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Notícies :: criminalització i repressió
Barrenetxea, detenida el lunes en Bilbo.
per g	27 abr 2006
Barrenetxea relata que la Guardia Civil le hizo «la bolsa», la golpeó y la desnudó. Amenazas con aplicarle los electrodos y «la bañera», insultos, «la bolsa», golpes, flexiones... Es el relato que la joven Sandra Barrenetxea realizó a su abogado sobre los días anteriores en los que ha permanecido incomunicada por la Guardia Civil. Al igual que en ese periodo, tampoco ayer quiso declarar ante el juez, que ordenó su ingreso en prisión.
El juez de la Audiencia Nacional española Ismael Moreno decretó ayer prisión incondicional para Sandra Barrenetxea, detenida el lunes en Bilbo. La joven se negó a declarar ante el magistrado, actitud que también mantuvo ante la Guardia Civil. Tras decretar su ingreso en Soto del Real, el juez se inhibió a favor del Juzgado Central de Instrucción número 1, a cargo del magistrado Santiago Pedraz, quien se encarga de la investigación de esta causa desde la detención de Ibon Meñika la semana pasada, también por parte de la Guardia Civil, en relación con los supuestos «bonos de financiación de ETA». Barrenetxea permanecía desde el lunes incomunicada en dependencias policiales, y ni tan siquiera ayer pudo comparecer en la Audiencia Nacional asistida por su abogado de confianza. Por tanto, sólo pudo comunicarse con el letrado tras su encarcelamiento. Fue entonces cuando la joven relató parte de las situaciones que ha padecido durante los dos días posteriores a su detención, denunciando que ha sido objeto de torturas. La vecina del barrio bilbaino de Irala explicó que la amenazaron constantemente con aplicarle «la bañera» y los electrodos. En una ocasión, los guar- dias civiles le pusieron incluso los cables en la mano, pese a que finalmente no llegó a recibir ninguna descarga. También denunció insultos, y agregó que le habían aplicado «la bolsa» y que le obligaron a realizar flexiones y a desnudarse. Además, explicó que la golpearon, sobre todo en la cabeza. Askatasuna censuró con dureza tanto las torturas denunciadas por Barrenetxea como su encarcelamiento, ya que el juez ha tomado tal decisión «sin ninguna prueba» que acredite las acusaciones contra la joven, ni siquiera una declaración. Dos arrestos en seis días La detención de la joven se produjo seis días después de la de Ibon Meñika en un control en Abadiño. Fuentes de la investigación señalaron a través de agencias que el arresto estaba relacionado con los 90 bonos hallados presuntamente en el vehículo de Meñika, y que la Guardia Civil afirma que son destinados a recoger aportaciones voluntarias para la organización armada vasca. El zamudiotarra también ingresó en Soto del Real el sábado, acusado de «colaboración», después de negarse a responder a las preguntas del fiscal y el juez. El joven sí relató que en los calabozos donde había permanecido varios días incomunicado había recibido golpes en la cabeza y los testículos, además de otros maltratos.
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