|
|
|
Notícies :: criminalització i repressió |
|
Tortura blanca?
|
|
|
per gilgamesh |
02 jul 2006
|
|
|
TORTURA BLANCA
Por lo que yo se este concepto se hizo popular en los años 70 en referencia a la odiosa práctica ideada por las autoridades alemanas en su lucha de exterminio contra los miembros de la RAF, y que tuvo su momento álgido con el “suicidio� de varios de ellos y la creación de cárceles especiales (Stammheim).
La práctica consistÃa en mantener a los presos aislados, sin contacto alguno con el exterior ni entre ellos, en celdas insonorizadas e iluminadas dÃa y noche, en una situación de privación sensorial que buscaba su deterioro y consiguiente aniquilación psÃquica y fÃsica.
Entre les informaciones sobre la ocupación del CIE de la zona franca y la detención de 57 compañeros y compañeras han abundado las denuncias de malos tractos y tortura blanca, que habrÃan consistido en dejar unas cuatro horas bajo el sol a los detenidos, no darles suficiente comida durante dos dÃas, no dejarles ir al baño cuando querÃan o tratarles con groserÃa.
Dejando de lado que esta clase de denuncia, junto con la polémica si era legal o no la detención de los abogados y periodistas que asistÃan a la acción, ha eclipsado en los medios de comunicación, incluso los alternativos, el debate sobre la naturaleza de lo que se iba a denunciar y de los objetivos que se pretendÃan conseguir, creo que ya va siendo hora de abandonar esta tendencia nefasta a la victimización y lloriqueo constantes que conlleva una banalización de los conceptos que utilizamos.
Cualquiera que haya tenido la desgracia de establecer un contacto "profesional" con las fuerzas de seguridad del estado sabe que la prepotencia, el garrulismo, la falta de respeto son constantes en el trato que dispensan a sus presas. Sin embargo la prepotencia, el garrulismo, la falta de respeto, aunque no tolerables en un estado de derecho etc. y por lo tanto criticables y denunciables, NO son tortura.
La tortura es algo cruel, inhumano, es una categoria execrable que se situa al otro lado de la linea roja que cualquier persona con una pizca de humanidad en cualquier sociedad sabe que no puede traspasarse nunca.
No confundamos una de las manifestaciones más descarnadas del ejercicio del poder que busca la humillación, la destrucción del opositor, con la bofetada o la chuleria de un quillo en uniforme.
Por este camino como movimientos perdemos toda credibilidad frente a una sociedad que en gran parte sà que sabe distinguir entre las distintas formas de ejercicio del poder a pesar de la interesada y orweliana confusión que se promueve en los ámbitos mediáticos sobre los valores fundamentales que han de regir cualquier interacción humana.
No contribuyamos al levantamiento de cortinas de humo alrededor del hecho gravÃsimo que aquÃ, en el corazón de nuestra civilizada Europa se sigue torturando y amparando la tortura, la de verdad. |
This work is in the public domain |
