministerio de MinerÃa.
Tras velar a los muertos y curar a los heridos, hay en Huanuni una tensa tregua, una pausa apenas, en la lucha por definir si Bolivia avanza hacia la nacionalización de las minas o si, por el contrario, se mantiene la polÃtica privatista de Goni bajo el ropaje de la izquierda indigenista |
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Comentaris
Bolivia: Miles claman por nacionalizar las minas
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11 oct 2006
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Bolivia: MILES CLAMAN POR NACIONALIZAR LAS MINAS
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Redacción de Econoticiasbolivia.com (La Paz, octubre 11, 2006).- A la cabeza de cientos de mineros asalariados, miles de manifestantes de la unitaria Central Obrera Boliviana (COB), marchó este martes en la ciudad de La Paz en solidaridad con los trabajadores del ensangrentado distrito de Huanuni y clamando por la nacionalización de las minas, que están en poder de las transnacionales y empresarios cooperativistas.
Los mineros de Huanuni, Colquiri, Caracoles y Porco, junto a los maestros urbanos, gremiales, petroleros, estudiantes y campesinos de La Paz bajaron desde la ciudad de El Alto exigiendo al gobierno de Evo Morales un cambio radical en su polÃtica minera, que hasta ahora no se apartó ni un milÃmetro de la diseñada por el ex millonario ex presidente y dueño de minas, Gonzalo Sánchez de Lozada.
La movilización, dirigida por el ejecutivo de la COB, Pedro Montes, aunque fue agredida dos veces por grupos de choque del gobernante Movimiento al Socialismo (MAS) en la Ceja de El Alto y el centro de La Paz, recibió el aplauso de la población, que de este modo expresaba el dolor de los paceños ante los sangrientos sucesos del pasado jueves y viernes, cuando cooperativistas aliados al Gobierno atacaron la mina estatal de Huanuni, dejando como saldo una veintena de muertos y un centenar de heridos.
Todos los trabajadores asalariados portaban en sus guardatojos crespones negros en señal de dolor y luto. El secretario ejecutivo de COB, Pedro Montes, insistió en que el organismo presentará una demanda de juicio de responsabilidades contra el presidente Evo Morales y dos de sus ministros por los sucesos de Huanuni.
La exigencia de la nacionalización de las minas, dijo el dirigente de la COB, es un mandato de las heroicas jornadas de octubre de 2003 y junio de 2005 y que fue ratificado en el ampliado nacional realizado el viernes pasado en esta ciudad de La Paz cuando se determinó respaldar a los mineros de Huanuni.
"Nosotros demandamos que los yacimientos mineros sean explotados por la Corporación Minera de Bolivia y que sus utilidades beneficien a los bolivianos y no a los extranjeros como actualmente ocurre�, agregó.
Durante la manifestación, las organizaciones sindicales exigieron al Gobierno el pago de una renta vitalicia para los familiares de los mineros fallecidos, y la indemnización a los heridos, viudas, y niños que quedaron huérfanos.
Con estribillos en contra del Poder Ejecutivo, las entidades laborales, que superaron las 30 organizaciones, coincidieron en pedir que se evite más derramamiento de sangre.
Las acciones en defensa de la minerÃa sindicalizada serán conjuntas e Ãntegras, declaró el ejecutivo de la proletaria Federación de Mineros, Alfredo Aguilar.
Montes de la COB ratificó que el enfrentamiento en Huanuni se pudo haber evitado “si el Gobierno atendÃa el tema de la reactivación minera en el lapso de los dos o tres meses anteriores y no esperar a que los ánimos se caldeenâ€?.
“Se produjo una masacre y el Gobierno tiene que asumir su responsabilidad, como si fuese el padre de todos los bolivianos. Si vamos a encerrarnos en posiciones radicales desde el Poder Ejecutivo, consideramos que eso constituye una provocación que puede convertirse en otra convulsión social. Evitemos el enfrentamiento entre hermanos mineros, no más viudas, no más huérfanos. La COB exige la mesa del diálogo para entrar a una unificación sólida, en beneficio de los sectores más pobres como los mineros�, agregó. |
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