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Comentari :: laboral
Acuerdo de 660 despidos en Seat ¡Nunca mas!
18 mai 2006
ACUERDO DE 660 DESPIDOS EN SEAT: ¡NUNCA MAS!

Tras la firma del acuerdo de despidos y la publicación el 19 de diciembre de la Resolución del Departament de Treball de la Generalitat que los autorizaba, una calma tensa se fue acumulando en talleres y oficinas a la espera de conocer la relación de los 660 condenados. El día 23, último día antes de las vacaciones de fin de año, los empleados de personal acompañados por los servicios de seguridad iniciaron la distribución de las cartas de despido. A partir de ese momento se multiplicaron las escenas de solidaridad e indignación, una mezcla de lágrimas y rabia embargaba a muchos trabajadores, hombres y mujeres, jóvenes y veteranos, de todos los colores sindicales, tanto de los que eran señalados con la carta fatídica como de los que por el momento se libraban. Hasta que la chispa de la rebeldía prendió en las cadenas de montaje en el turno de mañana, iniciando un paro que se extendió por el resto de talleres.
La gran mayoría de los delegados de UGT y CCOO habían desaparecido de los talleres y de los locales sindicales. Los jefes de taller intentaron sofocar el paro, llamando a la vuelta al trabajo con amenazas de sanciones, pero fue en vano. La solidaridad con los compañeros y compañeras despedidos fue superior a todas las presiones y miedos.
El turno de la tarde, lo mismo que el de noche, pararon conforme entraban a trabajar. A lo largo del día se sucedieron las marchas por los talleres y las concentraciones delante de los locales de los sindicatos. Las expresiones de rechazo al acuerdo de despidos y la exigencia de dimisión de los firmantes se gritaron masivamente durante toda la jornada

El día 23 hablaron los trabajadores y trabajadoras de SEAT. Y lo hicieron a través de un “paro salvaje�, poniendo en riesgo sus puesto de trabajo. Ese, fue el mejor referéndum sobre el acuerdo de despidos, y tuvo un resultado demoledor contra el acuerdo.

¿Qué pasó, porque después de una movilización unitaria y masiva de la plantilla de SEAT a lo largo del conflicto se concluye con un acuerdo de despidos vergonzoso? ¿Quienes han sido los actores y responsables de esta nueva derrota del movimiento obrero? ¿Este final era inevitable?

Antecedentes y preparación de la ofensiva de la Dirección del Grupo VW y SEAT

El acuerdo de despidos marca un punto de inflexión negativo en la trayectoria del movimiento obrero en SEAT, y es también un nuevo peldaño, derrota a derrota, en el largo descenso hacia el infierno neoliberal de una fuerza de trabajo sin derechos. Sea en la negociación de los convenios, en los sucesivos acuerdos ante los procesos de reestructuración, o por acuerdos puntuales, la multinacional ha obtenido importantes avances en materia de flexibilidad de jornada, movilidad geográfica y funcional, productividad, doble escala salarial, moderación salarial con recortes salariales en periodos de “crisis�. El XVII y último Convenio, valorado en su día tanto por la patronal como por los dirigentes del PPCC de SEAT como un convenio ejemplar, compendia los retrocesos en todos los ámbitos laborales, 5 años de duración, moderación salarial, mísera reducción de jornada (1 solo día), implantación del trabajo en equipo (modelo Toyotista), flexibilidad laboral con la introducción de la bolsa horaria, cláusula de salvaguardia para absorber posibles excedentes de empleo aplicando reducciones de tiempo de trabajo y de salario, etc.

No es el objeto de este artículo profundizar en las causas y factores que coadyuvaron en este largo proceso de derrotas. Solo indicar algunas de sus causas, en primer lugar el mecanismo de integración de las direcciones sindicales mayoritarias a través de un mecanismo no transparente de “cogestión� de las nuevas contrataciones que dio como resultado un amplio fenómeno de corrupción y clientelismo; el error estratégico de las direcciones sindicales mayoritarias al teorizar la lucha sector a sector, o empresa a empresa, abandonando las movilizaciones generales; en fin, el hundimiento de las convicciones ideológicas y morales de amplios sectores del sindicalismo mayoritario, que les llevaron a asumir como propios los valores y la ideología neoliberal, basta ver su entusiasmo neoconverso con el concepto de competitividad.
La dirección de SEAT, en el marco de la estrategia del Grupo VW, preparó a lo largo del 2005 la última ofensiva. La implantación del trabajo en equipo, realizando una fuerte presión sobre los trabajadores absentistas culminó en el mes de junio con 46 despidos disciplinarios. En torno a estos despidos, el papel de las direcciones de UGT y CCOO prefiguró lo que a mayor escala iban a realizar en diciembre (fue un secreto a voces que negociaron esa primera lista de despidos), más tarde ante la presión del sector más combativo de la plantilla convocaron un paro para “lavarse la cara�. La ilegalidad de gran parte de los despidos quedaría de manifiesto en las numerosas sentencias de nulo radical emitidas por los juzgados de lo social, pero la campaña de terror sobre la plantilla ya estaba lanzada, el absentismo cayó drásticamente, la gente enferma iba al trabajo por miedo a figurar en nuevas tandas de despidos, y la empresa pudo empezar a cuantificar el excedente de plantilla…

Paralelamente, la Dirección del Grupo VW, en pleno torbellino por el escándalo de corrupción del Director de Personal Sr. Hartz que compraba los favores de los dirigentes sindicales de IGM de VW con los servicios de prostitutas, lanzó una ofensiva para reducir los costes laborales en el Grupo con la excusa de asegurar la competitividad en el sector, amenazando con la deslocalización de las producciones desde las factorías de VW menos “rentables y productivas� a las que tuvieran mayor rendimiento. En el mes de septiembre, la decisión sobre el reparto de las producciones para los próximos años en el seno de las factorías del Grupo VW quedó congelada a la espera del resultado de las elecciones alemanas. Tras su conclusión, el anuncio de deslocalizar producciones y modelos desde las factorías de VW en Alemania, a Chequia y Portugal, quedó por el momento aparcado, y el Presidente de SEAT Sr. Schleef abre fuego declarando que en SEAT sobran más de 800 puestos de trabajo, y propone aplicar el artículo de salvaguardia pactado en el XVII convenio, de reducir la jornada y el salario para absorber el excedente. Posición que será rechazada de manera unánime por todos los sindicatos de SEAT. La respuesta de la Dirección de la empresa, fue presentar un expediente de rescisión de contrato para 1346 trabajadores y trabajadoras de SEAT. El conflicto estaba servido.

Gestión sindical del conflicto

Unas declaraciones del secretario de UGT de SEAT Sr. Matías Carnero reconociendo la existencia de un excedente de empleo, coincidentes con las emitidas por la dirección de SEAT, disparó la inquietud entre los sectores sindicales más combativos de SEAT, particularmente entre CGT y el sector crítico de CCOO que dirige la sección sindical de SEAT Martorell. El rumor sobre un posible preacuerdo de la Dirección de SEAT con los dirigentes Matías Carnero de UGT y Manolo Gálvez de CCOO (sector ICV) para dar una salida al excedente se hacía cada vez más fuerte.

En aquel entonces la distribución de una hoja de Revolta Global de SEAT, denunciando que la dirección del Grupo VW estaba provocando una crisis artificial en SEAT, y desmontando la “tesis� que había un excedente de empleo tuvo un gran impacto en la opinión de la plantilla. Sea por el impacto de este análisis, o por que algo falló en sus cálculos, el Sr. Matías Carnero dejó de mencionar que había un excedente. En ese impasse se produjo una reunión que fue decisiva para dar un giro a los acontecimientos. A iniciativa de los compañeros de Revolta Global de SEAT se organizó una reunión entre varios dirigentes de CGT y del sector crítico de CCOO, que concluyó en un compromiso de unidad de acción para organizar la oposición a los planes de la multinacional, arrastrando al conjunto de CCOO y de UGT. Esta iniciativa, se reveló fructífera, facilitando la recomposición de la unidad sindical en torno a la Plataforma Unitaria como alternativa al expediente de extinción de contrato que amenazaba la empresa. Dicha Plataforma, además de exigir un compromiso real de inversiones y planes de futuro para SEAT que garantizase el empleo de toda la plantilla, se oponía a toda medida traumática, y reivindicaba la prejubilación a los 58 años, entre otros objetivos.
El 11 de octubre, la Dirección de la empresa comunica al Comité Intercentros la existencia de un excedente en torno a los 1400 trabajadores y dispara de nuevo todas las alarmas. Se convoca unitariamente la primera movilización para el día 27, un paro de 3,25 horas por turno con salida a la calle y corte de la autovía. La respuesta masiva y combativa de la plantilla desbordó todas las previsiones. La nueva clase obrera de SEAT tomaba el relevo en la lucha a los veteranos ya en minoría en la plantilla. Y lo hizo con gran combatividad. Pero, en este primer episodio del conflicto, ya se produjeron los primeros problemas. Tras un “rifirafe� con los delegados sindicales una parte de los trabajadores del turno de noche del taller 8 de montaje intentó salir a la calle con el ánimo de cortar la autovía, lo cual fue aprovechado por la Dirección de SEAT para imponer las primeras sanciones con 7 despidos y decenas de sancionados con 30 y 45 días de suspensión de empleo y sueldo.

El 4 de noviembre, la Dirección de SEAT solicita a la Autoridad laboral la rescisión de 1346 contratos de SEAT. El expediente es rechazado por todos los sindicatos y se inicia el periodo legal de consultas y negociaciones, tras el cual el Departament de Treball de la Generalitat debe emitir la correspondiente Resolución.

Entre los días 9 y 10 de noviembre tiene lugar la primera huelga de 24 horas contra el ERE que fue seguida masivamente. Más tarde, una manifestación compacta de cerca de 20.000 trabajadores/as, la plantilla y miles de antiguos trabajadores de SEAT prejubilados que expresan su solidaridad, desemboca delante del Palacio de la Generalitat en la Pza Sant. Jaume. Uno de los objetivos, es que el Molt Honorable President Pascual Maragall acceda a entrevistarse con la representación de los trabajadores. En vano, a pesar de estar avisado no se encuentra allí. El descontento entre los manifestantes irá calentando los ánimos, decenas de huevos, botellas y latas se estrellan contra la fachada del Palau.

Doce días más tarde, el 22 de noviembre, el President Pascual Maragall, concede por fin la entrevista a una delegación del Comité Intercentros. Será una entrevista protocolaria. Lo máximo a que se compromete el Molt Honorable es “hacer todo lo posible para facilitar un acuerdo�…

A lo largo de tres semanas se sucederán las reuniones de consulta y negociación sin cambios sustanciales. Tres semanas sin movilización, salvo una Asambleas de taller con un paro de 40 minutos el día 21, hasta la segunda huelga de 24 horas el día 1 de diciembre. Tres semanas pérdidas, mientras el plazo del final de consultas se agota.

La huelga y manifestación del día 1 volverá a ser un éxito pese a que 20 días sin movilizaciones hace cundir la desmoralización entre los trabajadores. Entre la plantilla, se difunde la sospecha que las cúpulas de UGT y CCOO han alcanzado un compromiso con la empresa, y que están perdiendo el tiempo deliberadamente. Esta sospecha se tornará en certeza, cuando el Comité Intercentros acepta sin oposición la decisión de la Empresa de no trabajar durante el largo puente de la Constitución. El compromiso, adquirido públicamente por Matías Carnero y Manolo Gálvez en el cierre de la manifestación, de convocar una nueva movilización si la Dirección no modifica la postura, nunca tendrá lugar. La información que los dirigentes de CCOO y UGT, se han descolgado de la defensa de la Plataforma Unitaria y aceptan negociar un acuerdo de despidos para más de 600 trabajadores se difunde entre la plantilla. A partir de ese momento, la única movilización que se producirá es el 23 de diciembre en protesta por el acuerdo de despidos….

Los cocineros sindicales y políticos del acuerdo de despidos

El 12 de diciembre, en los locales de EuiA en Sant Viçens dels Horts, tiene lugar una reunión clave para entender el desenlace del conflicto. El núcleo del PCC de SEAT se había reunido previamente, y había aceptado entrar en la negociación del acuerdo de despidos. Ahora trataban de legitimar su posición con el ropaje del “sector crítico� de CCOO. Dos de los miembros del PCC en el comité Intercentros, el secretario de CCOO de Martorell José García y Miguel A.M. Orellana informaron que Matías Carnero y Manolo Gálvez les habían comunicado que si el sector crítico de CCOO no participaba en el acuerdo de despidos de 660 trabajadores y trabajadoras, ellos tampoco lo firmarían, con lo cual la administración autorizaría el despido de 1346 trabajadores, y en ese caso la “limpieza sindical� también afectaría al sector crítico…

A la transmisión de este burdo chantaje solo se opuso un pequeño sector de la asamblea, todos los miembros de Revolta Global presentes intervinieron contra el acuerdo y manifestaron que nunca aceptarían esa decisión, junto con un compañero exPCC, A. Espuñez del PSUC y Carlos Vallejo de ICV que intervino para decir que había limites morales y éticos que el sindicalismo no debía cruzar, y que acordar despidos era uno de ellos.

Finalmente, el “argumento� que arrastró a la gran mayoría a favor del acuerdo fue el miedo. Según Jose García y Orellana, el acuerdo de despidos sería un ERE temporal en la práctica, pues estaba garantizado el reingreso sin pérdida de derechos, y de este modo podrían intervenir para que las listas no incluyesen a nadie del sector crítico.

Como les recordó el autor de este artículo, entrar a negociar despidos para evitar ser víctimas de la “limpieza�, destruía los fundamentos del sindicalismo de clase, puesto que “salvar� del despido a una parte de los afiliados de CCOO, condenaba a otros a ocupar su lugar en la lista, y que por lo tanto no le salvaran a él. También informó que el sector crítico de CCOO estaba en contra de acordar despidos, y que, en cualquier caso, la única alternativa era organizar la movilización contra el ERE.

Tal como habían previsto los organizadores de la reunión, una gran mayoría de los presentes votaron a favor de negociar el acuerdo despidos, y solo una minoría se opuso abandonando la asamblea, votando en contra, o bien votó a favor. En la reunión posterior del Consejo de la Sección sindical, con un solo voto en contra (los miembros de Revolta Global no tienen presencia en dicho Consejo), CCOO decidió acordar los despidos.

El vuelco en la posición del núcleo del PCC en SEAT, que junto a CGT habían sido decisivos en el principio del conflicto, sentenciaron el final de la movilización contra los despidos.

El final es conocido, el 16 de diciembre CCOO y UGT con la honrosa excepción de CGT, acuerdan el despido de 660 trabajadores. El 19 del mismo mes el Departament de Treball publica la Resolución que autoriza los despidos y da un plazo a la empresa para que elabore y presente la lista nominal de despedidos/as.

¿Solo fue el miedo, el instinto burocrático de todo aparato por preservarse, o fue algo más? La respuesta la dan los propios dirigentes de UGT y CCOO cuando en el comunicado conjunto de 14 de diciembre reprochan a la Administración (léase Gobierno Tripartito) que no se haya posicionado contra los objetivos de la multinacional y al contrario, ha presionado a los sindicatos para que alcanzasen un acuerdo… CCOO en su hoja de 19 de diciembre va más allá, y acusa de complicidad con la empresa, al “Gobern�, y a los grupos parlamentarios…

La lista de autores y cómplices del despido de 660 trabajadores/as de SEAT abarca desde la dirección del Grupo VW y SEAT, a los representantes de los trabajadores que firmaron el acuerdo, pasando por el Conseller de Treball Sr. Rañé que chantajeó a favor del acuerdo, y dio el visto bueno a la Resolución, el propio Presidente de la Generalitat que lo consintió, y por aquellas fuerzas políticas que para salvar al la cara al Tripartito presionaron a sus “chicos� en SEAT para que firmaran el acuerdo.

En cualquier caso, la crítica o el reproche al gobierno Tripartito, no exime de la propia responsabilidad. Si UGT y CCOO hubieran mantenido la firmeza, y junto a CGT, hubieran perseverado en la movilización, extendiéndola al conjunto de la clase trabajadora de Catalunya, el Gobierno Tripartito, por su propia naturaleza, no hubiera podido aguantar el pulso.

Mentiras sindicales sobre el Acuerdo de despidos

De todas las mentiras o medio-verdades que han dicho los dirigentes de UGT y CCOO sobre el acuerdo de despidos, es necesario responder a dos de ellas.

1ª) La mentira: El acuerdo de despidos en la práctica es un ERE temporal, porque el reingreso a SEAT de quien lo desee está garantizado en las mismas condiciones laborales que antes de ser despedido. NO ES VERDAD. El acuerdo en su artículo Tercero, opción a), segundo párrafo, establece que es la Dirección de la Empresa la que “podrá� reincorporar al trabajador antes de que le falten dos meses para concluir la prestación de desempleo a la que tiene derecho, y que si pasado el plazo no es reincorporado podrá acogerse a la opción b) con la que tendrá una mayor indemnización. Por otra parte la reincorporación, en caso de producirse, no es en la modalidad de contrato indefinido que tenía antes de ser despedido, sino, en algunas de las modalidades de contratación vigentes…

2º) La parte de verdad: En comunicado conjunto del pasado día 10 de enero UGT y CCOO denuncian a la Dirección de la Empresa por el carácter discriminatorio en la elaboración de las listas. La parte de verdad: En efecto las listas elaboradas discriminan gravemente a las mujeres, 17% en la plantilla, más del 20% en la lista de despidos; a los afiliados de CGT, 7% en la plantilla y 23% en la lista; a disminuidos físicos, y oros trabajadores en razón de sus posiciones sindicales o políticas.
La parte que es mentira: No solo ha participado la dirección de la empresa en la confección de la lista, también ha participado, al menos, Matías Carnero dirigente de UGT de SEAT tal como documenta la denuncia cursada ante el Tribunal de lo social por el exdelegado de UGT Sr. Jané. Las sospechas se extienden también a los responsables del otro sindicato firmante.

¡La batalla de la solidaridad!

Los despedidos de SEAT se constituyeron en Asamblea y desde la primera quincena de enero han impulsado numerosas actividades de protesta y de solidaridad. En el plano legal CGT presentó Recurso de Alzada contra la Resolución de despidos, y más de un centenar de despedidos/as han cursado denuncia ante los juzgados de lo social, reclamando en gran parte de ellas la nulidad del despido.

La solidaridad se extiende entre las organizaciones de trabajadores en Catalunya y el resto de España. No puede ser de otro modo. La gravedad del Acuerdo de despidos en SEAT es que establezca un modelo y se extienda a otras empresas y sectores. Es por ello, que este acuerdo ha suscitado importantes pronunciamientos de rechazo en muchas organizaciones sindicales, también en el interior de CCOO.

Las recientes declaraciones de la Dirección del Grupo VW sobre la existencia de un excedente de 20.000 a 30.000 trabajadores, y las amenazas de cierre sobre alguna de sus factorías, a pesar que VW ha cerrado 20005 con importantes beneficios y como nº 1 en el ranking de ventas en Europa, arrojan luz sobre el significado de la ofensiva de la multinacional contra la plantilla de SEAT, y hace más necesario que nunca organizar la solidaridad a escala europea e internacional.

La batalla no ha hecho más que empezar. Los despedidos de SEAT saben que se encuentran ante una lucha a largo plazo. Y que la única garantía de su reingreso en condiciones laborales dignas reside en su propia movilización y en la solidaridad que puedan obtener de sus compañeros de SEAT y del conjunto de la clase trabajadora. En juego no está únicamente el reingreso de los despedidos de SEAT. También, el de inmunizar al movimiento obrero organizado contra acuerdos semejantes. ¡Nunca más una acuerdo de despidos!

Barcelona, 19 de febrero del 2006

Diosdado Toledano, despedido de SEAT

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Comentaris

Re: Acuerdo de 660 despidos en Seat ¡Nunca mas!
18 mai 2006
Artículo publicado en el Unidad y Lucha, periódico del Partido Comunista de los Pueblos de España

660 despidos pactados en Seat: ¿Responsabilidad o claudicación sindical?



El 4 de noviembre de 2005, la dirección de la SEAT en Martorell presentaba oficialmente un Expediente de Regulación de Empleo del que ya se hablaba desde hacía tiempo en los medios de comunicación y, por supuesto, en la propia fábrica y en las empresas proveedoras.



La propuesta inicial de despedidos era de 1.346 aunque finalmente se han quedado sin trabajo 660 personas con la posibilidad de elegir entre una indemnización de 45 días por año trabajado o bien 20 días con opción de reingreso preferente en la multinacional.



Y es que, al día siguiente de firmado el acuerdo para el ERE, trascendió que entre la documentación aportada por la automovilítisca para el pacto se prevé, paradójicamente, que entre 2006 y 2007 aumente la plantilla en 498 personas a causa del “incremento de la carga de trabajo�.



Entre otros aspectos del acuerdo y sus consecuencias inmediatas destacamos: el incremento de la flexibilidad en cinco días; un plan de inversión garantizada hasta el 2010 en Catalunya; el anuncio de que La Caixa podría entrar a formar parte del accionariado de Volkswagen (grupo al que pertenece la SEAT); la satisfacción de Pasqual Maragall porque se ha asegurado de esta forma “la inversión aquí� yla felicitación de la Conselleria de Trabajo e Industria a los sindicatos mayoritarios ya que “su responsabilidad� es “otro de los activos de la compañía� a la hora de afrontar futuras crisis...



Sobre la negociación


La negociación ha contado con un elemento clave: la publicidad. Los movimientos de empresa, sindicatos y administración han estado expuestos a la opinión del público ya que la prensa ha hecho un seguimiento casi diario.



En un primer momento, los tres sindicatos presentes en la mesa de negociación del ERE han rechazado de plano los despidos. Se ha vivido una unidad de acción entre CC.OO., UGT y CGT que han manifestado el malestar y oposición de los trabajadores a una medida que, en buena parte por el rol de sindicato no pactista de CGT, ha sido presentada como evitable y fruto del chantaje de las multinacionales.



Esa unidad de acción se rompe, como era previsible, a finales de diciembre, pero la sospechosa rapidez del cambio de postura de UGT y CCOO ha sido indisimulable precisamente porque un tercer sindicato siguió apoyando la posición inicial.



Ese giro en la negociación, auspiciado en gran medida por el gobierno catalán, contrasta con la multitudinaria y reivindicativa manifestación que tuvo lugar en Barcelona a principios de diciembre. Parecía entonces que la presión obrera haría difícil aceptar despidos de una multinacional que no tiene pérdidas, que ha recibido subvenciones por parte de la Generalitat, que ya ha recurrido anteriormente a despidos, a la externalización y al empeoramiento de las condiciones laborales y que además contaba con una propuesta sindical para reducir costes sin despidos.



Todos estos elementos, aireados por los medios, han hecho probablemente más dificultosa la ya habitual negociación de los sindicatos mayoritarios a espaldas de los trabajadores. Valga como culminación del proceso que el día en que, repentinamente, se firmó el acuerdo entre empresa y CCOO-UGT tras una reunión de 9 horas, centenares de trabajadores y sindicalistas de CGT estaban concentrados ante el lugar donde se produjo el pacto. Un concentración fotografiada y difundida.



¿Cómo justifican los mayoritarios el abandono de una postura que contentaba a los empleados y ponía en entredicho a la empresa? Por la rebaja de los despedidos y la asunción de un papel “responsable�. Los dirigentes sindicales han apuntado que están satisfechos ante un acuerdo al que se ha llegado “gracias a la presión de la plantilla�.



Sin embargo a nadie se le escapa la existencia de dos elementos básicos. Que la SEAT, como avezado negociador, ponía sobre la mesa una cifra exagerada para rebajarla hasta donde estaba realmente dispuesta y, en este juego, aparentar tras una “ardua negociación� que los sindicatos habían “arrancado� unos centenares de despidos menos...Y, en segundo lugar, que 660 despidos suponen un duro golpe a las familias trabajadoras del cinturón rojo de Barcelona.


Sobre los despidos


Tampoco se ha podido ocultar la naturaleza de los despidos: un 20% de mujeres, entre ellas algunas embarazadas, cuando sólo representan un 12% de la plantilla, y un 23% de afiliados de CGT, sindicato cuyo porcentaje de afiliación total entre los trabajadores es de un 7,6%. Además del significativo hecho de que entre los elegidos “con el dedo de la empresa� está la recién elegida Secretaria General de CGT en Catalunya.



¿Casualidad o decisión con voluntad de ejemplarizar? ¿Despidos inesperados o pactados y acatados por UGT y CCOO? Dudas que no se han quedado acotadas al entorno de los trabajadores gracias a la publicidad de las negociaciones. Así, Coscubiela, Secretario General de CC.OO. en Catalunya se ha visto obligado a responder en una rueda de prensa a preguntas molestas de algunos periodistas: “también hay bastantes afiliados a CC.OO. afectados por el ERE� ha respondido a la defensiva.



El caso es que la lista de despedidos se ha hecho pública la víspera de las vacaciones de Navidad. Que al conocerse la identidad de los elegidos, centenares de trabajadores han secundado paros en protesta por el acuerdo y en solidaridad con los afectados y que, al parecer, los delegados de los sindicatos firmantes se han ausentado en ese momento clave... probablemente esperando que amaine la tormenta.



Puede que este conflicto sea uno más de los que constantemente se viven en las empresas del Estado español. Puede que la actitud “responsable�, ante la empresa claro, de UGT y CC.OO. sea la habitual y que su discurso final según el cual los intereses de la empresa y los trabajadores son los mismos cuando en realidad están contrapuestos tampoco se salga de lo usual. Pero lo que ha tenido de especial este conflicto ha sido la presencia incómoda y sólida de un sindicato dispuesto a no asumir la “responsabilidad� de despedir a un trabajador porque esa no es su función como organización de clase. También ha sido llamativo el lugar, Catalunya, la amplitud de la plantilla y la atención recibida por los medios. Y, cómo no, que el Grupo Volkswagen, todopoderoso y globalizado, haya hecho sentir su poder sobre una administración en teoría de izquierdas.



Probablemente el caso SEAT represente un punto de inflexión, es posible que quede en la retina de centenares de miles de trabajadores como una claudicación sindical. Seguramente será así. Pero esperemos también que, en consecuencia, CGT deje a un lado la línea sectaria que está actualmente en la dirección, que asuma su responsablidad como sindicato alternativo y que acoja sin persecuciones, ni reformismo pequeñoburgués a militantes y trabajadores dispuestos a luchar por el futuro.



Sara Roig, PCPE
Sindicat Terrassa