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Notícies :: antifeixisme |
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memoria del futuro 75 años de la IIa república
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per memoria del futuro |
13 abr 2006
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http://www.memoriadelfuturo.org
en esta web podeís leer y luego firmar si estaís de acuerdo, este manifiesto |
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Manifiesto "Con orgullo, con modestia y con gratitud"
El 14 de abril de 1931, España tuvo una oportunidad. La proclamación de la II República Española encarnó el sueño de un país capaz de ser mejor que sí mismo, y reunió en un solo esfuerzo a todos los españoles que aspiraban a un porvenir de democracia y de modernidad, de libertad y de justicia, de educación y de progreso, de igualdad y de derechos universales para todos sus conciudadanos. Hoy, setenta y cinco años después, los firmantes de este manifiesto evocamos aquel espíritu con orgullo, con modestia y con gratitud, y reivindicamos como propios los valores del republicanismo español, que siguen vigentes como símbolos de un país mejor, más libre y más justo.
Frente al colosal impulso modernizador y democratizador que acometieron las instituciones republicanas -siempre con la desleal oposición de quienes creían, y siguen creyendo, que este país es de su exclusiva propiedad-, todavía se nos sigue intentando convencer de que la II República fue un bello propósito condenado al fracaso desde antes de nacer por sus propios errores y carencias. Los firmantes de este manifiesto rechazamos radicalmente esta interpretación, que sólo pretende absolver al general Franco de la responsabilidad del golpe de estado que interrumpió la legalidad constitucional y democrática de una república sostenida por la voluntad mayoritaria del pueblo español, con las trágicas consecuencias que todos conocemos. Y exigimos que las instituciones de la actual democracia española rompan de manera definitiva los lazos que la siguen uniendo -desde los callejeros de los municipios hasta los contenidos de los libros de texto- con un estado ilegítimo, que surgió de una agresión feroz contra sus propios ciudadanos y se sostuvo en el poder durante treinta y siete años mediante el abuso sistemático e indiscriminado de los siniestros recursos que caracterizan la pervivencia de los regímenes totalitarios. Después de treinta años de democracia, resulta vergonzoso tener que recordar aún donde estaba la ley y donde estuvo el delito. A estas alturas, es intolerable, y muy peligroso para la salud moral y política de nuestro país, que todavía se pretenda equiparar al gobierno legítimo de una nación democrática con la facción militar que se sublevó contra el estado al que, por su honor, había jurado defender, y cuya victoria sólo fue posible gracias a la ayuda de los regímenes fascista y nazi que preparaban una invasión de Europa que acabaría provocando una guerra mundial y, aún más decisivamente, gracias a la culpable indiferencia de las democracias occidentales, que, antes de convertirse en víctimas de las mismas potencias en cuyas manos habían abandonado a España, eligieron parapetarse tras el hipócrita simulacro de neutralidad que representó el comité de No Intervención de Londres.
El 14 de abril de 1931, España tuvo una oportunidad, y los españoles la aprovecharon. Pese a la brevedad de su vida, la II República desarrolló en múltiples campos de la vida pública una labor ingente, que asombró al mundo y situó a nuestro país en la vanguardia social y cultural. Entre sus logros, bastaría citar la reforma agraria, el sufragio femenino, los avances en materia legislativa de toda índole, la separación efectiva de poderes, las constantes y modernísimas iniciativas destinadas a difundir la cultura hasta en las comarcas más remotas, el decidido impulso de la investigación científica o el florecimiento ejemplar no sólo de la educación, sino también de la asistencia sanitaria pública, para demostrar que aquel bello propósito generó bellísimas realidades, que habrían sido capaces de cambiar la vida de un pueblo condenado a la pobreza, la sumisión y la ignorancia por los mismos poderes -los grandes propietarios, la facción más reaccionaria del Ejército y la jerarquía de la Iglesia Católica- que se apresuraron a mutilarlo de toda esperanza.
La República dotó a los sectores más débiles y desprotegidos de la sociedad de entonces, las mujeres y los niños, de un estatuto jurídico privilegiado en su época. El retroceso fue tan brutal, que el cambio de régimen supuso para ellas, para ellos, la pérdida de todo derecho y su consagración como subciudadanos dependientes de la buena voluntad de los cabezas de sus respectivas familias. La República apostó por la defensa de los espacios públicos como escenario fundamental de la vida española, asumiendo la necesidad de equiparar las condiciones de vida de las poblaciones rurales y urbanas, y desarrollando políticas de igualdad no sólo entre los individuos, sino también entre las regiones más y menos prósperas. El retroceso fue tan brutal, que el cambio de régimen consolidó las desigualdades históricas tanto individuales como colectivas, y abandonó la promoción de los servicios públicos para crear un déficit que en algunos sectores, como la educación primaria y secundaria, seguimos padeciendo todavía. La República fomentó el auge de la cultura española en todos los terrenos de la creación artística y de la investigación científica, el debate intelectual y la vida universitaria, hasta el punto de que su nombre y su destino estarán unidos para siempre a la memoria del máximo esplendor cultural del que ha gozado nuestro país en la era moderna. El retroceso fue tan brutal, que el cambio de régimen supuso la pérdida más trágica que, a su vez, ha soportado nunca la cultura española, el exilio masivo de los mejores, que dejaron las aulas y los laboratorios, los talleres y las redacciones, las editoriales y los museos, la autoridad y el prestigio intelectual de nuestro país, en manos de una improvisada cosecha de oportunistas y segundones, que redujeron la vida cultural española a una lamentable manifestación de mediocres oscuridades.
Hoy, setenta y cinco años después, los firmantes de este manifiesto no queremos seguir lamentando la triste brutalidad de aquel retroceso, sino celebrar la emocionante calidad de los logros que le precedieron, y agradecer la ambición, el coraje, el talento y la entrega de una generación de españoles que creyó en nosotros al creer en el futuro de su país. Reivindicar su memoria es creer en nuestro propio futuro, que será proporcionalmente mejor, más libre, más justo, más feliz, en la medida en que seamos capaces de estar a la altura de la tradición republicana que hemos heredado. Por una España verdaderamente moderna, laica, culta, igualitaria, por su definitiva normalización democrática, y por el progreso armónico del bienestar de todos sus ciudadanos, hoy, setenta y cinco años después, queremos celebrar el 14 de abril de 1931, y proponer que esta fecha se celebre en lo sucesivo como un reconocimiento oficial a todos los ciudadanos españoles que lucharon activamente por la libertad, la justicia y la igualdad, valores comunes que tienen que seguir orientando la construcción democrática de la sociedad española. |
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Comentaris
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Re: memoria del futuro 75 años de la IIa república
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per «Octubre» n. 16, 1 de maig del 1936. |
28 abr 2006
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El programa d'alliberament nacional i social del Partit Comunista de Catalunya
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Manifest del PCC publicat a «Octubre» n. 16, 1 de maig del 1936.
Primer. Indemnització, per part dels propietaris, a tots els camperols que hagin estat desnonats o empresonats. Lluita perquè tots els deutes dels camperols (hipoteques, arrendaments endarrerits, impostos endarrerits) siguin anul·lats. Supressió dels impostos a la petita pagesia. Crèdits sense usura a tota la petita i mitjana pagesia.
Segon. Aplicació de la llei de Contractes de Conreu tal com va ésser votada pel Parlament de Catalunya en la primera votació.
Lluita per la confiscació sense indemnització de totes les terres dels grans propietaris, de l'Església i dels Ordres religiosos, i lliurament immediat als parcers i als arrendataris que la treballin en l'actualitat, i repartiment entre els pagesos pobres i jornalers agrícoles perquè les treballin individualment o col·lectivament. Les terres de l'Estat i dels Ajuntaments seran lliurades als pagesos pobres i jornalers agrícoles per a conrear-les. Les terres conreades pels rabassaires i mitgers durant més de quinze anys han de passar a ésser propietat dels conreadors. El bestiar i les eines de treball de les terres confiscades passaran igualment a mans dels conreadors. Proveïment de maquinària, eines de treball i llavors als obrers agrícoles i petits pagesos que prenguin al seu càrrec terres confiscades.
Tercer. Eixamplament de l'Estatut passant íntegrament a Catalunya tots els serveis de l'Estat, àdhuc el dret de concertar tractats comercials. Reconeixement del dret de Catalunya a l'auto-determinació, arribant fins a la separació de l'Estat espanyol. Lluita perquè totes les nacionalitats oprimides: Euscadi, Galícia, Marroca, gaudeixin de la plena llibertat nacional.
Quart. Que tots els joves de Catalunya facin el servei militar en territori català.
Cinquè. Democratització total de l'Exèrcits, de la Marina i altres forces armades, depurant-les de tots els elements reaccionaris i feixistes. Desmilitarització [censurat].
Sisè. Democratització i catalanització ampla i profunda de tota l'administració de justícia, i que depengui íntegrament del Govern de Catalunya.
Setè. Dissolució i desarmament de totes les organitzacions reaccionàries i feixistes. Expulsió total dels Ordres religiosos i expropiació de tots els seus béns a favor dels obrers en atur forçós.
Vuitè. Armament [censurat].
Novè. Lluita per la nacionalització de les empreses de la gran indústria, dels Bancs, de les mines, dels ferrocarrils i dels altres mitjans de transport i comunicació.
Desè. Control obrer de la producció, exercit pels comitès de fànrica i d'empresa. Jornada de set hores i de sis per als minaires i per als joves menors de divuit anys. Augment dels salaris a totes les indústries i disminució del cost de vida per millorar el benestar de les masses treballadores.
Onzè. Realització d'obres públiques per col·locar tots els obrers en atur forçós. Subsidi a tots els qui no sigui possible de col·locar.
Dotzè. Assegurances socials en cas d'atur forçós i de malaltia i millorament de les assegurances actuals d'accidents, de maternitat i de vellesa, anant totes per compte de l'Estat i de la indústria nacionalitzada i a càrrec també de les empreses encara no nacionalitzades ni municipalitzades. Els treballadors no han d'aportar-hi cap quantitat.
Tretzè. Solidaritat proletària amb els treballadors de tot el món i aliança fraternal amb la Unió Soviètica, que construeix victoriosament el socialisme. Unió estreta amb el proletariat d'Espanya i dels altres pobles ibèrics. Lluita constant per la pau al costat dels pobles que la desitgen de veritat, al davant dels quals es troba l'U.R.S.S.
Catorzè. Igualtat de drets per a la dona, garantint-li la seva llibertat amb el benestar econòmic i aplicant la fórmula de «a treball igual, salari igual», en relació amb els homes.
Quinzè. Reconeixement de tots els drets polítics i socials als joves des dels divuit anys. Protecció i ajut per part de l'Estat, dels Ajuntaments i dels Sindicats per al millor desenvolupament físic, cultural, tècnic, artístic i esportiu donant accés a la Universitat i altres centres culturals a tota la joventut treballadora. Escola única, gratuïta i obligatòria.
Per arribar més fàcilment a plasmar en realitats els punts d'aquest Programa d'alliberament nacional i social, el Partit Comunista de Catalunya defensa com a instruments de lluita més eficaços—avalats per les glorioses experiència del sis d'octubre i del setze de febrer—l'organització de la unitat d'acció de la immensa majoria de les masses del poble treballador, en la forma següent:
Primer. Constitució a cada poble i a cada lloc de treball de les Aliances Obreres i Pageses com a òrgans de front únic dels treballadors en lluita per les reivindicacions immediates i pel seu alliberament nacional i social.
Segon. Manteniment i reforçament del Front Popular antifeixista i antiimperialista organitzant-lo a cada població i a cada barriada, com una vastíssima coalició de les forces obreres, democràtiques i nacionalistes, la qual coalició ha de coordinar la lluita contra la reacció i l'imperialisme en un pla molt més ample que les Aliances Obreres i Pageses, puix que el Front Popular incorpora en un sol front de combat contra el feixisme, a més a més de les forces obreres i pageses organitzades, les grans masses treballadores inorganitzades i totes les forces republicanes i nacionalistes de la petita burgesia, i àdhuc de la burgesia liberal. |
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