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La Memoria Torcida
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per CNT - J. Costa |
25 ago 2006
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La Memoria Torcida |
LA MEMORIA TORCIDA
El Congreso de Diputados de la Nación ha declarado 2006 como Año de la Memoria Histórica. A finales del mes de Julio el Consejo de Ministros del Gobierno socialista aprobó un Proyecto de Ley de las VÃctimas del Franquismo con el declarado objetivo de establecer medidas a favor de quienes padecieron persecuciones y represalias durante la Guerra Civil y la posterior dictadura de Franco.
Evidentemente no es ninguna casualidad que todas estas manifestaciones hayan coincidido con el 70 Aniversario de la Guerra Civil y que estemos ante una operación de manipulación a varias bandas.
Por un lado los residuos del partido comunista se empeñan en hurgar esta zona delicada porque en algún sitio tienen que rascar votos. A la vez, intentan acaparar el espacio de la memoria sobre la Guerra como si fuese el principal, por no decir el único, actor que se enfrentó contra el levantamiento de las derechas. Y no deja de ser irónico que los herederos de los partidos estalinistas, el PC de Llamazares y el PSUC de Saura, que entonces persiguieron con saña a anarquistas, cenetistas y poumistas, hoy pretendan ser los campeones de una memoria histórica.
Por otra parte al partido socialista, partido de gobierno que dice haber optado por la pacificación en todos los frentes, le interesa cerrar heridas todavÃa abiertas, aunque sólo sea con unas tÃmidas y roÃdas declaraciones.
El PP ni quiere ni sabrÃa cicatrizar las heridas de la Guerra. Pero, a pesar de los alborotos de los hijos y nietos del franquismo, al sector supuestamente civilizado del PP, también partido de gobierno, le interesa hacer tabla rasa histórica de la Guerra y superar, para llegar al Ejecutivo, el incómodo recuerdo de las dos Españas.
A todos ellos les deberÃa picar la cara de cinismo polÃtico.
Porque hagamos memoria en este supuesto año de la memoria y presuntas intenciones de reparaciones para los vencidos.
El primer entuerto surge ya hace más de 30 años en el primer abrazo de Vergara en el que los hijos y nietos de los vencedores y parte de los vencidos (socialistas, comunistas y nacionalistas) pactan en secreto las “pautas de gobernabilidadâ€? de la “transiciónâ€? que preceden los Pactos de la Moncloa. Una de ellas es el pacto de silencio sobre la reciente memoria histórica. Es decir que habÃa que lamerse las heridas en silencio otros cuarenta años para acceder a los pesebres de una democracia parlamentaria torcida.
Esto le permite hoy al señor RodrÃguez Zapatero presumir que “este es un paÃs donde somos todos ya hermanos polÃticos y de convivenciaâ€? . No dice Zapatero que hay algunos hermanos que lo son más hermanos que otros. AsÃ, quienes firmaron el pacto de silencio han recibido, aparte de varios miles de
millones de su patrimonio histórico (los socialistas y la UGT), sustanciosas subvenciones de los presupuestos generales que les permiten mantener un aparato y bailar al son del sistema, , asà como el apoyo mediático con la versión polÃticamente correcta que les permiten monopolizar el supuesto espacio polÃtico social. Quienes se negaron a ser cómplices de este silencio (los libertarios y la CNT), no sólo no han recibido subsidios ni soportes mediáticos, sino que ni siquiera se les ha devuelto el patrimonio histórico de sus abuelos. Asà pues, los propios socialistas y comunistas contribuyen a que perduren heridas abiertas y a que subsistan esas dos Españas.
Tampoco dice Zapatero que sus reparaciones son puro sarcasmo. Los represaliados y exiliados de la Guerra y el franquismo, hoy han muerto todos. A eso han estado esperando los socios del pacto de silencio. Incluso los hijos de la guerra y el exilio rondan ya los 70 años. Unas medidas que quizás, en otro contexto y con otro tratamiento, podrÃan haber tenido sentido hace 30 años, hoy son un pedo al aire y descarado cinismo.
Desde lo que era y es el sector más numeroso de las vÃctimas del franquismo, no se piden honores ni reconocimientos piadosos. Tampoco quiere, como el PSOE y los comunistas, justificar que hubo desmanes por ambos bandos gracias y santo amen. Los presuntos “desmanesâ€? de los vencidos ya fueron pagados con creces bajo el triunfalismo franquista. Ahora se les pide un nuevo ajuste de cuentas envuelto en una cÃnica hipocresÃa de supuesta concordia que queda simbolizada por la siniestra sombra de la monstruosa Cruz del Valle de los CaÃdos.
No, el colectivo de vÃctimas libertarias ni pide honores ni nada que no sea lo suyo. Sà pide que las memorias históricas, en lugar de ajustarse a objetivos polÃticos partidistas, se ajusten a la verdad histórica. También reclaman la revisión de los juicios sumarÃsimos del franquismo –y no sólo el de Companys-. Rechazan y denuncian la legitimización de los consejos de guerra que hacen hoy los señores del Supremo argumentando el supuesto derecho vigente del franquismo. ¿Acaso no tenÃa la República también una Constitución y unos derechos constitucionales tan válidos como la actual Constitución borbónica? ¿O es más constitucional una que otra como el caso de los supuestos hermanos?
El cinismo de todas estas manifestaciones queda aún más a la vista ante los gestos pusilámenes del Ejecutivo socialista de suavizar sus proposiciones para aplacar al PP y a una Iglesia Católica tan beligerantes hoy como en tiempos del Levantamiento y la Cruzada. Los mismos responsables del Golpe de Estado fascista que provocó y sustentó la Guerra Civil se están cebando hoy en demostrar que las raÃces de la guerra de clases del trasfondo de la Guerra Civil siguen vivas: quienes viven a duras penas del trabajo y quienes se lucran explotando a los trabajadores.
ASOCIACION LIBERTARIA DE CATALUNYA DE VICTIMAS DEL FASCISMO
CONFEDERACION REGIONAL DEL TRABAJO. C.N.T. DE CATALUNYA.
Agosto 2.006. |
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