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Notícies :: amèrica llatina |
Bolivia: La nacionalizaciòn ficticia de Evo Morales
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per Econoticias |
06 mai 2006
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Hace un año, Evo Morales y los sindicatos marchaban hacia La Paz para echar abajo la Ley de Hidrocarburos 3058, que el Congreso neoliberal había aprobado para defender a las petroleras. Hoy, el mismo Morales, mediante decreto, decide aplicar a fondo la pro petrolera Ley 3058 y dice, sin rubor, que es la nacionalización |
Redacción de Econoticiasbolivia.com
La Paz, mayo 3, 2006.- El gobierno del presidente Evo Morales dio este primero de mayo otra demostración de su vocación por poner el guiñador hacia la izquierda y marchar hacia la derecha.
La anunciada y ficticia nacionalización de los hidrocarburos no es más que la aplicación a fondo de la ley 3058, aprobada hace un año por las fuerzas neoliberales, que dominaban el Congreso y el gobierno del ex presidente Carlos Mesa, para defender el poder petrolero amenazado por una gigantesca rebelión popular.
Esa ley otorgaba 180 días para que las transnacionales petroleras, que operan ilegal e inconstitucionalmente en Bolivia -según dictamen inapelable del Tribunal Constitucional-- firmen nuevos contratos para poder seguir explotando las riquezas naturales del país. Esa ley ofrecía legalizar la actividad de las petroleras, impidiendo su expulsión reclamada por los sindicatos, a cambio de un aumento nominal de impuestos hasta un 50%. El decreto de "nacionalización" de Morales da un nuevo plazo de 180 días para que las petroleras se ajusten a esa ley, que entrega al Estado el control y propiedad formal de los hidrocarburos, pero que otorga a las transnacionales la propiedad real y los mayores beneficios derivados de la explotación, comercialización, exportación e industrialización del gas y el petróleo.
El 7 de abril del 2005, el Tribunal Constitucional declaró sin validez jurídica los 78 contratos con los que Repsol, Petrobrás, Total, Enron, Shell, British Petroleum, Vintage y otras transnacionales explotaban las reservas de gas y petróleo de Bolivia, valuadas actualmente en por lo menos 150 mil millones de dólares, las segundas en importancia de Sudamérica.
Según los cálculos optimistas del gobierno de Morales, con la aplicación del decreto de "nacionalización" el Estado boliviano obtendría un ingreso de aproximadamente 750 millones de dólares, generados por la recepción de impuestos y regalías, incluidos los ingresos extraordinarios temporales por el alza de impuestos en los megacampos de gas, además de la limitada participación estatal en la cadena productiva. Actualmente se estima que los ingresos generados anualmente en toda la cadena hidrocarburífera superan los 3.500 millones de dólares, que se traducen en su mayor parte en utilidades para las petroleras, dados los bajísimos costos de operación, producción y comercialización
Por ello, los expertos y algunos altos funcionarios del gobierno admitieron a la prensa que el decreto 28701 de "nacionalización" de Morales no tiene nada de nuevo con relación a la Ley de Hidrocarburos 3058, con la excepción de la creación de impuestos transitorios y la compra del 3% de acciones en dos empresas petroleras y del 17% en la de transportes.
El presidente de la estatal YPFB, Jorge Alvarado, dirigente del partido de Morales, admitió ayer que el decreto 28701 "evidentemente" se asienta en la Ley de Hidrocarburos 3058 y, por eso, mal se puede decir que Bolivia está tratando de imponer nuevas reglas a las empresas.
Lo paradójico es que hace un año, Evo Morales y los sindicatos marchaban hacia La Paz para echar abajo la Ley de Hidrocarburos 3058, que el Congreso neoliberal había aprobado para defender a las petroleras, y hoy es el mismo Morales el que decide aplicar a fondo la Ley 3058 y dice, sin rubor, que es la nacionalización.
Los ex titulares del Ministerio de Hidrocarburos y de la Superintendencia del sector Mauricio Medinacelli y Carlos Miranda, respectivamente, coincidieron en que el decreto de Morales, en el fondo, lo único que hace es dar las condiciones para la aplicación de la Ley 3058.
Asimismo, el ministro de Hidrocarburos, Andrés Soliz Rada, aseguró ayer en una conferencia de prensa que el principal aporte del Decreto Héroes del Chaco reside en el aumento fiscal en los megacampos de hidrocarburos.
Para el analista Ronald Hurtado Paravicini, abogado especializado en Derecho Petrolero, "lo único que el Gobierno está haciendo es aplicar la Ley 3058. No hay ninguna nacionalización, es sólo un espectáculo, un show para generar más votos para las elecciones de los constituyentes", comentó.
Los expertos coinciden en que el decreto promulgado este lunes no es un reglamento de la Ley de Hidrocarburos 3058, pero es un aporte a lo que se esta última establecía.
La vigencia de la Ley 3058 y el nuevo decreto de Morales cierra, por tanto, la posibilidad legal de una verdadera nacionalización. Para muchos, incluidos los sectores populares que apoyan a Morales, el dictamen del Tribunal Constitucional equivalía a una virtual "nacionalización", ya que sin contratos legales y operando ilegalmente en el país, todas las petroleras extranjeras podían ser echadas de inmediato de Bolivia y todas las reservas de gas que controlan, junto a sus inversiones y equipos, podían pasar al Estado boliviano, en un verdadero proceso de nacionalización. |
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Comentaris
Re: Bolivia: La nacionalizaciòn ficticia de Evo Morales
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per A LA MIERDA |
07 mai 2006
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FUERA LA GUSANADA BOLIVIANA DE INDYMEDIA
A LA MIERDA INTOXICADORES. CON EVO, POR LA REVOLUCIÓN BOLIVIANA. |
me encanta
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per a la mierda tu |
07 mai 2006
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Me encanta como se responde a escritos que intentan explicar cualquier situacion; es lo mismo que cuando se hace una analisis critico de cualquier tema (mayday) y te tachan de trol, intoxicador....
Me quedo con el apunte del anterior y como siempre se debe estar ojo avizor.
No al sectarime
Mort als partits i al parlamentarisme.
Salut |
Re: Bolivia: La nacionalizaciòn ficticia de Evo Morales
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per cautela |
07 mai 2006
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Sense caure en sectarismes ni en desqualificacions prematures, hem de veure com evoluciona tot per emetre un judici. Mentrestant, les xorrades tipus "fuera la gusanada boliviana" només aporten soroll. L'escrit inicial, si més no, és un intent de crítica que no cal prendre com si fos la veritat absoluta. Ja veurem. |
Re: Bolivia: La nacionalizaciòn ficticia de Evo Morales
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per contra ECONOTICIAS DE REPSOL |
07 mai 2006
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La dignidad de los bolivianos y los intereses de los accionistas de REPSOL
Rubén MartÃnez Dalmau
Rebelión
Comencé a leer Las venas abiertas de América Latina, de Eduardo Galeano, durante un viaje nocturno desde Encarnación hasta Trinidad, en Paraguay. Allà era invierno, hacÃa frÃo y, aunque el autobús en el que viajábamos se anunciaba como de gran clase, no consiguieron hacer funcionar la calefacción. Asà que me recogà en uno de los escasos asientos con luz de lectura, y a los pocos minutos la falta de mantas parecÃa la menor de las preocupaciones.
El terrible espectáculo que describe el libro alcanza cotas sobrecogedoras cuando trata el pasado y el presente de PotosÃ, en Bolivia. Nada brilla ya en las minas que abastecieron de plata las arcas de los poderosos y los banqueros europeos durante siglos y que hizo posible una nueva revolución del metal en Europa; quizás queda algo de estaño, que los españoles desechaban como basura. Como escribe el autor, Bolivia, hoy uno de los paÃses más pobres del mundo, podrÃa jactarse –si ello no resultara patéticamente inútil- de haber nutrido la riqueza de los paÃses más ricos. Ya en pleno siglo veintiuno, después de muchos años desde la primera edición del libro, los indÃgenas de Potosà siguen masticando coca para matar el hambre y siguen quemándose las tripas con alcohol puro, como describen sus páginas. “Esto vale un potosÃâ€?, le decÃa el Quijote a Sancho; ahora serÃa lo mismo que decir que no vale nada. Coincidà con Galeano por primera vez en Santo Domingo, pocos dÃas antes de la segunda victoria de Leonel Fernández, y no pude evitar comentarle mi impresión de la lectura mientras caminábamos por las húmedas calles de la capital dominicana. Le creà firmemente cuando me comentó que no encontraba palabras suficientes para describir la impotencia que sentÃa cada vez que era testigo de las injusticias en las que viven muchos pueblos latinoamericanos.
Una gran parte de América Latina ha sido objeto de saqueos y pillajes desde su “descubrimientoâ€?, y lo sigue siendo en la actualidad. Los procesos de independencia que conformaron las actuales naciones latinoamericanas estuvieron liderados en buena parte por las clases pudientes, los criollos, educados en Europa y poseedores de las haciendas, y lo que querÃan es adueñarse de todo beneficio y no tener que compartir el trabajo de los otros con la metrópoli. Los pobres siempre han sido los desheredados de estas sociedades y, entre estos pobres, los indios, porque -como he escuchado en varios lugares desde Caracas a Santiago- sólo hay una cosa peor que ser pobre: ser indio. IndÃgena, dirÃamos ahora, en ese afán eufemÃstico por ocultar lo que no nos gusta como quien tapa un desconchado con un cuadro, pero en el fondo es lo mismo; no comen más, ni viven mejor, ni ven un futuro más claro por el uso de uno u otro término.
Pero sà ven su futuro más claro en otras cosas; por ejemplo, en la llegada al poder de personas que sienten cercanas, y que emprenden polÃticas que creen que les van a favorecer. como la nacionalización de los hidrocarburos. Y es que no les queda mucho más que algunos recursos naturales que no fueron objeto de saqueo en aquel momento porque no se conocÃa su utilidad, o porque no les dio tiempo. Aun asÃ, lo son ahora por parte de grandes multinacionales, aunque en algunos casos parece que se llegará a tiempo para evitar su total expoliación. La nacionalización de los recursos naturales deberÃa ser la norma habitual en los paÃses pobres, porque se trata de lo poco que les queda. A los bolivianos, por no quedarles no les queda ni mar, porque el trozo que heredaron de la época de la colonia se lo anexionaron los chilenos –cuando si algo le sobra a Chile es justamente costa- en una de las múltiples guerras en las que, impulsadas por los gobernantes criollos, se vio inmerso el paÃs y de las que, por cierto, no ganaron ni una.
Ahora dicen los de REPSOL, y no sólo ellos, que la nacionalización estaba anunciada, que la esperaban, pero que no han sido correctas las formas. ¿Pero de qué formas estamos hablando? ¿Es que acaso una nacionalización a través de un decreto presidencial no sirve en un paÃs donde una familia vive un año con menos de lo que en España cobra un obrero en un mes?. Yo sé a qué formas se están refiriendo, porque he conocido a alguno de esos sujetos que viajan en business class de traje y corbata con un maletÃn del que no se desprenden, y que se acercan al gobernante de turno susurrándole al oÃdo que tú y yo nos entendemos, y acercándole los fajos lo suficiente para que al menos pueda olerlos. Como cuando llegaban los europeos a América y cambiaban los espejitos por oro. El problema es cuando la dignidad está por encima del egoismo, y el gobernante no está en venta. Los sujetos encorbatados no lo entienden, porque no hablan ese idioma. Para ellos, el término “dignidadâ€? es, como tantas otras cosas, relativo. Por eso no se acaban de creer cómo el mismo señor del jersey a rallas al que le tuvieron que prestar un abrigo cuando emprendió su viaje a Europa sea el mismo que ahora interponga su dignidad a los intereses de las grandes multinacionales. El lenguaje de la dignidad es para los ejecutivos de las multinacionales, como canta Djavan, japonés escrito en braille.
Si de formas se trata, no quiero perderme el pataleo de las multinacionales y sus súbditos cuando la Asamblea constituyente boliviana, dentro de algunos meses, apruebe la constitucionalización de la tenencia pública de los recursos naturales, como soberanamente hicieron los venezolanos en 1999. Entonces sà habrá una forma bien clara: la del poder constituyente del pueblo, que decidirá que si alguien quiere en algún momento vender las riquezas de su suelo deberá consultarles primero. En ese momento, la alternativa no será esperar a que cambie el gobierno, sino plegarse a la necesidad de incrementar la justicia en los tratos comerciales. Claro que siempre queda, como pasó en Venezuela, promover un golpe de Estado. Las multinacionales saben mucho de este procedimiento, llevan años utilizándolo para proteger sus intereses.
Mientras se reconoce la dignidad de esta decisión, habrá que aguantar marea. Entre ella, la de los tertulianos que nos despiertan cada dÃa con pesimistas lamentaciones sobre el futuro de las bolsas y avisos sobre quién se ha creÃdo que es ese cocalero porque, no olvidemos, cocalero es el que cultiva la hoja de coca. Son los mismos que quedaron desconcertados cuando Hugo Chávez ganó el primer referendo revocatorio de la historia contemporánea con casi el 60% de los votos, y que –la ignorancia es atrevida- son capaces de afirmar que en Venezuela no se ven resultados de las polÃticas sociales del gobierno bolivariano. Entonces, ¿cómo se explicarán en diciembre la reelección de Hugo Chávez en una Venezuela donde, según ellos, hay más pobreza, más injusticia y más violencia? ¿Cómo se explican la victoria de Humala, el éxito de algunos programas de Lula, la popularidad de Kirchner? Son incapaces de darse cuenta que los pueblos latinoamericanos reniegan de consensos como el de Washington, por el que los pobres siguen siendo pobres y los ricos son más ricos. También, en este caso, no hay mayor ciego que el que no quiere ver.
Pues sÃ, a mà los accionistas de REPSOL no me dan ninguna pena. Y un Gobierno consecuente no se lanzarÃa a defender con uñas y dientes los intereses de una minorÃa económica, sino que se preguntarÃa por qué los precios de la gasolina crecen a ritmos mucho mayores que el del petróleo y mucho antes de que el barril de petróleo que se compra por determinado valor pueda llegar a los surtidores. ¿No tendrá algo que ver el aumento del consumo ante la cercanÃa de dÃas festivos, o el consenso de precios entre los distribuidores, atentando contra toda normativa de la libre competencia? Ojalá nuestro Gobierno se interese más por estas cuestiones, que afectan a la mayorÃa de la población, que por los miramientos hacia los accionistas de REPSOL, y es sólo un ejemplo. Porque la dignidad de los bolivianos y los intereses de los accionistas son incompatibles. Y, me van a perdonar si es el caso, pero yo me quedo con la primera.
ArtÃculo publicado en Las Provincias |
Re: Bolivia: La nacionalizaciòn ficticia de Evo Morales
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per Evo,Chavez,Fidel...endavant ! |
07 mai 2006
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I que els gossos lladren...aixó vol dir que anem pel camí correcte.
Econoticias o la voz de su Amo ? |
Re: Bolivia: La nacionalizaciòn ficticia de Evo Morales
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per mas |
07 mai 2006
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jo he llegit mes d'un cop econoticias bolivia, i convido a qualsevol a fer-ho. no és molt dificl entendre que es una agencia alternativa a l'esquerra de morales, molt propera a la COB i com ells molts cops sembla que tinguin accions o que estiguin pagats per repsol. no s'adonen que el q esta passant avui a bolivia es l'enesima i definitiva derrota de la IV internacional a america llatina. el maximalisme es i ha estat profundament reaccionari sempre. la historia ens tornara a donar la mateixa lliço. |
Re: Bolivia: La nacionalizaciòn ficticia de Evo Morales
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per rojo |
07 mai 2006
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k asko dan los troskos de mierda estos
con su askeroso lenguaje ultra izquierdista, k debilita el mov revolucionario
pandilla de perdedores
VIVA EVO I EL PUEBLO BOLIVIANO
A LA MIERDA LOS PATRONOS I SUS LACAYOS EN EL MOV OBRERO |
Re: Bolivia: La nacionalizaciòn ficticia de Evo Morales
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per observador |
07 mai 2006
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¿El COB? ¿El mismo que, en 1967, traicionó al Che Guevara?
De comunistas no tienen ni un pelo. Son agentes infiltrados de la CIA. |
Re: Bolivia: La nacionalizaciòn ficticia de Evo Morales
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per COB: traidors al Che |
07 mai 2006
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COB de cobards !!!!! |
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