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Notícies :: antifeixisme
26.000 persones republicanes soterrades en fosses comunes al cementiri de València
27 abr 2006
El total de persones soterrades en fosses comunes del cementiri general de València, entre l’1 d’abril de 1939 i el 31 de desembre de 1945 ascendeix a un total de 26.300.
Segons un informe realitzat pel Fòrum per la Memòria del País Valencià el total de persones soterrades en fosses comunes del cementiri general de València, entre l’1 d’abril de 1939 i el 31 de desembre de 1945 ascendeix a un total de 26.300.

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Comentaris

Re: 26.000 persones republicanes soterrades en fosses comunes al cementiri de València
28 abr 2006
Los falangistas, hoy día, como es lógico, son muy poquitos. Por lo menos los que tienen carnet y no se han disfrazado de demócratas para emboscarse en el PP.
Los datos concretos varían; algunas fuentes dicen que son tres y el de la guitarra (wikipedia), otras dicen que son cuatro y el del tambor (enciclopedia británica).
En ambos casos se sugiere, solapadamente, que los músicos son contratados.
Investigadores de Georgetown (becarios de FAES) han llegado a la conclusión, después de numerosos estudios y tras mucho hinchar el perro, de que caben todos en una furgoneta. El informe a mi parecer más serio, encargado por la prestigiosa TIA a Mortadelo y Filemón, nos recuerda el hecho comprobable de que sumando los votos de las tres falanges, en las últimas elecciones, quedaron bastante lejos del partido que abogaba por la legalización del cannabis.

Falange, la organización más asesina de la historia de España, es, afortunadamente, hoy por hoy, el recuerdo de un mal sueño, el remake, en clave de comedia berlanguiana, de una de las pesadillas más sangrientas del siglo veinte, por mucho que Aznáres, Sánchez Dragós o kakacantantes de la movida intenten revitalizarla bajo otros nombres, con otra estética, con nuevos maquillajes, un marketing moderno, propaganda revisada y nuevas pomporrutas imperiales.

Aunque historiadores de todo a cien, aficionados al coñac Renato (que te vuelve turulato, ya lo decía el botones Sacarino) pretendan vender a estas alturas la burra tuerta de una falange defensora de la legalidad ante el terror rojo, quedan en este país muy pocos pringaos que se traguen semejante brebaje hecho de tres partes de mentira, una de invención y otra de mala leche cortada con vinagre rancio de vino amargo.
Estos historiadores de los obispos es que tienen un cuajo que asusta. Como decía Lao Tsé, de sabiduría milenaria, refiriéndose al windows xp: Paciencia y barajar.

Falange autentica, es decir la chipén, la pata negra, sigue todavía la táctica que diseñaron sus fundadores, los camisas viejas. En 1933 un abogado, hijo del dictador Primo de Rivera, funda la falange junto con media docena de intelectuales de segunda división. En la edad de oro de la cultura española, al margen de filiaciones políticas, aniquilada pronto por el golpe de los militares, en la que convivían Machado y Picasso, Clara Campoamor y Buñuel, Victoria Kent y Severo Ochoa, Lorca y Valle Inclán, Unamuno y Rosa Chacel, entre muchas y muchos más que formarían una lista interminable, los nombres de Jiménez Caballero, José Antonio o Sánchez Mazas, padres de falange, no significan nada.
Intentan ocupar, tarde, el espacio político que había llevado al poder a los fascistas italianos y a los nazis alemanes. Copian sus esquemas pero no consiguen sus resultados.
El fascismo nace en Europa, en los años veinte, como reacción de las clases privilegiadas a la revolución soviética. El anticomunismo y el imperialismo son las más claras y reconocibles señas de identidad de los fascismos. Verdades matizables pero incontrovertibles

La CEDA, que llegaría al gobierno de la república un año después, 1934, vivía ya en ese hueco; saludaban a la romana, llamaban “jefe� a su líder y, como sus homólogos europeos, tenían buenos resultados electorales.
El frente popular les paró los pies en las urnas y les dejó como única opción de llegar al poder el asalto violento del estado. Los militares se adelantaron. Para violentos ellos. Para fuerza de choque la Legión.

Falange, un grupo minúsculo en 1936, sin representación parlamentaria, con menos carnets que la Ponferradina, se creó, no lo digo yo, lo dicen ellos mismos, con la intención declarada de contrarrestar al sindicato más fuerte del momento, la CNT.
El anticomunismo, que tan bien había servido a los intereses fascistas en Italia y Alemania para aplastar las fuerzas obreras, no servía en un país en el que el comunismo era una fuerza menor. El pujante anarquismo ibérico hacía la situación diferente.
Los obreros españoles de los años treinta no eran comunistas. Eran libertarios o socialistas. Había en España, en 1936, menos obreros falangistas que mujeres boxeadoras. Para intentar captar trabajadores como fuerza de choque copian el discurso revolucionario, disfrazan a sus seguidores con una camisa del mismo color que el mono de los obreros, eligen los colores de la bandera anarcosindicalista para crear la suya, copian el apoliticismo ácrata y proclaman eso de ni izquierdas ni derechas, el yugo y las flechas. Incluso intentan atraer a personalidades como Pestaña, que les mando a cagar a la vía, o Indalecio Prieto, que hizo lo mismo, a sus organizaciones. No encontraron a nadie que se prestara a su juego.

Mussolini, que venía renegado del partido socialista, o Hitler, nacional socialista, consiguieron atraerse a algunos revolucionarios de izquierda. Los falangistas no.
José Antonio, un señoríto chuleta, para Jiménez Caballero los chulos en tiempos de paz serían los héroes en tiempos de guerra, era incapaz de atraer a nadie aparte de un reducido grupo de universitarios pijos fascinados por la estética nazi fascista.
Los chulos de falange tenían como principal actividad política salir con sus pistolas a disparar a gente de izquierdas para hacer la situación insostenible y justificar el golpe de estado.

La historia, después del golpe del comandantín y sus compadres, es conocida; falange crece a una velocidad vertiginosa. Sirve para crear los escuadrones de la muerte que pondrán en la retaguardia el orden de los cementerios y como carne de cañón detrás de la legión. Se inventa, después, el mito de la revolución pendiente y del folklore antifranquista.

Ruedo Ibérico publicó un extraordinario libro que explica todo esto mucho mejor y con la amplitud que el tema merece: Antifalange de Herbert R Southworth. París 1967.

En el reciente conflicto de Mercadona falange autentica ha publicado un artículo pidiendo apoyo para la CNT. En su página web se elogia a Cipriano Mera, a Salvador Seguí y a otros anarcosindicalistas. Rebuscan frases fuera de contexto, escogen aquí y allí aquello que les sirve para los mismos propósitos que tuvieron en los años treinta, joder al anarcosindicalismo. Vuelven a las andadas. Vuelven a robar. Siguen viviendo en el absurdo, la mentira, la falsificación, la impostura. En los años setenta los carlistas se declaraban marxistas leninistas. En los ochenta hubo falangistas que pidieron el voto para HB. Ahora falange autentica habla de Abad de Santillán o de Melchor Rodríguez como si no hubieran sido sus enemigos mortales. Ahora y siempre el falangismo intenta parasitar a aquellos que encuentran eco entre las gentes.
Ahora y siempre el falangismo revolucionario no es más que una superchería inexistente. Una concatenación de mentiras. La propaganda que pretende lavar los interminables regueros de sangre que dejaron en las cunetas españolas por dios y por la patria.


Abel Ortiz
Re: 26.000 persones republicanes soterrades en fosses comunes al cementiri de València
26 mai 2006
Es el discurso más demagogo, hipócrita y manipulador que leí jamás. Soy antifascista convencido y militante libertario, pero, ante todo, soy imparcial. Y es que todas aquellas fosas, como bien has leído, son del año 1939 al 1945, esto es, dictadura franquista y manipulación ideológica en la que Falange (un movimiento minoritario) no pintaba más que el protagonismo que el propio Movimiento Nacional le quisiera otorgar.

No falsifiques la historia ya que para muchas de las falsas consignas que has lanzado basta con leer buenos libros y contrastar, deborar conclusiones y descartar mentiras. Y en tu texto hay varias. La decencia política debe existir ante todo así que te pido no muestres tu animadversión hacia la Falange (original o actual) o cualquier otro movimiento político-social o históricoa base de mentiras destructivas, atacalos, eso si, a partir de verdades innegablemente condenables y empíricamente ignaras.

Te invito a una discusión argumentada. Te ofreceré determinados libros.

Salud y Cultura.
Sindicat Terrassa