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Notícies :: amèrica llatina |
Palabras del delegado zero la noche del 15 en Atenco
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per zero |
17 set 2006
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Palabras del delegado zero la noche del 15 en Atenco |
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San Salvador Atenco
16 de septiembre
Buenas noches compañeros y compañeras de Atenco y de la Otra Campaña, que se han congregado aquà para hacer el otro grito de la otra independencia que estamos levantando.
16 de septiembre y madrugada ya. “Ignacio del Valleâ€?, vengo a traer este nombre, mientras allá afuera se disputan los nombres de Fox, Calderón y López Obrador. Y nosotros como zapatistas no elegimos a ninguno de esos tres. Escogemos este dÃa 16 de septiembre el nombre de Ignacio del Valle y, junto con su nombre, el del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y el del digno pueblo de Atenco.
Hace un año, la Otra Campaña se reunió en una comunidad zapatista, en La Garrucha. Y ese dÃa, hoy 16 de septiembre hace un año, las comunidades indÃgenas zapatistas y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional le entregaron a todos estos compañeros y compañeras la Otra Campaña, y empezamos juntos a levantar un movimiento diferente a todo el que han visto en todas partes, en todas las historias.
Porque ahora que está pasando todo lo que está pasando allá afuera y allá arriba hay quienes están buscando quién los dirija. Hay quienes se juntan donde hay mucha gente para oÃr qué les va a decir el que los va a mandar. El que los quiere dirigir para un lado o para otro. Pero nosotros, en la Otra Campaña, no estamos buscando quién nos va a dirigir, quién nos va a redimir, ni quién nos va a dar lo que necesitamos. Tampoco en la Otra Campaña estamos buscando a quién dirigir, no estamos buscando a un pueblo que podamos congregar en un lado y les podamos decir qué es lo que tienen que hacer y nada más que levanten la mano por una cosa o por otra.
Nosotros, en la Otra Campaña, nos estamos buscando unos a otros, a otras, no para que alguien nos mande, sino para tomar nuestro destino en nuestras manos. Para decidir nosotros, como pueblos indios, como pueblos campesinos, como obreros, como mujeres, como jóvenes, como empleados, como estudiantes, lo que necesitamos y cómo lo vamos a conseguir.
Nosotros, en la Otra Campaña, estamos buscando hacer otro paÃs. Donde la Patria seamos nosotros y no un sÃmbolo que se están disputando allá arriba unos y otros. Para, a la hora de la hora, los dos salgan corriendo y ninguno de los dos dé el grito que tanto estuvieron disputando. Nosotros elegimos estar aquà con ustedes en Atenco.
Ignacio del Valle, Felipe, Galindo y otros compañeros y compañeras del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra fueron allá a las comunidades desde que estaba empezando la Otra Campaña. Estuvieron como Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra hace un año, cuando empezó la Otra Campaña. Y entonces empezamos el recorrido. En varias partes llegaron ellos, y con ellos y ellas llegaban ustedes como pueblo. No hablaban por ellos, no contaban su historia personal. Nos contaron y le contaron a muchos en todo el paÃs la historia de los pueblos de Atenco. De cómo defendieron al tierra. De cómo la conquistaron. Y cómo obtuvieron esa victoria. Y aparecieron los muertos, y aparecieron los presos en sus historias. Y apareció siempre el que nunca aparece, el que es nadie, el que no tiene nombre y rostro, mas que cuando están allá arriba los que están allá arriba y se hacen diputados, senadores, presidentes, gobernadores, para ganar o perder simplemente una caja chica donde están sacando el dinero para ellos y no para lo que la gente necesita.
Entonces, en la Otra Campaña hace un año dijimos que Ãbamos a ser compañeros, dijimos que Ãbamos a ser compañeras, que nos Ãbamos a apoyar unos a otros. Y empezamos. Y hoy, aquÃ, en esta tierra, recordamos la sangre de Alexis Benhumea, nuestro compañero, muerto por defender a Atenco. Un joven estudiante que no era de aquà y que aquà murió en estas tierras, aunque fue arrastrando su muerte por mucho tiempo.
Y Alexis estaba aquà el 4 de mayo por la misma razón que Ignacio del Valle, Felipe y Galindo, y todos los del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra, estaban en Texcoco el dÃa 3. Porque éramos compañeros. El dÃa 4 de mayo, en toda la República mexicana, nosotros, nosotras, la Otra Campaña, levantamos la bandera por la libertad y la justicia para esos compañeros que habÃan sido agredidos.
Después, organizaciones, grupos y colectivos fueron soltando esa bandera y criticando al EZLN que porque de manera unilateral, sin preguntarle a nadie, habÃa decidido suspender la gira de la Otra Campaña para concentrarse en la libertad y la justicia para los compañeros y compañeras de Atenco. ¿A qué hora les vinieron a preguntar a ustedes que iban a soltar esa bandera? Ellos que ahora nos están reclamando porqué dejamos de visitar otros lugares, para concentrarnos en defendernos y en apoyarnos como compañeros: el luchar por la libertad y la justicia para Ignacio del Valle, para Felipe, para Galindo, para los compañeros y compañeras que están presos en Santiaguito.
En cuanto empezó a levantarse el movimiento ése que tienen en Reforma —o tenÃan— y en el zócalo, inmediatamente soltaron la bandera por la libertad de Atenco y fueron a correr buscando a ver quién los va a dirigir, quién les va a decir qué hacer. A nadie le preguntaron. ¿Dónde está eso de la decisión unilateral?. ¿A quién le preguntaron qué era más importante? Ponerse a la cola de un movimiento que quiere el poder en lugar de luchar por la libertad y la justicia para un campesino como Ignacio del Valle, o como Felipe, o como Galindo, o para una estudiante como la que nos habló hace rato.
¿Qué les importa a ellos si ahà no hay nada de eso? Allá están las masas, allá está la televisión, allá están los periódicos, las fotos, los artistas, los cantantes, los pintores. Allá está la misma policÃa que agredió a nuestros compañeros jóvenes en la Escuela Nacional de AntropologÃa, cuando bloquearon el periférico exigiendo la libertad de Atenco, la libertad de los presos y presas de Atenco.
Y ahora resulta que no, que sà se pueden hacer las cosas, porque es la libertad de expresión. Pero cuando nosotros lo hicimos, entonces era un delito. Y cuando ellos lo hacen y es para conquistar el poder, entonces es un derecho que hay que ejercer.
Y ellos piensan que no tenemos memoria. Y estas organizaciones y estos grupos que hace un año dijeron que Ãbamos a ser compañeros, y que dejaron de serlo en el momento en que las cámaras, los micrófonos, las fotos, voltearon a ver a otro lado, piensan que vamos a olvidar, que no vamos a tener memoria. Piensan que van a poder regresar a la hora que este movimiento que es la Otra Campaña arranque de la cárcel a Ignacio del Valle. Porque lo vamos a sacar. Y mientras ellos estaban soltando esa bandera, para ir a agarrar la bandera amarilla y negra, para ir a agarrar la bandera de un movimiento que es legÃtimo porque lucha contra el fraude electoral, pero que tiene todo el apoyo de otro gobierno, y nosotros solos, luchando con nuestras propias fuerzas.
Y nosotros venimos a decirles aquà compañeros y compañeras de Atenco: aunque todos en la Otra Campaña abandonen la lucha por la libertad de nuestros compañeros, nosotros, los zapatistas, las zapatistas, no la vamos a dejar. Y vamos a seguir luchando por ellos hasta que salgan libres. Y si no los sueltan, los vamos a liberar nosotros.
Estos compañeros y compañeras que durante este año fueron dejando la lucha para irse a sumar a la cola de ésos, que dejaron y abandonaron a nuestros presos y presas, que hicieron en el otro movimiento lo que nunca hicieron por los presos de Atenco, esos compañeros y compañeras dejarán de serlo. Y seguiremos, aunque sea solos. Y aun asà sabemos que no estaremos solos. Hay otras organizaciones de izquierda, grupos y colectivos que saben que es acá, abajo, donde está la Patria que queremos y no en un zócalo, no en una campana que se toca cada 16 de septiembre, sino en la gente que está luchando por la tierra.
En unos dÃas, una o dos semanas, compañeros y compañeras de nuestra dirección, de la dirección del EZLN, comandantes y comandantas van a llegar para reforzar la solidaridad con Atenco. Se los dijimos hace un tiempo y ahora lo vamos a cumplir. Nosotros vamos a seguir al norte de la República y en cada lugar donde pasemos vamos a contar la historia de esa injusticia, la del 3 y del 4 de mayo, pero también en esa historia, queremos invitar a que uno o dos compañeros del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra vaya con nosotros a los estados del norte. Y que sea su voz, la voz de ustedes la que cuente su historia. No sólo la de los presos, no sólo la de la represión. También y sobre todo su historia de lucha y de organización. La que les permitió levantarse con la más grande victoria y humillación que ha recibido el gobierno de Vicente Fox: la cancelación del aeropuerto que querÃa hacer con sus tierras. Queremos que vayan con nosotros, y a partir de ahora, los nadie que somos nosotros, en cada lugar, en cada rincón, vamos a volver a levantar la bandera de la libertad y la justicia para los presos y presas de Atenco.
Esa es nuestra historia. Nos dicen que al no sumarnos al movimiento de López Obrador, perdimos la oportunidad de hablar ante millones de personas. Y ¿quién les dijo que nosotros querÃamos hablar ante millones de personas? Si lo que nosotros queremos es escuchar la voz de los que nadie escucha. Eso es lo que hemos hecho este año y lo volveremos a hacer a partir de ahora. Ahora en el resto de la República.
Hay una historia, una leyenda de la guerra de Independencia: Vicente Guerrero llega y se presenta con José MarÃa Morelos y Pavón y le dice que quiere pelear. Morelos le extiende una carta y lo nombra general. Guerrero pregunta: ¿y dónde está mi tropa? Morelos voltea y le dice: ésos son —y le muestra un montón de campesinos y campesinas indÃgenas, sólo con machetes, azadones y palos—. Y le dice a Guerrero: “ésa es tu tropaâ€?. Con ésa, Vicente Guerrero empieza la campaña que luego va a culminar en la Independencia.
Nosotros no queremos una Independencia para cambiar de nombre. Nosotros no queremos una Independencia para que alguien nos va a dirigir. Nosotros queremos la Independencia para decidir nosotros. Como dijo el compañero: la soberanÃa. Que los pueblos manden. Que se manden a sà mismos, no que venga otro a decirnos qué es lo que tenemos que hacer.
Hay una leyenda maya. Nosotros somos zapatistas, indÃgenas de raÃz maya. Y cuentan que la luna es una diosa: Ixchel. Que esa diosa se preocupó por cuidar la tierra y cuidó e hizo crecer a hombres y mujeres del color de la tierra. Y que es en el dÃa cuando la luna se guarda y se protege en la tierra y estos hombres y mujeres, los campesinos y las campesinas, los indÃgenas y las indÃgenas, son los que tienen que cuidar la tierra durante el dÃa, para que en la madrugada vuelva a salir, otra vez, Ixchel, la diosa de la luna. Y, a cambio de eso, les dio el poder de poder sanar. El poder de la medicina. Y desde entonces, estos hombres y mujeres, nosotros, nosotras, los que somos del color de la tierra, tenemos que estar curando, sanando los dolores que tiene la tierra.
Venimos a decir aquà lo que ya sabemos. Allá arriba no hay solución para nosotros. Ningún lÃder, ningún caudillo va a construir nuestra solución. Todo lo que tenemos lo hemos conseguido organizados, juntos. Esté o no esté la prensa. Estén o no estén los muchos. Nosotros, nosotras, en la Otra Campaña, vamos a seguir en nuestro camino.
Y ésos que están allá arriba, que ahora están descubriendo que el gobierno es una mierda, que las instituciones no sirven. Ahora están descubriendo que hay que luchar por los derechos, ahora están descubriendo que hay que escuchar al pueblo de México, porque nadie lo escucha. Si nosotros y nosotras lo habÃamos descubierto. Porque eso es lo que falta: que nos escuchemos.
Volvemos a decirlo aquÃ: entre una cosa y otra de los partidos que están allá arriba, nosotros elegimos el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra. Entre Fox, López Obrador y Calderón, elegimos a Ignacio del Valle. Venimos aquÃ, vamos a decirles: vamos a seguir luchando por su libertad.
Gracias compañeros, gracias compañeras.
http://enlacezapatista.ezln.org.mx/la-otra-campana/455
Anuncia la Comisión Sexta del EZLN el reforzamiento de la solidaridad con Atenco y el reinicio simultaneo de la gira
http://enlacezapatista.ezln.org.mx/la-otra-campana/453
Propuesta de calendario de la Comisión Sexta del EZLN para la continuación de la gira
http://enlacezapatista.ezln.org.mx/la-otra-campana/454 |
Mira també:
http://enlacezapatista.ezln.org.mx |
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Comentaris
L@s zapatistas y la Otra: los peatones de la historia. Introducción y Primera Parte: los Caminos a la Sexta
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per CCRI-CG /CG-EZLN/Comisón Sexta/Sup Marcos |
18 set 2006
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L@s zapatistas y la Otra: los peatones de la historia.
Introducción.
Este escrito está pensado para y dirigido especialmente a l@s adherentes a la Sexta y a la Otra Campaña. Y, claro, a quien pudiera simpatizar con nuestro movimiento.
Las que aquà presentamos son parte de reflexiones y conclusiones que se les han compartido a algun@s personas, grupos, colectivos y organizaciones adherentes a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona. Siguiendo nuestro “modo� en la Otra Campaña, primero escuchamos la palabra de est@s compañer@s y ya luego expusimos nuestro análisis y conclusión.
La Comisión Sexta del EZLN ha estado atenta a las opiniones y propuestas de una parte de compañer@s de la Otra campaña, en lo que se refiere a la llamada “crisis postelectoralâ€?, a las movilizaciones en diversos puntos del paÃs (particularmente en Oaxaca con la APPO, y en el DF con AMLO), y a la Otra Campaña. En cartas, en relatorÃas de reuniones y asambleas, en la página electrónica, en algunos casos en sus posiciones públicas, y en encuentros personales y de grupo, algun@s adherentes se han manifestado sobre estos puntos.
Durante parte del mes de julio y todo el mes de agosto, la Comisión Sexta del EZLN sostuvo reuniones multilaterales con algun@s compas adherentes de 19 estados de la república: D.F., Estado de México, Morelos, Michoacán, Querétaro, Tlaxcala, Puebla, Veracruz, Oaxaca, Guerrero, Jalisco, Hidalgo, Zacatecas, Nuevo León, San Luis PotosÃ, Colima, Nayarit, Guanajuato y Aguascalientes.
Además, con organizaciones polÃticas y sociales con presencia en varias partes del paÃs, y con nuestr@s compañer@s del Congreso Nacional IndÃgena.
Según nuestras limitadas posibilidades, sostuvimos estas reuniones en locales de l@s compas de la Otra en la Ciudad de México y en los estados de Morelos, Michoacán, Querétaro, Tlaxcala y Puebla.
No fue posible ni deseable para nosotros hablar directamente con tod@s l@s adherentes. Esto dio lugar a que, en algunas partes, se nos acusara de “excluir� a algun@s. Sobre esto decimos que, en La Otra Campaña, corresponde a cada grupo, colectivo, organización o persona decidir con quién se reúne de la Otra, cuándo, cómo y con qué agenda. Haciendo uso de este derecho la Comisión Sexta del EZLN escuchó y habló con quien aceptó nuestra invitación.
Sin embargo, aunque se trataron de reuniones privadas, nuestros planteamientos no fueron ni son secretos. A quienes, amables, nos escucharon, les pedimos entonces que transmitieran a otr@s compañer@s de sus estados y unidades organizativas de trabajo, lo que pensábamos como Comisión Sexta del EZLN. Algun@s de ell@s, con nobleza, accedieron y lo han hecho a cabalidad. Otr@s han aprovechado para agregar valoraciones de ell@s como si fueran del EZLN o han editado propositivamente su “relatorÃaâ€? para dar una versión tendenciosa de lo que planteamos en esas reuniones.
Los temas de estas reuniones fueron:
La situación nacional arriba, particularmente lo electoral.
La situación nacional abajo, en la gente que no es de la Otra.
La situación de la Otra Campaña.
La propuesta del EZLN para el “¿qué sigue?� de la Otra Campaña.
Algunas de las reflexiones de l@s compas con los que nos reunimos las incorporamos ahora a nuestro pensamiento, reflexión y conclusión. Sin embargo, es preciso dejar claro que lo que ahora comunicamos, y proponemos, a tod@s nuestr@s compas de la Sexta y de La Otra es responsabilidad única de la Comisión Sexta del EZLN, y es como organización adherente a La Otra que lo hacemos.
A quienes se sintieron excluidos o marginados, nuestras disculpas sinceras y nuestra solicitud de comprensión.
Sólo de manera tendencial, presentamos una breve reseña de lo que ocurrió al interior del EZLN y desembocó en la Sexta Declaración, nuestro balance (que no pretende ser EL balance) a un año de la Sexta y la Otra, nuestro análisis y posición sobre lo que arriba ocurre, y nuestra propuesta para los siguientes pasos de La Otra.
Lo que aquà presentaremos fue ya consultado, en sus lÃneas generales, con l@s comandant@s del Comité Clandestino Revolucionario IndÃgena del EZLN, asà que representa no sólo la posición de la Comisión Sexta sino la de la dirección del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
Sale y vale.
Subcomandante Insurgente Marcos.
México, Septiembre del 2006.
Los Zapatistas y la Otra: los peatones de la historia.
Septiembre del 2006.
Primera Parte: Los Caminos a la Sexta.
De manera sintética, puesto que ya hemos abundado en este tema, expondremos el proceso previo, interno al EZLN, a la Sexta Declaración:
1.- La traición de la clase polÃtica mexicana y su descomposición.- A finales de abril del 2001, luego de la Marcha del Color de la Tierra y del apoyo de millones de personas, de México y del mundo, a la causa del reconocimiento constitucional de los derechos y la cultura indÃgenas, la clase polÃtica en su conjunto aprobó una contrarreforma. De esto ya hemos platicado más extensamente, ahora sólo señalamos lo fundamental: los tres principales partidos polÃticos nacionales, PRI, PAN y PRD, dieron la espalda a la justa demanda de los indÃgenas y nos traicionaron.
Entonces algo se rompió definitivamente.
Este hecho (que cuidadosamente “olvidanâ€? quienes nos reclaman nuestras crÃticas a la clase polÃtica en su conjunto), fue fundamental para los pasos posteriores del EZLN, tanto en lo interno como en lo externo. A partir de ahÃ, el EZLN realiza una valoración de lo que fue su propuesta, el camino que siguió y las posibles causas de esa traición.
Por medio de análisis públicos y privados, el EZLN caracterizó al modelo socioeconómico dominante en México como NEOLIBERAL. Señaló que una de sus caracterÃsticas es la destrucción del Estado-Nación, la que incluye, entre otras cosas, la descomposición de los actores polÃticos, de sus relaciones de dominio y de sus “modosâ€?.
El EZLN habÃa creÃdo, hasta entonces, que existÃa cierta sensibilidad en algunos sectores de la clase polÃtica, particularmente los que se agrupaban en torno a la figura de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano (dentro y fuera del PRD); y que era posible, con movilizaciones y en alianza con este sector, arrancar a los gobernantes el reconocimiento de nuestros derechos como pueblos indios. Por ello, buena parte de las acciones públicas externas de EZLN estuvieron destinadas a la interlocución con esa clase polÃtica, y al diálogo y la negociación con el gobierno federal.
Pensábamos que los polÃticos de arriba iban a entender y a cumplir una demanda que habÃa costado un alzamiento armado y sangre de mexicanos; que eso encaminarÃa el proceso de diálogo y negociación con el gobierno federal a un final satisfactorio; que asà podrÃamos “salirâ€? a hacer polÃtica civil y pacÃfica; que con el reconocimiento constitucional se tendrÃa un “techo jurÃdicoâ€? para los procesos de autonomÃa que se vienen dando en varias partes del México indio; y que se fortalecerÃa la vÃa del diálogo y la negociación como alternativa para la solución de conflictos.
Nos equivocamos.
La clase polÃtica en su conjunto fue avara, vil, ruin… y estúpida. La decisión que tomaron entonces los tres principales partidos polÃticos (PRI, PAN y PRD) demostró que las supuestas diferencias entre ellos no son más que simulaciones. La “geometrÃaâ€? de la polÃtica de arriba se habÃa trastocado. No habÃa ni izquierda, ni centro, ni derecha. Tan sólo una banda de ladrones con fuero… y con cinismo en horario mediático estelar.
No sabemos si nos equivocamos desde el inicio, si ya para 1994 (cuando el EZLN opta por las iniciativas civiles y pacÃficas) la descomposición de la clase polÃtica ya era un hecho (y el llamado “neocardenismoâ€? era sólo una nostalgia del 88); o si en esos 7 años el Poder habÃa acelerado el proceso de putrefacción de los polÃticos profesionales.
Desde 1994, personas y grupos de la entonces llamada “sociedad civilâ€?, se habÃan acercado a nosotros para decirnos que el neocardenismo era honesto, consecuente y un aliado natural de todas las luchas populares, no sólo la neozapatista. Creemos que, en la mayorÃa de los casos, esa gente lo hizo con buena intención.
La posición del hoy empleado de Vicente Fox, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, y de su hijo, el patético Lázaro Cárdenas Batel (hoy gobernador de un Michoacán controlado por el narcotráfico), en la contrarreforma indÃgena es ya conocida. De la mano del después flamante coordinador de la campaña de AMLO, Jesús Ortega, los senadores perredistas votaron una ley que fue denunciada como una farsa incluso por organizaciones indÃgenas anti-zapatistas. Se confirmaron asà las palabras de un antiguo militante de izquierda: “el general Cárdenas murió en 1988â€?. Los diputados del PRD, por su parte, en la cámara baja aprobaron una serie de leyes secundarias y reglamentos que consolidaron la traición.
Sólo recordamos que, cuando denunciamos públicamente esta actuación del neocardenismo, fuimos atacados (caricaturas incluidas) por los mismos que ahora dicen que, en efecto, Cárdenas es un traidor (sólo que ahora por no haber apoyado a López Obrador). Claro, una cosa es traicionar a unos indios, y otra muy diferente traicionar al LÃ?DER. Se nos dijo entonces “sectariosâ€?, “marginalesâ€?, y que, al “atacarâ€? a Cárdenas “los zapatistas le hacÃan el juego a la derechaâ€?. ¿Les suena? Y ahora el ingeniero se quiere hacer el “izquierdistaâ€? y crÃtico de AMLO… mientras trabaja para el inquilino de Los Pinos en la comisión de festejos del bicentenario de la independencia.
Después de esa traición, nosotros no podÃamos hacer como si no hubiera pasado nada (no somos perredistas). Con el objetivo de la ley indÃgena habÃamos entablado el proceso de diálogo y negociación con el gobierno federal y llegado a acuerdos, habÃamos construido una interlocución con la clase polÃtica, y habÃamos llamado a la gente (en México y en el mundo) a que se movilizara con nosotros con esa demanda.
En nuestro error habÃamos arrastrado a mucha gente.
No más. El siguiente paso del EZLN no sólo no irÃa encaminado a hablar y escuchar a los de arriba, sino que los confrontarÃa… radicalmente. Es decir, el siguiente paso del EZLN irÃa contra todos los polÃticos.
2.- ¿Lucha armada o iniciativa civil y pacÃfica?.- Después del rechazo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación a las protestas e inconformidades de diversas comunidades indÃgenas por la contrarreforma, algunos intelectuales (varios de los cuales nos reprocharÃan después el no apoyar a AMLO y al PRD en la lucha por la silla presidencial) llamaron implÃcitamente a la violencia. Palabras más, palabras menos, dijeron que a los indÃgenas ya no les quedaba otro camino (véanse las declaraciones y editoriales de esos dÃas –septiembre y octubre del 2002-). Alguno de ellos, hoy flamante “intelectual orgánicoâ€? del movimiento postelectoral de López Obrador, festinó la decisión de la SCJN y escribió que, entonces, al EZLN sólo le quedaban dos caminos: o renegociar con el gobierno o alzarse de nuevo en armas.
Las disyuntivas que allá arriba se plantean (y que hacen suyas algunos intelectuales “de izquierda�), son falsas. Fue viendo hacia dentro nuestro, que decidimos no hacer ni una cosa ni otra.
TenÃamos entonces la opción de la reanudación de los combates. No sólo tenÃamos la capacidad militar para hacerlo, también contábamos con la legitimidad para ello. Pero la acción militar es una tÃpica acción excluyente, el mejor ejemplo de sectarismo. En ella están los que tienen los pertrechos, el conocimiento, las condiciones fÃsicas y mentales, y la disposición no sólo a morir, sino a matar. Nosotros recurrimos a ella porque, como lo dijimos entonces, no nos habÃan dejado otro camino.
Además, habÃamos hecho, en 1994, un compromiso de insistir en el camino civil. No con el gobierno, sino con “la genteâ€?, con la “sociedad civilâ€? que no sólo apoyó nuestra demanda, también participó directamente en nuestras iniciativas a lo largo de 7 años. Estas iniciativas fueron espacios para la participación de tod@s, sin más exclusión que la deshonestidad y el crimen.
Según nuestra valoración, tenÃamos un compromiso con esa gente. Asà que nuestro siguiente paso, pensamos, deberÃa ser también una iniciativa civil y pacÃfica.
3.- La lección de las iniciativas anteriores: mirar abajo.- Mientras la clase polÃtica, en 2001, convertÃa en ley su traición, en las comunidades zapatistas informaba la delegación que participó en la llamada “Marcha del Color de la Tierraâ€?. Contra lo que se pueda pensar, el informe no se referÃa primordialmente a lo que se habÃa hablado y escuchado con y de polÃticos, dirigentes, artistas, cientÃficos e intelectuales; sino a lo que habÃamos visto y escuchado del México de abajo.
Y la valoración que presentábamos coincidÃa con la que habÃan hecho los 5,000 delegados de la consulta de 1999 y los de la Marcha de los 1,111 en 1997. A saber, habÃa un sector de la población que nos interpelaba, que nos decÃa “los estamos apoyando en esto de las demandas indÃgenas, pero ¿y nosotros qué?â€? Y este sector estaba, y está, formado por campesinos, obreros, empleados, mujeres, jóvenes. Sobre todo mujeres y jóvenes, con todos los colores pero la misma historia de humillación, despojo, explotación y represión.
No, no leÃmos que pidieran alzarse en armas. Tampoco que esperaran un lÃder, un guÃa, un caudillo, un “rayo de esperanzaâ€?. No, leÃmos y entendimos que esperaban que lucháramos junto con ell@s por sus demandas especÃficas, asà como ell@s luchaban junto con nosotros por las nuestras. LeÃmos y entendimos que esa gente querÃa otra forma de organizarse, de hacer polÃtica, de luchar.
La “salidaâ€? de los 1,111 y de los 5,000 habÃa significado “abrirâ€? todavÃa más nuestros oÃdos y mirada, porque est@s compas habÃan visto y escuchado, DIRECTAMENTE Y SIN INTERMEDIARIOS, a l@s de abajo. No sólo la situación de vida de personas, familias, grupos, colectivos y organizaciones, también su convicción de lucha, su historia, su “esto soyâ€?, su “aquà estoyâ€?. Y era gente que no habÃa podido visitar nunca nuestras comunidades, que no conocÃa directamente nuestro proceso, que sólo sabÃa de nosotros lo que nuestra palabra le habÃa narrado. Y no era gente que hubiera estado en el templete de las distintas iniciativas en las que l@s neozapatistas hacÃamos contacto directo con l@s ciudadan@s.
Era gente humilde y sencilla a la que nadie escuchaba, y que necesitábamos escuchar… para aprender, para hacernos compañer@s. Nuestro siguiente paso deberÃa ser para hacer contacto directo con esa gente. Y si antes habÃa sido para hablar y que nos escucharan, ahora debÃa ser para escucharl@s. Y no para relacionarnos con ell@s en una coyuntura, sino a largo plazo, como compañer@s.
También analizamos que la delegación zapatista, cuando “salÃaâ€? a alguna iniciativa, era “aisladaâ€? por un grupo de personas: las que organizaban, las que decidÃan cuándo, dónde y con quién. No juzgamos si eran buenas o malas, sólo lo señalamos. Por lo tanto, la siguiente iniciativa debÃa poder “detectarâ€? esos “aislamientosâ€? en un inicio, para evitarlos más adelante.
Además, queriéndolo o no, las “salidasâ€? del EZLN habÃan privilegiado la interlocución con un sector de la población: la clase media ilustrada, intelectuales, artistas, cientÃficos, lÃderes sociales y polÃticos. Puestos a escoger, en la nueva iniciativa tendrÃamos que elegir entre ese sector o el de los más desposeÃdos. Y, si tenÃamos que elegir, lo harÃamos por es@s, l@s de abajo, y construir un espacio para encontrarnos con ell@s.
4.- El “costoâ€? de ser consecuente.- Cada conclusión que hacÃamos en el análisis interno nos llevaba a una definición, y ésta a una nueva conclusión. Según nuestro modo, no podÃamos llamar a la gente a una iniciativa sin decirle claramente lo que pensábamos y a dónde querÃamos ir. Si valorábamos que con la clase polÃtica nada, que nada arriba, debÃamos decirlo. DebÃamos hacer una crÃtica frontal y radical de TODA la clase polÃtica, ya sin diferenciar (como diferenciábamos antes a Cárdenas del PRD), dando nuestros argumentos y razones. Es decir, avisarle a la gente lo que se habÃa roto.
Pensamos entonces (y, como se verÃa después, no nos equivocamos) que el sector que antes siguió a Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, “olvidarÃaâ€? después las acciones legislativas y de gobierno del PRD, las incorporaciones de expriÃstas, los coqueteos con el gran dinero, las represiones y agresiones de gobiernos perredistas a movimientos populares fuera de su órbita, el silencio cómplice de López Obrador frente al voto perredista en el Senado contra los Acuerdos de San Andrés, y proclamarÃa a AMLO nuevo lÃder. De López Obrador hablaremos más adelante, por ahora sólo diremos que la crÃtica lo incluirÃa y, era de esperar, eso molestarÃa y alejarÃa a ese sector que habÃa estado cerca del neozapatismo.
Este sector, formado principalmente, pero no sólo, por intelectuales, artistas, cientÃficos y lÃderes sociales, incluÃa también a lo que llaman “la base social perredistaâ€? y a mucha gente que, sin ser afÃn o simpatizante del PRD, piensa que hubo o hay algo rescatable en la clase polÃtica mexicana. Y toda esta gente, junto a mucha más que no suscribÃa ni suscribe los análisis y posiciones del PRD, habÃa formado una especie de “escudoâ€? en torno a las comunidades indÃgenas zapatistas. Se habÃa movilizado cada vez que sufrÃamos una agresión… menos cuando la agresión provino del PRD.
La crÃtica y la distancia frente a AMLO, a quien consideraban y consideran su alternativa para arriba, serÃa considerada una crÃtica a ell@s. Ergo, no sólo dejarÃan de apoyarnos, también pasarÃan a atacarnos. Asà ocurrió.
Entre los “triunfosâ€? de quienes, desde la academia, las ciencias, las artes, la cultura y la información, apoyan incondicional y acrÃticamente a López Obrador (y hacen ostentación de intolerancia y despotismo… aún sin tener el gobierno) está uno que ha pasado desapercibido: lograron lo que no pudo el dinero, las presiones y las amenazas, es decir, cerrar los pocos espacios públicos que daban lugar a la palabra del EZLN. Primero mintieron, luego tergiversaron y calumniaron, después arrinconaron y, por último, eliminaron nuestra palabra. Ahora tienen el campo libre para hacerse eco estridente (previa edición) de lo que dice y contradice AMLO, sin que nada ni nadie les haga sombra.
Pero el costo no sólo serÃa polÃtico… también militar. Es decir, el “escudoâ€? dejarÃa de serlo y la posibilidad de un ataque militar contra el EZLN serÃa cada vez más atractiva para los poderosos. La agresión vendrÃa entonces con ropas verde olivo, azules, tricolores… o, como ocurrió, amarillas (el gobierno perredista de Zinacantán, Chiapas, atacó con armas de fuego una movilización pacÃfica de bases de apoyo zapatistas el 10 de abril del 2004, los paramilitares amarillos formaron después, patrocinados por el PRD, las primeras “redes ciudadanas de apoyo a AMLOâ€? -otro “olvidoâ€? de quienes reclamaron y reclaman que el EZLN no apoyara ni apoye al perredista-).
Entonces decidimos separar la organización polÃtico-militar de la estructura civil de las comunidades. Esto era una necesidad apremiante. La injerencia de la estructura polÃtico-militar en las comunidades habÃa pasado, de ser un impulso, a convertirse en un obstáculo. Era el momento de hacerse a un lado y no estorbar. Pero no sólo se trataba de evitar que el proceso que habÃan construido (con aporte, ingenio y creatividad propios) las comunidades zapatistas, fuera destruido al mismo tiempo que el EZLN o estorbado por él. Se buscarÃa también que el costo de la crÃtica a la clase polÃtica fuera “pagadoâ€? sólo por el EZLN y, preferentemente, por su jefe militar y vocero.
Pero no sólo. En el caso de que las comunidades zapatistas decidieran dar el paso que el EZLN veÃa como necesario, urgente y consecuente, debÃamos estar listos para sobrevivir a un ataque. Por eso, tiempo después, la Sexta Declaración de la Selva Lacandona arrancarÃa con una alerta roja, y habÃa que prepararse, por años, para ella.
5.- Anticapitalista y de izquierda.- Pero la conclusión principal a la que llegamos en nuestra valoración no tenÃa qué ver con estos aspectos, digamos, tácticos, sino con algo fundamental: el responsable de nuestro dolor, de las injusticias, desprecios, despojos y golpes con los que vivimos, es un sistema económico, polÃtico, social e ideológico, el sistema capitalista. El siguiente paso del neozapatismo tenÃa que señalar claramente al responsable, no sólo de la conculcación de los derechos y de la cultura indÃgena, sino de la conculcación de derechos y de la explotación de la gran mayorÃa de la población en México. Es decir, deberÃa ser una iniciativa anti-sistémica. Antes de eso, aunque tendencialmente todas las iniciativas del EZLN eran anti-sistémicas, no eran señaladas claramente. Toda la movilización en torno a los derechos y cultura indÃgena habÃa sido dentro del sistema, incluso con la intención de construir interlocución y un espacio jurÃdico dentro de la legalidad.
Y definir al capitalismo como el responsable y el enemigo traÃa consigo otra conclusión: necesitábamos ir más allá de la lucha indÃgena. No sólo en declaraciones y propósitos, también en organización.
Se necesitaba, se necesita, pensábamos, pensamos, un movimiento que una las luchas en contra del sistema que nos despoja, nos explota, nos reprime y nos desprecia como indÃgenas. Y no sólo a nosotr@s como indÃgenas, sino a millones que no son indÃgenas: obreros, campesinos, empleados, pequeños comerciantes, ambulantes, trabajador@s sexuales, desempleados, migrantes, subempleados, trabajador@s de la calle, homosexuales, lesbianas, transgénero, mujeres, jóvenes, niñ@s y ancian@s.
En la historia de la vida pública del EZLN habÃamos conocido a otras organizaciones y pueblos indios y nos habÃamos relacionado con ell@s con fortuna. El Congreso Nacional IndÃgena nos habÃa permitido no sólo conocer y aprender de las luchas y procesos de autonomÃa que pueblos indios estaban llevando adelante, también habÃamos aprendido a relacionarnos con ell@s con respeto.
Pero también habÃamos conocido a organizaciones, colectivos y grupos polÃticos y culturales con una definición claramente anticapitalista y de izquierda. Frente a ell@s habÃamos mantenido desconfianza, distancia y escepticismo. La relación habÃa sido, sobre todo, un continuo desencuentro… de ambos lados.
Al reconocer al sistema capitalista como responsable del dolor indÃgena, el EZLN tenÃa que reconocer que no sólo a nosotros nos producÃa ese dolor. Estaban, están, es@s otr@s que hemos ido encontrando a lo largo de estos 12 años. Reconocer su existencia era reconocer su historia. Es decir, ninguna de esas organizaciones, grupos y colectivos habÃa “nacidoâ€? con el EZLN, ni a su ejemplo, ni a su sombra, ni bajo su techo. Eran, son, agrupamientos con una historia propia de lucha y dignidad. Una iniciativa antisistema capitalista debÃa no sólo tomarlos en cuenta, sino plantear una relación honesta con ell@s, es decir, una relación respetuosa.
L@s compas del Congreso Nacional IndÃgena nos habÃan enseñado que reconocer historias, modos y ámbitos es la base para el respeto. Asà que pensábamos que era posible plantear esto a otras organizaciones, grupos y colectivos anticapitalistas. La nueva iniciativa debÃa plantearse la construcción de coincidencias y alianzas con es@s otr@s, sin que ello significara unidad orgánica o hegemonÃa de ell@s o del EZLN.
6.- Mirar arriba… lo que no se dice.- Conforme iba avanzando allá arriba la lucha por la silla presidencial, iba quedando claro para nosotros que lo fundamental no se tocaba: el modelo económico. Es decir, el sistema que padecemos como pueblos indios y como mexican@s, no era abordado por ninguna propuesta de quienes se disputaban el arriba, ni por el PRI, ni por el PAN, ni por el PRD.
Como ha sido señalado, no sólo por nosotros, la propuesta supuestamente de “izquierdaâ€? (la del PRD en general y la de AMLO en particular), no era ni es tal. Era y es un proyecto de administración de la crisis, asegurando ganancias para los grandes propietarios y controlando el descontento social con apoyos económicos, cooptación de dirigentes y de movimientos, amenazas y represión. Desde la llegada de Cárdenas Solórzano al gobierno de la capital, luego con Rosario Robles y después con López Obrador y Alejandro Encinas, la ciudad de México era y es gobernada como con el PRI, pero ahora bajo la bandera del PRD. Cambió el partido pero no la polÃtica.
Pero AMLO tenÃa, y tiene, lo que ninguno de sus antecesores: carisma y habilidad. Si antes Cárdenas usó el gobierno de la ciudad como trampolÃn para la presidencia; López Obrador también, pero con mayor pericia y fortuna que el ingeniero. El gobierno de Vicente Fox, con sus torpezas, se convirtió en el principal promotor y publicista de la candidatura del perredista. Según nuestras valoraciones, AMLO ganarÃa la elección para presidente de la República.
Y no nos equivocamos. López Obrador obtuvo el mayor número de votos entre quienes se disputaban la presidencia. Aunque no con la holgura que vaticinó, su ventaja fue clara y contundente.
En donde sà nos equivocamos es en pensar que el recurso del fraude electoral era ya cosa del pasado. De esto hablaremos más adelante.
Siguiendo con nuestro análisis, la llegada de AMLO y su equipo (formado por puros salinistas descarados o vergonzantes, además de una runfla de personas viles y ruines) a la presidencia de la República significaba la llegada de un gobierno que, aparentando ser de izquierda, operarÃa como de derecha (tal y como hizo, y hace, en el gobierno del DF). Y, además, llegarÃa con legitimidad, simpatÃa y popularidad. Pero nada de lo esencial del modelo económico serÃa tocado. En palabras de AMLO y su equipo: “se mantendrÃan las polÃticas macroeconómicasâ€?.
Como casi nadie dice, las “polÃticas macroeconómicasâ€? significan aumento de explotación, destrucción de la seguridad social, precarización del trabajo, despojo de tierras ejidales y comunales, aumento de la migración a los Estados Unidos, destrucción de la historia y la cultura, represión frente al descontento popular… y privatización del petróleo, la industria eléctrica y la totalidad de los recursos naturales (que, en el discurso lopezobradorista, se disfrazaban como “coinversiónâ€?).
La polÃtica “socialâ€? (los “analistasâ€? afines a AMLO “olvidanâ€?, otra vez, las grandes semejanzas con aquel “solidaridadâ€? de Carlos Salinas de Gortari – el “innombrableâ€? renombrado en el equipo de López Obrador) de la propuesta perredista, se nos decÃa, serÃa posible reduciendo el gasto del aparato gubernamental y eliminando (¡ja!) la corrupción. El ahorro obtenido servirÃa para la ayuda a los sectores “más vulnerablesâ€? (ancianos y madres solteras) y para apoyar las ciencias, la cultura y el arte.
Entonces pensamos: gana AMLO la presidencia con legitimidad y el apoyo de los grandes empresarios, además del respaldo incondicional de la intelectualidad progresista; sigue el proceso de destrucción de nuestra Patria (pero con la coartada de ser una destrucción “de izquierdaâ€?); y cualquier tipo de oposición o resistencia serÃa catalogada como “patrocinada por la derecha, al servicio de la derecha, sectaria, ultra, infantil, aliada de Martha Sahagún (entonces era Martita la que “sonabaâ€? como precandidata del PAN – después la etiqueta dirÃa “aliado de Calderónâ€?-) y bla, bla, blaâ€?, reprimida (como el movimiento estudiantil de 1999-2000; el pueblo de San Salvador Atenco –recordemos que todo inicia con el perredista presidente municipal de Texcoco, -los diputados del PRD en el Estado de México, hoy demandantes de la libertad de l@s pres@s, saludaron y apoyaron en su momento la represión policÃaca-; y l@s jóvenes que fueron reprimid@s por el gobierno perredista de ese “defensor del derecho a la libre expresiónâ€?, Alejandro Encinas, paradójicamente, por bloquear una calle en demanda de libertad y justicia para Atenco); agredida (como las bases de apoyo zapatistas en Zinacantán); o calumniada, perseguida y satanizada (como la Otra Campaña y el EZLN).
Pero la ilusión se acabarÃa a la hora en que se fuera viendo que nada habÃa cambiado para l@s de abajo. Y entonces vendrÃa una etapa de desánimo, desesperación y desilusión, es decir, el caldo de cultivo para el fascismo.
Para ese momento serÃa necesaria una alternativa organizativa de izquierda. Según nuestro cálculo, en los primeros 3 años de gobierno se definirÃa la verdadera naturaleza del llamado “Proyecto Alternativo de Naciónâ€?.
Nuestra iniciativa debÃa tomar en cuenta esto y prepararse para ir con todo en contra (caricaturas incluidas) por varios años, antes de convertirse en una opción real, de izquierda y anticapitalista.
7.- ¿Qué seguÃa? La Sexta.- Para finales del 2002, el proyecto que después serÃa conocido como la Sexta Declaración de la Selva Lacandona estaba esbozado a grandes rasgos: una nueva iniciativa polÃtica, civil y pacÃfica; anticapitalista, que no sólo no buscara la interlocución con los polÃticos, sino que los criticara abiertamente y sin consideraciones; que permitiera el contacto directo entre el EZLN y l@s otr@s de abajo; que l@s escuchara; que privilegiara la relación con la gente humilde y sencilla, que permitiera la alianza con organizaciones, grupos y colectivos con el mismo pensamiento; que fuera de largo aliento; que se preparara para caminar con todo en contra (incluido el sector progresista de artistas, cientÃficos e intelectuales) y dispuesta a enfrentarse a un gobierno con legitimidad. En suma: mirar, escuchar, hablar, caminar, luchar, abajo… y a la izquierda.
En enero del 2003, decenas de miles de zapatistas “tomaron� la ciudad de San Cristóbal de las Casas, Chiapas. Machetes (en honor a l@s rebeldes de Atenco) y varas de ocote ardiendo brillaron e iluminaron la plaza central de la antigua Jovel. Habló la dirección zapatista. De entre ell@s, el Comandante Tacho advirtió a quienes apostaban a la desmemoria, el cinismo y la conveniencia: “Se equivocan, sà hay otra cosa�.
En ese momento, aún entre la sombra de la madrugada, la Sexta Declaración empezó a andar…
(Continuará…)
Por el Comité Clandestino Revolucionario IndÃgena-Comandancia General del EZLN y Comisión Sexta.
Subcomandante Insurgente Marcos.
México, Agosto-Septiembre del 2006.
http://enlacezapatista.ezln.org.mx/la-otra-campana/456 |
Es pot rendir culte a la personalitat...
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per perso |
18 set 2006
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malgrat que es porti un pasamonyanyes, si sempre el porta el mateix.
Es pot rendir culte a la personalitat donant-se el càrreg de sub, malgrat que, casi sempre, parli el mateix, el sub que vol dir si és el primer?.
"delegado cero"? o millor "delegado 1"? ....
El projecte revolucionari zaparista es mereix el millor, el sub també ... però potser acabarà no essebt així .... |
Re: Palabras del delegado zero la noche del 15 en Atenco
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per ningú |
20 set 2006
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Sup o Sub (Sots). Sotscomandant o Subcomandante que vol dir per sota dels comandants. Es a dir, la Comandancia de l'EZLN está per sobre d'ell (Marcos). Tant sols fa de portaveu (vocero)
"delegado CERO" (abaix i a l'esquerra) = ningú (tot hom que no conta pels de dalt).
perso, les solucions les teves preguntes es poden trobar en la lectura, de ben segur tenen totes resposta.
Molt recomenable llegir:
http://enlacezapatista.ezln.org.mx
Sexta Declaración de la Selva Lacandona
http://enlacezapatista.ezln.org.mx/especiales/2
Palabra Zapatista desde 1994
http://palabra.ezln.org.mx
Televisión Zapatista
http://enlacezapatista.ezln.org.mx/especiales/52
Comunicados de la Sexta
http://enlacezapatista.ezln.org.mx/especiales/50
El EZLN en la Otra Campaña
http://enlacezapatista.ezln.org.mx/especiales/49
Relatorías de Preparatorias y Plenaria
http://enlacezapatista.ezln.org.mx/la-otra-campana/57 |
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