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Praga mon amour
07 jul 2006
La historia narra que en 1968, conflictivo año del mayo francés y las revueltas estudiantiles que conmocionaron a tantos lugares, los ojos del mundo también estuvieron sobre la antigua Checoslovaquia y su capital, donde se vivió a lo largo de ese año un proceso —bautizado como la «Primavera de Praga»— que parecía anunciar la crisis del imperio soviético. La expectativa de a dónde podría llegar ese proceso se vio abruptamente cancelada por una rápida y abrumadora invasión militar, que pareció demostrar a la mayoría que el poder de Moscú seguía siendo tan sólido como en cualquier otro momento después de la Segunda Guerra Mundial, por encima de que ahora algunos, como Teodoro Petkoff en Venezuela, empezaron a percibir como negativo el poderío de una super-potencia que antes se veía como un soporte para el cambio revolucionario en el mundo.

Ciertamente la evolución posterior, hasta llegar a la «Perestroika», la caída del muro de Berlín y el colapso del Estado soviético, fue lo que permitió que todos aceptáramos lo que sólo unos pocos advirtieron y proclamaron en aquel entonces: tras su aparente fortaleza la URSS ocultaba graves conflictos y debilidades que más temprano que tarde la llevarían a una crisis severa. Pero las opiniones «objetivas y bien informadas» rechazaban semejante apreciación, ya que si algo había quedado claro con lo ocurrido en Praga era que la hegemonía soviética podía resolver de manera expedita los problemas internos que la afectasen y sólo debía temer los riesgos externos, derivados de la Guerra Fría, afirmación que se convirtió en artículo de fe para casi todos los cultores de aquella peculiar ciencia de la «sovietología», cultivada con furor por ese entonces en campus universitarios e institutos de investigación.

Ahora ya no hay sovietólogos y la erudición sobre la Guerra Fría acumula polvo en los anaqueles menos consultados de las bibliotecas, pero tenemos a la teorética del pensamiento único y a la dogmática de la Globalización, herramientas con las cuales los estudiosos «objetivos y bien informados» del imperio que quedó en pie anuncian la Buena Nueva del Milenio Capitalismo-USA, frente al cual no hay ninguna opción alternativa real, ya que es impensable e imposible romper con las actuales estructuras económicas, políticas, sociales y culturales, que por lo demás no sólo han funcionado bien en el pasado y el presente, sino que tenderán a mejorar en el porvenir.

Precisamente para reafirmar el catecismo de la Globalización en su prédica y práctica, dos instituciones esenciales en su sacerdocio como son el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial convocan a su reunión anual, que debe comenzar el martes 26 en esa misma ciudad de Praga que mencionamos al comienzo. Pero he aquí que unos coleados planean convertir tan solemne acto en una callejera rumba: los irreverentes y auténticos herederos de aquella primavera de 1968 —los grupos de base y activistas de la capital checa— constituyeron la Iniciativa Contra la Globalización Económica, que como ha ocurrido desde 1999 en Seattle, Washington, Londres, Melbourne y muchos otros sitios, demostrará con creces no sólo que hay oposición, sino que también hay caminos distintos al que los poderes económicos dominantes y la tecnocracia globalizante pretenden imponer. Además, ese ánimo contestatario no se expresará el 26-S unicamente en Praga, pues el día ha sido proclamado (¡Internet mediante!) Día de Acción Mundial Contra el Sistema Capitalista Global.

Para desdicha de los servicios de espionaje y demás amantes de buscar tenebrosas «manos peludas» (Irak, Cuba, Norcorea, el narcotráfico, las Siervas del Santísimo Sacramento, Miquelena, etc.) detrás de estas movilizaciones, sus convocantes y participantes son ni más ni menos que lo que dicen ser: los oprimidos, los humillados, los ofendidos, los de abajo; ellos son los representados, no el «representante»; expresan la política de la acción directa y la autogestión; sin liderazgos ni intenciones electoreras; en fin, algo tan distinto a lo que se acepta dentro de la «normalidad» reinante que los analistas que les conté (¡Uds. saben, los «objetivos y bien informados»!) suelen percibirlos como un hecho curioso o muy secundario, que de ninguna manera representan un reto para el orden globalizado.

Desde el poder, dentro y fuera de la República Checa, se está haciendo lo posible para neutralizar el impacto de la movilización anunciada; esto incluye detenciones arbitrarias, medidas para impedir la presencia masiva de manifestantes, intentos de «hackear» las redes de contacto de los activistas y la infiltración de provocadores (por cierto, ex mercenarios que reciben mejor paga por este oficio) para que generen la violencia que excuse la represión. También hay iniciativas más «políticas», como los llamados del presidente checo Havel pidiendo a la Iniciativa Contra la Globalización Económica el mismo tipo de respeto a la Ley y el Gobierno que él rechazó con el Movimiento Carta 66 en la lucha contra el régimen comunista, además del peculiar tratamiento que los medios masivos de difusión darán a los acontecimientos, generalmente presentados como «disturbios» más o menos pintorescos y que no expresan ningún verdadero malestar social.

Cumplida toda esta estrategia de contener, desvirtuar y minimizar los hechos, después del 26-S los personajes aquellos (¡los que te dije, los o. y bien i.!) escribirán sesudos artículos demostrando las bondades de un sistema que tolera y hasta les da cámara a unos opositores atolondrados y folklóricos, lo cual prueba lo chévere que es un imperio tan buena nota que hasta le da pena llamarse imperio. Llegarán a la conclusión de que la hegemonía de USA, perdón, la Globalización, goza de la mejor salud, y que el único riesgo provendría de ataques externos, como (¡no se rían, por favor!) desde las gigantescas bases misilísticas de Irak o los norcoreanos que justifican el relanzamiento de la Iniciativa de Defensa Estratégica, o (¡que no se rían, vale!) alguna amenaza del espacio exterior. Según tan esclarecidos maestros, el orden mundial capitalista es totalmente capaz para resolver de manera expedita sus problemas internos (¿dónde he oído esto antes?), así que no valdrá la pena ni volver a recordar el alboroto de Praga.

Por supuesto, será de muy mal gusto recordarle a estos hijos putativos de la sovietología que en aquella década del 60, Bob Dylan cantaba que no era necesario un meteorólogo para saber a dónde soplaba el viento; en el comienzo del segundo milenio tampoco hace falta para anunciar una primavera en Bohemia...

Posdata: Para los que se creen (con temor o ilusión) el discurso anti-globalización del actual gobernante venezolano va un dato iluminador: con el pretexto de la «Seguridad Nacional con motivo de la conferencia de la OPEP», el presidente de PDVSA anunció la prohibición de cualquier manifestación pública la semana del 26-S, aún cuando el motivo no tenga que ver con esa reunión ni con los que allí participan, por lo que la medida impide realizar en Caracas lo previsto para el Día de Acción Mundial. Claro está, esas minucias de supresión de derechos políticos fundamentales no tienen por qué llamar la atención de un poder legislativo que ahora discute sobre su aumento de sueldo, ni de una Defensora del Pueblo que en este momento anda pendiente de las tramoyas para sacarla del cargo...

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Comentaris

Re: Praga mon amour y los traficantes de armas
09 jul 2006
La República Checa y España acogerán a mediados de septiembre congresos de otros hijos de puta que no son el FMI. Los traficantes de armas del pentágono, después de matar a cargo del contribuyente, se pasan al sector privado. Para multiplicar sus ingresos después de hacer los contactos imprescindibles. Recibamosles como se merecen. vease la web:http://www.defenceiq.com/cgi-bin/templates/fivecell.html?topic=228&newTop=243"
Re: Praga mon amour
09 jul 2006
http://www.defenceiq.com/cgi-bin/templates/genevent.html?topic=228&event=10333& Venen als governs tancs i canons que es podran fer servir per reprimir las revoltes del poble txec.
Sindicato Sindicat