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Notícies :: criminalització i repressió : mitjans i manipulació
[g8] Reporteros sin Fronteras denuncia el encarcelamiento de un periodista freelance
04 ago 2006
Reporteros sin Fronteras está consternada con la sentencia del juez federal de San Francisco William Alsup que, el martes 1 de agosto, ordenó el encarcelamiento del periodista freelance Josh Wolf, por “desacato al tribunal�.
El periodista se negó a entregar a la justicia un vídeo, grabado en junio de 2005, del enfrentamiento entre unos anarquistas y la policía, cuando se celebraba un cumbre del G8. Como se rechazó su petición de libertad condicional, el periodista fue internado inmediatamente en el centro federal de detención de Dublín (California). Su abogado, José Luis Fuentes, va a apelar hoy ante el tribunal del distrito 9, y va a presentar una nueva petición de libertad condicional.

“Enviar a la cárcel a este periodista porque ha protegido sus informaciones constituye, a la vez, una grave violación de la libertad de prensa y una negación de la Primera Enmienda de la Constitución. Los periodistas no son ni auxiliares de la justicia, ni auxiliares de la policía. Es urgente que se debatan y aprueben en el Congreso los proyectos de ley sobre la libertad de circulación de la información, en la medida en que consagran este privilegio para la prensa Esto llenaría el vacío jurídico existente a nivel federal, mientras que la legislación de 32 Estados reconoce ese derecho a los periodistas. Esta sentencia absurda y desproporcionada contra Josh Wolf viola el artículo 8 de la Convención Interamericana de los Derechos Humanos, que establece “el derecho a no divulgar las fuentes informativas�. Pedimos la libertad inmediata de Josh Wolf�, ha declarado la organización.

El martes 1 de agosto de 2006 compareció ante la justicia federal el periodista freelance Josh Wolf, por haberse negado a entregar a la policía unos archivos de vídeo, grabados durante las manifestaciones de San Francisco contra la celebración de la cumbre del G8 en Escocia. Las imágenes mostrarían el incendio intencionado de un coche policial. Josh Wolf niega tener tales imágenes. El juez William Alsup, teniendo la precaución de decir que no atacaba la confidencialidad de las fuentes, consideró que se trataba de un desacato al tribunal, ya que la necesidad del gobierno de acceder a esos vídeos es más importante que las protecciónes constitucionales concededidas a Josh Wolf. Por tanto, el periodista fue internado, sin libertad condicional, en la cárcel de Dublín (California), y hasta que entregue los vídeos, o expire el período de investigación de que dispone el “gran jurado�, a saber en julio de 2007.

El abogado del periodista ha dicho a Reporteros sin Fronteras que el juez se negó incluso a ver el vídeo durante la audiencia, por considerar que eso le corresponde hacerlo al “gran jurado�. William Alsup ha dicho que, a nivel federal, no existe ninguna « ley escudo » que proteja a los periodistas y les exonere de participar en la investigación de un “gran jurado�. De este caso se ha encargado la justicia federal únicamente porque fue un vehículo federal el que ardió. Si al periodista le hubieran juzgado las autoridades de su Estado habría tenido protección completa mientras que, en este caso, está totalmente sometido a la ley federal que, paradójicamente, es mucho menos protectora. El caso de Josh Wolf pone de manifiesto la gran precariedad del estatuto de los periodistas en Estados Unidos, y recuerda al de la periodista Vanesa Legett, detenida 168 días en 2002. Su puesta en libertad la consiguió cuando expiró el mandato del tribunal que la sancionó por « desacato », y no porque se produjera una sentencia judicial positiva. Por tanto, en el caso de que se reabra la investigación, a la periodista todavía pueden interrogarla y detenerla de nuevo.
Mira també:
http://www.rsf.org/article.php3?id_article=18456

This work is in the public domain

Comentaris

blog de Josh Wolf
04 ago 2006
-
http://joshwolf.net/blog/
Re: [g8] Reporteros sin Fronteras denuncia el encarcelamiento de un periodista freelance
04 ago 2006
Más periodistas habría que encarcelar....Losantos, Anson, Tertsch, Rahola....
Re: [g8] Reporteros sin Fronteras denuncia el encarcelamiento de un periodista freelance
05 ago 2006
Reporteros Sin Fronteras» recibe financiamiento de
EEUU

Reporteros Sin Fronteras (RSF) es una organización
francesa que dice velar por “la libertad de prensa� en
todo el mundo, particularmente en Cuba, y aunque
obtiene bastante financiamiento del gobierno francés,
también está recibiendo plata de la National Endowment
for Democracy (NED), un fondo privado cuyos recursos
son aprobados por el Congreso y administrados por el
Departamento de Estado. La NED “promueve la
democracia� al gusto estadounidense en todo el
planeta..
   
22 de marzo de 2005

Ernesto Carmona y Diana Barahona Montevideo (Uruguay)

Reporteros Sin Fronteras (RSF) es una organización
francesa que dice velar por «la libertad de prensa» en
todo el mundo, particularmente en Cuba, y aunque
obtiene bastante financiamiento del gobierno francés,
también está recibiendo plata de la National Endowment
for Democracy (NED), un fondo privado cuyos recursos
son aprobados por el Congreso y administrados por el
Departamento de Estado. La NED «promueve la
democracia» al gusto estadounidense en todo el
planeta...

La organización, conducida por el ex reportero y ex
izquierdista Robert Menard (foto izquierda), también
recibía también fondos del Consejo Económico y Social
de Naciones Unidas, pero en julio de 2003 perdió el
reconocimiento del Comité de Organizaciones No
Gubernamentales, tras irrumpir en una sesión de la
Comisión de Derechos Humanos con pancartas y panfletos
alusivos a Cuba.

El NED y RSF tienen, además, gran injerencia en Haití
y Venezuela. En el país de Bertrand Arístide, el NED
financió los grupos armados de ex militares
duvalieristas que desestabilizaron el país preparando
la invasión franco estadounidense del 29 de febrero de
2004, mientras en Venezuela tonifica con dólares
frescos las actividades de los grupos que sueñan con
la caída de Hugo Chávez e incluso promueven su
asesinato.
«Reporteros con camiseta»

A comienzos de 2004, RSF negó su apoyo al periodista
mapuche chileno Pedro Cayuqueo, a pesar de intensas
gestiones personales realizadas en su sede en París y
en la sucursal de Madrid, aduciendo que no era un
problema de naturaleza periodística. Cayuqueo es un
periodista con formación universitaria que fue
detenido por la policía de Carabineros en la puerta de
la Universidad La Frontera de Temuco mientras vendía a
los estudiantes su mensuario Azkintuwe, que fue
secuestrado. La policía de Carabineros prácticamente
le robó 200 ejemplares que jamás fueron devueltos.

La organización de Menard tiene su sede en París,
donde sus comunicados de prensa son distribuidos por
Saatchi & Saatchi Worldwide, una corporación
transnacional de publicidad dependiente del Publicis
Group SA de Francia, el cuarto grupo mundial en el
negocio de las comunicaciones, cuyo principal cliente
es el Ejército de Estados Unidos.

Publicis es la empresa número uno en publicidad en
Francia y la tercera de Europa. Su avisaje es
substancial para la supervivencia de muchos medios
galos, a la vez que asegura la resonancia mediática de
RSF. Menard, asimismo, mantiene corresponsales
rentados en diferentes países, como el periodista
Alejandro Jiménez en Chile.

«Debería llamarse “Reporteros con Camiseta�», dijo el
periodista chileno Daniel Yáñez tras dos semanas de
infructuosas gestiones en París en favor de Cayuqueo,
en febrero de 2004. Tampoco prosperaron los esfuerzos
hispanos de Tito Drago, corresponsal de Inter Press
Service y presidente honorario del Club de Prensa de
España, quien realizó gestiones personales ante la
delegación en Madrid.

La periodista estadounidense Diana Barahona, del
Northern California Media Guild, escarbó información
sobre el financiamiento estadounidense de RSF y cómo
éste influye sus políticas de «denuncia» y
«vigilancia» de «la libertad de prensa» en países como
Irak, Haití y Venezuela, donde suele ignorar las
violaciones que no son del interés de Estados Unidos
(y de Francia).

Aunque su artículo no menciona los constantes ataques
de RSF contra Cuba y su cabildeo pesado contra
variados aspectos de la revolución cubana —no
relacionados precisamente con su concepto de «libertad
de la prensa»— ofrece una descripción detallada sobre
su parcialidad en Haití y Venezuela y cuestiona la
credibilidad de sus «reportes» e «informes». Ésta es
la traducción del artículo «Fondos gubernamentales
tiñen la objetividad de grupos de prensa», de Diana
Barahona, publicado en el Reportero Gremial de marzo
de 2005 [1] .
¿Quien financia a «Reporteros sin Fronteras»?

Goverment funds color press group’s objectivity
Fuente: The News Paper Guild, marzo 2005
Por Diana Barahona, Northern California Media Guild
Traducción de Ernesto Carmona

En el último año, las historias periodísticas en
EE.UU. sobre libertad de prensa citan cada vez más el
trabajo de una organización asentada en París,
Reporteros sin Fronteras (Reporters sans Frontières, o
RSF). De hecho, a pesar de su pequeño tamaño y
carencia de directivos de alto perfil, Reporteros sin
Fronteras alcanza casi el mismo reconocido renombre
que el Comité para la Protección de Periodistas (CPJ)
de Nueva York, que puede jactarse de tener en su junta
de directores a Walter Cronkite, Dan Rather y a Tom
Brokaw.

Lo cierto es que RSF abraza muchas causas sentidas por
los periodistas estadounidenses. Por ejemplo, estuvo
entre las organizaciones que exigieron más
abiertamente al Pentágono una investigación del ataque
al Hotel Palestina en que inexplicablemente mataron a
dos periodistas. Más recientemente, criticó las
demandas judiciales federales dirigidas a obligar a
revelar sus fuentes a Judith Miller, Matthew Cooper y
a otros periodistas.

Pero RSF, a diferencia del CPJ, es financiado
sólidamente con subvenciones del gobierno que plantean
interrogantes sobre su objetividad. Y un examen de
cerca a las batallas más sonadas de RSF —y a las otras
que ignora— sugieren con fuerza una agenda política
coloreada por la opción de sus padrinos.

Desafortunadamente, la organización aparece poco
dispuesta a tratar estas inquietudes: El representante
de RSF en Nueva York, Tala Dowlatshahi, dio por
terminada una entrevista por teléfono cuando le
pregunté si la organización solicitó el año pasado
alguna otra subvención del gobierno de EE.UU. distinta
a la que ya recibe del National Endowment for Democacy
(Fondo Nacional para la Democracia).
RSF en Haití

Quizás sea más notable la obvia parcialidad política
del grupo en sus informes sobre Haití. El 29 febrero
de 2004, RSF expresó su apoyo al derrocamiento
franco-estadounidense del presidente haitiano
Jean-Bertrand-Bertrand Aristide, a la misma hora en
que recibía del gobierno francés el 11% de su
presupuesto (397.604 euros, o aproximadamente 465,200
dólares de 2003).

De acuerdo con el periodista y documentalista Kevin
Pina, asignad en Haiti, la organización documentó
selectivamente ataques contra estaciones de radio de
la oposición mientras ignoraba otros ataques contra
periodistas y locutores para crear la impresión de una
violencia de Estado patrocinada contra los opositores
de Aristide.

RSF culpó a Aristide de los asesinatos sin resolver de
dos periodistas, llamándolo "«depredador de la
libertad de la prensa» y celebró su salida en un
artículo de julio de 2004 titulado «Regresa la
libertad de prensa: una victoria que se consolidará».
«Nuevos vientos de libertad soplan sobre las
estaciones de radio de la capital», proclamó. Agregó
que Aristide —quien no tenía ningún ejército— planeaba
«chamusquear la tierra hasta el fin», en la crisis que
comenzó cuando 300 paramilitares aparecieron armados
con M-16 desde República Dominicana.

Pero RSF mantuvo silencio sobre las consecuencias
sangrientas del golpe, especialmente en los descarados
ataques continuos contra periodistas. Por ejemplo, el
grupo no dio la noticia cuando en enero 2005 la
policía mató al reportero de radio Abdias Jean, en los
tugurios de Pot-au-Prince, al igual que en el ataque
contra el periodista Raoul Santo-Louis, tiroteado el
pasado febrero, después de recibir amenazas de muerte
que ahora lo mantienen oculto.

En los hechos, a diferencia de su campaña sostenida
contra Aristide, RSF no culpa al actual gobierno de
ninguna cosa.

Los puntudos clamores de las historias contadas en la
prensa sobre la pérdida de apoyo de Aristide y la
utilización de cuadrillas para sostenerse en el poder
fueron una manipulación diseñada por una oposición
creada por el Departamento de Estado de EE.UU. y por
los medios nacionales e internacionales.

La versión de los medios —y de RSF— rehusó demostrar
que Arístide fue un Presidente con enorme popularidad,
realzando sólo a los ciudadanos que quisieron acabar
su mandato.

Los opositores de Aristide efectuaron demostraciones
que los medios cubrían y ampliaban, mientras no hacían
caso a las marchas favorables a Aristide, que eran
mucho más grandes. Al mismo tiempo, el movimiento
político más grande del país, Lavalas, fue retratado
como una multitud violenta.
RSF en Venezuela

Reporteros sin Fronteras también ha ido después contra
el Presidente venezolano Hugo Chávez, alegando que
amenaza a los medios privados. El conflicto entre la
administración Chávez y los medios viene de antes de
abril de 2002, cuando cuatro estaciones privadas de
televisión de Venezuela ayudaron e incitaron
activamente a un golpe militar contra el gobierno. En
la noche del golpe, después de meses de discursos
televisivos anti-Chávez y de llamados para un
«gobierno transitorio», la estación de Gustavo
Cisneros fue la sede de las primeras reuniones de los
confabulados, incluyendo al breve dictador Pedro
Carmona.

El presidente de la asociación de radiodifusores de
Venezuela firmó el decreto que disolvía a la Asamblea
Nacional y durante los dos días siguientes las
estaciones ocultaron información sobre el secuestro
del Presidente y sobre la toma del palacio
presidencial por tropas leales impulsadas por la
presencia de centenares de miles de partidarios en las
calles.

Ningún dueño o encargado de la televisión fue
procesado, ni perdieron sus licencias de
radiodifusión. Sin embargo, RSF continúa del lado de
los medios privados contra el «autoritarismo» de
Chávez.

El 26 de noviembre de 2004, RSF emitió un informe
sobre un proyecto de reforma a los medios propuesto a
la Asamblea Nacional de Venezuela («Reporteros sin
Fronteras critica la amenaza a la libertad de prensa
de la nueva ley»).

Coincidencia o no, el informe apareció apenas dos
semanas después que RSF solicitó un "grant"
(subvención) al U.S. National Endowment for Democracy.
Aunque el NED aparece como una agencia privada, su
dinero es autorizado por el Congreso y controlado por
el Departamento de Estado.

La abogada de derechos humanos Eva Golinger ha
documentado más de 20 millones de dólares otorgados a esta Organizacion.
Sindicato Sindicat