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Notícies :: @rtivisme : corrupció i poder |
ctrl-i diu NO al MacBa
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per ctrl-i |
16 mar 2006
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El MacBa, museo de la precariedad contemporánea de Barcelona, no pide la palabra, exige la acción.
Hoy, nuestra primera acción es hacer pública nuestra negativa a dar allà una “charlaâ€?. Cualquier palabra sobre precariedad dicha en ese macdonalds de la cultura se convierte en “flatus vocisâ€?, voz vacÃa, pedo asmático, flatulencia mental. Como se ha dicho, hablar de precariedad en el McBa serÃa como hacer un congreso sobre nutrición en McDonalds.
El McBa no pide la palabra, exige la acción. Las chicas de Ctrl-i rechazan la invitación de la Faculty of Radical Aesthetics para participar en unos talleres sobre “la nueva relacionalidad� en el Museu d'Art Contemporani de Barcelona (McBa). |
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La participación consistÃa en dar una “charlaâ€? sobre nuestro trabajo crÃtico entorno a precariedad y cultura en la nueva metrópolis: trabajo siempre incipiente y como de tanteo alrededor de las múltiples relaciones y ramificaciones que destejen dichos problemas. Trabajo que empezó experimentando la precariedad en los espacios institucionales de la cultura en Barcelona (1): y que ha continuado tanto en oposición a la ofensiva de precarización a todos los niveles en la Institución (especialmente grave en el MacBa), como en la práctica polÃtica que desafÃa la continua amenaza de expulsión, e intento de criminalización de los espacios culturales disidentes de la ciudad, espacios con autonomÃa suficiente como para golpear cuando y como les parece.
El McBa no pide la palabra, exige una patada. Como bien dice el señor Ribalta la Institución no neutraliza las manifestaciones que hoy critican el orden, y resisten al poder (véase Brumaria nº5, p.49). Sucede que, irónicamente, tiene usted razón, la institución no neutraliza sino que participa en la lucha polÃtica. Hoy el McBa está todo entero en el lado opuesto a las prácticas crÃticas activas en la ciudad de Barcelona, en el lado del Poder que persigue precarizar nuestras vidas, en el lado de lo peor. —Algo hay que reconocerle al museo sin embargo: y esto es que en una época como es la nuestra, de tanta y tan repartida confusión y ambivalencia, haya sido capaz de conseguir tanta claridad en la posición.
Desde que se expulsó a Las Agencias nada realmente polÃtico, es decir activo y transformador, ha sucedido en el Macba. Al revés, solamente ha dejado espacio a la representación como envés de la precariedad que expande desde su propio centro.
Si según nuestro análisis pueden destacarse dos lÃneas vectoriales que abren en abanico la esfera de problemas entorno a precariedad y cultura, el McBa no es modelo de otra cosa.
___Por un lado las polÃticas de apartheid económico, social y cultural: el museo como motor de la segregación polÃtica del espacio urbano: se levantan fronteras interiores para migrantes, precarias, precarios, y toda la heterogeneidad que abren estos términos indesligables, fronteras interiores que “definen a unos como ciudadanos respetables, e invisibilizan a otros como diferencia criminalizadaâ€? (2). Deviene punto de referencia para los check-points del civismo, área experimental para la nueva normativa neofascista del civismo, intento desesperado y aberrante de someter a un régimen policial y administrativo todo lo que sin cesar escapa, en nuestras metrópolis oceánicas, al intento de normatividad desde arriba (que quiere la millor botiga del món). Impulsa la gentrificación que transforma el centro de la ciudad en motor cultural de 1) el negocio inmobiliario, 2) la ciudad empresa (de la cultura de tragaperras); 3) la expulsión de las rentas bajas y colectivos más vulnerables como consecuencia directa, __esto es: “te echo de tu casaâ€?, no podrás pagar un techo en 100 kilómetros a la redonda, te arranco del tejido social cualsea porque molestas el negocio con prácticas e imágenes, costumbres y redes que hacen al territorio cultural no rendir lo que podrÃa. El sentido común del capital no encuentra réplica dentro del museo más que como voz hueca de lo que una vez se dijo, mientras por todas partes el Mcba sigue siendo motor de precariedad, gentrificación, neofascismo, violencia inmobiliaria y urbanÃstica: motor de las polÃticas de apartheid económico, social y cultural.
__Por otro lado el modelo Fast Culture: “Aunque muchos son los colores del arco iris, uno sólo es el de la cultura multicultural: el color del dinero.â€? (3) Esto decÃa el mapa De què va realment el Fòrum? señalando al McBa y otros espacios generadores de precariedad.
Este modelo de fast culture adopta la forma empresa y el modelo de la rentabilidad máxima como razón de ser. En primer lugar, el producto cultural y artÃstico. Ahora no entraremos en la capitalización a través del arte, lo cual nos llevarÃa muy lejos. Pero en tanto productor cultural que persigue integrar las tendencias crÃticas, el museo ofrece precariedad a sus colaboradores, tanto en las condiciones económicas, como imponiendo regÃmenes draconianos de propiedad intelectual sobre lo producido por ellos. Busca la relación con individuos y no con colectivos, de esta manera, como dice Guy Debord, las tendencias crÃticas “arrancadas de los colectivos que podrÃan sostenerlasâ€? se neutralizan y banalizan. A continuación, una vez anulada la dimensión activa, se desplaza todo el peso a la representación, sometiendo los procesos a los problemas de la redundancia del medio y el engullimiento de los mensajes. En segundo lugar, el personal laboral, dónde se busca la rentabilidad máxima otra vez. La cultura del dinero, el dinero de la cultura: aparecen empresas intermediarias que se quedan la mitad del sueldo de las trabajadoras del museo: es el modelo de la subcontratación / externalización que se expande por el universo cultural. Sus consecuencias: la desarticulación del espacio de trabajo como un espacio de conflicto polÃtico y el control polÃtico sobre el grupo de trabajadoras. Un museo, cuatro sub-empresas. Y sus efectos: se imprime máxima movilidad, se imponen sueldos de miseria, temporalidad amenazante, desconfianzas internas y desconocimiento recÃproco: el museo contemporáneo de la precariedad de Barcelona.
Concluiremos. Si el museo es todo esto mejor que no pretenda ser otra cosa. Si quiere poner en clave de representación lo que hace un segundo era acción (misma p. 49, otra voz) que no pretenda hacer polÃtica, esto es acción, cooperación, desafÃo, lucha. La polÃtica hoy hay que hacerla contra el Macba: atacarlo, interrumpirlo, deconstruirlo, con el objetivo de transformarlo o destruirlo. MacBa no es un espacio de enunciación, es un motor de precariedad y gentrificación, de apartheid económico, social y cultural. Hace muchos años Guy Debord explicó en el “Informe para la construcción de situacionesâ€? lo que pasa en este museo de lo precario: “La ideologÃa dominante (...) organiza la banalización de los descubrimientos subversivos y los difunde ampliamente después de su esterilización. (...) Ella consigue incluso servirse de individuos subversivos (...)â€? cito de memoria: “aquellos que ya están muertos, por el trucaje de su obra; los vivos, gracias a una confusión ideológica de conjunto, drogándolos (...) con una de las mÃsticas con las que ella tiene comercioâ€? [aquà quizá se afirma demasiado, acerca de ilusión y verdad, espectador y actor. Y sin embargo...]
Y sin embargo La Institución cultural continúa integrando asà las tendencias crÃticas: __â€?arrancadas de colectivos que podrÃan sostenerlasâ€?; __ aceptando personas “generalmente a tÃtulo individualâ€?; __â€?al precio de las renuncias que se imponen...â€?
El Macba es nuestro enemigo polÃtico. En esta ciudad continua la guerra civil mundial por la cultura. En esta ciudad hay piratas. Porque no queda nada que liberar, solamente operar sobre, meter mano, hackear. Contra la precariedad hackeo mi instinto. Instinto prekario -- con ciencia pirata.
Arribo a fi de mes perquè la meva vida no té preu. Practico la pirateria.
“La debilidad habÃa ido a refugiarse, como siempre, en la fe en el milagro: creÃa vencer al enemigo con sólo descartarlo mágicamente con la fantasÃa (...)â€? (4) La palabra no hace que las cosas caigan mágicamente por sà solas. Asà que este texto conlleva su propio fracaso en tanto “charlaâ€?, pero este fracaso es indesligable de su expansión en tanto que negación.
Aquesta ciutat no és una poma madura de canyella que caurà sola de l'arbre. Cal arrencar-la.
Ctrl-i
(1) Por ejemplo el caso lÃmite: Dos de nosotras trabajábamos en información y visitas guiadas dentro del Macba, hasta que nos echaron, mediante un proceso de mobbing (acoso) laboral, por presentar públicamente nuestra situación de precariedad dentro del museo en una “charlaâ€? sobre precariedad en el mismo Mcba (2004). Pero la situación precaria lÃmite es similar en la Tapies, Miró, Picasso, TNC, UB, UAB, etc. etc.
(2) http://chabolear.blogspot.com
(3) http://www.sindominio.net/mapas
(4) Karl Marx, El 18 Brumario de Luis Bonaparte, Ediciones Halcón, Madrid, 1968, pà g 19. |
Mira també:
http://www.sindominio.net/ctrl-i http://blog.sindominio.net/blog/ctrl-iando |
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Re: ctrl-i diu NO al MacBa
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per ? |
16 mar 2006
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¿això ja ho sap el marcelo? |
Re: ctrl-i diu NO al MacBa
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per una pa'hi |
16 mar 2006
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jejejeje... molt bon |
Re: ctrl-i diu NO al MacBa
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per juas |
16 mar 2006
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molt i molt bo! la coheréncia està a l´alça! |
Re: ctrl-i diu NO al MacBa
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per jack |
19 mar 2006
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Buenísimo el comunicado... lo demuestra, por ejemplo, la inteligencia y profundidad de análisis de los comentarios de aquí arriba.
Lo que hay que oír... |